viernes, 26 de febrero de 2021

TRAZOS DE INOCENCIA - VIDA Y OBRA DE COROMOTO RODRIGUEZ (WARAOS, DOWN Y ARTISTA)

 :


INDICE:

No.

Contenido

1

Del autor

2

La protagonista

3

A manera de prólogo

4

Su pueblo de siempre

5

Historia de amor

6

La serpiente enroscada

7

La vida cambia

8

El movimiento pictórico

9

El señor de los pájaros

10

Exposición virtual

11

Pruebas testimoniales

12

Galería Fotográfica


1.     DEL AUTOR:

NESTOR GERMAN RODRIGUEZ
NESTOR GERMAN RODRIGUEZ

Debo confesar que no sabía nada de la vida de Coromoto Rodríguez, si recordaba a su hermano Luis y a Elisabeth, y claro la casa donde vivieron en Turmero. Cuando ella misma me hizo referencia a su trayectoria, asumí el compromiso personal de escribir al respecto en cuanto saliera de algunos compromisos previos. Establecimos un contacto hace unos meses y le fui solicitando información a la vez que investigaba por mi propia cuenta. A medida que avanzaba fui descubriendo su personalidad y su obra de humanidad con quienes padecen del síndrome de Down, esto a cualquiera conmueve. La pasión expresada en sus mensajes de voz y la narración emocionada de su vida me cautivaron para concretar este pequeño homenaje que le hacemos.

En Turmero, su pueblo natal, puedo asegurar que pocos la conocen, la van a conocer más ahora. Lamentablemente le damos más valor a otros temas y personajes, y me incluyo en ello, que a lo que realmente vale la pena. Por ello debemos reaccionar ante cualquier sugerencia, porque detrás de ello podemos encontrar una razón para enaltecer nuestro gentilicio. Me siento orgulloso de haber escrito sobre nuestra coterránea Coromoto Rodríguez, cuyos méritos son reconocidos en vida en su segunda patria chica, la ciudad de los crepúsculos  donde las brisas del turbio la han inspirado en su querida Agua Viva, donde tiene una familia ejemplar, y más allá, en la desembocadura del Orinoco donde la naturaleza transforma la existencia.

Aspiro y espero que les fascine la vida y obra de esta mujer que les presento con la grandeza de su alma.

NESTOR GERMAN RODRIGUEZ


2.     LA PROTAGONISTA:

COROMOTO RODRIGUEZ

Yo soy Coromoto Rodríguez, artista plástico, vivo en Agua Viva, Municipio Palavecino, estado Lara. Cuando me inicio en las artes ya sentía esa inclinación desde niña, había en mí una pasión escondida por los colores, las formas y la naturaleza.  Yo dibujaba muchísimo.  Pintaba a mi mamá en innumerables veces, pero mi encuentro realmente con el arte fue cuando llegué al Delta del Orinoco, cuando vi al Padre Río, la grandeza incontrolable, los peces de mil colores, el espejo del río retratando cualquier presencia, la quietud de los caños,  al amanecer cuando veo ese sol inmenso que encandilaba, cuando observé el silencio de los waraos, cuando vi los cunaguaros, una danta, vi los tigres, vi tantas cosas hermosas. El Orinoco hizo estallar todo el color que tenía dentro. Fue un encuentro fascinante del cual no se me desprendió jamás, eran las historias de los waraos, del río y la selva. Eso fue como un choque, eso despertó  mis ansias de trabajar en el arte; después seguí autodidacta, casi por mí misma. Me fascinaban eran los Santos porque mi educación fue como muy religiosa, entonces empecé con la iconografía religiosa y luego hice como una ficción entre la selva y los santos, porque sentí que al final de todo eran como la misma cosa, "naturaleza y Dios”. Comencé a pintar a los indígenas, recuerdo al indio Pantaleón, que me contó muchas historias, no usaba zapatos porque se caía…pintaba luciérnagas  que yo veía en las noches del delta y eran tan grandes que no cabían en una caja de fósforos y una sola alumbraba la media noche y vi el sepulcro radiante de la princesa Akaida circundada por sus siete estrellas y la imaginé acostado en el agujero del cielo y la coloque en mis pinturas como un sello de mi Delta querido. Y pensaba en los santos, las apariciones, lo que se me ocurría en mi mundo. Cuando trabajo los santos necesito tener mucha preparación, meditación, si son santos que nunca he visto, investigo sobre ellos, leo sus historias, rezo sus novenas y me voy adentrando en ellos, hasta que siento que los puedo plasmar. Con la Divina Pastora la pinto todos los años para la Sala Juan Carmona. Necesito concentrarme mucho en Ella, enciendo velas para poder captar la humildad de su mirada, siempre la coloco en entornos diferentes. Tengo que tener mucha armonía para trabajar con Ella para que venga fluida, llena de luz. Con mi programa “Trazos de Inocencia” cumplo con mi papel de abuela dándole un motivo de vida a quienes nacieron con dicha alteración del síndrome de Down. Soy feliz con mi dedicación. Me siento realizada como artista y como ser humano.

3.     A MANERA DE PROLOGO:

EN SU ESTUDIO

El estado Lara ha sido cuna de un vasto número de sobresalientes artistas plásticos, en especial de pintores, quienes se han encargado de ganarse el reconocimiento de la colectividad a punta de sus cautivadoras obras y destrezas admirables.

No obstante, no todos los virtuosos de las artes plásticas que hacen vida en la región, han nacido aquí.

Tal es el caso de la señora Coromoto Rodríguez, quien a pesar de no ser  guara de nacimiento se ha mantenido en la entidad dando lo mejor de sí e ilustrando a la Virgen María, mayormente en la advocación de Divina Pastora, por más de 40 años.

Con algo de óleo y una tarde de motivación, logra, con cierta soltura, convertir un simple lienzo o una tabla de madera en una obra que engancha. El tiempo que le toma depende del estado de ánimo en el que esté, pero el resultado rara vez suele alejarse de lo extraordinario.

Sorprendida por la deslumbrante vida silvestre en el Delta del Orinoco e inspirada en su devoción mariana, Rodríguez empezó a incursionar y dar destellos de su talento a los 20 años de edad, aunque ya de niña dibujaba.

