No. |
CONTENIDO |
1 |
INTRODUCCION |
2 |
A MANERA DE
PROLOGO |
3 |
PROCERES
ARAGÜEÑOS DE LA INDEPENDENCIA |
4 |
LISTADO DE
PROCERES ARAGÜEÑOS |
5 |
BIBLIOGRAFIA |
6 |
DERECHO DE
AUTOR |
INTRODUCCION:
Los
Próceres que la historia conoce son aquellos reconocidos, como es el caso del
mismo Simón Bolívar, Antonio José de
Sucre, Rafael Urdaneta, Santiago Mariño, Francisco de Miranda, José Antonio
Páez, Manuel Piar, José Félix Ribas, Luis Brión, Juan Bautista Arismendi y José
Francisco Bermúdez, quienes son los que están en Paseo Los Próceres en Caracas.
No obstante ello, existieron muchos próceres que se destacaron en esas luchas
por la libertad, que bien han sido señalados como los próceres olvidados.
En
el caso del estado Aragua hemos recabado, gracias al libro de Lucas Guillermo
Castillo Lara y otros autores, información sobre unos cincuenta hombres - cuyo listado adjuntamos - que
dieron su vida y su sangre en esas luchas, hemos escogido a algunos de ellos a
los cuales nos referiremos en esta entrega. Unos más notables que otros, pero
que todos tienen su valor.
Como sabemos esta colección Memorias de Aragua
viene dada por los videos que semanalmente trasmitimos por las redes sociales
Facebook, instagram y youtube, que luego transcribimos en formato
breve y digital.
Espero
sea de su grado este escrito.
NESTOR
GERMAN RODRIGUEZ
A
MANERA DE PROLOGO:
LUCAS GUILLERMO CASTILLO LARA |
“En
viejos papeles de archivos he rebuscado las perdidas huellas de unos Ilustres
Próceres de la Independencia…y al hurgar…me he topado con unos olvidados
Próceres aragüeños, enterrados en indiferente preterición. Desde unos silencios
ciegos nos miran implorantes los rostros
de esos hombres, que se mueven expectantes en las sombras del olvido.
Con sus voces truncas e informes que aboga el tiempo y la incurría de los
hombres, piden le cedamos nuestra palabra para contarnos algo de sus
historias…Y aquí está su contar en nuestro decir”.
“…he
querido exaltar…a un numeroso grupo de Ilustres Próceres aragüeños de la
Independencia, desconocidos en su gran mayoría y por todos olvidados. No son
estrellas de primera magnitud, más si encienden la inmensa luminaria heroica de
la Patria. Son hombres nacidos en diversos pueblos de Aragua, que abarcan a casi
todos los lugares de esta tierra nuestra”.
“Son
también gente de variada condición social… y de distinta posición económica;
pero unidos todos en el profundo amor a la libertad, que pusieron en acción
para lograr la independencia de la Patria”.
“La
mejor lección venezolana y aragüeña que podemos darle a nuestra juventud, es
presentarle el ejemplo de nuestros grandes hombres, de nuestros Próceres, el
conocimiento de sus admirables vidas”.
LUCAS GUILLERMO CASTILLO LARA+
Historiador y escritor.
Tomado del Mensaje a la juventud aragüeña de su libro “Los
olvidados Próceres de Aragua”.
En
su vida pública se desempeñó como periodista, diplomático, político y
estadista. Comienza a figurar desde 1810 siendo un rebelde independentista
cuando trabajaba en la Secretaría de Relaciones Exteriores. Ya en marzo de 1811 hace su primera incursión
fuera del país, fue enviado por el primer Congreso venezolano en misión ante el
gobierno de Estados Unidos. Luego Revenga
viajó a Cartagena de Indias, al norte de Colombia; allí en septiembre de 1814
se encuentra con Simón Bolívar, y dada su tendencia al servicio patriótico y su
intelecto, Simón Bolívar lo elige como su Secretario.
ES
MI OTRO YO… decía Simón Bolívar. Tanto fue el aprecio de Bolívar hacia Revenga
que estando en Perú le manda a decir: “QUE SI QUIERE VENIR A MI LADO VIVIRA
CONMIGO COMO HERMANO”.
