martes, 20 de abril de 2021

PIZZANI, Rasgos y pensamientos - por Néstor Germán Rodríguez





INDICE



1.    
PRESENTACIÓN:

Cuando me propuse escribir sobre Jorge Pizzani, lo hice porque consideré que en estas tierras aragüeñas donde me desempeño, no se le ha dado la importancia debida a personajes que de una u otra forma han tenido relación con nuestro terruño. Yo conocía desde hace muchos años  la trayectoria artística de Jorge, que convivió con nosotros en sus años de adolescencia. Al comenzar mis investigaciones, esa realidad dejo muy corta la apreciación que tenía. He podido conformarme con escribir su biografía ya recogida por otros autores y que aparece en las redes sociales. No obstante ello, profundicé en la búsqueda de información y opte, después de varias consideraciones, por conseguir esos testimonios inéditos de su transitar por Turmero y Guayabita. También al revisar las múltiples entrevistas y videos, preferí hacer lo que hice, una recolección de sus palabras, de su pensamiento, de sus reflexiones, meditaciones, lecciones,  mensajes y enseñanzas trasmitidas en estos últimos doce años de vida pública como artista, y esto gracias al internet. Parecieran muchas, pero considero no tienen desperdicio y vale la pena aunque hagan el escrito largo. Son palabras que van más allá del ser humano porque lo trascienden y dejan huellas para la eternidad. Algunos lo han considerado un Maestro y hasta un filósofo del arte. Siempre he considerado que quienes tengan un talento, unos conocimientos, debieran aportarlo a los demás. Eso ha hecho Jorge Pizzani, no han sido solo sus centenares de cuadros pintados que constituyen un honor para quienes los posean, sino también sus palabras, su modo de vida, su entrega, su pasión, su ejemplo y lo más importante su amor por los suyos.

De forma breve y sencilla, como es mi estilo en esta nueva realidad de lo implícito, les dejo este escrito titulado “PIZZANI, rasgos y pensamientos”. Saben ustedes que ilustro el escrito con fotos relacionadas. Incorporo además su biografía elaborada por Edilio Peña, una persona de confianza de Jorge, de donde tome algunos datos; así como también un resumen de su trayectoria artística tomado del Diccionario Biográfico de las Artes Visuales en Venezuela, complementado con el portal Wikipedia. Finalmente, seleccioné una serie de fotos de nuestro personaje, algunas familiares y otras en acción tanto en su refugio de Turgua, como en las salas de presentación y otros lugares públicos. Debo precisar que no soy experto en artes y por ello me abstengo de dar opiniones al respecto, esa tarea la cumplen, y muy bien, los críticos, los periodistas especializados y quienes tienen esos conocimientos.

Espero sea de su agrado. 

NESTOR GERMAN RODRIGUEZ

 

2.     AGRADECIMIENTO: 

Agradezco al mismo Jorge Pizzani por ser tan amable y haberme aclarado algunos detalles de su dilatada hoja de vida, a su hermano Rafael por haberme recibido en la granja en Guayabita y aportado algunos datos. También a algunas de las amistades de Jorge en Turmero que me dieron sus testimonios, a Isabel y La Negra Guzmán, a Ivonne y Kika Richter, a Luisa y Perucho Reyes, a Florangela Sarcolira, y a Gladys de Morales, entre otros.

  

3.     A MANERA DE PROLOGO: 

Los entrevistadores hablan: 

Cuando Pizzani toma la palabra, la toma en serio. Cuenta y narra sus hazañas frente al lienzo con un ímpetu que nos hace imaginar su relación con éste. Lo vemos enfrentarse al blanco, desafiándolo. Retándolo a que permanezca sin color, sin trazos. Lo imaginamos mostrándole el pincel, mientras deja que la conmoción llegue al cuerpo. MARÍA ÁNGELES OCTAVIO

Apenas una docena de piezas organizadas en un espacio muy bien definido. Todas expresan un profundo sentido dramático aunque en diversos sentidos. Fueron creadas a partir de un proceso inverso, es decir, no desde la luz sino desde la ausencia de ella. La noche oscura se define como muestra a través del negro que evoca muchas cosas, desde el cielo nocturno hasta el vacío existencial, desde la tragedia de la muerte hasta el misterio de lo desconocido. FERNANDO ZUBILLAGA

Su obra ha trascendido las fronteras: ha consolidado una referencia propia internacional y un lenguaje universal artístico pleno de fuerza estética. La caracteriza, de manera permanente, una tensión interna signada por la dialéctica entre las formas de la representación espacial occidental y una poderosa irrupción de la pintura de acción, manejada con maestría. Pero en su dimensión profunda, atemporal, la obra de Jorge es una reflexión atormentada de los asuntos acuciantes de la existencia humana." JUAN ASTORGA JUNQUERA. 

Internado en Turgua por décadas, sin más contacto humano que el necesario, el pintor y expresionista mayor que tiene el país decidió salir de nuevo al ruedo sin saber que aquí terminaría abriendo las gavetas de su consciente, también las de lo desconocido, para ofrecer unas confesiones que sacuden tanto como esos perturbadores cuadros que brotan de sus dedos. CARLOS FLORES LEÓN-MÁRQUEZ 

…es un peregrino del vértigo que ha elegido la pintura como vehículo y destino. Vehemente en sus palabras y acciones… articula su credo desde la lógica de los instintos, postulando la unidad del cerebro y el soporte, el inconsciente y la otredad, el verbo y la acción; todo concatenado en flujo indivisible. FELIX-SUAZO 

Diría que en tu obra los personajes parecieran tener un destino predeterminado, una razón superior que lo conecta todo: los mares son también el universo, no menos que las cabezas que aparecen en tus pinturas, las figuras vestidas tienden a ser arquetipos, el paisaje, un gran escenario. Podríamos hablar de un teatro, donde tanto los personajes como la forma que toman, son dirigidos “desde arriba”. JAIME GILI 

El mundo de la cultura en Venezuela celebra la agudeza que ofrecen las respuestas de esta "nube creativa", ante las innumerables hipótesis del devenir, porque Jorge Pizzani es algo más que la mera anotación de "un tránsito innovador independiente". Lo maravilloso de Reverón es lo sutil de su ejecución, su entrega total a su obra y ese trazo mágico entre la vigilia y el sueño, como una ensoñación". PEDRO ANTUNUCCIO SANO 

Lo he visto explorar diferentes medios, pintura, escultura, intervenciones en vivo, siempre trabajando sin parar. Siempre reinventándose, explorando y aprendiendo. También he sabido de sus luchas, de sus triunfos y frustraciones, de sus amores y desamores, de sus pérdidas, del amor y dedicación a sus hijos. Creo saber que él ha vivido intensamente su circunstancia y la ha podido plasmar en esos enormes lienzos que ataca con voracidad y llena de personajes arquetípicos de una sociedad que se desmorona ante nuestros ojos. CARESSE LANSBERG 

El viaje creativo de este artista comenzó con paisajes siderales, fuera de la visión de los mortales, una lectura de universos imaginados, de las olas del Big Bang surfeadas por él, y ha arribado, sin que esto signifique un final, a representaciones más tangibles, más reconocibles por el público: rostros, cuerpos incompletos, como cercenados, que instalan en el alma de quien observa los cuadros, las sensaciones que nos acompaña a diario, sobre todo en estos días de desasosiego absoluto. La desesperación, la desesperanza, la despersonalización, la animalidad forzosa, el grito en que se ha convertido este duro vivir... este sobrevivir. JUAN ANTONIO GONZALEZ 

“Estrechar la mano de Jorge Pizzani implica, a veces, mancharse de pintura. No es casualidad. El artista siempre ha dicho que pinta con el cuerpo. Le dedica tanta energía a cada lienzo que los accidentes ocurren. En esta ocasión el creador no manipulaba acrílico, sino que preparaba el montaje de la exposición La Doctrina de VinghtCARMEN VICTORIA MENDEZ

Jorge Pizzani también está vinculado en tradición  y pertenencia a una familia afecta al universo de las artes y la cultura en sus diversas expresiones. Como la pasión por el buen cine y la lectura. A través de su madre (Gladys Campins Camacho) recibe ese legado  inicial, y por vía de su padre (Juan Gregorio Pizzani Payarés) aprende la capacidad expositiva de ese buen pedagogo que encarna su progenitor, el cual le enseña a cuidar con celo la caligrafía y las formas de la comunicación oral y escrita. EDILIO PEÑA 


CONTENIDO:

4.     RASGOS: 

JORGE ELIEZER PIZZANI CAMPINS,  es un notable pintor venezolano nacido en Acarigua -Venezuela el 14 de octubre de 1949. 

DON JUAN PIZZANI (PADRE)

Su Padre Juan Gregorio Pizzani Payarés, de familia merideña, de allá de las montañas de Timotes, fue maestro normalista de profesión, dio clases en la Escuela Piritu en el Municipio Esteller del Estado Portuguesa; así como en la Escuela José Rafael Revenga de Turmero. Tuvo una  destacada actuación gremial tanto en el sector educativo como en el agropecuario. Hombre de recto proceder y de carácter riguroso. Inculcó a sus hijos valores y fortaleza que moldearon sus personalidades. Fue concejal independiente en el Municipio Santiago Mariño del Estado Aragua. Muy elocuente en el discurso. Dedico buena parte de su tiempo a su granja en la Colonia Agrícola de Guayabita donde aún sus hijos conservan activa la producción porcina y otros rubros. Tuvo grandes amigos que lo apreciaban, le gustaba jugar dominó con sus amigos. 

SEÑORA GLADYS CAMPINS (MADRE) DE JOVEN

La madre de Jorge fue Gladys Campins Camacho, de familia honorable ligada al mundo de las artes y la cultura en Acarigua. Mujer de buen corazón que practicó la convivencia y unión familiar. Trabajo durante muchos años como Escribano en el Juzgado de Primera Instancia Civil y Mercantil de Acarigua. De esa unión familiar nacen tres hermanos, Jhonny el mayor, Jorge y Satfel.

JHONNY, JORGE Y SATFEL (HERMANOS)

Otra gran mujer aparece en la vida del joven Jorge, la segunda esposa de su padre, Nohemí Barbieri López, caraqueña, funcionaria del Ministerio de Educación en Maracay, solidaria con Jorge en momentos cruciales de su vida y a quien llego a querer tanto. De allí surgen  cuatro hermanos más, las morochas Ninoska (Fallecida) y Katiusca, Rafael y Merfel. De esas vivencias entre hermanos surgen relaciones muy hermosas.

NINOSCA+, KATIUSKA,MERFEL Y RAFAEL (HERMANOS)

Jorge pasó los primeros años de su niñez en Acarigua, allí fue bautizado, su padrino el Dr. Lozada y esposa. Asistió al kínder de Luisa de Ponte en Acarigua. Su primer maestro de dibujo fue su tío Luis Eduardo Campins Camacho a quien le pedía que le enseñara a pintar dada la afición de su tío.

De igual manera de su otro tío, Darío Campins, disfrutaba a escondidas de una colección de historietas que atraían al niño Jorge. Ser pintor le comenzaba a pasar por su mente infantil. De allí nace esa identificación con los Campins. 

A los siete años (1957) se muda a Turmero, pueblo de tradición hospitalaria por venir jóvenes de todas partes de la geografía nacional a formarse en la Escuela Normal Rural El Macaro para educadores, y en la Escuela Práctica de Agricultura y Demostradoras del Hogar Campesino para las labores del campo. Vivian en la calle Miranda detrás del Comedor Escolar, Jorge que era de mal comer, era enviado por su mamá a dicho comedor, como castigo prácticamente, tratando de lograr el balance alimentario; sin embargo Jorge intercambiaba con sus amigos su ración por la que más le gustaba. Al frente vivían los Curtuá y los Michelangeli. 

ESCUELA REVENGA EN TURMERO

Ingresa a estudiar en la Escuela Revenga y se colocó aquel uniforme de pantalón kaki con guardapolvo con las iniciales JRR al lado del corazón. Según sus compañeros era muy tranquilo y bien avispado. Allí estudió hasta tercer grado cuando la maestra Celis y el Profesor Morales Guerra eran los Directores. Recuerda Jorge, cuando aún de pantalón corto le gustaba que lo llevaran a los Almacenes Cristo Rey de Turmero para comprar muñequitos plásticos de sus héroes. Como todo niño se enamoraba de su maestra, en este caso una de color canela. Con su inseparable y amado hermano Jhonny, ya en 1959 va rumbo a Caracas donde su tía Florencia Pizzani Payares,  ingresa al Colegio José Gerbasio Artigas y concluye la primaria. Para ese entonces hace la Primera Comunión en la Iglesia de El Paraíso. Ya para entonces, las carteleras escolares se cubrían de los dibujos del alumno y los de Jorge se destacaban.

CASA PARCELA No. 33 EN GUAYABITA

Después Jhonny y Jorge regresan a Turmero, específicamente a Guayabita a la parcela de su abuelo que su padre Juan había adquirido a sus hermanos. Jorge tendría unos 14 años. Estas parcelas o granjas de la Colonia Agrícola del Ministerio de Agricultura y Cría, tienen un área aproximada de seis hectáreas, fue promovida por el Instituto Técnico de Inmigración y Colonización. A la entrada de Guayabita nos encontramos con el sector La Aduana, antiguo centro de intercambio de productos procedentes de Chuao y de las montañas de Las Trojas y Parpatan, allí estuvo una alcabala donde está la Gruta de La Virgen de Lourdes. Guayabita la conforman caseríos como Payita, La Marcelota, La Guzman, La Ganadera, Torrejón (Torreón), Pedregal, Polvorín y otros más.

Un clima cálido con temperatura entre 22 y 30 grados centígrados. Casas tipos y cultivos diversos, destacando en la mayoría la caña de azúcar. Jorge tomaba en sus manos  los frutos, las naranjas dulcitas, saboreaba hasta la semilla de los mangos  y le encantaban las guayabas. El encuentro con la naturaleza era un placer, se acercaba a las acequias a tomar los pececitos en los vasos de cartón, se rociaban el agua por la cara en aquellas caminatas por el campo que daba en la parte atrás con el río Guayabita que venía de las montañas del norte. Esa parcela le recordaba la serie Lassie que tanto gustó a los niños de aquellos años. Ir a los Hicacos en la vía hacia Polvorín donde se encuentran los pozos de agua cristalina y donde vivía la familia Gamboa, Aquiles y Carmen que era hermana de su papá y por ende tía de Jorge, y había una bodega, esa era una de las aventuras favoritas de Jorge, bicicleta arriba para llegar a la bodega y recibir como premio una gandola (Pan coloreado de rojo llamado Pavo) con un refresco de la época, una Green Spot o una Kola G era la locura de aquellos muchachos. Muchos recuerdos tiene Jorge de Guayabita, la familia Bello donde vivía la modelo Beatriz Bello, sus hermanas Sonia y Magda, así como los varones; luego la vía de Las Tres Cruces donde está el puente Alí Goméz y la Casa de Alto de Guzman Blanco. Recordemos que Guayabita era propiedad de Guzman Blanco, luego la compró Juan Vicente Gómez y finalmente expropiada y convertida en Colonia Agricola. Recuerda Jorge, que paseaba en bicicleta por esos caminos, pasaba por la curva donde vivia la familia Alvarez, de allí a los Morales Guerra y tantos otros. Mas allá estaba el torreón o la antigua fabrica de papelón que luego fue de conservas Siboney. Hay una ye, una rumbo a Pedregal y la otra a la Ganadería donde estuvo la placita de tientas de la Ganadería Guayabita,  la pionera explotación de toros de lidia, de pura casta, propiedad de los hermanos Juan Vicente y Florencio Gómez, hijos del General Juan Vicente Gómez.