Como esposa de un descendiente de indígenas Waraos, experimentó en un mundo que pocos tienen la dicha de conocer, por lo que se dispuso a expresar, haciendo lo que mejor hace, su visión de aquellas historias fantásticas junto a su devoción católica.

“Había una danta gigante comiendo en la cocina de los Waraos,  cunaguaritos dentro de la casa y ahí nació esa inspiración increíble. Para mí fue como una novela de Rómulo Gallegos y me dije, como no tengo la facilidad de la escritura, ni tampoco de la palabra, entonces me dediqué a trabajar con la pintura y tejiendo”, dijo en exclusiva a El Impulso.

Mudada al estado Lara, por cuestiones de la vida, decidió profesionalizarse en la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA), en donde fue guiada por el maestro Jorge Arteaga, para luego seguir pasos del diestro Ramón Díaz Lugo y finalmente perfilar su propio camino.

En sus cuadros predomina el azul y en sus textiles también. “Si no les coloco azul, me parecen que no fueran mías… Ese color es celestial”, sostiene.

La oriunda de Turmero, estado Aragua, encuentra en lo religioso y la naturaleza mil y un razones para pintar, porque ambas causas “son lo mismo, son Dios”.

Por ello, en su taller, se rodea de mucha vegetación y sonidos de la naturaleza que le permiten concentrarse en su quehacer.

“Este es mi mundo. A veces no prefiero salir de aquí porque cuando lo hago, choco con la realidad de todo lo que está pasando y es un encontronazo muy fuerte. Por eso prefiero quedarme aquí en mi mundo, en mi escondite”.

A raíz del nacimiento con síndrome de Down de su nieto, Domo Arima (el dueño de los pájaros en idioma warao), Rodríguez tuvo una filantrópica e innovadora iniciativa.

Al principio, narró, no tuvo el apoyo que esperaba porque no había estudios que sustentaran su idea. Pero gracias al apoyo del doctor José Francisco Navarro Aldana, logró crear el movimiento de integración pictórica con jóvenes y adultos con discapacidad intelectual llamado Trazos de Inocencia.

Gracias a la fundación más de 50 personas que padecen la alteración congénita total o parcial del cromosoma 21 y que tienen entre los 15 y 60 años de edad, han recibido clases de artes plásticas como parte de un tratamiento al que Rodríguez cataloga como “milagroso y medicinal”.

“Esos muchachos me han ganado premios internacionales (en concursos de la Fundación Paso a Paso), ellos son como iluminados, no les importa nada lo material (…) Es algo demasiado hermoso para mí. Nunca he cobrado, el pago me lo dan los muchachos y los representantes con el cariño que me tienen”, acota.

Durante casi 13 años, con clases dos veces a la semana en la Asociación Larense para el Síndrome de Down (Alasid), la proactiva mujer ha desempeñado una loable labor trabajando ejercicios de mano, garabateo, y técnicas que han ido desde el lápiz de grafito hasta la pintura en acrílico.

“Hay gente que lo que piensa es en estupideces pero cuando llegues al cielo Dios no te va a preguntar qué marca de zapatos o ropa tenías, sino qué obras de caridad has hecho por los demás. Esa experiencia me ha enseñado mucho”, alega con satisfacción por su admirable accionar.

Asimismo, quiere dejar un legado importante y que, cuando parta, sus obras no terminen empolvadas en un recinto gubernamental, sino que aspira que su hogar se convierta en un museo que mantenga viva su esencia.

La pintura y sus “milagros” en Trazos de Inocencia

José Manuel Zaá | Karen Paradas |16 octubre, 2016

4.     SU PUEBLO DE SIEMPRE

ANTIGUA ESCUELA REVENGA

Su nombre completo es Lisette Coromoto. Nacida en el pueblo de Turmero  del Estado Aragua un 18 de Octubre de 1945.  Sus padres  eran Luis Rodríguez Alezones y Carmen Cristina González Delgado.  Sus Abuelos Rosa Emilia Alezones y León Rodríguez Spitz por parte de padre  e Isidoro Gonzales y Jacinta Delgado por parte de madre. Sus padrinos  son  Lisette de Osecha  y el Dr. Carlos Bermúdez, su madrina era francesa y le dio su primer nombre Lisette. Coromoto viene dado por la devoción a la Patrona de Venezuela, una promesa de la abuela Rosa Emilia. Coromoto tiene cuatro hermanos Humberto, Hilda Cristina, Luis Guillermo y Elizabeth.  Vivían en la calle Bermúdez  No. 53 en una bella casa de campo en Turmero,  se entraba por un camino lleno de astromelias blancas, moradas y rosadas.                                                                                                                                                                                                            Hizo la Primera Comunión en Guanare en cumplido a la Virgen y deseos de su abuela. Estudió primer grado en la Escuela José Rafael Revenga, emblema de la educación en dicho pueblo con la maestra Irene. Recuerda al policía Rafael Hermoso que cuidaba la puerta de salida y entrada.  También  al chichero Pantaleón, ubicado frente a la escuela donde hacían cola para tomar la fresca bebida de arroz. Desde segundo grado ingresó al Colegio María Inmaculada dónde termina sus estudios de primaria. Inolvidables aquellos años de infancia y adolescencia. Sus compañeras de clases:  Amelia Borgo, quien fue monja,  y con quien caminaba todos los días del Colegio a la casa; a Gladys Rángel,  Edda Gómez, Mabel Olmos y Elisabeth López Güedez, entre otras.   
                                                                           

                                               
La Madre Concepción, la Madre Fátima y la Madre Superiora. Mención aparte merece el profesor Tony Díaz, que daba de manera objetiva la Historia de Venezuela. Con cierta nostalgia recuerda el trayecto que hacían del Colegio a la Iglesia Nuestra Señora de Candelaria, ya que entraban por el altar mayor dónde estaban los Santos y la Virgen de La Dolorosa, como siempre, llorando, observaba aquellas mocedades.                            Su mamá Carmen Cristina muere  cuando tenía apenas seis años, esto  fue un golpe duro para todos, en la casa no cabía un alma aquella noche trágica, era un 2 de febrero, día de la festividad de la Candelaria, por duelo se suspendieron las distintas actividades programadas en las fiestas patronales.