Revenga
tenía otros objetivos en su vida, ese era “La educación de la juventud”.
Asistió al Libertador junto a Dr. José María Vargas en esta materia de la
enseñanza. Esto se hace evidente, cuando recibe una indemnización en Londres
por una acusación no comprobada, y destina éste dinero en adquirir libros y
material de enseñanza para las escuelas que trae a su regreso de Europa.
Bolívar
buscó la colaboración de estos ilustres, tanto de Vargas, como de Revenga, para
impulsar las reformas de la educación que luego se sancionaron.
Cuando
Bolívar visitó por última vez a su Caracas natal, Revenga lo acompañó y allí
promovieron el apoyo a la educación como mecanismo de formar al ciudadano
comprometido con la libertad. Revenga y Vargas ayudan a Bolívar en las jornadas
civilizadoras. Se unieron la especialización de Vargas con laboriosidad
diligente de Revenga, el texto legal de
la Facultad (Médica de Caracas) recién abierta, llevaban la impronta de estos
dos ciudadanos.
De
igual manera Revenga por instrucciones y mandatos del Libertador quien ejercía
la Presidencia de la Gran Colombia, refrenda los Decretos, nombramientos
y correspondencias, bien para
abolir disposiciones, para moderar las censuras en los medios de comunicación o
proponer los medios económicos para la educación.
FOTO SIMULADA |
PBRO.DOMINGO A.TREMARIA
Tomado
del libro Semblanzas emocional de mí pueblo de Ciro Guzmán Morillo. “Sacerdote patriota.
Como un turmereño obligante quien en la Cátedra Sagrada mostró su amor por la
Patria y lealtad en la Doctrina Cristiana, dictó improvisadas oratorias por el
bien civilista, fue un sacrificado más por la causa independentista de
Venezuela”.
“Existe
en las páginas de la Historia de Venezuela el nombre de un sacerdote católico
que fue expulsado por orden del General Pablo Morillo por haber sido acusado de
predicador de sermones en pro de la causa patriótica. Tal Sacerdote se llamó
Domingo A. Tremaria, era natural de Turmero como su hermano el Teniente-Coronel
Fernando Tremaria”.
“Desempeñó
la función del Vicerrectorado de la Ilustre Universidad Central por los años de
1.801 a 1.803 y ejerció funciones propias de su profesión como cura de alma en
su propio pueblo. En el ejercicio de estas funciones evangélicas “creyó
conveniente consagrar el pensamiento y el espíritu a la redención de su patria,
y condenando con el anatema de su palabra la sumisión de Venezuela al poder
español; hizo el elogio de la libertad entusiasmando a los feligreses de su
parroquia para que éstos unieran a la devoción religiosa el culto de la Patria,
alzando en las conciencias dos ídolos que encarnarán en los siglos la redención
de los pueblos: Jesús y Bolívar, Jesús el Redentor Divino y Bolívar el Redentor
Humano”. “Según Blanco y Azpúrua, “El Padre Tremaria aparece en la larga lista
de clérigos expulsados por Morillo, acto ejecutado en el año de 1.816 en el
Puerto de La Guaira”.
“Dice
Pacheco Miranda: “Hablando con los ancianos de mi pueblo (primera década del
siglo XX) a solo uno, Don Rudecindo Moreno, le oí citar al Padre Tremaria.
Refería Moreno, que su señora madre aseguraba en los últimos días de su vida,
que cierta vez, en la festividad de la Santísima Trinidad, estando el espacioso
Templo de Turmero repleto de fieles, oyendo el Santo Sacrificio de la Misa,
ascendió a la cátedra sagrada el Padre Tremaria, y cuando todos sus feligreses
esperaban de sus labios una oración explicando los misterios de la Divina
Trinidad, de acuerdo con la liturgia del día, el orador, con una extraña
actitud que no habían visto nunca en él, dijo un sermón profano haciendo el
panegírico de la Campaña Admirable que acababa de consumar el genio de Bolívar.