RIO GUAYABITA

Bañarse en Pozo Azul o en alguno de esos pozos de aguas claras y llenas de piedras medianas y grandes, era la nota de aquellos jóvenes. El paso del río en el balneario Polvorín y el camino hacia el pozo El Indio. 

Jorge tiene recuerdos muy someros sobre su abuelo que fue el propietario original de la parcela que luego fue de su padre, solo recuerda que era demasiado estricto. 

DOÑA NOHEMI BARBIERI LÓPEZ

Allí conviven con esa mujer extraordinaria, que se convierte en la segunda madre, Nohemí Barbieri López, quien les da cobijo y comprensión para toda la vida. Fue su confidente, dice Jorge que la Señora Nohemí cantaba con voz celestial, como los ángeles. Jorge seguía con sus dibujos, algunos de corte erótico que deleitaban a los trabajadores de la parcela, pero que disgustaban a su padre por razones comprensibles. 

Jorge estudia primero en el Agustín Codazzi de Maracay, luego en el Liceo Rafael Hernández León de Cagua, hasta 3er año. La directora del Codazzi era la profesora Luisa Teresa Lanz, también se recuerda del profesor Nicandro Arvelo; luego viene al Liceo Rafael Hernández León de Cagua, allí se encuentra con la profesora de Biología Nélida Ceballos, oriunda de Turmero, estudia hasta 3er año. Una de sus amigas comenta que se iba en bicicleta de Turmero al liceo en Cagua para ahorrar el pasaje, creo más bien por la diversión del paseo, y seguro para comprar chucherías.

Sus amistades de Turmero lo definen como un muchacho común, con muchas cualidades. Buen amigo. Buen hijo y hermano. Colaborador en las labores de la parcela.  Le encantaba bailar y fans de los Beatles. Bailamos? Le decía a su hermana Merfel y a sus amigas, era un bailarín muy acoplado. En su parcela de Guayabita tenía con sus hermanos una rockola y armaba las fiestas por cualquier motivo, cumpleaños, graduación o lo que fuere.

Era divertido y ocurrente. Estudiaba con sus amigas en sus casas donde el papá lo dejaba y luego recogía.

Muy pana dice otra de sus amigas, era bromista y amigable, de vez en cuando se le ocurría hacerles una nota en los cuadernos y la ilustraba con un dibujo. En una ocasión, en el cuaderno de Puericultura de una de las muchachas, donde estaba dibujado un bebé en la barriga, dibujó un rabito y cuernitos...como un diablito. Ese era Jorge Pizzani, amigo de sus amigos.

También estudió un año en el Liceo José Luis Ramos de Maracay, y el  4to y 5to de humanidades los culmina en el liceo José Antonio Páez de Acarigua.

Nuevamente está en Guayabita, tenía 19 años y comienza a estudiar Relaciones Industriales en la Universidad de Carabobo, pero esa no era su vocación. Su padre le insistía en otras carreras, pero Jorge tenía en mente desde niño prácticamente en ser artista, dibujante, pintor, escultor. 

ACADEMIA HANS NEUMANS

Entonces decide irse por su cuenta a Caracas con el objetivo de ingresar en el instituto de Diseño Gráfico e Industrial Hans Neumann con la mala suerte que el lapso de preinscripción había pasado. No obstante ello, logra incorporarse subrepticiamente al curso psico propedéutico donde se medía la capacidad vocacional y presenta contra todos los temores, la prueba final que consistía en hacer una obra libre. Escogió el diseño de un auto porque era fanático y pertenecia al club de autos de carrera de Turmero. Observando que la evaluadora le dijo con claridad que al no gustarle las matemáticas no podía ser diseñador de automóviles. Medio decepcionado, regresa a la Universidad de Carabobo para continuar su carrera de Relaciones Industriales, pero para su sorpresa recibe una carta donde le informan que ha sido becado para estudiar en el Instituto Neumann. Allí en el Instituto Neumann comenzó a conocer figuras importantes. Se inicia su vida artística.

Me cuenta la prima Luisa Reyes, ella vivía en Los Chaguaramos en Caracas y se encontraba de vez en cuando con Jorge Pizzani que era un muchacho, dice ella: “A Jorge Pizzani lo veía mucho en Los Chaguaramos en mi época de estudiante de la UCV, siempre con unos lienzos enrollados en las manos. Me preguntaba por Perucho mi hermano, dado que estudiaron en la Revenga”.

LUCIA PIZZANI (HIJA)

Muy joven se casa con la joven Nela Ochoa, y de ese matrimonio nacen Lucia y Juan Andrés. Nela es también artista, igual que Lucia quien dice: “Vivir con mis padres en París durante parte de mi niñez fue muy enriquecedor. "Siempre nos llevaban a mí y a mi hermano a museos, galerías".

"Quizás  veía  la  pintura  como  el  oficio de mi papá, su mundo, y algo difícil de dominar bien”. También recuerda Lucia su estadía en Guayabita  y Turmero, dice: “Fue  una  etapa  de  mi  vida  que  disfruté mucho”. Jorge al referirse a su hija la llama “Mi artista favorita” y ella le dice: “Padre adorado”.

JUAN ANDRÉS PIZZANI (HIJO)

Juan Andrés es un joven muy preparado, estudió en el Colegio Francia de Caracas y en  la Universidad de los Andes, así como en la Universidad de Cincinnati.

EZEQUIEL PIZZANI (HIJO MENOR)

Los años pasan y en estos vaivenes de la vida formaliza una relación con Mariela Casal y viene al mundo su otro hijo, Ezequiel. Hay una característica común de sus vástagos, la tendencia al arte en diferentes manifestaciones.

JORGE EN SUS INICIOS

Sobre el Instituto Neumann dice lo siguiente: “El espectro recorrido en el Instituto de Diseño de la Fundación Neumann fue una suerte de paradigma muy acertado para sus afortunados estudiantes. El diseño fue para mí una metodología para la investigación, y el instituto constituyó un encuentro de creadores que le dieron vida. Cuando hablo de metodología hablo de una herramienta, es una virtud adquirida, sirve de guía, podría ser una brújula que te allana el camino, los ojos miran y ordenan, saben distinguir, de su piel, su confort y su sentido, es un añadido muy importante para la acción de pintar, son estructuras asumidas dentro de un orden en movimiento, en el instituto nos enseñaron a dibujar y a aprender de los grandes maestros, afinar una habilidad cuando estás joven, ávido de conocimiento y tienes esa suerte, los conceptos, las ideologías, la poesía, los metales, la cerámica, la mejor literatura, buenos pintores y diseñadores industriales, hablando de sus experiencias y transmitiéndotelas… Qué suerte, son espacios de tiempo, momentos estelares”.

CASA DE TURGUA

Hay algo que merece una mención en la vida de Jorge Pizzani, es haber escogido a la población de Turgua como su lugar de predilección para vivir. Sabaneta de Turgua es un caserío ubicado en el Municipio El Hatillo del Estado Miranda. Son los paisajes, las verdes montañas, las aves, todo lo que constituye ese paraíso encontrado y donde por años ha vivido en paz y tranquilidad  el artista, el hombre, que le permitió no solo encontrarse con la naturaleza, sino conseguir la fuente de inspiración en medio del agradable clima, del silencio de las noches, de la brisa y de las lluvias. Allí construyó su casa de campo con sus sembradios alrededor. En Turgua ha compartido momentos de felicidad con su familia y hasta con visitantes. Cuenta Rafael su hermano, que iba con su papá Don Juan Pizzani y ayudaban a Jorge en sus sembradíos.

Allí ha tenido fieles compañeros como su perra guardián Lola de raza Fila brasileño. La soledad y el aislamiento han sido necesarios para insertarse en sus obras y darle rienda a su mente para plasmar su pintura.

CON SU GRAN AMIGO DIEGO RISQUEZ

Finalmente debo mencionar que Pizzani ha tenido grandes amigos a lo largo de su vida, debo destacar y con justicia, su amistad imperecedera con el cineasta Diego Risquez quien le apoyo en momentos cruciales de su trayectoria y con quien compartió las experiencias en el cine. Un encuentro entre ambos era motivo de alegría y fraternidad.


5.     PENSAMIENTOS


- En Carbono 14  sobre un lienzo gigante Jorge Pizzani escribió ante el público un escrito; luego pinto sobre el escrito un cuadro en vivo con alegorías al régimen opresor, esto fue en el Centro Cultural Chacao  -  Caracas- en el año  2009. Al principio del video encontramos este mensaje:

“…instrumentar la retaliación, es acaso la solución de los problemas?...”.

Este es el escrito:

Estos momentos oscuros de imposición de un pensamiento único, represivos de la libertad, donde el panfleto constituye la única verdad, han sido una constante en todos gobiernos militares de corte totalitario, el abandono a la cultura es inherente a la puerilidad de sus preceptos, la fragmentación y la incoherencia de sus políticas tienen que ver con la ruptura de un proceso evolutivo, natural, de aportes permanentes de un orden-desorden, que se retroalimenta de lo construido y lo que está por construirse, la sucesión de eventos que en su mutación producen la creación, como un hecho determinante de la actividad humana no ha podido ser reprimida por ningún régimen en la historia. El arte como Río y pensamiento fluye, nada más. La adversidad es siempre creadora, no hay mejor momento para evaluación, y el balance que hoy, el terreno está preparado para la subversión, como premisa natural de los momentos de mayor clamor de la necesidad, el arte es irreprimible, recuerdo a los expresionistas alemanes como sufrieron en carne viva la llegada del fascismo, que lo catalogaba de arte enfermo. La experiencia me dice que esta pretendida contención producirá un mayor caudal que se llevará cualquier muro que la pretenda contener.

- El 18 de agosto del 2010 es invitado al programa radial TRAZANDO IDEAS, que desde la Guaira trasmite la periodista  Aimara González, Pizzani nos deja las siguientes reflexiones:


“El arte en este momento ha cobrado un interés y una vigencia muy particular porque es como el solaz del alma en este requiebro apocalíptico que uno no sabe que es lo que viene luego”. 

“Soy un dibujante por excelencia, eso es lo que he hecho toda mi vida y eso me ha servido como la gran estructura para poder montar encima todos esos sueños y toda mi vocación que terminó conjugándose con la pintura, como decía Matisse que había que pintar primero para cultivar el espíritu y llevarlo por senderos espirituales”.

“El descubrimiento de la pintura directa con la mano sin intermediarios, como pinceles o brocha, surge como una necesidad que creo es parte de las acciones en vivo, que es parte del cuerpo como instrumento, tú te enfrentas a unas extensiones de trabajo inmensas”. 

“Yo llegué a pintar, por lo menos el telón del Teresa Carreño que son  14 metros por 28,  y tienes que abordarlo cuando hay la premura para un estreno o en su momento había que hacerlo directamente, y eso lo fui practicando directamente y me di cuenta que  era el cuerpo el instrumento, pero más allá de eso es que hay una relación cerebro soporte, las yemas de los dedos son unos receptores que llevan la definición del trabajo de una manera mucho mas intensa, mucho más definida”. 

“Ahora me estoy cuidando un poco porque creo que he pintado demasiado y eso por los elementos tóxicos de los materiales, que si el blanco tiene titanio, que si el rojo tiene cadmio; pero la mano es un gran instrumento para la realización de mi trabajo”. 

“Quiero agregar que esas acciones en vivo en las cuales trabajo a mano limpia sin intermediarios, dan un sentido pedagógico. Cuando  viví en Paris, tuve contacto con los niños de las escuelas del barrio donde vivía, ellos pintaban las experiencias que habían tenido en el taller, lo he hecho aquí en la Galería de Arte Nacional en dedicación a los niños y la experiencia es que cuando me ven pintar directamente con las manos y me ven lleno de pintura completamente, que no me están inhibiendo como hacen algunos profesores que no dejan que los niños ensucien el suelo, que le ponen el delantal, que le ponen el pincelito, cuando me ven a mi pintar de una manera libre, con entrega total, los niños entran en una especie de éxtasis”. 

“El descubrimiento de la pintura con la mano surge de la necesidad que es parte de las acciones en vivo, que es el cuerpo como instrumento, eso lo he contado con las experiencias que he tenido con la pintura al aire libre, para el público en vivo que llamo yo o acciones públicas, eso va dirigido a esas almas, a eso niños que de alguna manera claman por la libertad”.

“Mis obras y mi trabajo son una dedicación absoluta como cualquier persona que ama lo que hace, definirlo es como te das cuenta de tu vocación, como asumes ese proceso, como le dedicas una vida entera a la realización de ese trabajo, definirlo parte del nivel de entrega y del nivel de perseverancia”.

“En los regímenes comunistas, en la Unión Soviética, se impuso una forma de pintar que llamaban “realismo socialista”, donde había que pintar las encomiendas del estado, una especie de apología de la clase obrera, había que pintar los símbolos de la revolución, y eso limitó. Eso ocurre en todos los gobierno dictatoriales siempre ocurre lo mismo, así ocurrió con el nazismo, con el fascismo, donde llamaban al arte contemporáneo “arte degenerado”. 

 “Cuando digo la libertad es la libertad, es poderte expresar sin cortapisas, es ser realmente un emisor de una sociedad compleja, de sus problemas, de sus necesidades, de su interioridad sobre todo, a eso es lo que yo llamo libertad, la libertad de hacer, de realizarse, de ejecutar algo tan sublime como es la pintura”. 

“Tampoco se puede dejar de lado la situación de la cultura en nuestros museos que tiene que ver también con esa libertad, porque nosotros en este momento por ejemplo, yo trabajo, y ha sido para mí un refugio extraordinario en una situación tan crítica como la que tenemos en este momento en el país y ahora duplicado con el problema de la pandemia y todas las carencias y todas las cosas, por lo menos he podido ejercer en mi espacio privado esa libertad extraordinaria”. 

“A mí me impresiona el lugar de la cultura en estos momentos en el país, creo que se ejerce por el mismo deseo de hacer y tocar esos temas que tienen que ver exactamente con la condición humana y con el hombre en general y su circunstancia”. 