Como anécdota se recuerda que un Señor muy harapiento que según decían vivía debajo del puente  del río Turmero, con algunos problemas mentales y que le mentaban Gardel, porque cantaba como “el Rey del Tango”, tenía por costumbre irle a cantar todas las tardes a la señora Carmen Cristina desde la reja de la casa, aquella noche, montado en un árbol en el jardín de la vivienda, le canto desgarrado el tango “Mano a Mano” que dice: “Rechiflado en mi tristeza, hoy te evoco y veo que has sido en mi pobre vida paria sólo una buena mujer”,  cuya letra le encantaba a la Señora Carmen.  Coromoto era muy pegada a su madre y su desaparición dejo un vacío que no pudo obviamente llenar jamás.

La vida continúa, Coromoto recuerda muchas cosas de su pueblo en las conversaciones que sostuve con ella, la plaza Mariño, los paseos con su tía Felicia Rodríguez a Choroní, las misas con la abuela Rosa Emilia y su cuento sobre el gallo que anunció el nacimiento de Jesús.



La casa de Gladys Rangel, su abuela la Sra. Vidalina y a su mamá Elvia. Tantos recuerdos vienen a su mente y emocionada dice: Las calles de Turmero, el Teatro Capítol, la Botica de los Matute, los lairenes y polvorosas que vendía la Negra Antonia en la plaza.  La casa de los Martínez Ruí y su capilla interna.  El misterio de la Casa de los Pantin y la caballeriza, tantas historias. Recuerda cuando la vestían de angelito en mayo para la coronación de la Virgen, usualmente caminaba hacia la colonia agrícola de Guayabita por un camino de tierra, se bañaba en el río y le llamaba la atención el agua clarita, de allí su afición por el trote, ya mayor participa en el recorrido de San Sebastián desde El Limón a Ocumare de la Costa, atravesando el Parque Henri Pittier. Con mucho entusiasmo recuerda la procesión del Nazareno  de Turmero los miércoles santos. Circulaban todo el recorrido alrededor de la Plaza,  la abuela Rosa Emilia, la Tía Felicia Rodríguez, sus hijos Mercedita y José León, sus hermanos Luis y Elizabeth, y la consecuente Natalia Fagúndez, una devota del pueblo. Para alumbrar al Nazareno encendían velas durante la procesión, aquello era maravilloso exclama Coromoto. Además, la banda dirigida por Don Amador Guzmán que tocaba música sacra durante el recorrido en compañía de cientos de fieles vestidos como el Nazareno que pagaban sus promesas y agradecían los favores recibidos.

La Tía Felicia todos los años decoraba y vestía a Jesús Nazareno, se encargaba de toda el ceremonial, incluyendo los cojines de los cargadores, los floreros con sus flores moradas y blancas, el estandarte y todo lo demás incluyendo las velas a repartir a los fieles, igual vigilaba lo del alumbrado y el sonido para los rezos en la procesión.  Para vestir al Nazareno era todo un ritual, le colocaban su traje morado o purpura, le ponían una peluca nueva, eran promesas; al traje le colgaban los escapularios, medallas y demás recuerdos. Lo peinaban.  Le sembraban el trono de orquídeas moradas, para todo eso había un equipo de colaboradores, la ayudaba la Nena Pérez Ramos, Natalia Fagundez y Luis Garbosa, y los muchachos. De ahí la obsesión de Coromoto por las instalaciones de altares.

5.     SU HISTORIA DE AMOR

FACULTAD DE AGRONOMIA - MARACAY

Mientras aquellos recuerdos lugareños revolotean su mente, pasa a relatar su faceta de estudiante, cuando fue alumna del Liceo Agustín Codazzi en Maracay y del José Luis Ramos donde obtiene su título de bachiller. De su pasantía por el Liceo Agustín Codazzi recuerda al  Profesor de matemáticas Carlos  Claverie que le  decía belleza Camay, jabón de baño que tenía impresa una imagen de mujer.

Cuando cumplía  17 años muere su papá Don Luis Rodríguez Alezones que era un conocido comerciante y propietario de un abasto grande donde vendían desde ferretería hasta alimentos de la dieta diaria. Los colonos de Guayabita y de Paya se surtían allí. Se llamaba 3 de Mayo y estaba ubicado al principio de la calle Real, en toda la esquina de los Tesorero y los Contreras.

A esa edad, por sugerencia de su  tía Julieta Gonzales Delgado, hermana de su mamá, y a sabiendas que tenía esa inclinación de bibliotecaria ya iniciándose en la carrera, le dijo: Corito, hay una oportunidad de trabajo en la biblioteca del  Centro de Investigaciones Agronómicas en Maracay,  su esposo Dr. Hernán Oropeza era el Director,  es así como presenta  sus credenciales y es sometida a pruebas e ingresa en la Biblioteca.

En su etapa de aprendizaje en la biblioteca estaba relacionándose con el lenguaje y las materias especializadas. Esa experiencia de tres años fue como estudiar la carrera que no pudo continuar, aprendió mucho.

Venezuela vivía un año convulsionado por manifestaciones de calle donde la universidad era uno de los focos de estos estallidos, hubo muertos y detenidos; además de ello la guerrilla izquierdista  atacaba caseríos y oficinas públicas en busca de provisiones y armamento. Por otra parte se producían asonadas militares en distintas ciudades del país en esos años sesenta. Muchos guerrilleros, civiles y militares son encarcelados.

Jóvenes venidos de la geografía venezolana venían a Maracay en busca de prepararse para el futuro en las labores del campo. Gracias a su hermano Luis que estudiaba Agronomía, conoció en la bodega de su papá a un amigo de la universidad que le acompañaba, su nombre Juan Evangelista Renaud Casanova, mayor que ella, las miradas se cruzan y las pupilas brillan. Este fue el primer encuentro. Allí comienza su historia de amor. Juan Evangelista venía de graduarse en Lima-Peru.

Era una mañana soleada donde los rayos del sol entraban por las ventanas de vidrio de la Biblioteca del Centro de Investigaciones  Agronómicas de la UCV en Maracay, cuando aquel mediodía,  llegó Juan Evangelista, como solía hacer en las horas del receso, y la invitó a dar un paseo por los amplios campos de la universidad. Juan Evangelista era un mestizo, su madre una indiecita de la etnia Warao, habitantes de la desembocadura del  Orinoco, allá en Delta Amacuro, y su padre, un francés, apellido muy difundido en el país galo donde antecedieron personales ilustres, y de amplia trayectoria en aquella zona de los caños donde una de sus parroquias lleva el nombre de José Manuel Renaud persona que ganó fama por sus aportes económicos al territorio.