Rompiendo la férrea disciplina de la Iglesia Católica, olvidó los preceptos
canónicos, y silenciando la gloria cristiana del momento aplaudió la empresa
guerrera del Libertador, llamó a José Félix Rivas “la espada sagrada que hacía
surcos de luz en la noche colonial” y pintó como “dos arcángeles de fuego a
Atanasio Girardot y Antonio Ricaurte, que se habían inmolado en un bello gesto
de redención para probar ante el mundo que nada era más grandioso que el ideal
de la Patria libre”. “El auditorio, afirmaba la anciana madre de Moreno, salió
del templo hondamente emocionado. El Padre Tremaria no estaba reputado como
gran orador, pero el amor a la libertad lo había transformado, y su palabra
antes pesada se había tornado en elocuente convencimiento y de un gran gesto
conmovedor. Y debió ser así efectivamente, porque cuando un Sacerdote hermana a
su devoción religiosa el amor a la Patria, no solamente se hace vibrante y
sonora su palabra: el felpudo de la sotana se le torna brillante, como si fuese
un inmenso brillante negro. Es la fuerza de las dos corrientes redentoras que
se abrazan en una sola comunión para que surja en derroche de pureza el
concepto de la Patria”.
“El
padre Tremaria, con toda seguridad, por la emoción demostrada y su gran
recogimiento en el fervor patriótico, debió repetir una y otras veces homilías
con el fin de enaltecer a la ciudadanía para que se prestaran con todos los
recursos a formar filas en las huestes patriotas para liberar a su Patria del
yugo extranjero y, naturalmente, cuando el pueblo fue ocupado alternadamente por
los realistas, este extraordinario levita debió tomar la vía del ocultamiento,
por eso en una de esas correrías y estando escondido en la residencia de la
distinguida familia Cáceres, situada en la calle “Madariaga”, entre “Ricaurte”
y “Bermúdez”, muy cerquita de la “Jabonería”, una de la servidumbre lo delató y
reducido a prisión fue remitido con la medidas de seguridad del caso, hasta
Caracas, donde el Mariscal le siguió perentorio juicio, siendo expulsado del
país hacia San Juan de Puerto Rico pero reducido a prisión en el Castillo de
San juan, donde purgó sus penas y sacrificios con su vida. Este es otro de los
héroes olvidados de mi pueblo”.
PEDRO JOSE MUGUERSA
LOS
MACABEOS DE LA VICTORIA: Próceres olvidados de nuestra independencia.
(Aragüeños todos)
Aclaratoria
previa: Los Macabeos constituyeron un movimiento judío de liberación. Son
considerados héroes nacionales del pueblo de Israel y la rebelión es
conmemorada religiosamente de forma anual. En la tradición cristiana, tanto en
el rito romano como en el rito bizantino los hermanos Macabeos están
considerados como santos mártires y su fiesta es el 1 de agosto.
En
La Victoria, hoy estado Aragua, vivía una familia con cinco hijos varones.
Todos se unen a la lucha: Defenderán a Venezuela aún a costa de sus vidas...
Tres de ellos mueren heroicamente... Sólo eran unos adolescentes. Se les conoce
como Los Macabeos de la Victoria y forman parte de los aproximadamente 100.000
adolescentes que murieron por darnos la independencia.
En
1775, Pedro Muguerza (El Padre), con apenas 25 años, se vino de España buscando
una mejor vida en Venezuela. Se asentó en el pequeño pueblo de La Victoria
donde logró, con sus ahorros, alquilar un lote de tierras.
Pedro
prosperó. Compró esas tierras y se dedicó al cultivo del añil, una planta muy
preciada en esos años. Se casó con una venezolana: Josefa León y tuvieron diez
hijos: Josefa, José María, Juan Manuel, Lázaro, José de Jesús, María Paula,
Inés María, María Rosa, Belén y Pedro José. Cinco varones y cinco hembras.
Pedro
y Josefa estaban orgullosos de sus diez hijos. Todos crecían fuertes y sanos.
Los Muguerza-León habían sido bendecidos.