“Los extremos componen la totalidad, la noche y el día, el blanco y el negro, el amor y el odio, en fin así trabajo y sobre todo cuando se toca el tema del inconsciente. Mi trabajo está contenido en un azar donde nunca hay un motivo previo para trabajar, sino solamente a través del inconsciente”. 

“Del inconsciente fluyen todos esos rostros, esos elementos figurativos, esos personajes que pululan mi cuadros, y siempre aparecen personas que me marcan, que me impresionan mucho, aparecen y me sorprenden, porque no ha sido nada premeditado, ese subconsciente tiene mucho que ver con mi trabajo, aunado al control que te da la práctica permanente, cotidiana, que es llevar a buen término algo que ejecutas de una manera libérrima que tiene el control del resultado final y de todos los errores que van constituyendo la obra en general y concuerdo que ya está lista”.

“Me impresionan como surgen los personajes, a veces la sensación de ver a alguien, la actitud que tenga, la forma como se comporta, son cosas que me marcan, el inconsciente las graba, las guarda y después afloran en el proceso pictórico, así de simple; bueno de simple no tiene mucho, es muy complejo, pero de eso se ocupa el subconsciente y el inconsciente indudablemente”. 

“Las miradas de mis cuadros son un diálogo libre a la interpretación, está esa frase medio cursi que dice que los ojos son el espejo del alma, y creo que es muy cierta, a mí me interesa mucho ese tema sobre la mirada y la expresión porque realmente es el universo entero lo que sale por ahí, no hay nada que pueda con la mirada, una mirada dice más que mil palabras”.                                                                                                          

“La mirada es un tema vital para mi trabajo, es el gran sostén de mi propuesta, es un tema inagotable, allí están todos los sentimientos incluidos que son innegables que tienen que ver con esos contenidos que te profesan y te dan la intensidad de la mirada, allí está todo, la alegría, la tristeza, la muerte”. 

“Estoy convencido, será por la dedicación y perseverancia que he tenido con mi obra y mi trabajo, porque no puedo vivir sin estar trabajando, creo que es una gracias de Dios que uno pueda ejecutar lo que le gusta porque también es un sentimiento libertario”. 

“Mientras más trabajas más control tienes de lo que ejecutas, allí interviene la disciplina, la técnica, la academia, todo el rigor de la preparación, la investigación, la ejecución, y llegas a una conclusión, allí tienes el universo”. 

“He hablado de la circularidad y la profundidad de las cosas, de repente empiezas un primer plano del iris y crees que estás viendo una galaxia y resulta que cuando hacen un zoom te das cuenta que es un ojo que te da la sensación del universo, tiene que ver con el dominio de la circularidad que es el espacio y el tiempo”. 

“A los artistas que comienzan les digo que sigan su sueño, que se ocupen con el corazón porque el arte es alma, es vida, es intención, es vocación, pero nunca se puede dejar dormir esa vocación porque termina olvidándose”. 

“Creo que cuando uno tiene esa hormiguita por dentro, uno acude al llamado e inevitablemente, si la pasión es verdadera, el trabajo se ejecuta y uno va nutriendo ese arbolito y le va poniendo sus elementos, sus nutrientes que son vitales”. 

“No estamos en el mejor momento, pero creo que esa intencionalidad se abre camino y se va desarrollando, hay pintores como Morandi que trabajaron siempre en su casa haciendo una naturaleza muerta con botellas y solamente en la ejecución había una gran solvencia en su trabajo, el mismo Reverón trabajaba con carbones, trabajaba con yute”. 

“Los artistas son una necesidad social extraordinaria porque son los pilares de la consciencia, del alma, de todo lo que tiene que ver con la creación, mi consejo es ese, que nunca desmayen, que sigan en su trabajo, siempre tendrán algo que decir, cada pintor es una visión del mundo muy necesaria”. 

“Un abrazo inmenso. Dios me los bendiga”

- El  23 de junio del 2010 en video producido y dirigido por César Cortés que se llamó UNA MAÑANA CON JORGE PIZZANI, hace las siguientes meditaciones:

“El que puede morir, más no perece, tendrá longevidad. Una forma de describir los riesgos, las grandes confrontaciones. Un poco el deseo de enmienda. Deseo de longevidad, de durabilidad, de permanencia”. 

“El blanco es el velo del misterio. El blanco es el pensamiento dormido. El negro es la nada, por supuesto, es la saturación de todo. El negro puede ser sobre el blanco la forma y la dinámica, las tensiones de ese blanco. Siempre he trabajado en las gamas del negro y de allí voy degradando en sepia, puede que llegue a los naranja y hasta los amarillos, pero siempre como hasta una cosa más suave, esto no quiere decir que no se busquen contrastes y cosas que definan sentimientos, situaciones”. 

“He estado muy cerca de los comic, de las aventuras de los superhéroes, superman, y allí había una necesidad de estructurar el cuerpo, de entender cómo funcionaba. En los comic hay una gran cantidad de ejercicios en esta forma de articular y dibujar, y me apoyé mucho en ese dibujo del cuerpo humano. Era como una manera de llevar la realidad y los sueños a historias que yo contaba desde niñito, era una necesidad de expresarme con el lápiz y con el dibujo”. 

“Yo te voy a explicar algo, que yo tampoco me lo he podido explicar hasta ahora, que es lo siguiente: Es como tener la absoluta libertad para poder manifestarse solamente por necesidad sin estar pensando si te vas a hacer esclavo o te va a obligar a llevar a cabo un lenguaje especifico. Yo lo que siento que cuando uno logra o tiene cierta cordura con el lenguaje, puedes hacer lo que tú quieras con él. La sencillez y la tranquilidad como para también entender que la verdad está debajo de las piedras”.

- En el Museo de Arte de Acarigua - Araure se inaugura KANNIBAL NATURE el 29/9/2011, el artista plástico nos razona:


“De verdad que el trabajo con las manos fue una necesidad de entender la pintura de una manera tan visceral como cuando lo hice con la tinta china, las manos tiene una cualidad extraordinaria descubierta a posteriori que es que la idea se plasma para mí de una manera casi absoluta, yo no sé, como si fuese una varita mágica, las imágenes aparecen”. 

“Las imágenes son una especie de consecución de mis inicios, son una figuración absolutamente radical, y no es nada más que la propia interioridad, yo creo el reflejo de esa interioridad, de esa convulsión”. 

“Se trata más de la intensidad de la mirada que otra cosa, son personajes frontales que están mirando siempre de frente, cosa que yo a veces evito como persona”.

- DESDE LAS MONTAÑAS DE TURGUA en visita curatorial de Ruth Auerbach y Ali Cordero Casal, presidente del MAAA, en Marzo 2011 y desde el propio taller del artista, nos dice.

“… todas son obras muy viejas, que no me satisfacían porque, yo creo era el proceso prehistórico que no tenía resuelto, y solamente en el ejercicio del tiempo es lo que me hizo terminar las obras con tanta delación, con tanto tiempo de por medio, era que no pintaba como yo quería, entonces como no podía sacarlas como yo quería, me tarde demasiado”. 

“Yo tenía una forma de abordar la pintura, pero ahora siento que estoy pintando como es la pintura, es como si las imágenes del dibujo están como muy presentes en la pintura, ahora es la pintura integrada a toda esa estructura de alguna manera”.

-  UNA PASIÓN BRUTAL en esta entrevista con María Ángeles Octavio de El Nacional el Sábado 05 de Marzo de 2011, nos expresa:


"El instinto se presenta en forma de movimientos y gestos que van conduciendo la brocha, los dedos o cualquier objeto con que pinte. Me lleva a producir una imagen que nunca sé cuál será al final"

"El rostro es el soporte de mi obra porque siento que a través de la mirada puedo expresar lo que viene de adentro del cuadro. En los ojos está el alma y la verdad de las personas". 

"Todo entra por los ojos y así llega al corazón y se alberga en el alma que es donde se produce ese estremecimiento o esa digestión, y este producto en mi trabajo va al inconsciente que acumula lo que han visto mis ojos y lo saca a flote cuando empuño el pincel". 

"Nunca pinto de una vez. Mis cuadros llevan más puestas en escenas".

Sobre Hans Neumann dice: "Este hombre fue un genio, reunió a lo mejor de lo mejor del mundo del arte. Todos los que llegaron a ese instituto con ideas creativas, las realizaron a cabalidad. Era una forma de reeducar a quienes pasamos por allí”. 

“Nuestras vidas escolares no significaron tanto como la visión de 360 grados que nos brindó la experiencia de esta escuela". 

"Mi viaje a Europa responde a la necesidad de alimentar mi interés por el dibujo. Allá amplío mis destrezas y profundizo en el fenómeno creativo".

"A lo largo de mi vida he hecho esta actividad siempre. Action painting. No sé si denominarlo así o Pintura en acción, ése arte le pertenece a Jackson Pollock. Prefiero llamarlo Pintura en acción". 

"Sin muchas palabras al referirse a la verdad (Mario Merz famoso representante del arte Póvera) me hizo un símbolo de una eclépsidra, me señaló el cielo y el infierno, hablamos de los simbolistas de la edad media, de Lorenzo Pizano. Tocamos la duda, sobre la que afirmó que la vida era dudar y que esa era la única forma de hacer algo autentico, del alma, dudando". 

"En ese momento me nutro de todos estos acontecimientos (Movimiento transvanguardia), pero no es sino cuando me vengo a Venezuela que comienzo a realizar la obra que se gestó en Europa". 

"Esta obra fue un sueño en el que pasé el umbral de la muerte. Reflexioné con la conciencia y el alma sobre lo físico y empecé a pensar de qué se trataba del paso del umbral a la muerte. Entonces sentí algo bestial, estaba lleno de regocijo y no entendía por qué. Cuando especulé sobre la felicidad que sentía, caí en cuenta de que era el desapego, esa certeza de que no te importa nada terrenal. Lo material es lo que nos mantiene amarrados a esta vida y a la realidad. Comencé a pintar esos personajes que van hacía el vacío. Era como me veía, yéndome pal coño. Este cuadro tiene veinte cuadros por detrás". 

Qué es el arte? “Siempre depende de aquello que busca el pintor, sea agradar, denunciar, perturbar, mostrar su interioridad o la del sujeto para llegarle al corazón de quien ve". 

“El arte responde a una reflexión interna tiene un objetivo que es acercarse a uno mismo, comprenderse mejor”. 

"No busco la originalidad, sino la expresión pura de la pintura. El ser humano siempre está buscando una fórmula que le dé una posición novedosa dentro del arte, al asecho de otros medios expresivos o nuevos lenguajes que estén más en boga. Eso hasta ahora no me ha interesado".

 - Al exponer TEJIDO VIVO en 2012, desde la Galería de Arte Nacional nos indica:

“Cuando yo exponía en mis inicios, en esos movimientos de vanguardia en Venezuela, creía la audiencia que era una persona mayor, la gente creía que se iba a conseguir con un viejito, y era un chamo, tenía 17, 18 años, y ahora se refleja lo contrario, cuando soy una persona más o menos mayor, creen que es un chamo que está haciendo las pinturas”.

“En la medida que tu trabajas, y en la medida que tienes el dominio de lo que haces, de alguna manera el lenguaje y todo lo que expresas, tiene esa coherencia, entonces uno está como muy seguro, muy tranquilo, no es que sea pedantería, pero de alguna manera el ejercicio de tu trabajo te da una cierta paz y es lo que tu expresas y uno trata de ser lo más justo posible, que es lo que te da ese tino y ese equilibrio de alguna forma”. 

“Para mí siempre el dibujante, eso lo decía Matisse, que había que dibujar mucho para cultivar el espíritu y después llevar esa pintura hacia senderos espirituales, yo no creo que hayan limites en una cosa ni en otra, porque el dibujo se ejecuta con elementos pictóricos, y la pintura se ejecuta con elementos que tienen que ver mucho con el dibujo, yo creo que allí hay un límite que se perdió de alguna manera”. 

“Bueno la figuración es obligante, yo creo que se sucede un fenómeno muy particular, yo vivo fuera del contexto urbano, viviendo en la montaña tienes una posibilidad de ver al ser humano con cierto retiro, pero la condición humana es fundamental para el trabajo de cualquier artista y eso es la esencia de todo el arte, me imagino. Y vuelvo al dibujo porque es la única forma de volver a encontrarme con el ser humano que de alguna manera soy yo, y la gente que me rodea”.

- JORGE PIZZANI ESCRIBE LAS LEYES DEL OFICIO DE PINTAR – entrevista publicada por Carmen Victoria Méndez-El Nacional – 13/3/2013 y revela sus criterios:


“Cada vez que uno va a exponer tiene que buscarle un contexto conceptual a la obra. Es casi una obligación, a la cual yo en lo personal, soy un poco reticente. No me gusta explicar lo códigos implícitos de la pieza”. 

“En realidad mi pintura es muy del inconsciente, de mi contacto con lo seres humanos, el hombre y su entorno. Creo que el arte últimamente hace crónica de lo inmediato, y eso no me llena. A veces la parafernalia conceptual se justifica, pero otras veces fastidia”.

“No me imagino preguntándole a Lucián Freud porque pintó tal cosa. Lo importante es la calidad, la fuerza expresiva de la obra. Me interesa el contenido intangible de la pintura, que ha sido tan vapuleada de Marcel Duchamp para acá. Uno se siente como en una especie de dinosauro porque pinta”.

“Me interesa lograr carácter a través del uso de pocos recursos, de la intuición”.

- EN EL DEDO DEL HURACAN, entrevista con Carlos Flores León-Márquez - Publicado el 25 de noviembre de 2014 nos refiere: 


“Si, un expresionista de estas circunstancias, de este agobio, de este tiempo. Es solo una expresión de carácter en torno a la pintura”. 

“Me di cuenta que eso tocaba a la gente, gente que se conmovía, sobre todo los niños, los jóvenes; pero no todos, solo aquellos que tenían una condición adormecida. Al final quedo más como espectáculo, y me recluí en el taller”.

- En EL ESTIMULO - CLIMAX Carlos Flores León-Márquez - 23 de marzo de 2016, hace un extenso reportaje que Pizzani responde con estas palabras:


 “Yo pasé 22 años en Turgua sin moverme ni para Margarita. Me agarró una lujuria tropical y me quedé en stop. En el 2011, fue cuando empecé a renovarme tanto por una necesidad como por una invitación que me hicieron para exponer fuera. De allí empecé otra vez: he estado en dos oportunidades en Londres, estuve en Corea, París, Berlín, Bogotá, Barranquilla… se me destaparon las ganas de viajar para exponer”.

“No tengo ninguna queja al respecto. Sobre todo lo que sucedía en Acarigua, que era una ciudad vecinal; de esas ciudades que desaparecieron un poco, como pudo haber sido Puerto Cabello. Tenías tu casa vieja, tenías tus postigos, tenías todo a la mano, todo el mundo se conocía, ibas al kinder, veías el día a día de las familias del centro de Acarigua. Maravilloso, vale”. 