DIA DE SU MATRIMONIO EN TURMERO
 

Entonces, ese día Juan Evangelista le ofrece unión matrimonial, y nueve meses después unirían sus almas previa aprobación familiar, la boda civil se efectuó en el Concejo Municipal de Turmero, lo hizo Dilia Pacheco de Fariñas y José Pacheco Lugo. Ellos muy emocionados, amigos de sus padres, igual que su otra hermana Doña Yolanda. Ese día declararon su voluntad de constituirse como esposos. 

Luego se casan eclesiásticamente en la iglesia Nuestra Señora de Candelaria de Turmero. Una ceremonia  de mucha concurrencia de gente del pueblo, a la cual asistieron familiares y amigos.

6.     LA SERPIENTE ENROSCADA

EL SOBERBIO ORINOCO

Acabados de casarse va Coromoto por primera vez al Delta del Orinoco con su esposo, y conoció la magnificencia del Padre Río que atravesaron durante quince horas hasta llegar a la comunidad indígena de Wirikina o Winikina, bajaron por un embarcadero sobre el agua y llegaron al lugar de la convivencia familiar, el papá de Juan Evangelista con lámpara en mano alumbraba en aquella noche oscura, y la vieja Chiche y todos los indios los recibieron, eso era un despertar para Coromoto, esa conexión con la naturaleza, hizo estallar a la verdadera Coromoto como persona y artista que llevaba por dentro. Allí vivió un año.

El nombre de Delta Amacuro proviene del río Amacuro, de corto curso, el cual afluye por el sur a la Boca Grande del río Orinoco, en su desembocadura en el océano Atlántico.

Estamos hablando del “Delta del río Orinoco”, lugar de kilómetros de agua, manglares, palmas, barrancos, caseríos, gentes y hasta de silencios interrumpidos, por el cantar de los pájaros más exóticos que la memoria pueda recordar; y también durante el día, o en las noches profundas, por el grito de los araguatos.

Las aguas por un laberinto de caños vierten sus aguas en el océano. Por mucho tiempo se le va a conocer como el Uyapari, nombre que daban los indios al más robusto de sus caños. Los Tamanacos lo llamaron Orinoco, que quiere decir “Serpiente Enroscada”.

Los Waraos son un pueblo indígena que habita el delta. Las comunidades que pertenecieron a esta cultura Barrancas, alcanzaron un importante desarrollo económico y social a partir de los excedentes agrícolas producidos por el cultivo vegetativo de la yuca amarga.

Según tradición oral llegaron al Delta como refugiados de otras tribus más guerreras que los obligaron a internarse en estos desiertos acuáticos, Originalmente fueron pescadores, cazadores y recolectores, posteriormente pasaron a ser agricultores con la introducción del ocumo chino desde la isla de Trinidad y de Guyana.

El pueblo Warao se ubica a orillas de los caños que forman el Delta del Orinoco, en las islas sedimentarias arrastradas de su caudaloso río, por la acción de las corrientes y las mareas sobre las aguas fluviales. El gentilicio de los Waraos se traduce como "habitantes del agua", de waha (ribera baja, zona anegadiza) y arao (gente, habitantes), o también "hombres de las embarcaciones”, de "wa" (canoa) y "arao" (gente), “gente de la canoa” cuyo sistema económico y tipo de vivienda de palafitos  es particular de las zonas bajas del delta. Viven por familias enteras en las llamadas Rancherías, tradicionalmente asentadas siempre en la orilla de un caño o brazo que puede estar formada de 10 a 15 o más viviendas, unifamiliares o multifamiliares y albergar hasta 200 personas.

LOS MORICHALES


De los morichales, los Waraos extraían el alimento básico de su dieta diaria, el sagú o fécula de la palma de moriche. Era complementada con la pesca del morocoto o la guabina, la recolección de miel y la cacería de roedores como la lapa, el chigüire, el acure, entre otros.

De esta masa fibrosa se saca el almidón que dará lugar a la torta de yuruma. Así mismo, la palma de moriche ofrece materias que son usadas para la confección de objetos artesanales, puentes, techos para las casa, etc. Uno de estos materiales es la fibra de moriche, la cual, es usada como cabuya y, principalmente, para la elaboración del preciado chinchorro de dormir. Otro material derivado de la palma de moriche es el vástago o la "penca" que sirve para hacer flotadores y arpones para pescar, este último conocido con el nombre de nahalda.

En la década de 1920, los misioneros introdujeron desde la Guayana Británica, el cultivo del llamado “ocumo chino”.

A partir de entonces, los Warao se han transformado en horticultores incipientes y cada familia suele tener un pequeño conuco o huerto de ocumo chino para su diaria subsistencia, el cual suelen complementar con algo de pescado rayado o laulau o una pieza de cacería.

El hombre al casarse adquiere obligaciones no solo con su esposa, a quien obviamente tendrá que mantener, sino también tendrá el deber de construir la vivienda de los suegros y en buscar los alimentos necesarios (caza, pesca y agricultura para el sustento del nuevo núcleo familiar).

No habiendo carreteras en el interior del delta, los caños son las vías de comunicación y el principal medio de transporte es la curiara o canoa que hoy suele tener motor fuera de borda.

7.     LA VIDA CAMBIA

RIVERSIDE- CALIFORNIA-USA


La pareja se marcha a Norteamérica, específicamente a Riverside- California por cuatro años. Juan Evangelista fue a hacer su maestría y doctorado, recordemos que es ingeniero agrónomo, hoy en día un investigador con postgrado en Fisiopatología. Cuando viajaron ya tenía un año de haber nacido su primera hija Ajakaida  Ydurina. Regresan  a Venezuela, acá nacen sus otros dos hijos, Daunarima  y  Najarany.

Como observaremos los nombres de los hijos del matrimonio Renaud-Rodríguez son indígenas. Sabemos  que la palabra Waraos se traduce como "habitantes del agua", de waha (ribera baja, zona anegadiza) y arao (gente, habitantes)o también "hombres de las embarcaciones, de "wa" (canoa) y "arao" (gente).

Así que  los nombres de hijos y nietos son los siguientes: La primera hija Ajakaida  Ydurina, significa “Huracán en tierra de ceibas”; el varón Daunarima, significa “Dueño y Señor de los Bosques” y Najarany (Madre de las lluvias), ya adultos y profesionales universitarios.  