Pedro
se alegraba de haber dejado España y haberse venido a Venezuela. En su
actividad como comerciante del añil conoció y se hizo amigo de José Félix
Ribas, quien fue el padrino del menor, Pedro José.
Pero
estalló la guerra de Independencia. Al ya viejo Muguerza sus amigos le pidieron
que se fuera, que toda la zona de los valles de Aragua se iba a convertir en un
hervidero. Pero Muguerza les respondió:
-Soy
Patriota y tengo dos brazos y cinco hijos para defender a la Patria.
Fueron
muchos los españoles que al llegar a Venezuela desde mediados del siglo XVIII,
a los pocos años ya sentían a este país como su propia patria.
Dos
de sus cinco varones, Juan Manuel y José María, no lo pensaron dos veces y se
unieron a las fuerzas patriotas, específicamente bajo las órdenes de Vicente
Campo Elías. Juan Manuel, con apenas 22 años, murió combatiendo en La Puerta el
3 de febrero de 1814.
Con
esa derrota, los patriotas se replegaron a La Victoria, ciudad que convirtieron
en una fortaleza. Abrieron zanjas y estacas por todo el perímetro y apostaron
tiradores en todos los tejados. Como no había soldados suficientes, Ribas mandó
emisarios a Caracas y a todos los pueblos cercanos pidiendo que todos los
hombres mayores de 13 años vinieran en auxilio de la ciudad.
Muguerza
y su esposa aún lloraban la muerte de Juan Manuel. De José María no sabían
nada.
Pero
Muguerza y Josefa no iban a permitir que todos lucharan y que los tres varones
que aún estaban en sus casas se quedaran encerrados. Entonces Lázaro y José de
Jesús, que no llegaban a los veinte años de edad, pidieron que les entregaran
fusiles.
La
batalla se inició desde temprano el 12 de febrero de 1814. Hacia el mediodía,
un certero disparo mató a un joven patriota que estaba en la torre de la
Iglesia. Entonces José de Jesús Muguerza corrió a tomar su lugar y murió de un
disparo cuando atravesaba la calle. Tenía apenas 17 años. Su otro hermano,
Lázaro, de 15 años, al verlo caer, corrió lleno de ira, hacia las filas
enemigas y murió de múltiples disparos de fusil.
Ribas
sintió que él era el que tenía que darles la fatal noticia a sus padres. Tres
Hijos habían perdido los Muguerza en menos de una semana. Dos el mismo día. De
uno no sabían nada, quizás también estaba muerto. Sólo les quedaba un varón, el
menor, Pedro José, de sólo 13 años de edad.
Josefa
y Pedro, cuando vieron a Ribas en la puerta de su casa, supieron lo que había
pasado pero esperaron a que él hablara:
-Compadre,
malas noticias para usted y para la Patria… mataron a los muchachos.
Josefa,
conteniendo el llanto, le respondió:
-
Compadre, las malas noticias son para mí; para la Patria no, porque ahí está el
otro.
Y
entonces miró al único varón que le quedaba, a Pedro José, y le dijo:
-Váyase
con su padrino y defienda el puesto de sus cuatro hermanos.
Ribas
le entregó al niño el mismo fusil que había cargado José de Jesús. Pero al
alejarse de la casa le dijo al niño:
-No
te separes de mi ahijado. Has tomado el fusil sin miedo y ya has demostrado
tener honor.
Dos
horas después, los jóvenes patriotas estaban que desfallecían, pero entonces
Vicente Campo Elías apareció en un cerro cercano con unos doscientos soldados.
Los realistas, al ver esos refuerzos se replegaron. Los patriotas habían
ganado.
Entre
los doscientos que venían con Campo Elías estaba José María, el hijo mayor.
Cuando Pedro Muguerza y Josefa León lo vieron, en medio de la algarabía por el
triunfo, se sintieron aliviados.
Y
esa noche, los Muguerza-León, velaron los cuerpos de dos de sus hijos.
José
María y Pedro José siguieron luchando en la guerra de independencia. José María
llegó a Coronel. Ambos murieron en la vejez.
Los
cinco hijos varones de Pedro y Josefa son conocidos en la historia de
Venezuela, como los cinco macabeos, por su valentía y desprendimiento.