“Era un estímulo formidable si se considera que para el momento era un niño que en la provincia tenía esas posibilidades extraordinarias”. 

Sobre sus padres: “Uno los dimensiona cuando ya no están. La verdad es que uno los sublima con el paso del tiempo, y se da cuenta de que mucho de los reclamos y muchas de las cosas que uno infería como carencias, no eran tales. Puedo decir que fueron ejemplares, mamá por su lado y papá a su manera”. 

Sobre su trabajo: “No. ¿Sabes que Diego (Rísquez) me estaba comentado lo mismo? Y la verdad es que yo nunca pienso que estoy trabajando para terceros. Además, es muy divertido porque me dijeron que no pintara obras para la clase media ni para el venezolano que me exija algo que le dé tranquilidad y paz. ¿Imagínate si yo me pusiera a pensar que tengo que pintar cuadros para que la gente se sienta bien? Yo simple y llanamente manifiesto, como emisor de una realidad, lo que siento y lo que me viene del inconsciente. Eso tamizado por una fortaleza académica y por un conocimiento de lo que hago, además del don que creo que lo he llevado a buen término por la cantidad de estudios y de referentes que conforman mis maneras, mi forma, mi estilo”. 

"Yo soy el emisor de una realidad en los términos más idóneos, más sinceros, más apasionados, porque la verdad es que lo que me urge es una pasión extraordinaria por llevar a buen término una exigencia muy personal; a sabiendas de que esa conciencia prescinde de muchas cosas, de que vivimos en una efeméride, de que prácticamente la vanidad es la que determina todo, de que sabe que esto es un sueño, como decía Calderón de la Barca. Uno lo hace casi por principio, por una voluntad de compromiso mismo con la vida y con ese tránsito. No creo que vaya más allá de eso”. 

“Te vas afianzando en ciertos símbolos que se terminan convirtiendo en iconos y representaciones de la condición humana, porque no hay una cosa más representativa, o más particular, de mayor definición, que el ser humano. El paisaje lo ejecuto cuando he estado viviendo en grandes urbes: cuando viví en Europa, cuando estuve en Barcelona, en París, y resulta que ahora, que tengo 25 años en el bosque, me he ocupado de una figuración como si estuviera viviendo en Berlín. No sé por qué; quizá por el retiro que tengo con la sociedad que de alguna manera me lleva a tener una mayor capacidad de análisis”. 

“Indudablemente está marcada por una enorme sensualidad. Por mucho misterio. Porque prácticamente ese expresionismo reside en la mirada. La mirada mía es una mirada furtiva, que tal vez en mis obras es más directa, es más inquisidora, y es una particularidad de mi trabajo. Allí es donde reside el centro de esos personajes, en esas miradas está todo: sensualidad, horror, tragedia”.

“La vigilia y el sueño”: esa es una frase mía, por cierto, que la he usado mucho porque eso se correspondía a unas situaciones exactamente denominadas en eso, pero creo que ha sido un lugar común también, porque ahí sucede algo que es entre lo irreal y lo real. Pero eso es como un estado de trance, no necesariamente tiene que suceder así, ni a esa hora. Más bien es un estado de excelencia desde el punto de vista sensible

"Particularmente yo soy una persona que me debato en esos extremos. Mientras más intenso, la fusión es mayor, y el producto también es de mayor envergadura. Yo siempre he pensado que en esos ditirambos que hay en la vida, en esa especie de situaciones insalvables, la combustión de esas contradicciones genera la chispa fundamental para la consistencia de ese lenguaje”. 

“Yo soy una persona muy religiosa. Por eso adoro a san Juan de la Cruz, por ejemplo, que fue un espectador dentro de esa conciencia y que, por el hecho de tener esa capacidad de contemplación y observación, estuvo de alguna manera en el centro mismo de esa vorágine, que es donde yo me sitúo”. 

“Yo quise hacer de eso un espectáculo desmitificador, una manera didáctica para demostrar que la pintura es riesgo, es libertad; que no se debía ni a conjuros ni a musas que aparecían y por las cuales tenías que estar encerrado, concentrado para que llegaran. También era una manera de evidenciar que en ese momento era un problema de voluntad o de riesgo, de fortaleza, de valentía. Y lo hice mucho, y me convencí de que era una manera extraordinaria de llevar a buen término la condición de la pintura al margen del misterio mismo de ella. El mayor efecto lo surte en los niños, porque cuando se les trata de dar clases de pintura se quedan en una especie de situación tortuosa: les ponen guantes, les ponen delantal, les dicen que no toquen, que no se ensucien, y cuando me ven a mí que me embarro, porque pinto directamente con las manos, aparece el concepto de la libertad. Al final terminé trabajando en el taller, y me he dado cuenta de que eso tiene que ver con mi interioridad, con mi soledad, con mi privacidad. Esa cocina es mucho más sabia y mucho más agradable en soledad”. 

“... yo te hablaría más de la diversificación, de los medios que aparecen para poder expresar lo que se siente, lo que se desea dentro de la condición del artista. Para mí, no es tanto la diversificación sino lo que vas a decir con el medio. Para mí lo más importante es la densidad de lo que se dice. Yo no creo que haya cambiado mucho la temática. Han cambiado las maneras de decir las cosas. Y además, indudablemente, no se repite porque siempre la persona que lo sugiere o que lo propone marca una especificidad. Puedes tener los medios y no tener nada que decir, entonces aquello se queda en una cosa muy banal”.

BUMERANG: (Preguntas con respuestas cortas)

Desayuno en París: Fauchon.

Almuerzo en Caracas: Alto.

Merienda en Berlín: Paper & Tea.

Visita en París: a Mariana Bunimov y Kiko Villanueva.

Billetera favorita: la diseñó Cartier, que era de cocodrilo con puntas de oro.

Reloj favorito: este Dugena de 50 Bs. que compré en Berlín.

Perfume insustituible: Boucheron.

Joya preferida: esta sortija que era de mi padre (con sus iniciales).

No hay café como: el de Turmero.

La fiesta más bella: una en casa de Diego Rísquez.

Leer: quiero leer la última obra de Milan Kundera, La fiesta de la insignificancia.

La frase que más repites: “Dios te bendiga”, aunque los evangélicos que abundan en Turgua se pongan furiosos.

Jorge Pizzani quiere que sus restos reposen en: Turgua. 

- Fuego (seres de luz) en Exposición CORTE MASIVO, coloquio realizado en Caracas en el 2016, nos deja estas palabras:

“Esta exposición es un estado de sitio personal, es para mostrar el quehacer íntimo con el cual sobrevive la consciencia donde se motiva y produce, es un testimonio de todas las dudas a las cuales me aferro, dentro de ello la consciencia producida, en términos donde solo la fe se aproxima”. 

“A veces la precariedad es sinónimo de grandeza”. 

“La pintura es un estado muy particular”.

“El pintor nace, y si esa pasión es un don, la necesidad se abre paso, en ese viaje entre el sujeto y el objeto, el proceso es el camino, es el centro de la actividad, de allí irradia lo demás. Es el centro de una interacción, la vida de un pintor, todo está supeditado a la acción de pintar, y la búsqueda de ese tiempo, ese espacio y esa soledad necesaria para su ejecución, implica una determinación absoluta”.

- “EL CUERPO ES EL INSTRUMENTO” entrevista realizada por Félix Suazo  el 04/09/2016, Pizzani acá nos da las siguientes lecciones:

“Los estudios en el Instituto de Diseño de la Fundación Neumann incidieron en la comprensión del espacio, el cual está regido por una trama invisible donde residen las cosas, su balance, las direcciones, las miradas, los contrarios, el color y su nostalgia; también incidieron de manera total en los criterios para nuestra toma de decisiones, nos dieron el andamiaje, la base donde hoy se sustenta nuestra obra, y todos los nutrientes espirituales, con una metodología que influye la manera de utilizar el tiempo, los fundamentos literarios, la base para abordar algo tan exacto como contenido y forma, para enfrentarse luego a los estilos de una manera precisa para partir de la premisa de que toda experiencia es válida si tu pasión es cierta… La formación era muy rigurosa, nadie por debajo de 15 puntos. Hoy siento que fue un privilegio llegar a ese compendio de conocimientos de la Neumann que residió en el legado de Walter Gropius y Ludwig Mies Van der Rohe al frente de la Bauhaus; en Gillo Dorfles; en Tomás Maldonado y en un stock de profesores, todos en sintonía con su tiempo para darte la mejor formación académica. Eran artistas enormes, casi extintos ante una diversificación que hoy hace más complejo entender al arte como un todo y a la pintura como algo esencial en esa dinámica entre ciencia y espiritualidad. El espectro recorrido en el Instituto de Diseño de la Fundación Neumann fue una suerte de paradigma muy acertado para sus afortunados estudiantes”. 

 “El Boom del dibujo fue una circunstancia que me encontró en el camino. El dibujo siempre ha sido en mí una cualidad innata, cultivada por el constante interés de definir lo que se observa. “Hay que dibujar primero para cultivar el espíritu, para llevar al color por senderos espirituales” decía Matisse. La línea está ligada a los sentimientos, a la piel de las cosas, a sus calidades, a su rigor, al esqueleto de la materia, al conocimiento de las estructuras, al cuerpo humano, al paisaje y a sus contenidos. Es una virtud que, referida a la pintura, te permite llegar a la esencia del lenguaje, del concepto, al alma de las cosas”. 

“La vigencia del lenguaje figurativo es inmanente, constante y necesaria. La abstracción geométrica es un derivado de la pintura, de la realidad, del paisaje. La preponderancia de la abstracción geométrica es legítima, logró su cometido: darle rostro a un movimiento de mucho arraigo, de trascendencia global, organizado por un grupo de investigadores venezolanos que hicieron bien su trabajo, fue una circunstancia muy particular en el lugar y el momento adecuados. Para hablarte de la figuración en Venezuela y de su vigencia tengo que referirme a mi experiencia personal, a mis maestros que fueron y son excelentes artistas figurativos. Tuve muchos, que a su vez estaban conectados con el universo y sus componentes. Venezuela, con sus instituciones museísticas, me dio a conocer a Jackson Pollok, Willhem De Kooning, Turner, Dubufet, Picasso, Grupo Cobra, Crónica, Saura, Francis Bacon, Karel Apple, Jaspers Jhon´s, José Luis Cuevas, Alberto Giacometti, Amedeo Modigliani, Antonio Seguí, Fernando Botero, Jacobo Borges, Juan Calzadilla, Luisa Richter, Manuel Espinosa, Armando Reverón y muchos que olvido”.

“La pintura figurativa es el centro del acontecer de la condición humana, es un referente obligado. La buena pintura figurativa es el único espejo donde se puede conversar en silencio, sentir sus vibraciones y perder el sentido del tiempo, de allí su vigencia atemporal”. 

“Esta pregunta acerca del lugar de la pintura tiene mucho que ver con la respuesta anterior, pero te puedo añadir que para mí, concibiendo a la pintura como la fuente originaria, entramos no sólo en la velocidad de los acontecimientos, sino en la calidad de lo que se dice. No importa el medio sino su contenido y su puesta en escena”. 

“A veces pienso que es un acto irresponsable, que deslegitima el oficio sagrado de pintar, yo las llamo “acciones públicas”. El hecho de tratar de desmitificar por irreverencia y desparpajo a la pintura, sin bocetos previos, sin capacidad para el error, con tu multitud interna y externa, abstraerte en ella y vaciar esa emoción es demasiado. Los niños entran casi en trance, con una excitación poco común, con el deseo irreprimible de participar; allí, in situ, son libres, se reencuentran en mí, en ese personaje que se embadurna de pintura y que ejecuta con las manos sobre la tela, en una relación cerebro / soporte”. 

“Pero mi trabajo pictórico es eso y la intimidad, circunstancias que forman un todo. Puedo pasar 20 años pintando una obra, o 20 minutos, hasta que ésta se entrega. Son procesos homólogos que nos convierten en siameses, hasta que aparece el cirujano que nos separa, el fin de una relación, de un crecimiento mutuo, que me independiza de la obra”.

“Picasso fue un referente casi mítico, con él di mis primeros pasos, dejando de lado su etapa constructiva para luego convertirme en un estudioso de los grandes maestros. Recuerdo que Manuel Espinosa me hacía estudiar de manera exhaustiva a los grandes dibujantes del renacimiento: Miguel Ángel, Leonardo, Rafael, Tiziano, etc; buscaba los de mayor nervio, los que necesitaba: Delacroix y Rembrandt, y todo lo referido al dibujo; los grandes grabadores: Durero, de nuevo Rembrant y Goya, cuyas obras estudié a través de la técnica del aguafuerte con La Nena Palacios; Turner en Paris, su bitácora de viaje; la Tate y sus grandes obras; Joseph Beuys y Rodin con sus exquisitos dibujos”. 

“Los pintores venezolanos, de mayor peso en los 70, como Jacobo Borges, Manuel Espinoza, Luisa Richter y Juan Calzadilla con sus grafismos y su cercanía con Michaux y el Grupo Cobra; y como siempre, el gran referente: Armando Reverón". 

"A comienzos de los 80 Europa puso sus museos a mis pies, sus galerías, sus artistas, sus salones de arte, sus bienales. Mi contacto con Mario Merz y nuestra disertación sobre el cielo y el infierno para los simbolistas de la edad media, que fueron los fundamentos, a través de la escala Fibbonacci, para mi escultura de gran escala Teocaliz (1988). Movimientos artísticos como la Transvanguardia, el Arte Povera, Land Art, Fluxus, Body Art, el Minimalismo, todo el espectro necesario, y la lectura como el motor de toda iniciativa”.

“Esta heterogeneidad ha sido para mí el marco de referencias; desde las instalaciones de Richard Serra, donde veía mis paisajes mutando en óxidos naranja, y que fueron el punto de partida de la exploración para una muestra en la Sala Mendoza con Ariel Jiménez, en la cual mimetizaba sutilmente mis trazos sobre enormes planchas de metal, integrándome a la fisonomía interna del plano en una relación fractal, algo natural en esos procesos de oxidación que se asemejan al movimiento de las galaxias”. 

“Mi encuentro con el Arte Povera y su máximo representante Mario Merz –en una conferencia en el Museo de Arte Pompidou, Beaubourg– originó un tema, una disertación y un diálogo en torno a la capacidad de la duda como premisa; Lorenzo Pisano, llamado Fibonacci por su escala descriptiva del crecimiento de las cosas en el universo, junto a otros simbolistas medievales, habrían inspirado aquella conferencia de Merz y fueron claves para entender la fluctuación de la condición humana, su bipolaridad entre el bien y el mal y, en general, la lucha de contrarios que es prácticamente el motor de la conciencia y de la materia”. 