Tienen cinco nietos a saber: Hijos de Ajakaida  Ydurina son: Jinakawary, significa “Dios leñador que aparta malos espíritus” y  Domoarima, significa “Dueño de los pájaros” (este niño presentó síndrome de Down);  La hija de Daunarima se llama Dauna, que significa “Bosque” y  Najarany  tiene a  Janarotu, que significa “Señor de los morichales” y Diboarotu  que significa “Dueño de la palabra”.

Domoarima, el niño con síndrome de down, es el que cambia la vida de la familia y en especial de su abuela Coromoto, fue una sorpresa ya que existen muchos tabúes  al respecto.  Domoarima tiene actualmente 19 años, nació en 2.002.

Ante esta condición de su nieto, quiso Coromoto Rodríguez conocer más sobre el tema familiarizarse con los niños con capacidades especiales para saber cómo iba a ser Domoarima”. Al año Coromoto va a la Asociación Larense de Síndrome de Down (ALASID), observa a los jóvenes estudiando y dice, algo debo hacer. Yo tengo que estudiar esto y saber cómo va a ser Domoarima cuando sea grande, lo quiero ayudar y conocer las personas que lo van a ayudar.  

 JOHN LANGDON HAYDON DOWN

Coromoto  investiga sobre la materia y conoce que el nombre del Síndrome de Down viene por John Langdon Haydon Down, médico británico que en 1866 describió por primera vez las características clínicas, aunque desconocía las causas. La trisomía 21 que es el nombre específico no sería descubierta sino hasta 1958 por el genetista francés Jérôme Lejeune.

Según los estudiosos el síndrome de Down no es una enfermedad,  sino una alteración genética que se produce por la presencia de un cromosoma extra o una parte de él. Las células del cuerpo humano tienen 46 cromosomas distribuidos en 23 pares. Las personas con síndrome de Down tienen tres cromosomas en el par 21 en lugar de los dos que existen habitualmente. Por eso, también se conoce con el nombre de trisomía 21.

Esto es la causa principal de discapacidad intelectual. Esta alteración se produce durante la gestación. El síndrome de Down no es hereditario, solo en casos muy contados  lo han heredado de uno de sus padres.

Lo más notable es que presentan problemas en el desarrollo del lenguaje y de memoria a corto y largo plazo. La estimulación cognitiva permite mejorar esta discapacidad intelectual y contribuyen  a que tengan un mayor nivel de autonomía.

El síndrome de Down es una combinación cromosómica natural que siempre ha formado parte de la condición humana, existe en todas las regiones del mundo y habitualmente tiene efectos variables en los estilos de aprendizaje, las características físicas o la salud.

El acceso adecuado a la atención de la salud, a los programas de intervención temprana y a la enseñanza inclusiva, así como la investigación apropiada, son vitales para el crecimiento y el desarrollo de la persona.

En diciembre de 2011, la Asamblea General designó el 21 de marzo Día Mundial del Síndrome de Down.

8.     EL MOVIMIENTO PICTÓRICO 

ASOCIACION LARENSE SINDROME DOWN

En el año 2002, Coromoto se comunica con el Dr. José Francisco Navarro Aldana, padre de una niña con Síndrome de Down y fundador de la Asociación Larense para el Síndrome de Down (Alasid), con sede en Barquisimeto (Estado Lara, Venezuela) y le planteó su proyecto basado en la pintura, habló con la profesora de música, se puso a oír las clases de música por varios días y luego empezó seriamente a darles clases a los muchachos sobre pintura. Su propuesta, como artista y abuela amorosa, significó apoyar a despertar en los jóvenes de Alasid su sensibilidad artística. Coromoto  funda  así el movimiento pictórico “Trazos de Inocencia” y comienza a trabajar sola como una gotita de agua en el océano.

Acudió lunes y miércoles durante un año. Del ejercicio de mano al garabateo, los dibujos comenzaron a tomar forma en un grupo de 40 jóvenes entre 18 a 50 años de edad. Su mayor alegría era trabajar con ellos, era gratificante.

Al año montaron la primera exposición: dibujos elaborados en lápiz de grafito y creyones, esto fue en la Sala del Colegio Médico de Barquisimeto, fue un éxito total, asistió la población más selecta de la ciudad, empezando por Fruto Vivas, el famoso arquitecto del árbol para vivir, Milagros Gómez de Blavía, Carolina Sigala, Javier Gómez, el de las mises. Fruto Vivas, de influencia humanista y naturalista que usa la ecología en sus grandes obras de reconocimiento mundial, en medio de la inauguración, lloraba y le decía: Coromotico como fue que se te ocurrió esto y la abrazaba, a los días le escribió lo siguiente:

FRUTO VIVAS

ENVOLVIÓ AL UNIVERSO

Sales del fondo de la selva entre lirios y guacamayas en el rincón más íntimo del Delta.

Oigo tu voz Warao retumbar en tu obra y siento que un millón de relámpagos enciende la fogata de tu corazón misterioso, y toda la magia de la vida emerge de cada pincelada.

Siento el mundo ancestral que está dentro de ti y que tu como un santo milagrero lo haces realidad con el tímido encanto de lo sencillo, de lo sutil y de lo hermoso.

Tu obra está llena del encantamiento de los sueños, a veces de lo etéreo sin ningún preciosismo, con la humildad de quien ama el arte como el arma más poderosa para derrotar la soledad, la tristeza y la incomprensión.

Coromoto, estas hecha de Bora florecida movida por el río, de semillas de bucare, de todo lo infinito que guarda la selva en sus entrañas y tu obra está llena de esa luz misteriosa y mítica que guardan los árboles gigantes del mundo mágico del pueblo Warao, de su cultura milenaria de donde salió  Ayakaida Ydurina, huracán en tierra de selva o Najarany, madre de la lluvia o Daunaarina, el rey de los bosques o Jimakaguari, Dios Guarao con Domaarima, dueño de todos los pájaros.

Son ellos tus hijos parte de tu gran obra donde está sembrada para siempre las raíces de una cultura que ilumina todo el Delta con la luz de un relámpago.