Hasta
principios del siglo XX, en el antiguo cementerio de La Victoria había tres
tumbas una cerca de la otra… Sus lápidas decían:
Juan
Manuel, José de Jesús y Lázaro. Los Hermanos Muguerza.
MANUEL GARCÍA DE SENA Y SILVA
Se
dice oriundo de La Victoria (Edo. Aragua), nació en1780 y falleció en 1816.
Fue
Activista del movimiento independentista. Cadete en el batallón de Milicias de
los valles de Aragua que mandaba el marqués del Toro y al cual renunció el 23
de septiembre de ese mismo año. Se ausentó de Venezuela en 1803 y se residenció
en la ciudad de Filadelfia. En 1810 tradujo al castellano varios textos. Ejerce
labor política en favor de la causa emancipadora exhortando a sus compatriotas
a continuar la lucha. En razón de ello, uno de los primeros actos de gobierno
de Domingo de Monteverde, en 1812, fue la incautación de los escritos. En 1814,
se queja ante el secretario de Estado norteamericano, James Monroe, por las
dificultades puestas por el colector de rentas, que le impidió embarcar un
cargamento de fusiles para el gobierno de Cartagena. En 1815, fue secretario de
guerra del gobierno de Cartagena, cuyo gobernador era Pedro Gual, quien le
encomienda delicadas misiones. El 24 de febrero de ese mismo año, se entrevistó
con Simón Bolívar en Mompós (es un distrito de Colombia, en el departamento de
Bolívar). El 1 de noviembre continúa como secretario de Guerra, en el momento
en que la plaza ya era hostilizada por las tropas del general realista Pablo
Morillo. A partir de 1816 no se tienen datos sobre su vida; solo consta que en
1838 ya había fallecido.
ESTANDARTE DEL LICEO BOLIVARIANO WENCESLAO CASADO FONSECA |
GENERAL WENCESLAO CASADO FONSECA
Nativo
de San Sebastián de los Reyes participó en numerosos hechos importantes de
nuestras guerras civiles a finales de la independencia.
Wenceslao
Eustaquio Casado Fonseca, nació el día 3 de Octubre de 1805. El 28 de Enero de
1825 a los 17años se alista en la carrera militar y al siguiente año es
ascendido a teniente de cazadores del batallón auxiliar de San Sebastián. En
1927 a las órdenes de Francisco de Paula Alcántara enfrenta las huestes
realistas. Sus grandes acciones las realiza contra los facinerosos que se
encontraban en las montañas; así como al siguiente año es ascendido a Capitán
de la primera compañía de dicho batallón y como tal combate a las facciones
realistas en los Valles del Tuy y Barlovento. Consumada la separación de
Venezuela de la Nueva Granada es ascendido por el General Santiago Mariño a
segundo comandante de milicias en la Provincia de Barinas. Al estallar la
revolución de las reformas y ser depuesto el Presidente José María Vargas,
casado se coloca al lado de este bajo las ordenes de los Generales José de la
Cruz Paredes y Antonio Valero de Bernabé; restablecido Vargas en el poder se
retira nuevamente a su hacienda en San Sebastián y luego es electo Diputado por
el Estado Aragua (1842-1843), y forma parte de la plana militar del Gobierno de
José Tadeo Monagas, este le encomienda para deponer al general Julián
Castro de la comandancia de arma del
Estado Carabobo de la cual se encargan
hasta que es destinado a la jefatura de operaciones en el Estado Guárico
(1854). Otros cargos militares importantes desempeña Wenceslao: Inspector de
las milicias del Estado Aragua, jefe Brigada de infantería de Barquisimeto
hasta que derrocado el presidente Monagas por el General Julián Castro, Casado
se levanta en armas en Camatagua y San Sebastián, pero es derrocado y expulsado
del país juntos con otros liberales encabezados por Juan Crisóstomo Falcón,
Ezequiel Zamora y Antonio Leocadio Guzmán, máximas figuras del federalismo.