”De allí ese homenaje hecho realidad en una escultura de 12 metros y 2 toneladas hecha para el proyecto “Casa Bonita” de Eduardo Marturet, quien para el momento trabajaba en su música con esta escala matemática, realizado en el MACC en el año 1988”. 

“Para mí la comprensión de la unidad viene dada por el entendimiento de sus partes. Por supuesto que la Transvanguardia la viví en plena eclosión, en el terreno de los acontecimientos: Italia, Alemania y los Nuevos Salvajes, Paris y New york, donde surgía una corriente que se emparentaba directamente con los eventos en Europa con Achille Bonito Oliva, oficiando su discurso en torno a la pintura, y con muchos de los escritores que te nombro como influencias del momento y que sustentaron estos movimientos. Jorge Luis Borges, de quien ilustré 2 libros: El Hacedor y el Libro de arena, originales intervenidos por mí que puse en manos de Gina Pellón y Eduardo Galeano. Christopher Marlowe, con su magnánima disertación sobre la condición humana, el quiromántico Fausto y su sapiencia, su avidez de conocimiento y su obligado tránsito por lo sagrado y lo profano. Cartas a Theo de Van Gogh, Escritos de un Salvaje de Paul Gaugin, Yukio Mishima, Huber Reeves, Rilke y Pessoa, Kundera, Wittgestein, Paul Virilio, Emil Cioran, Bachelard y Germano Celant, Robert Graves, y muchos otros sin olvidar, La Biblia y las Runas Vikingas”. 

“Ha sido tan fuerte el estremecimiento al que nos han sometido en estos últimos 17 años que no he escapado de su influjo: un tiempo dentro de una línea de sucesos que lo antecedieron y que produjeron este fenómeno de la imposición del absurdo como regla para tratar de hacer “justicia social”, a través de la implantación de un modelo caduco y fracasado, de una ideología nefasta conformada por una mezcla de lo peor de los regímenes autoritarios del sistema estalinista de la desaparecida URSS. Se ha impulsado una determinación de obligar a un pensamiento único como tabla rasa para la acción social de toda índole, todo esto planteado desde la democracia y con un populismo ejecutado a través del carisma de un líder que se convirtió en la esperanza de un cambio y no fue más que una camisa de fuerza impuesta por una jerarquía que arrasó con los cimientos de una sociedad joven, irresponsable e inexperta. Hemos vivido un sacudón muy grande y extenso y sólo la enorme crisis generada ha hecho despertar a un país del adormecimiento de esa esperanza fallida”. 

“Pareciera que es inevitable la crónica descarnada del ejercicio de la irracionalidad, y es por eso que esta instalación tiene que ir más allá del manoseo, del envilecimiento de los iconos patrios, tiene que emparentar estos acontecimientos con lo que somos –actores, partícipes y víctimas atentas– para convertir la adversidad en acción, en obra”. 

 “Corte Masivo” es una bitácora consciente de su labor, de su clamor, de su designio: tipificar al individuo, mostrarlo en su desconcierto, en esa vorágine que nos desborda, la perversión de los símbolos, su alteración a conveniencia, tragedia y comedia bufa, los gallineros verticales y la guerra económica, la “guerra de los retratos”, el devenir de la humanidad, los conflictos bélicos, el hambre, la belleza, la mujer, uno mismo y sus fantasmas, la fatiga del arte conceptual”. 

“Recuerdo las clases de Dialéctica de la Naturaleza, donde la acumulación de procesos cuantitativos terminaba en un salto cualitativo, creo que esto se hace manifiesto a través de la perseverancia, la práctica y la investigación. Esa es la diferencia con mis trabajos anteriores: saborear la madurez en la acción, tener mayor capacidad de juego, de intervención, de certeza. El paisaje de ayer está incorporado a la calidad de la materia, a su expresión, a las atmósferas que rodean a mis personajes. En cuanto a la temática, siempre la figuración ha estado allí, solo que hoy, desde el bosque, dentro del paisaje, en silencio, a distancia, el ser humano se ha vuelto indispensable, es un viaje interno para llegar a los otros, a quienes represento. El gesto se ha vuelto más certero, más elocuente, de mayor contenido, aunado a la agudeza visual que permite reconocer con asombro la capacidad del azar”.

“Cuando me refiero a esta fatiga del arte conceptual estoy denominando décadas donde el concepto logró una relación muy conveniente con el mercado del arte, pero hoy esto raya en el absurdo. Donald Kuspit, en su libro Emociones extremas. Pathos espiritual y sexual en el arte de vanguardia (2007), dice que una burla socarrona se convirtió de repente en algo serio, lo que en un principio acaso fuera un capricho (el ready made), se convirtió en un milagro; Duchamp tiró el anzuelo y el espectador se lanzó sobre él, pero el pez era más grande de lo que esperaba, fue un impostor al que le salieron bien las cosas”. 

“Mis reservas parten de la fuente original: la dicotomía Picasso / Duchamp, e indudablemente la visceralidad y la racionalidad son opuestos que se complementan, pero estoy fatigado de que sin explicación no haya obra, el concepto la invisibilizó, o la convirtió en algo totalmente mínimo. En preguntas anteriores hablabas de la preponderancia de algunas tendencias en tiempos específicos, así entiendo al arte conceptual, con sus pros y sus contras, con sus logros y sus enormes aportes al arte universal. Sólo hay que ver el espectro completo, la diversidad y sus exponentes, donde los contenidos son vertidos a consideración por una complejidad de medios y que sólo se imponen como lenguaje por su calidad. Aunque el concepto es inherente a la obra, no puedo dejar de citar a Avelina Lésper: “El Arte Conceptual quiere halagos, desconoce que la crítica no sólo puede estar a su servicio, como están acostumbrados, también puede ser transgresora”. 

“Este anti arte pretende que todo nos guste. Si cuestionamos el valor de sus obras, adoptan la arrogante postura de que no entendemos. La reflexión es un proceso racional, no de sumisión. El que reflexiona, razona y por lo tanto cuestiona. Exigir que no cuestionemos vuelve a la apreciación artística un asunto dogmático (…) Las revoluciones que exigen la aprobación ciega de las personas son las que se han transformado en dictaduras.”

“El buen arte se complementa, se retroalimenta, y en la diversidad se muestra el espectro tan necesario de la totalidad”. 

“La curaduría es la responsable del significado, del cuidado del proceso en sí que incluye dos niveles lógicos, generalmente separados, que tienden a fundirse: artista y curador. Ésta debe entender lo necesario de una proximidad por un fin común: llevar a buen término una disertación de mucha exigencia”. 

“El curador reivindica la condición, la titularidad del artista, carga junto al artista con la responsabilidad de la muestra y sobre la curaduría recae también parte de la culpa si algo sale mal en el proceso. El curador vino a sustituir al comisario, al crítico de arte”. 

“Esta palabra encierra en sí su significado: el que cura y cuida, esto implica el máximo esfuerzo para la pulcritud del mensaje. Para Hans Ulrich éste es el catalizador, quien a través de la mayéutica saca del artista lo mejor de sí, lo estimula a producir, a consolidarse, a realizarse en direcciones inimaginables entre el paradigma del juego y la conversación ¿puede la palabra producir una forma? ¿Podemos darle forma a una conversación? Para Donatien Grau arte y conversación son exactamente el mismo trabajo, refiriéndose a la importancia de la entrevista de David Silvester a Francis Bacon. Curador y artista tienen un poco de ambos, en eso reside esta novedad, en la dinámica de la curaduría: avocarse por convencimiento mutuo a la mejor comprensión, definición e instalación del proyecto a realizar.

Museos, galerías, mercado, coleccionistas, curadores, espectadores y artistas somos una comunidad que comulga con la misma adicción: la estética, la perversión, la belleza, la fe y la verdad”. 

“Con respecto a la relación artista / curador sólo hay que referirse a nuestro trabajo en torno a “Corte Masivo”, y a los términos en que se ha venido desarrollando. Creo que se trata del lenguaje, de una interacción convertida en sinergia, la tensión siempre está presente, y es en el diálogo y sus formas donde reside el tino que nos aleja del conflicto, algo realmente innecesario cuando se trata de una solución compartida que carga con la pulcritud del concepto y su puesta en escena”. 

- UNA CONVERSACIÓN CON JORGE PIZZANI  realizada por Jaime Gili el 7/4/2019 donde Pizzani nos entrega toda su pasión en una entrevista extraordinaria:

“Sin duda, uno trata de encontrarle una lógica a las argucias y al cinismo de una dictadura dirigida desde Cuba, la toma del poder para imponer regímenes vitalicios, en el marco de un comunismo primitivo, ahondando todos los males que prometieron resolver, una ignominia. Esta realidad dentro de un marco geopolítico, donde entramos en el juego de poder de las superpotencias es una situación realmente macabra. Los pintores, los artistas, nunca somos ajenos, la sensibilidad y por ende la creación, son herramientas sublimes que se nutren de la totalidad, desde tu yo interior hasta los confines del cosmos, cualidades que certifican la independencia de la obra, ese hacer manifiesto que determina sus contenidos y su fisonomía. Por mi carácter y mi manera de accionar sobre el soporte, esa gestualidad remueve todos sus contenidos, el inconsciente, el azar y la agudeza visual determinan al unísono a esos protagonistas figurados, donde la mirada siempre inquiere desde lo más hondo de su ser. Las crisis, sean del orden que sean, son el acicate y el catalizador de la necesidad, para mi conforman el mejor aliciente, es como repasar el espectro completo, su dimensión y darle una respuesta, una catarsis parecida al bote que se estremece entre los rápidos de un río caudaloso, un estado de posesión, de cierto trance, donde se aclaran de una manera total los objetivos, su sentido y su fisonomía, esos personajes que tú mencionas”. 

“Partiendo de la premisa, «La pintura es un misterio, el cosmos y la fe»…esa búsqueda para aproximarse a la verdad, no es nada más que el disfrute del proceso creativo en sí mismo, si la dedicación es absoluta el goce siempre te aproxima a una verdad personal, de alguna manera es una conexión con la totalidad, con el pensamiento desplazándose por el hilo de Ariadna, las obras son fragmentos encadenados en una continuidad, los símbolos que la conforman, principios como la circularidad, donde el espacio el tiempo y lo sagrado se encuentran. Lo decía Fred Hoyle: “el universo es inteligente, o dirigido por una inteligencia superior”. Tú hablas de un teatro que para mí es el instinto gregario, conocer a las personas como una unidad y un destino, cada individualidad es un tesoro inigualable, es el motivo central y el más interesante, de tal variedad que su dimensión es infinita, «el teatro de la vida,» allí se alberga la esencia de todo lo creado, por eso me dedico o trato de aproximarme a esas profundidades de la condición humana”. 

“Mi relación con el teatro ha sido casual, un telón para una obra de Lorca una vez, pero nada de interacción real, como sí la hubo con el cine a través de Diego Rísquez, a quien me unió una amistad y una camaradería que llegó a ser una incondicionalidad total. Pasaba tiempos casi indefinidos en el set, trabajando directamente, siempre fueron mis manos las que confeccionaban esos deseos de Diego de pintar, representando a su maestro Armando Reverón en Karibe Con Tempo (1994), o Reverón, la película, una de sus últimas producciones, Allí fue la relación más estrecha, ya que la comprensión del enceguecimiento de Reverón con la luz del litoral, era una materia que el manejaba muy bien a nivel teórico y que en aquellas arduas discusiones llegué a entender cabalmente, ese punto mágico entre lo real y lo inasible en Reverón, y me convertí en la práctica en un ejecutor de sus deseos, de su dirección, en un ejercicio esencial para la ejecución de sus ideas. Hubo también telones operáticos para Amerika Terra Incognita (1988), siempre bajo el ojo avizor de Diego”. 

“El “teatro” pues no ha sido una influencia sino el tiempo formidable que me tocó vivir, especialmente desde mi llegada al Instituto de diseño de la Fundación Neumann (en 1970) y el contacto directo con mis profesores, dotados de una capacidad pedagógica excepcional, casi todos buenos pintores, diseñadores y literatos, algunos de ellos, Luisa Richter, Gego, Manuel Espinosa, Alirio Palacios, Mónica Dopper, María Fernanda Palacios, la Nena Palacios, Hannie Ossott, etc. Ellos conformaron un ensamble de primera, a todo nivel, y sembraron la pasión que hasta hoy sigue viva e intacta. Los pintores somos unos observadores muy incisivos, vemos las entrañas de las cosas, de los seres vivos, y la humanidad es el compendio más diverso, de una riqueza infinita, el teatro es una forma de exponer esos temas, la pintura es una de ellas, al igual que todas las expresiones del alma, la contundencia del lenguaje está en relación directa con la profundidad de tu mirada, ese contacto tácito y silente con el que te mira”. 

“Me dejaste pensando en ese nexo con el teatro, que insisto, no creo que sea más que la compañía, los amigos, la multitud, lo furtivo, ese deambular, lo efímero y los principios. Lo que realmente me interesa tiene que ver con lo que está detrás de la acción de pintar”. 

“Uno valora esos recuerdos cuando realmente lo ameritan, cuando por fin te integras al pasado y recuerdas el sentido de la conversación, en cuanto a los detalles… mi abuelo Luis Eduardo Campins y Don Cleofe Octavio, el liquiliqui informal, los sombreros, los bigotes y la nariz aguileña de mi abuelo, la solemnidad y lo afable, de aquí para allá…”. 

“En cuanto al dibujo, nací dibujando, mi tío Luis Eduardo fue mi primer maestro, dibujaba muy bien: vaqueros, hombres a caballo, pistola en mano. Esto ocurría entre Acarigua y Turmero, específicamente en Guayabita, una pequeña finca que siempre me recordó a Lassie, una serie blanco y negro de un niño que vivía en una granja, entre los 5 y los 17 años, pero esa es otra historia”. 

“Luego los estudios en el Instituto de Diseño de la Fundación Neumann incidieron en la comprensión del espacio, el cual está regido por una trama invisible donde residen las cosas, su balance, las direcciones, las miradas, los contrarios, el color y su nostalgia; también incidieron de manera total en los criterios para nuestra toma de decisiones, nos dieron el andamiaje, la base donde hoy se sustenta nuestra obra, y todos los nutrientes espirituales, con una metodología que influye la manera de utilizar el tiempo, los fundamentos literarios, la base para abordar algo tan exacto como contenido y forma, para enfrentarse luego a los estilos de una manera precisa para partir de la premisa de que toda experiencia es válida si tu pasión es cierta…”. 