Fruto Vivas

9.     EL SEÑOR DE LOS PÁJAROS 

COROMOTO Y DOMOARIMA

Esta primera exposición fue una cosa demasiado hermosa para Coromoto, desde esa vez, toda la colectividad larense espera con una emoción impactante la presentación de  los Síndromes de Down en el mes de enero en el marco de la festividad de la Divina Pastora. Han expuesto en los lugares más importantes de Barquisimeto, ahora están en el Museo, nunca pensó Coromoto que los muchachos llegarían al Museo, eso la llena de una satisfacción inmensa.

Domoarima es el nieto de Coromoto Rodríguez, artista plástica desde muy joven, cuando la naturaleza de la granja fantástica que puebla su cotidianidad, y sus reiterados viajes a la selva de Delta Amacuro, le hicieron entrar en una conexión armoniosa que activó todas sus  vetas artísticas.

Domoarima para su abuela Coromoto Rodríguez  es como su cable tierra como ella misma expresa, la cosa más hermosa del mundo, todos los días le sorprende, recientemente le dijo a Ajakaida, su mamá, que lo escogieron para un curso de modelaje en una academia de Caracas, entonces le manifestó a su mamá, “ya tú vas a ver mamá que yo no te voy a defraudar nunca”.  Domoarima  habla clarito, la familia le ha dado un trato igualitario, su abuela confiesa, esto ha sido algo muy hermoso, no sé cómo explicarlo.

Domoarima trabaja en el consultorio con su mamá que es médico Ginecobstetra, especialista en Cosmeginecología, trabaja con rayos láser en un Centro Médico de la ciudad. Domoarima pasa los pacientes, le toma el orden, si hay que hacer algo lo hace con las indicaciones de la mamá, está adiestrado para eso, tiene el hábito de levantarse temprano, de ir a trabajar.

Coromoto Rodríguez salió de su Turmero amado, se inspiró en la selva virgen, con el imponente Orinoco y su propio mundo de árboles y flores, que ha construido a su medida en el pueblo de Agua Viva en el estado Lara (Venezuela).  Un hermoso sitio para la creación en el sector La Cruz, Altos de Tabure, en su Taller Mazicru.

El taller “Trazos de inocencia” es permanente, y antes de la circunstancia de la pandemia, la artista y docente Coromoto Rodríguez mantiene su ritmo de formación, en horarios de lunes y miércoles, desde las ocho  de la mañana y hasta el mediodía, con una participación promedio de 50 alumnos.

“No les impongo ni el color, ni línea, ni forma. Cada día es una aventura: enfocamos temas diferentes; les relato historias y ellos lo plasman”, señala. La artista les pide observar la naturaleza, “les invento historias y los mantengo en contacto con la realidad”.

El arte, explica, es esencial para su crecimiento interior y su autoestima.

Junto con el Dr. Navarro seleccionan y aceptan las obras.

Esta labor bonita que regala a los jóvenes con Síndrome de Down, es una forma de terapia de relajación y transformación. Coromoto nos dice: “Se sienten en otro mundo, expresan su inocencia a través de sus obras y plasman lo que sueñan”.

10.                       EXPOSICIÓN VIRTUAL

OBRA DE LA EXPOSICIÓN VIRTUAL

Además de la muestra dedicada a la Divina Pastora, a quien este año de manera especial pedirán “misericordia” y ofrecerán “agradecimiento infinito”, realizan diferentes exposiciones de variadas temáticas.

Desde hace 10 años conmemoran a la pintora y poeta venezolana Elsa Morales, con la presencia de su Fundación. Además asisten al Salón Internacional de la Asociación Venezolana para el Síndrome de Down (Avesid) en Caracas y al Festival Crearte, espacios de confrontación que han premiado el talento de los miembros del taller “Trazos de Inocencia”.

Cuando los jóvenes del grupo ven sus obras colgadas en las salas, su alegría es inmensa.

La Galería Giotto, el Colegio de Médicos, el Colegio de Ingenieros, la Galería de la Fundación Juan Carmona del diario el Impulso, el Ateneo y el Museo de Barquisimeto, entre otros espacios, han mostrado con alegría y expectativa las obras de “Trazos de Inocencia”.

“Es un taller que se realiza sin fines de lucro; es mi aporte. Nunca se ha cobrado nada: yo les debo más a ellos; me otorgan felicidad”, declara como un acto de amor Coromoto Rodríguez.

Reconoce que muchos padres no tienen medios económicos y la escasez de materiales hace compleja la labor; sin embargo, los anima la esperanza que siempre es un aliciente poderoso.

Recordamos que Coromoto estudio Artes Pura con el muralista Jorge Arteaga, fueron diez años en la Universidad Centro Occidental Lisandro Alvarado. Las clases sabatinas en la mañana las tomó con el Maestro Ramón Díaz Lugo quien fue alumno de Rafael Monasterios, paisajista venezolano que contribuyó a gestar el movimiento artístico conocido como Escuela de Caracas. 

Por su parte, Jorge Arteaga estudió en México, fue alumno de David Alfaro Siqueiros, a quien los “Trazos de Inocencia” rendirán homenaje este 2021, se llamara Los “Trazos de Inocencia” colorearon la naturaleza en homenaje al Maestro Muralista Jorge Arteaga. Se inauguraría el Día Mundial del Síndrome de Down.

“A mí me ha ido bien bello en Lara, la gente yo las quiero mucho, no  olvidando a mi pueblo de Turmero, en Lara me han acogido bien bonito, dice la artista.

De igual manera enfatiza: “En Lara me quieren y respetan mucho, tengo la orden Ciudad de Barquisimeto, y en Cabudare la Orden Cuidad de la Cabudare en su 1ra clase.  También me declararon Hija Ilustre de Barquisimeto y de Cabudare".

OBRA DE LA EXPOSICIÓN VIRTUAL

Desde hace 17 años los alumnos del Taller de Pintura y Dibujo Trazos de Inocencia, de la Asociación Larense para el Síndrome de Down (Alasid), le han pintado a la Divina Pastora por su procesión del 14 de enero.

En esta ocasión la pandemia por el covid-19 no permitió que la Divina Pastora, patrona del estado Lara (Venezuela), cumpliera su peregrinación número 165 sobre los hombros de su pueblo, en recorrido por las calles de Barquisimeto.

La devoción, sin embargo, se vivió desde el modo de lo digital y así mismo lo hicieron los jóvenes de Alasid, quienes “colgaron” su homenaje artístico a la Virgen, en su primera muestra virtual en tributo a la Patrona de los larenses,  que se puede apreciar en redes gracias a la tecnología.