Wenceslao Casado regresa a Venezuela y acompaña a Falcón en su expedición sobre
las costas de Puerto Cabello, ascendido a general de Barquisimeto donde recibe
el grado de general de división y como tal asiste a la Batalla de Santa Inés
(10 de diciembre de 1851), donde tiene una destacada actuación y es nombrado
jefe del estado mayor del ejército federalista.
En
1863 en recompensa a su servicios el Presidente Falcón lo asciende a General en
Jefe y lo pensiona con 225 pesos mensuales. Otros cargos de
importancia ejercidos por el General Wenceslao Casado fueron el de senador de
Aragua y Procurados General del mismo estado. El General Wenceslao Casado de
Galbán murió en Caracas el 20 de Septiembre de 1871.
JUAN DE DIOS AGRAZ
Nació
en Villa de Cura, Edo. Aragua, en el año 1802. De origen pardo, es decir,
afrodescendiente. Alcanzó el grado de Capitán.
Dice
la historia que el Libertador ordenó le enseñaran a tocar el cornetín y después
pasó al servicio directo del Estado Mayor del ejército al mando de Bolívar como
corneta de órdenes .
Acompañó
a Simón Bolívar en la Inmigración a oriente, a Jamaica ; y a la expedición de
Los Cayos de Haití . Tocó la corneta de victoria en la 2da. Batalla de Carabobo
; y en la toma del castillo de Puerto Cabello; en la Campaña del Sur; en
Colombia, en las Batallas de Pantano de Vargas y Boyacá y en Ecuador, en la
Batalla de Pichincha.
El
Libertador le regaló una trompetilla de oro para que la colocara en la corneta;
que tocó antes de las batallas y combates, tanto en territorio venezolano como
sudamericano.
En
Venezuela, durante la Guerra Federal (1859-1863), se alzó en armas contra el
gobierno del militar y político portugueseño José Antonio Páez; luego fue
capturado y condenado a muerte pero el presidente Monagas le conmutó la pena de
muerte por 10 años de prisión, en la Isla de Margarita, Edo. Nueva Esparta, en
vista que Agraz fue héroe independentista y asistente del Libertador. Una vez
retirado de la vida pública, se dedicó a la agricultura en Villa de Cura.
El
Capitán Juan de Dios Agraz falleció en su Villa de Cura natal, Edo. Aragua, el
16 de agosto de 1889.
PEDRO AREVALO APONTE
El
Coronel Pedro Arévalo Aponte es un olvidado pero legítimo orgullo de Aragua,
nacido en Turmero en 1766 El 5 de
febrero de 1782 entraba a servir en el Batallón de Milicias Disciplinadas de
Pardos de los Valles de Aragua, en la clase de soldado de la compañía de
Granaderos Pedro Arévalo fue escalando posiciones. Fue designado a Subteniente
en 1792 y entraba en el rango de la oficialidad. El 15 de noviembre de 1802 era
ascendido a Capitán. En 1808 combate las maniobras de los aristócratas contra
Emparan ya que estaba bajo su mando; no obstante ello comienza a participar en
las lides revolucionarias y se le sindica en la actividad golpista que debería
estallar en la nochebuena de 1809.- Arévalo estaba destacado en el Cuartel de
la Misericordia en Caracas al mando del Coronel Márquez del Toro.
Al
iniciar en al año 1810 participa en reuniones preparatorias de un golpe
planificado para el 1ro o dos de abril, el cual por delación fue disuelto. No
pudieron involucrarlo porque una de sus características era la absoluta
reserva. Después de esos sucesos Arévalo no volvió al Cuartel hasta el 19 de
abril con el pretexto que estaba enfermo y enviaba órdenes desde su casa. A
pesar de que algunos lo acusaban de delación, Arévalo estuvo reunido junto a
los demás conspiradores la noche del 18 de abril.