“La formación era muy rigurosa, hoy siento que fue un privilegio llegar a ese compendio de conocimientos que residió en el legado de Walter Gropius y Ludwig Mies Van der Rohe al frente de la Bauhaus; en Gillo Dorfles; en Tomás Maldonado y en una pléyade de profesores, todos en sintonía con su tiempo para darte la mejor formación académica. Eran artistas enormes, de conocimientos casi extintos hoy, ante una diversificación que hace más complejo entender al arte como un todo y a la pintura como algo esencial, en esa dinámica entre ciencia y espiritualidad. El espectro recorrido en el Instituto de Diseño de la Fundación Neumann fue una suerte de paradigma muy acertado para sus afortunados estudiantes. El diseño fue para mí una metodología para la investigación, y el instituto de diseño fue un encuentro de creadores que le dieron vida. Cuando hablo de metodología hablo de una herramienta, es una virtud adquirida, sirve de guía, podría ser una brújula que te allana el camino, los ojos miran y ordenan, saben distinguir, de su piel, su confort y su sentido, es un añadido muy importante para la acción de pintar, son estructuras asumidas dentro de un orden en movimiento, en el instituto nos enseñaron a dibujar y a aprender de los grandes maestros, afinar una habilidad cuando estás joven, ávido de conocimiento y tienes esa suerte, los conceptos, las ideologías, la poesía, los metales, la cerámica, la mejor literatura, buenos pintores y diseñadores industriales hablando de sus experiencias y transmitiéndotelas… qué suerte, son espacios de tiempo, momentos estelares”. 

“Manuel Espinoza me sugirió casi como una orden: “no te vayas a New York, vete a Europa y entras por Barcelona…” y eso hice en 1979, becado por Fundarte. Al llegar tuve como mentor y amigo a Mariano de la Cruz, ese enorme personaje amigo de Dalí, de Serrat, de Arranz Bravo, de Bartolocci, de Javier Corberó. Esa fue mi familia de los cocidos domingueros. Recuerdo cuando Mariano me dijo, «me tengo que ir a ver a Juan Obiols (el terapista y amigo de Dalí), pues se fue a Figueres a ver a Salvador, quien se sentía mal, y resulta que Juan se infartó, creo que ha muerto». Mariano era uno de sus mejores amigos, de su misma promoción. Barcelona para mí era Miró, el Museo Picasso, donde me fue entregado un pase especial para hacer todos los estudios posibles de la obra de Picasso, en su Museo de la calle Moncada. Yo estaba cerca, en la calle Rocafort. Ese fue un año fundamental para luego seguir hacia París, imbuido de Tápies, Gaudí, Miró y Picasso… y Eduardo Galeano, un amigo muy querido junto a su esposa Elena, donde tenía un pequeño atelier en la costa brava y donde pasé muchos fines de semana trabajando”. 

“Dibujé mucho, seguí a París al año siguiente, a través de Cecilia Ayala. Antonio Seguí, Julio Le Parc, Bertrand Lavier, amistades como Dani Karavan, a quien llegué a restaurarle obras, o mi encuentro con Mario Merz, y el cielo y el infierno para los simbolistas de la edad media y enterarme que Fibonacci se llamaba Lorenzo Pisano, entender los caminos de la duda como fuente inagotable de energía, los fractales, la teoría del caos, Paul Virilio, Borges de la A a la Z… Europa fue la gran experiencia: Pier Restany, Bacon, Dubuffet, un mar de referentes, Beuys, Tony Cragg, Kiefer en los inicios de su grandeza, la Documenta de Kassel, la Bienal de París, la Bienal de Venecia. Una absorción total de conocimientos en una década gloriosa para el arte, los años 80, la Transvanguardia, Bonito Oliva, el Graffitti from New york, Basquiat, Schnabel, demasiado. Los salvajes alemanes, la gran mezcla de sabores del arte contemporáneo en primera fila”.

“No creo en eso que la pintura esté o no en un mal momento, ella siempre está en el centro de la polémica, y es su inmanencia la que le da esa continuidad, sometida a ese vaivén de las modas, las nuevas tendencias y los nuevos medios, para mí además no es un problema de una competencia entre las partes, sino de la calidad y profundidad del contenido, eso es lo verdaderamente relevante, siempre habrá pintura y cada vez será de mayor arraigo, la velocidad de las otras expresiones las hace transitorias, la pintura amerita de una preparación académica, seguir conociendo de su alquimia, de su técnica de su ejercicio permanente, y en un proceso de una gruesa digestión, comienza a brindar sus frutos, la pasión para su ejecución es la savia que lo genera, sin esos dones, la gracia y su cualidad casi siempre se convierten en un ejercicio baldío”. 

“El mercado es una consecuencia natural, su inserción real en él es fortuita, subjetiva y azarosa, pues tarde o temprano termina colgada en la pared como inversión, y como un artículo que implica prestigio y refinamiento. Para mí la pintura es un testimonio obligado, del entorno vivido y sus circunstancias, que no puede hacer concesiones. Retomando la frase de Goya de no pintar «obras complacientes para tontos vanidosos», el verdadero coleccionista debe estar curado de espantos, al igual que el galerista, el curador y las instituciones. La pintura es un compromiso social de una gran responsabilidad, lo debe mostrar tanto en su calidad pictórica como su contenido, son pocos los que corren el riesgo del pintor, su causa y sus contenidos deviniendo ese mundo del arte solo para especialistas de connotadas exigencias, el drama de la existencia, mismo en la belleza”. 

“Los referentes están en todo lo que vemos, con los cuales conectamos, y ahora vemos más si cabe a través de los medios digitales. Todo ejercicio que defina un lenguaje en sus mejores términos amerita mi atención, podría extenderme por horas, no solo con pintores sino toda expresión vinculada a lo sublime en su expresión. Como bien dices, cierras la puerta y ellos entran o salen, siempre están allí estimulando la creatividad”. 

“Seguir a los hemanos Oehlen, o Kippenberger, o a Lucien Freud, o entender los misterios de la expresión de Francis Bacon a través de la entrevista de David Silvester, todo es parte de esa absorción necesaria, como un shot de adrenalina, saber de la última reflexión de Hans Ulrich, o de Donatien Grau, ver una instalación de Chris Ofili en una sala oscura con reflectores direccionales apoyados en excremento de elefante, o disfrutar de la última etapa de Picasso con su pintura más joven, donde la libertad es total, o James y Cecily Brown con sus personalísimos lenguajes. Como te dije, la lista sería interminable, los referentes son el alimento para la continuidad, son el mejor estímulo para justificar la acción cotidiana por la pintura”. 

“El pintor nace, y si esa pasión es un don, la necesidad se abre paso, en ese viaje entre el sujeto y el objeto, el proceso es el camino, es el centro de la actividad, de allí irradia lo demás, es el centro de una interacción, una vida un pintor, todo está supeditado a la acción de pintar, y la búsqueda de ese tiempo, ese espacio y esa soledad necesaria para su ejecución implica una determinación absoluta. A veces hay que hacerle caso a la intuición, la convicción de la búsqueda del silencio, pero la necesidad se antepone, tanto tiempo recluido en el bosque me alejó de ese complemento que representa la contraparte del acto creador, arte y sociedad, algo que hace más concienzuda la noción del verdadero sino del creador, el legado, y la libertad total en su confección. Lo mejor de ese retiro en el bosque fue la dedicación absoluta al trabajo, su lejanía y su difícil acceso, la investigación y la realización de una obra pictórica compacta en sus cimientos y libre de imposiciones.

Lo sutil proviene de esa comunión consigo mismo, ese fogón implacable que es la conciencia, el sostén de la condición humana, y por allí comienzas a recorrer tu verdadero camino, el de las certitudes en tu expresión, tu lenguaje y tus símbolos”. 

“Las acciones en vivo, que en su momento las llamé pintura de acción, pasaron a llamarse acciones públicas. De escalas enormes, fueron una actitud de rebeldía ante la sacralización de la pintura, fue una manera de decirle al público que querer es poder, que tu deseo de hacer es más importante que tus dudas, y especialmente dirigido a los niños, era una manera de conectarme con su inconsciente y llegar a la esencia de esa forma de expresión, el anhelo de Picasso. Las veces que pinté para los niños, mi acción sobre el soporte era de tal libertad (en esa relación cerebro-soporte) que a manos llenas descargaba la pintura, lo que para ellos representaba un detonante liberador, sin tapujos, sin delantales ni maestros impidiéndoles dejar caer una gota. Recuerdo sus caritas de total felicidad, abrazados a mí, el que había roto todas las reglas… ese fue el sentido mayor de esas acciones, desmitificar para liberar”. 

“Hoy de regreso al taller, y valorando el trabajo de laboratorio que implica la privacidad, siento un poco irrespetuoso haber sido tan libérrimo, haber mostrado en esa danza corporal todo el artificio frente al hecho pictórico, una entrega dónde no había capacidad para el error sino para la continuidad y el logro”.

“Había un cierto irrespeto a la pintura de taller, en soliloquio, después del desparpajo y la violencia de la pintura de acción. Se lo debo a una frase de Charles Chaplin, que decía que “el secreto del buen arte era no mostrar el artificio”, y eso fue lo que hice por mucho tiempo, hoy creo que a lo hecho, pecho, si pienso en lo saludable que fueron esas acciones pictóricas y como dije antes, la fuerza liberadora que llevaba implícita”. 

“Brutalidad y crueldad al máximo ha sido esta última década de dictadura en Venezuela, te estoy respondiendo con el celular enchufado al encendedor de cigarrillos del auto, a oscuras, tenemos en este momento que te escribo 30 horas sin luz en Caracas, esto es el resultado de la destrucción progresiva de un país que nunca, pese a su juventud, se imaginó que pasaría 20 años de un socialismo que solo trajo la instauración de una tiranía y sus efectos devastadores”. 

“Cuando digo 20 años de socialismo del siglo XXI, hija del foro de Sao Paulo y el caballo de Troya cubano para llevar su comunismo hambreador a América entera, hablo de la sociedad que nos toca vivir, con la esperanza viva del final de la dictadura, eso aunado a una permanente crisis global, donde fuimos insertados para entrar a ser disputados por las grandes potencias, como Rusia, China y los EEUU en el bando opuesto, junto a la Unión Europea, el Grupo de Lima, La OEA, y el CIDDH, entre otros, tratan de hacer toda la presión posible, para devolver la democracia a Venezuela. Esto es de alguna manera una situación que direcciona y te involucra, la comprensión de esta fenomenología, desde tu yo interior hasta los confines del cosmos, esa fragilidad nuestra, frente a tal contingente, es también un núcleo candente, y también un muy buen nutriente que alimenta esa necesidad expresiva en mí, ese estado de conciencia se convierte en el acicate perfecto, son los momentos de mayor entrega, de mayor contenido”. 

“Mientras intentamos aquí hablar de pintura, es notorio como se ha exacerbado la crisis en Venezuela, con el gran apagón que dura ya varios días se ha generalizado la escasez, ya no sólo de comida sino hasta de agua. Hay más miedo, hay una arremetida de violencia paramilitar, y nuevos brutales ataques a periodistas y activistas. Con la muerte acechando así, obviamente ha subido la desesperanza y los ataques entre pares… Es imposible ya evadirse de todo esto en la vida, y en la pintura. Y es difícil para el artista mantenerse en pie trabajando al mismo nivel que antes y alejado del panfleto. Creo que tu obra reciente muestra este drama en cuerpo y alma, con dibujo y con brutalidad, y siendo como eres un sobreviviente de varios ataques, trabajas sin un ápice de duda de que la pintura lo puede todo”. 

“Los hallazgos son una consecuencia de la entrega, la pintura es un estado de conciencia, un estar atentos, analizando y digiriendo una realidad global donde estamos inmersos, viéndola como continuidad, los eventos llevan un hilo conductor, con saltos cualitativos incluidos, casi como los que hemos descrito aquí, así que para la pintura es un enfrentamiento asumido, por eso hablo de nutrientes en relación a la dimensión y la complejidad de los hechos, yo no separo la poesía de la pintura, a sabiendas que la poesía va más allá de la ciencia y la pintura también lo puede”. 

“La figuración tiene como centro o como sujeto al ser humano, es el actor principal, sobre él discurren las historias, solo narramos su complejidad. Yo hago mucho énfasis en la mirada, en esos ojos que reflejan tanto de sus conflictos, y de su propia condición, todo esto se da en unos términos donde el azar es casi una situación asumida en la medida que cada trazo venido de tu expresión y temperamento es un territorio ,o parte de un todo, se corresponde a algo, representa algo, la comprensión de la forma en el espacio y su control no es nada más que el dominio de la circularidad, los ojos y el cosmos en tránsito”. 

“No hay hechos aislados, el trazo pictórico es igual a la escritura, es la expresión de un pensamiento, de una idea que se materializa en la acción. Es por eso que ese sentido de la totalidad debe de estar presente en cada acción, en ese up and down, somos unos espectadores que podemos hacernos manifiestos con las formas de expresión más refinadas que existen, la pintura es una de ellas, es un misterio, así como el cosmos y la fe”. 

- EN SU TALLER  entrevistado por Caresse lansberg el 14/10/2019 profundiza en sus explicaciones de una manera didáctica:

“Los estudios en el Instituto de Diseño de la Fundación Neumann incidieron en la comprensión del espacio, el cual está regido por una trama invisible donde residen las cosas, su balance, las direcciones, las miradas, los contrarios, el color y su nostalgia; también incidieron de manera total en los criterios para nuestra toma de decisiones, nos dieron el andamiaje, la base donde hoy se sustenta nuestra obra, y todos los nutrientes espirituales, con una metodología que influye la manera de utilizar el tiempo, los fundamentos literarios, la base para abordar algo tan exacto como contenido y forma, para enfrentarse luego a los estilos de una manera precisa para partir de la premisa de que toda experiencia es válida si tu pasión es cierta… La formación era muy rigurosa, hoy siento que fue un privilegio llegar a ese compendio de conocimientos que residió en el legado de Walter Gropius y Ludwig Mies Van der Rohe al frente de la Bauhaus; en Gillo Dorfles; en Tomás Maldonado y en una pléyade de profesores, todos en sintonía con su tiempo para darte la mejor formación académica. Eran artistas enormes, de conocimientos casi extintos hoy, ante una diversificación que hace más complejo entender al arte como un todo y a la pintura como algo esencial, en esa dinámica entre ciencia y espiritualidad. El espectro recorrido en el Instituto de Diseño de la Fundación Neumann fue una suerte de paradigma muy acertado para sus afortunados estudiantes. El diseño fue para mí una metodología para la investigación, y el instituto de diseño fue un encuentro de creadores que le dieron vida".

"Cuando hablo de metodología hablo de una herramienta, es una virtud adquirida, sirve de guía, podría ser una brújula que te allana el camino, los ojos miran y ordenan, saben distinguir, de su piel, su confort y su sentido, es un añadido muy importante para la acción de pintar, son estructuras asumidas dentro de un orden en movimiento, en el instituto nos enseñaron a dibujar y a aprender de los grandes maestros, afinar una habilidad cuando estás joven, ávido de conocimiento y tienes esa suerte, los conceptos, las ideologías, la poesía, los metales, la cerámica, la mejor literatura, buenos pintores y diseñadores industriales hablando de sus experiencias y transmitiéndotelas… qué suerte, son espacios de tiempo.” 