Lo más importante, es que además de expresar su amor por la Pastora de Almas, los creadores también buscaron crear conciencia sobre la necesidad de prevenir el terrible virus, con una Virgen con tapabocas y gestos de protección que recuerdan en cierto modo un hecho histórico: su primera procesión fue para librar a la ciudad de la terrible peste del cólera.

Cabe señalar que detrás de este esfuerzo hay muchos nombres que lo hicieron posible, el de los propios artistas, quienes crearon sus obras desde el corazón. Son ellos:

Ana Saldivia Molina

Andreuwn Armas Aldazoro

Angélica Bellizzi Orea

Cristóbal Gordillo González

Fátima Fernandes De Araujo

Julia Navarro Meléndez

Yulimar Camacho C

Osmarly Menabue Morales

Jesús Zambrano Araque

María José Páez

Carlos José Salas

Tambiénhay que reconocer los esfuerzos de la artista plástico Coromoto Rodríguez, fundadora y profesora del Taller de Pintura y Dibujo Trazos de Inocencia y quien sabe que el arte es una manera de terapia para cada niño y joven Alasid.

El del Dr. José Francisco Navarro Aldana, miembro fundador de Alasid, así como el de padres, representantes y amigos que celebran este homenaje desde la devoción.

La tradición de esta muestra que en honor a María en su advocación de Divina Pastora, es también un canto de fe.

11.                       PRUEBAS TESTIMONIALES

LAS OBRAS QUE COLOCAMOS SON DE LA ARTISTA COROMOTO RODRÍGUEZ

DIVINA PASTORA

Hablar de la creación de Coromoto Rodríguez es hablar del espíritu y la materia. De la magia impresa en el tiempo, de la huella ancestral de la que partimos. Su sensibilidad forja un lenguaje entre lo natural, lo cotidiano y lo plástico. Establece un dialogo constante entre el hombre y el pueblo, entre lo místico y la libertad, para descubrirnos el enigma de la existencia y de la inexistencia.

Su arte es un testimonio de creación, de transformación, de búsqueda constante y ansiado encuentro en el tiempo donde se fundan magia y razón en una sola creación.

Bienvenida Coromoto mujer maravillosa sembrada en nuestras tierras donde la siempreviva por tu amor nace perfumada.

Dra. Ana Teresa Sequera de Ovalles

Presidenta del Ateneo Ciudad de Barquisimeto.

INMACULADA CONCEPCION

En una montaña abierta hacia el infinito, hacia el mismo cielo, imbuida de religiosidad y de naturaleza vive Coromoto Rodríguez rodeada además de trabajo y creatividad de ovejas, perros, obras de arte, música, grandes árboles tropicales, helechos, enredaderas, aves del paraíso, orquídeas, riquiriqui, nísperos, eucaliptos, ceibas todos ellos co un máximo de 40 años creados y sembrados por la familia al lado de de pájaros, paraulatas, azulejos, loros ardillas y hasta perezas. En este medio convive el canto y el silencio, un hermoso y privilegiado sitio para la creación llamado Maziaru. El pan que come el venado entorno físico y espiritual.  

Willy Aranguren. Doctorado e Artes

COLLAGE DE IMAGENES


Desde los albores de la historia el art se vincula con lo espiritual, ha sido manifestación del hombre que busca explicaciones frente a lo ignoto, que intenta comprender lo metafísico y pretende expresar sus creencias hechas sistema, asumiendo el don creativo, el hombre artífice que refleja la imagen del Gran Creador.

En la pintura religiosa de Coromoto Rodríguez, el acto creativo se hace meditación, oración activa que fecunda su intuición, permitiéndole adentrarse en los trascendente y atraer al mundo sensible imágenes sagradas, llenas de luz, a través del lenguaje de los colores que evocan al Padre Río y su fluidez, figuras apenas insinuadas por manchas de color reafirmando la inmaterialidad de lo representado y dejando que el espectador recomponga los rostros, movimientos y expresiones de los personajes.

Las tablas, nichos y retablos de esta artista nos remiten a los temas mas concurridos de la iconografía cristiana, son Jesús y la Virgen María los grandes protagonistas de esta muestra, el Cristo como regente de un nuevo orden espiritual, es mostrado en diferentes escenas que nos remiten a u doble condición humana y divina: niñez, vía dolorosa, crucifixión, descenso de la cruz y ascenso a los cielos. Escenas que son vistas simultaneas en un misma composición o en las diversas caras de los retablos, revelando una visión global integradora y múltiple de la historia narrada. Siempre con la impronta de la esperanza, de la redención, del triunfo de la vida sobre la muerte, de la alegría que caracteriza la paleta de Coromoto Rodríguez.

VIRGEN DE LA DOLOROSA





La virgen María representada en diferentes contextos y advocaciones como la del Valle, de Las Mercedes, de la Chiquinquirá y por supuesto la Divina Pastora, son testimonios del culto mariano tan arraigado en Venezuela.

La Virgen es presentada como nebulosa aparición, haz de luz cuyo rostro es tímidamente definido solo para evocar los sentimientos de misericordia, piedad y amor universal que la reina de los cielos simboliza. Imágenes enriquecidas por la incorporación de exvotos, estampas, escapularios y apliques tejidos a mano, que nos hablan del diálogo divino y humano, de las huellas del hombre y su ritual. Estas visione se acompañan con procesiones y grupos de creyentes,  en una celebración colectiva de la fe, donde la individualidad se suprime y los personajes son sugeridos mediante mass de color, rostros anónimos que rinden tributo.

LA PIEDAD

La dirección de obras es complementada con escenas religiosas diversas que incluyen imágenes de santos y personajes  del fervor popular, como lo es José Gregorio Hernández quien es plasmado en compañía de ex devotos y estampas, en una atmósfera atemporal  e incorpórea, magnifica presencia espiritual hecha imagen. También pinturas sincréticas como El Arca de Noe en el Delta, en los que confluyen los mitos del diluvio universal descriptivo de una nueva era para la humanidad según la historia sagrada  y  el de la princesa Akaida, mito del origen de la etnia Warao que cuenta como estos indígenas poblaron  el Delta del Orinoco, bajando a través de un orificio hecho en la cúpula celeste y que la princesa obtura con su cuerpo para evitar la sobrepoblación y  de esta manera garantizar la renovación del Padre Río y su presentación, siendo ella inmortalizada en su sepulcro radiante, con las estrellas que la circundan.