En
su condición de militar participa activamente en los diversos acontecimientos
que se van sucediendo a lo largo del día 19 de abril de 1810. Al frente de su
cuerpo bajo su cargo se forma en la Plaza Mayor, atento a las órdenes que se
impartían. Cumple la comisión de prender
y conducir al Ayuntamiento al Intendente del Ejército y Real Hacienda; al Subinspector de
Artillería y Brigadier y al Auditor de Guerra y Teniente de Gobernador. Desde
sus respectivas casas los lleva preso al Cabildo, entre dos granaderos, sable
en mano. De igual manera se le ordena ir en busca del Capitán General Vicente
Emparan, misión que cumple a cabalidad. Posteriormente, custodia a Emparan y
demás funcionarios hasta el Puerto de La Guaira para embarcar en el bergantín
Pilar y ser trasladados a Puerto Rico.
Es designado por la Junta Suprema, Comandante del batallón de las milicias de Aragua, de donde sale en campaña hacia los Valles del Tuy “ostentando en el pecho” una medalla de oro que ha sido el premio otorgado por su participación del 19 de Abril. Pero no hay gloria sin martirio y al héroe aragüeño le tenían el suyo reservado. Después de la toma de Caracas por Monteverde en 1.812, se incorpora al ejército Libertador en la Nueva Granada. En Cartagena se pone a las órdenes del ejército patriota, combatiendo ya contra las propias fuerzas comandadas por Morillo y ora contra las de Calzada y La Torre, en acciones de guerra en las cuales demostró su coraje y bravura que le valieron el grado de Coronel. En este quehacer el infortunio tocó a su puerta: delatada su pernocta por un esclavo de la población de El Socorro, después de la derrota de Carachí, fue apresado y un Consejo de Guerra reunido en Girón, ordenó fusilarlo el 18 de Marzo de 1.816.
SANTIAGO ZULOAGA
Nació
en Choroní en1741 y fallece en Cartagena
de Indias 1814. Don Santiago Zuloaga y Rubio fue un sacerdote venezolano. Hijo
del vasco Miguel Antonio Zuloaga Honramuno, dueño de haciendas cacaoteras, y de
la criolla Juana María de Rubio. Tuvo un único hermano llamado José Ignacio.
Destacado
en la última mitad del siglo XVIII, por su intervención fundadora y elevación a
parroquia de varias ciudades en la Región Central, de la mano con el Obispo
Mariano Martí, por ejemplo en las poblaciones de San Mateo, Mariara, Guacara,
San Joaquin y otras más. Cursó estudios eclesiásticos en el Seminario de
Caracas y se ordenó sacerdote el 22 de diciembre de 1764. Obtuvo una capellanía en Nirgua, estado.
Yaracuy y luego fue párroco de Maracay desde 1776 hasta 1794. Pasó a Caracas en
1794, al concedérsele una media asignación en el Cabildo de la catedral de esa
ciudad. Fue canónigo doctoral del mismo desde 1798. En 1803 se le promovió a tesorero y en 1810 a
maestrescuela del Cabildo Eclesiástico. Fue arzobispo de Caracas. Desde 1806
hasta 1809 cumplió funciones como Teniente de Gobernador Eclesiástico, en
sustitución del ya fallecido Obispo guacareño Francisco de Ibarra. Al iniciar
el Proceso de Independencia, entre 1809 y 1813, se dio a conocer con acérrima
entrega a la causa patriota. Tuvo que emigrar al oriente país donde resultó
apresado por Boves en Cumana. Es remitido a la ciudad de Cádiz en España, pero
en la marcha de viaje, el buque que lo transportaba fue apresado, y liberado
por corsarios al servicio de Colombia; enseguida es enviado a la ciudad de
Cartagena, donde fallece en 1814.
JUAN ANTONIO ARGOTE.
El
padre Juan Antonio Díaz Argote nació en Villa de Cura, del hogar de un canario
y una villacurana. Los Díaz-Argote Villasana residían en el caserío El Caño,
hoy Gamarra, zona rural entre Villa de
Cura y Cagua. El nacimiento de Juan Antonio tuvo lugar en dicho sitio el 12 de
febrero de 1757.
Los
Díaz Argote fueron una familia muy religiosa. Juan Antonio fue enviado a
estudiar a Caracas en 1768. Siguió estudios de sacerdocio en el Seminario de
Santa Rosa de Lima y obtuvo su grado de bachiller en artes, mención filosofía
en 1774; en 1778 el de bachiller en ciencias eclesiásticas, mención cánones y
muchos años después, luego de haber ejercido el sacerdocio en varias
parroquias, obtiene el de licenciado en ciencias eclesiásticas, mención
teología, en 1796.