“En Paris conocí a Antonio Seguí, a Julio Le Parc, Bertrand Lavier, hice amistades como Dani Karavan, a quien llegué a restaurarle obras, o mi encuentro con Mario Merz, y el cielo y el infierno para los simbolistas de la edad media y enterarme que Fibonacci se llamaba Lorenzo Pisano, entender los caminos de la duda como fuente inagotable de energía, los fractales, la teoría del caos, Paul Virilio, Borges de la A a la Z… Europa fue la gran experiencia: Pier Restany, Bacon, Dubuffet, un mar de referentes, Beuys, Tony Cragg, Kiefer en los inicios de su grandeza, la Documenta de Kassel, la Bienal de París, la Bienal de Venecia. Una absorción total de conocimientos en una década gloriosa para el arte, los años 80, la Transvanguardia, Bonito Oliva, el Graffitti from New York, Basquiat, Schnabel, demasiado. Los salvajes alemanes, la gran mezcla de sabores del arte contemporáneo en primera fila”. 

“El centro es siempre el hombre y su entorno, y no hay mejor pretexto que ese. A mí me interesa como dibujante la condición humana, cuando haces figuración ese drama no puede pasar desapercibido, y al drama no le falta belleza. La tiene”. 

“Antes eran dos extremos que ahora se encuentran. Antes decía que pintaba paisaje porque en la ciudad lo añoraba y en Turgua, me metí en los personajes porque el paisaje estaba conmigo. Ahora he empezado de nuevo a plasmar paisajes combinados con personajes, pero vistos desde arriba. No es un paisaje en donde estás parado sobre el horizonte sino desde una dimensión aérea, cósmica.” 

“Yo lo que siempre quise fue un espacio para trabajar y aislarme del tumulto, de la gente. Nadie sabe lo que significa ser artista. El artista si no se aísla, no rinde, no investiga, pero siempre hay que darle continuidad al trabajo. Donde sea. No hay bien que por mal no venga como dice el dicho. Ahora aquí, en la urbe, estoy durmiendo dentro del taller, con sesenta obras que me traje y que han crecido a más de ochenta, eso me ha permitido una intimidad sin sobresaltos, y no hay trazo baldío, hay otra profundidad que puedo explorar aquí.” 

“Yo hago mucho énfasis en la mirada, en esos ojos que reflejan tanto de sus conflictos, y de su propia condición, todo esto se da en unos términos donde el azar es casi una situación asumida en la medida que cada trazo venido de tu expresión y temperamento es un territorio, o parte de un todo, se corresponde a algo, representa algo, la comprensión de la forma en el espacio y su control no es nada más que el dominio de la circularidad, los ojos y el cosmos en tránsito. No hay hechos aislados, el trazo pictórico es igual a la escritura, es la expresión de un pensamiento, de una idea que se materializa en la acción. Es por eso que ese sentido de la totalidad debe de estar presente en cada acción, en ese up and down, somos unos espectadores que podemos hacernos manifiestos con las formas de expresión más refinadas que existen, la pintura es una de ellas, es un misterio, así como el cosmos y la fe.”

- LA ADVERSIDAD ES LA MADRE DE LA CREACION es una entrevista realizada para El Universal por Pedro Antonuccio Sanó el 20/10/2019, con sabiduría Pizzani responde:

"Mi trazo cada vez tiene más sentido y avanza con una libertad infinita. La relación cerebro-soporte es más precisa, es un acto donde el azar, la magia y el inconsciente juegan un papel preponderante con la capacidad de la contemplación y la realidad. Su trayectoria apunta a ser cada vez más pródigo, buscando contar siempre con lo inesperado y esa capacidad que acompaña la sorpresa". 

"Todos, de alguna manera, y cada uno en su justa medida, están inmersos en mi obra y fueron grandes educadores. Pero hay que hacer una salvedad: Vincent y Don Francisco fueron unos cronistas, testigos e ilustradores únicos de su época. Y cuando digo cronistas e ilustradores, es en un sentido totalizador, porque las suyas son imágenes de un desgarramiento humano sin precedentes, desde el vértigo cósmico de la mirada de sus personajes, hasta los límites de un Cronos devorando a su hijo". 

"Es un tiempo de viento y borrasca, presentándose un deterioro generalizado a todos los niveles, donde en lo que se refiere a la cultura, el desamparo es total. Lo que sucede en los museos es imperdonable, tanto así que cuando el patrimonio nacional de un país está en peligro de extinción, el alma de esa nación está en cuidados intensivos". 

"La pintura no se detiene. Hay mucho movimiento y gente joven que está surgiendo en esta tormenta de granizo que parece interminable. Hablo de un auge casi undergrown, con mucho espacio alternativo frente a la inercia, y la muerte de la cultura en el sector oficial. Acuérdate, la adversidad es la madre de la creación". 

"Nos hemos convertido en artífices de la mentira y del cinismo, tanto de izquierda como de derecha; fascismos de un lado y del otro, que quieren una población ignorante para conducir el rebaño a su ritmo. La democracia es un bien que implica unos principios éticos que no se practican". 

"Mi obra es un espejo donde constatar en qué nos hemos convertido y hacia qué lugar vamos, sin falsas posturas, yendo a la esencia del problema porque el hombre es el lobo del hombre". 

"El proceso en sí, que va creciendo unido a las experiencias que son las partes que constituyen ese discurso de vida, mientras más se avanza, más control obtienes sobre él, más libertad y claridad en la acción y en los postulados. "Es allí donde comienzan a aparecer los sortilegios o saltos cualitativos". 

"La pintura es una forma de expresión vital, inherente a la existencia del ser humano, es inmanente, y cada vez cobra más valor porque la complejidad de los elementos que la conforman es única; las modas y las tendencias siempre existirán, negando su vigencia para imponerse de forma transitoria. A fin de cuentas, lo más relevante es el peso específico del contenido, el medio es solo el vehículo". 

“Lo maravilloso de Reverón es lo sutil de su ejecución, su entrega total a su obra y ese trazo mágico entre la vigilia y el sueño, como una ensoñación". 

"Mi relación con el cine siempre estuvo ligada a la obra de Diego Rísquez, una amistad y una admiración mutua que nos permitió una fluidez extraordinaria, en películas como "Amérika", "Terra Incógnita", "Orinoko Nuevo Mundo", "Karibe con tempo" y "Reverón". 

"El camino de la creación nunca será lineal. Dependerá mucho del carácter y la personalidad del individuo; cuenta mucho tu fuero interno y de tu fortaleza depende el salir airoso de los problemas inherentes a esa entrega. Parto del principio de que la adversidad es siempre creadora y el artista es un traductor insigne de los eventos de su tiempo". 

- MENSAJE A LOS ESTUDIANTES desde el taller se lo dedica a los estudiantes de arte, toda una cátedra - Caracas 2020.

“La adversidad es siempre creadora, las crisis sean del orden que sean, son el acicate y el catalizador de la necesidad, para mi conforman el mejor aliciente, es como repasar el espectro completo, su dimensión irradia una respuesta, una catarsis parecida al bote que se estremece entre los rápidos de un río caudaloso, un estado de posesión de cierto trance donde se aprueban de manera total todos los objetivos, su sentido y su fisonomía”. 

“La pintura es un estado de conciencia, un estar atentos, analizando y digiriendo una realidad global donde estamos inmersos. Viéndola como continuidad, los eventos llevan un hilo conductor con saltos cualitativos; así para la pintura es un enfrentamiento asumido”. 

“Yo no separo la poesía de la pintura, la figuración tiene como centro o como sujeto al ser humano, es su actor principal, sobre el discurren las historias, solo narramos su complejidad”. 

“Yo hago mucho énfasis en la mirada, en esos ojos que reflejan tanto de sus conflictos y a su propia condición. Todo esto se da en unos términos donde el azar es casi una situación asumida en la medida que cada trazo venido de tu expresión y tu temperamento son un territorio o parte de un todo o se corresponde a algo o representan algo”. 

“La comprensión de la forma en el espacio y su control no es nada más que el dominio de la circularidad de los ojos y el cosmos en tránsito. No hay hechos aislados, el trazo pictórico es igual a la escritura, es la expresión de un pensamiento, de una idea que se materializa en la acción, es por eso que ese sentido de la totalidad debe de estar presente en cada acción”. 

“Nosotros somos unos espectadores que podemos hacernos manifiestos con las formas de expresión más refinadas que existen. La pintura es una de ellas, es un misterio así como el cosmos y la fe”. 

“El pintor nace, y si esa pasión es un don, la necesidad se abre paso. Todo está supeditado a la acción de pintar, y la búsqueda de ese tiempo, de ese espacio, de esa soledad, implica una determinación absoluta, lo sutil proviene de esa comunión consigo mismo, ese fogón implacable que es la conciencia, el sostén de la condición humana, por allí comienzas a recorrer tu verdadero camino”.

 

6.     ANEXO 1 BIOGRAFIA 

JORGE PIZZANI EL PINTOR - Diario El Universal - por Edilio Peña

04/11/2020  - especial para El Universal

El pintor Jorge Pizzani nace en el centro palpitante de la ciudad de Acarigua, al frente de la emblemática plaza Bolívar, en el año de 1949. Su madre no recordaría la hora de su nacimiento. Allí donde el paisaje y la incandescencia de la luz solar llevan la impronta del corazón del trópico, pero también de luminosos misterios. Acarigua está cerca del pueblo de Curpa, donde nació el prócer de la Independencia José Antonio Páez. Figura mítica y telúrica que al principio sin formación académica, devino posteriormente en pianista y actor, hasta representar al mismo Otelo de William Shakespeare. 

En ese contexto de su naciente, Jorge Pizzani también está vinculado en tradición y pertenencia a una familia afecta al universo de las artes y la cultura en sus diversas expresiones. Como la pasión por el buen cine y la lectura. A través de su madre (Gladys Campins Camacho) recibe ese legado inicial, y por vía de su padre (Juan Gregorio Pizzani Payarés), aprende la capacidad expositiva de ese buen pedagogo que encarna su progenitor, el cual le enseña a cuidar con celo la caligrafía y las formas de la comunicación oral y escrita. 

En ese periodo de los primeros años de su infancia, Jorge Pizzani llega a tener una figura primordial como su primer maestro del dibujo: su tío Luis Eduardo Campins Camacho, quien lo cultivaba y a su vez lo estudiaba por correspondencia, proveyéndose de los instrumentos básicos para iniciarse como dibujante y legar este conocimiento que aprendía, a su sobrino predilecto. En líneas y trazos primeros que llegaron a contener resonancias de historias increíbles, representadas a veces en la figura de un vaquero del lejano oeste, con su sombrero, pistola y caballo. El mismo Jorge Pizzani recordaría después lo que aquel niño fascinado (quien fue) le diría a su tío Luis Eduardo: "Enséñeme cómo pintar la mano que agarra la pistola". A partir de ese momento, aquel niño entenderá el dibujo como una forma de explicarse la realidad en su proximidad externa e interna, todos los afectos que lo rodean y habitan, las sensaciones, la relación con el padre y la madre, pero asimismo las fisuras y las heridas que presenta la realidad misma en su amplio espectro. Desde entonces, Jorge Pizzani habrá de constituirse en un personaje ligado al dibujo. 

En esa primera infancia, el niño se verá atraído por el cuarto de su otro tío, Darío Campins. Cuarto ubicado en la segunda planta de la casa en la que, para aquella época, vivía el infante. Jorge Pizzani aprovechaba la ausencia continua del tío para, furtivamente, ingresar a ese espacio de tentadoras y prohibidas ensoñaciones, donde se encontraban historietas realizadas por formidables dibujantes. Eran historias en tres dimensiones, que se visualizaban con unos lentes de dos colores: un vidrio rojo y otro azul. Como la historieta que lo estremeció y deslumbró una mañana. Aquella que trataba de una secuencia de una pelea entre un búfalo y un tigre de Bengala. El combate de los dos animales terminaba con el triunfo del búfalo sobre el tigre de Bengala. Sin embargo, el triunfo del búfalo se vería mermado porque el tigre de Bengala había sido ensartado por sus cachos, debiendo cargar con el cadáver del tigre, hasta que la progresiva descomposición de aquel cuerpo colgante que llevaba encima, llevó a la muerte al búfalo hasta la orilla del río donde un aguacero de moscas se disponía a celebrar el festín que disfrutaban los gusanos de ambos guerreros que se habían enfrentado en el fragor intenso de la vida. 

Quizás, la experiencia con el dibujo de esta historieta es el principio del reconocimiento de la frondosidad de la imagen inagotable que emerge de la emoción y la intensidad de los acontecimientos, en la secuencia de cuadros que fragmentaba la historia tras la búsqueda de la totalidad de los sujetos que la protagonizaban. Desde entonces, aquel niño empezó a ver la realidad y sus rendijas, a través del dibujo. Ya no sería el mismo. Ser el pintor lo acechaba. El color y su intensidad lo esperaban. 

"El inicio de mi escolaridad comienza en Acarigua, en el kinder de Luisa de Ponte. Entre los años de 1955 a 1956. Es el ámbito de ese desarrollo que tiene que ver con la vivencia en la familia, al calor amoroso de los tíos y tías, a la sombra de la figura imponente y recia de mi abuelo Luis Eduardo Campins Gallegos. En esas grandes casas familiares donde transcurrió mi infancia y en la que podía pensarse estar en las casas de los patricios romanos, yo dibujaba con un frenesí incesante, en ese ambiente cargado de un poder visual mágico y extraordinario, y que ahora desde el recuerdo, la memoria potencia". 

"En 1957 me mudo con mi madre a Turmero, a una casa muy linda. Allí el dibujo perseverará siempre. Mi madre me dará la libertad de llenar esos muros de la casa o las paredes de mi cuarto, de caballos y guerras. Ella me permitió desarrollar todo mi imaginario. Yo dividía bandos guerreros que se enfrentaban con rifles o pistolas, y los disparos que salían de aquellas armas letales, eran líneas que dibujaba con ahínco como certeros proyectiles que terminaban por alcanzar a uno y otro combatiente en medio del fragor de la batalla y su polvareda que también dibujaba. En Turmero estudio en el colegio José Rafael Revenga, primero, segundo y tercer grado. En 1959 me traslado junto con mi hermano mayor Jhonny Pizzani Campins, a Caracas. Vivo en la zona de Catia. En la recién inaugurada urbanización Simón Bolívar. En el apartamento de mi tía Florencia Pizzani Payares. Rozando los años 1960 y 1961, ingreso en el colegio José Gerbasio Artigas. Ahí estudio cuarto, quinto y sexto grado. En ese entonces, las carteleras escolares reclamarán mi mano de dibujante para ilustrar festejos y aniversarios patrios.