En esta vivencia espiritual hecha pintura, la representación de las figuras no persigue la mimesis sino la interpretación de lo sobrenatural. Nociones trascendentes, que muestran su presencia en el terreno de lo tangible a través del rico cromatismo que caracteriza la paleta de esta autora, los trazos libres, empastes densos, la imagen difuminada, algo etérea, planos de color que nos remiten a la misma naturaleza madre, los parajes recónditos, los ríos.

En la pintura de Coromoto Rodríguez la religiosidad es alegre, viva, plena de esperanza y libertad.

Celsa Pérez

CON RAMON DIAZ LUGO, SU MAESTRO


La obra artística de Coromoto Rodríguez  en quien se hermanan vocación y esfuerzo, voluntad y destino creador, está signada por una constante búsqueda en sus expresiones, aptas para cumplir su objetivo supremo.  La comunicación de una temática profundamente vinculada a su existencia, a sus sentimientos o emociones que sabe transmitir al espectador  a través del color y de las líneas aplicadas como lenguaje vital en sus concepciones pictóricas. Las pinturas de Coromoto Rodríguez  están realizadas con un espontaneidad, candor y religiosidad impresionante, dándole al color un protagonismo que cautiva a las personas que observan la obra con detenimiento. Me es grato felicitar a Coromoto Rodríguez por sus excelentes logros en el campo de  las artes plásticas.

Ramón Díaz Lugo

JESUCRISTO

La noche del vernissage, Coromoto Rodríguez, que es una bella mujer, estaba bellísima y en cierta medida parecida a los colores de sus obras, que volaban en el ambiente,  que alegraban el ambiente e incentivaban (colores de los lienzos y encanto de la autora) la admiración evidente de los presentes.

Pero a mí personalmente no fueron tanto los grandes lienzos festivos y expresivos, los que me cautivaron, sino un conjunto de piezas de su creación habitual, que Coromoto ha venido trabajando desde hace tiempo, con materiales, técnicas y lenguaje mixtos, que, incorporando el rico cromatismo usual de la autora, incluyen además la gracia algo decorativa de sus artesanías, y específicamente en esta exposición y en un conjunto de obras de la misma superan ambas tentaciones tradicionales en la obra de Coromoto. Alcanzando un lenguaje picto-escultórico, rico de fantasías, de grandes virtualidades a futuro, de mayor originalidad y síntesis, como autentica evolución y maduración,  hablo de un crucifijo volante, de  dos o tres retablos con José Gregorio, de una puerta paraban audaz y severa, aparentemente situada más allá de toda frivolidad bonita.

En un espacio profundo donde ya se origina la belleza.

Hubo muchos tesoros más en la muestra.

Beatrice Viggiani

BEATO JOSE GREGORIO HERNANDEZ

La Niña Coro, como la llaman sus amigos cercanos, ha plasmado en sus lienzos a los personajes emblemáticos del catolicismo, entre ellos la Virgen de Las Mercedes, la Inmaculada, la Virgen del Rosario, Jesucristo Crucificado, José Gregorio Hernández, Santa María de los Dolores y una pequeña Virgen Hilandera que surgió de la fusión entre la iconografía  cristiana y sus dotes de tejedora.

Tanto el estilo libre como la temática de las obras de esta pintora ingenua tienen una estrecha relación con la influencia de la cultura Warao en su vida.

A los 16 años contrajo nupcias con un descendiente de esta etnia y durante algunos años vivió en el Delta donde descubrió la alegría de la vida natural y las experiencias auténticas.

COROMOTO CON SUS TEJIDOS


Al retornar a la ciudad, Coromoto continúo pintando sus vivencias, y más tarde comenzó a diseñarlos, con aun más color y textura en tejidos Wayu.

Coromoto se dedicó de lleno al arte y encontró en este oficio la realización personal.

En adelante seguirá tejiendo y pintando como hasta ahora. Son horas de retiro que le han permitido reencontrarse con su espiritualidad y consigo misma para lograr una verdadera expresión mística. Uno de los elementos atractivos de sus composiciones  es la colocación de objetos alusivos y decorativos, como escapularios y tejidos que enriquecen los lienzos y le dan una mayor identificación con el estilo de la autora, versátil y detallista. Además Coromoto desarrolla una actividad educativa, solidaria y enriquecedora al dedicar parte de su tiempo a los niños con síndrome de Down.

Ingenuidad religiosa en el Bárbaro Rivas – Diario el impulso.

VIRGEN DE CANDELARIA


Coromoto ¡Luna de Agua Viva, tejida de color y de caminos de fe por la vida popular  y los aires de la naturaleza recorrida.

Hay pocos artistas que logran bajar en luna llena sueños y fantasías visuales…con vivencias junto a celebraciones populares, recorridos urbanos y pare usted de contar cosas  conviven y juegan alegremente en la obras de Coromoto Rodríguez…convirtiéndolas en días de pura alegría e inocencia, en Agua Viva, para todos los que quieran jugar a ver.

El día que la luna sepa que tú le veías sus acciones,  te va a pedir mudarse para Agua Viva!!

Onefre Díaz

FIN

GALERIA DE FOTOS:


DIVINA PASTORA

VIRGEN DE COROMOTO

RECONOCIMIENTO

HUMILDAD Y PACIENCIA

DIFERENTES OBRAS

TEJIDO

TEJIDO: ORIGEN DEL WARAO

DR. JOSE GREGORIO HERNANDEZ

VIRGEN DE GUADALUPE

VIRGEN LA HILANDERA


TEJIDO

PINTURAS DE JÓVENES DEL PROGRAMA TRAZOS DE INOCENCIA


FIN

12.                       DERECHOS DE AUTOR

Esta obra se reserva el derecho de autor prescrito en la página http://sapi.gob.ve/?page_id=116. Este derecho nace con el acto de creación y no por el registro de la obra. Es el derecho que posee el autor sobre sus creaciones sean estas obras literarias, musicales, teatrales, artísticas, científicas o audiovisuales. Se considera Autor a la persona natural (persona física) que crea alguna obra literaria, artística o científica. Se agradece a todos los lectores ceñirse a esta disposición