En
1781 fue promovido al sacerdocio por imposición de manos del obispo Martí y se
le asignó la parroquia de Tacarigua de la Laguna, estado Miranda, ocupó durante
seis meses la de Curiepe. El 23 de marzo de 1784 fue enviado a Ocumare de la
Costa. El 23 de diciembre de 1796 fue transferido como párroco de San Sebastián
de los Reyes, a título de Vicario
foráneo
Díaz
Argote, vio la oportunidad de ejercer como párroco en su Villa de Cura natal.
Tenía 41 años cumplidos. Desde el 15 de diciembre de 1797 era párroco en su
pueblo. En junio de 1801 fue promovido a la parroquia de Valencia. En la
continuación de su andariego ministerio, en febrero de 1802. Díaz Argote opta
por el curato de La Guaira, y el 10 de junio se le designa para la parroquia de
La Guaira, donde lo encontrarán los sucesos de 1810 y 1811. En julio de 1813
pasó a ocupar cargos en la Catedral de Caracas.
En
febrero de 1811 Díaz Argote es diputado suplente al Congreso juramentado luego
como diputado principal por Villa de Cura por renuncia del principal. El padre
Díaz Argote no tenía veleidades políticas pero dio el frente a la nueva
situación. Se opuso rotundamente a la eliminación del llamado Fuero
Eclesiástico que lo perjudicaba a él y a toda la Iglesia venezolana. Su firma
aparece refrendando varios cuerpos de leyes y acuerdos sancionados por el
Congreso y por supuesto suscribe la
Constitución de 1811 como diputado por la Villa de Cura, junto con personajes
que dieron forma a la I y II República y sufrieron los rigores de la guerra,
persecución, el cadalso y la expatriación.
El
5 de diciembre de 1811 se planteó lo del Fuero Eclesiástico. Juan Antonio Díaz
Argote, dice el Acta de ese día: “[…] Protestó igualmente el señor Díaz Argote,
diciendo que tal declaratoria era injusta e imprudente,…”. A pesar de las
protestas, no hubo decisión. El 16 de
diciembre fue planteada nuevamente la cuestión y los sacerdotes volvieron a
protestar lo que consideraban una medida “impolítica y alarmante” que “degrada
a los Ministros de un culto”. Definitivamente fue aprobado el artículo,
salvando sus votos los eclesiásticos.
Juan
Antonio Díaz-Argote Villasana fallece en Caracas el 11 de febrero de 1830 y se
sepultó al siguiente día, tal como expresaba su última voluntad, en el
cementerio de los hermanos de San Pedro, una cripta ubicada a la derecha, en la
entrada de la Catedral, hoy bautisterio. Allí fueron inhumados obispos,
sacerdotes, lo más granado de la sociedad caraqueña y por supuesto los miembros
de la Cofradía de San Pedro.
Al
padre Díaz Argote muy poco se le nombra. Sólo se menciona su nombre de Diputado
por Villa de Cura todos los 5 de julio con la lectura del Acta de Independencia
en el Congreso, ahora Asamblea Nacional. Una calle marginal de su pueblo, en la
parroquia Las Mercedes, fue bautizada hace unos decenas de años con su nombre.
Esta obra se reserva el derecho de autor prescrito en la página http://sapi.gob.ve/?page_id=116 Este derecho nace con el acto de creación y no por el registro de la obra. Es el derecho que posee el autor sobre sus creaciones sean estas obras literarias, musicales, teatrales, artísticas, científicas o audiovisuales. Se considera Autor a la persona natural (persona física) que crea alguna obra literaria, artística o científica. Se agradece a todos los lectores ceñirse a esta disposición
2 comentarios:
Valioso trabajo, sigan los historiadores, y estudiosos dando a conocer los personajes grandes y pequeños de la Independencia, sus rostros y sus nombres deben perdurar, en toda América y especialmente en Venezuela.
Y las heroínas pa ' cuando?
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