 ”Me traslado a la finca de mi abuelo que se encontraba en Guayabita, que mi padre le compra a sus hermanos. La finca de mi abuelo era parte del parcelamiento de lo que había sido la gran hacienda del dictador Juan Vicente Gómez. En Guayabita es donde se criaron los famosos toros de lidia, aquellos miuras de casta bravía. Allí convivo con la segunda esposa de mi padre, Noemí Barbieri López, a quien quise mucho. Ella será como mi segunda madre. Ante una crisis, de inexplicable llanto, ella me consolara prodigándome de esperanza y fe. En las noches dibujaba cómics eróticos para los empleados de mi padre, que eran parte también de mi despertar sexual. Esos dibujos se convirtieron en motivos de algarabía, que terminaron por alegrarles la vida laboral, los fines de semana cuando se tomaban sus tragos, a aquellos trabajadores de la finca de mi padre. Pero las veces que mi padre me descubría, me regañaba y todas las formas y tamaños de la sexualidad que había dibujado mi febril y viril imaginación, terminaban en el fuego. Entre 1963 y 1966, estudio en el liceo Agustín Codazzi de Maracay para, de nuevo en Acarigua, terminar mis estudios en el liceo José Antonio Páez. En ese último liceo, culmino mis estudios de bachillerato, mención humanidades".

“Mi adolescencia en Acarigua está signada por un rito ancestral nacido en Creta y que se prolongó en el tiempo hasta llegar al trópico. Esa relación entre el hombre y el toro. Una relación lúdica que crea puentes hacia la muerte, bien del toro o del hombre. Aunque el toro no es consciente de ello. Esa lucha de la fuerza racional contra la fuerza irracional y viceversa. Dos pulsiones que se rivalizan y contraponen. El coleo es una representación que si bien pone a prueba el valor, ingenio y astucia del hombre, presta la oportunidad de que el vaquero desde su caballo, en un estado exaltado, domine al toro tomándolo por el rabo y en brusco forcejeo donde pone en vértigo el propio equilibrio, lo desplome en una especie de humillante degradación del animal. Aunque no fui coleador, pude ver y testificar ese rito del coleo que se celebra con una cuantiosa fanaticada en las zonas llaneras de mi país. Guardo en mi memoria la imagen de mi primo Manuel Bustillos, que al caer de su caballo sería pisoteado por un pelotón que lo seguía. Mi primo tuvo la templanza de levantarse herido. Se le reconocería como mejor coleador. Coronada su hazaña, se desplomaría muerto ante el asombro de todos. Esta experiencia de ser espectador del coleo, me sirvió de mucho al percibir las bruscas e inesperadas líneas de tensión corporal y emocional, en el avance de las acciones y posturas tanto del hombre y el toro en una lucha desigual que busca darle supremacía al hombre mismo”.

“1968 paso a estudiar relaciones industriales en la Universidad de Carabobo. Fue una experiencia muy desagradable que me confrontó con la muerte y la frágil existencia del cuerpo humano, porque debí ver la materia del pensum Anatomía I. Los cadáveres que se seleccionaban para esas clases eran traídos de la guerra de Vietnam o de mendigos que morían en medio del desamparo y la indolencia. Allí presencio la fragmentación del cuerpo humano, la disección de sus tejidos, la exploración incesante del mismo en las heladas mesas del espacio mortuorio de la cirugía donde los inquisidores son el bisturí y el escalpelo. A posteriori esta experiencia me reencontraría con los estudios anatómicos de los grandes maestros del renacimiento. Esa otra manera de explorar las entrañas del ser. Como Leonardo Da Vinci, quien una vez debió velar toda una noche la agonía de un anciano, y al amanecer, lo diseccionó para dibujar sus órganos y tejidos". 

“Abandono la universidad. Marcho a Caracas, a la búsqueda de mi verdadera vocación. Pero tenía la presión de mi padre, a quien adoraba, el cual quería que yo estudiara una carrera de menor riesgo. Le llevé la contraria y me vine a Caracas con la intención de preinscribirme en el instituto de Diseño Gráfico e Industrial Hans Neumann. Cuando llego a la administración de dicho instituto, me dicen que no me puedo preinscribir porque eso ya pasó. Averiguo dónde están haciendo los exámenes del psicopropedéutico para aquellos que estaban ya preinscritos, a fin de medir la capacidad vocacional de cada uno. Entonces, me introduzco en el curso de evaluación furtivamente, obviando la preinscripción. Estaba aterrado, pensando que pudieran pasar la lista y descubrieran que estaba realizando una actividad que no me concernía. Pasé los tres días que duró el curso psicopropedéutico, apostando a cumplir todas las exigencias requeridas, pero como un desconocido. En un momento dado, me quedo mirando a una muchacha muy hermosa que asistía al examen, y ésta me encaró desafiante, casi gritando: “Bueno, chico, ¿qué me miras, se te perdió una igualita?“. Me dio terror y temí que me descubrieran y echaran como a un intruso. Eso no llegó a ocurrir. Al final del examen había que hacer una obra libre. Como yo era fanático de los automóviles, y estaba enamorado de la estética de éstos por haber formado parte del club de autos de carrera de Turmero, opté por dibujar un automóvil como prueba concluyente, para demostrar que yo tenía vocación para el diseño. La evaluadora que me asignan, Gertrud Goldschmidt (GEGO), me interpela y quiso saber por qué quería convertirme en diseñador de automóviles, me confronta con dos preguntas claves: ”Pizzani, ¿a ti te gustan las matemáticas?, ¿te gusta el cálculo?“. Y al reconocerle que no, ella sentencia que no podría ser un diseñador de automóviles porque no cumplía con esa base esencial del diseño de automóviles de la época. Entonces, me regreso a la Universidad de Carabobo para continuar mi carrera de Relaciones Industriales, pero a la semana recibo una carta del Instituto de Diseño Hans Neumann, donde me dicen que he sido admitido, reconociéndome la preinscripción y la inscripción. Mucha fue mi alegría al saber que había sido becado para estudiar en tan importante instituto, que haría historia en Venezuela, con un programa de estudios que incorporaba y fusionaba las formas artísticas tradicionales de los maestros más destacados, así también de los más adelantados movimientos de la modernidad artística, en los cuales se fundamentaban los principios del recién fundado instituto de Diseño Gráfico e Industrial Hans Neumann. Allí estudiaría desde 1969 a 1973. De esa experiencia de estudios en el Instituto de Diseño, guardo un preciado recuerdo. Una vez, entró a mi salón de clases mi amiga la cineasta Marilda Vera, junto con el renombrado maestro Jesús Soto. Éste se paseó por el salón donde se exponían varios trabajos de los estudiantes, entre ellos un afiche de mi realización. El maestro Soto se detuvo frente al afiche mío, y después de mirarlo acuciosamente quiso saber quién lo había realizado. Yo levanté la mano y él se aproximó a mí, y me preguntó: '¿En cuánto me lo vendes?'".

“El espectro recorrido en el Instituto de Diseño de la Fundación Neumann fue una suerte de paradigma muy acertado para sus afortunados estudiantes. El diseño fue para mí una metodología para la investigación, y el instituto constituyó un encuentro de creadores que le dieron vida. Cuando hablo de metodología hablo de una herramienta, es una virtud adquirida, sirve de guía, podría ser una brújula que te allana el camino, los ojos miran y ordenan, saben distinguir, de su piel, su confort y su sentido, es un añadido muy importante para la acción de pintar, son estructuras asumidas dentro de un orden en movimiento, en el instituto nos enseñaron a dibujar y a aprender de los grandes maestros, afinar una habilidad cuando estás joven, ávido de conocimiento y tienes esa suerte, los conceptos, las ideologías, la poesía, los metales, la cerámica, la mejor literatura, buenos pintores y diseñadores industriales, hablando de sus experiencias y transmitiéndotelas… Qué suerte, son espacios de tiempo, momentos estelares”. 

El paso del dibujo a la pintura 

“Tuve una relación de amistad con Luisa Richter, mi profesora. Fuimos grandes amigos, muy fraternos. Ella era una amiga permanente para mí. Me decía: 'Pizzani, ya sabes, cuando vayas a pasar a la pintura y al color, comienza trabajando todos los sepias, los sienas, todos los marrones. Así, poco a poco te vas a acercar a la pintura de una manera más temperamental'. Recuerdo, que tuve una figura paterna en mi proceso de formación creadora. Una figura estelar. Mi profesor, que devino después en mi entrañable amigo: Manuel Espinosa. Él me brindó su profundo conocimiento sobre el arte y la conceptualización del mismo, bajo la premisa a través de la frase de Henri Matisse: 'Hay que dibujar mucho primero para cultivar el espíritu y para llevar la pintura por senderos espirituales'”.

“El Instituto de Diseño, básicamente, nos enseñó a concebir una sociedad perfecta, sin clases. Porque el principio regidor, era la forma y la función. Todo estaba relacionado a la pulcritud del diseño. Una vez egresado del Instituto de Diseño Gráfico e Industrial, yo salgo a trabajar a una publicidad donde lo primero que me encargan es el diseño de una caja de medias panty. Con una Arpa de ilustración. Que debía ser para la clase D o para una clientela de escasos recursos, Y por ende, tenía que ser una cosa fea. Y yo básicamente no podía, mucho más después de haber llegado a realizar unos diseños excelsos para una sociedad imaginaria. Por supuesto, abandoné el trabajo en esa publicidad”. 

“Comienzo a trabajar en el departamento de diseño del CONAC (Consejo Nacional de la Cultura). Elaboraba afiches para espectáculos teatrales, operísticos, danza y eventos culturales general. Ahí trabajé también en la Revista Nacional de Cultura, en la revista Imagen. En ese contexto, por igual, se me permitía hacer trabajos en otros ámbitos e instituciones, como trabajar en las ilustraciones de Papel Literario del periódico El Nacional, bajo la dirección de Luis Alberto Crespo. Ilustré buena parte de los escritores latinoamericanos. Asimismo, hacia portadas para libros editados por el Ateneo de Caracas. En general, todo partía de la calidad del diseño por la cual era requerido para todas estas actividades. Afiches para obras de teatro bajo las premisas del Bauhaus y mi estudio riguroso del diseño gráfico polaco y de mi sensible aproximación a su temperamento. Paralelamente, había hecho un conjunto de exposiciones, como en la galería Viva México, Museo de Bellas Artes, Galería Mendoza, etc. Estuve en colectivas junto con otros grandes artistas venezolanos, como Alirio Palacios, William Stone, Margot Romer, Sigfredo Chacón, Héctor Fuenmayor, etc. No obstante, tenía el impedimento de no poder dedicarme a trabajar en el dibujo y en general en mi obra, en su investigación”. 

“Esa etapa comienza a cumplirse a plenitud hasta que decido, a finales del año 1978, salir de Venezuela e ir a Barcelona, España. Finalmente, viajo becado por Fundarte. Una institución cultural de la capital de Venezuela. En Barcelona estuve muy próximo a la obra de Gaudí. También de la obra de Antoni Tàpies, de Joan Miró, hasta llegar a participar en una exposición en el salón de dibujo Joan Miró. De mano del director del Museo Pablo Picasso, en la calle Moncada, se me permite acceder, las veces que quiera, a tan importante museo. De esa manera, al detenerme en su pintura, comprendí más mi sentir y pensamiento creador: 'He dibujado para explicarme un poco y cada vez estos dibujos se hicieron más feroces, sensación tácita de descarga, de mutilaciones, pedazos de carne, preocupaciones orgánicas, plancton, fragmentos sangrantes, dolor orgánico, máquinas de materia. Tuve que tomar distancia, me agobiaban, adorné lo intuido, comencé a elevarme...'". 

"En el umbral de la muerte decido abandonar el paraíso perdido, pero nunca mi apasionado amor por la pintura", dice el artista (MAURICIO DONELLI) 

“Después de dos años y medios de estar en España, decido irme a Paris. Salgo de Barcelona buscando un mayor complemento Informativo en torno a la actividad plástica mundial. A la búsqueda de encontrar nuevos nutrientes, me dirijo entonces a París, que en ese momento es uno de los grandes centros, como Nueva York, Italia, Alemania, donde confluían todos esos movimientos artísticos avanzados, como el Fluxus, el Body Art, el Land Art, el arte Povera, la Transvanguardia. Europa fue la gran experiencia: Pier Restany, Bacon, Dubuffet, un mar de referentes, Beuys, Tony Cragg, Kiefer en los inicios de su grandeza, la Documenta de Kassel, la Bienal de París, la Bienal de Venecia. Michael Foucault, Paul Virilio, Germano Celan, Gaston Bachelard, Jorge Luis Borges. Enterarme que Fibonacci se llamaba Lorenzo Pisano, entender los caminos de la duda como fuente inagotable de energía, los fractales, la teoría del caos. Una absorción total de conocimientos en una década gloriosa para el arte, los años 80, la eclosión de la pintura a través de la Transvanguardia, capitaneada por Achile Bonito Oliva, el Graffitti de New York, Basquiat, Julian Schnabel, los salvajes alemanes, la gran mezcla de sabores del arte contemporáneo en primera fila. Voy a Venezuela, al encuentro de mi familia, manteniendo una incesante actividad expositiva... Son temporadas de contrastes. En ese periodo, en el marco de la exposición Casa Bonita, hago una escultura de dos toneladas. Doce metros de largo y dos de alto. Será un homenaje a Mario Merz. Así nace lo que será uno de los hitos de mi creación: la copa de Dios”. 

“Regreso a Venezuela. Instalo mi taller en la Churuata de Diego Rísquez. Nueve años después me mudo a Turgua, estado Miranda. Por sugerencia de Juan Pablo Pérez Alfonzo, fundador de la OPEP ( Organización de Países Exportadores de Petróleo). En una zona boscosa construyo mi casa con su atelier. En ese periodo alcanzo continentes plásticos totales que me representan. Cada cuadro es una experiencia amparada por la naturaleza. Repentinamente, Venezuela es asaltada por un golpe de Estado y se instala una dictadura militarista, a la sombra de Cuba inicialmente, para luego entregar el país a potencias como China, Rusia, Irán, Turquía. Más grupos terroristas y narcotraficantes. La premisa será el Socialismo del Siglo XXI. Esto genera un cambio radical en la sociedad venezolana que progresivamente comienza a corromper todos los estamentos del tejido social. La pobreza se extrema. Esa descomposición llega a la zona de Turgua y soy asaltado cuatro veces en mi casa por la delincuencia desatada. En el umbral de la muerte decido abandonar el paraíso perdido, pero nunca mi apasionado amor por la pintura”. 

El pensamiento del pintor: 

“La búsqueda para aproximarse a la verdad no es nada más que el disfrute del proceso creativo en sí mismo. Si la dedicación es absoluta, el goce siempre te aproxima a una verdad personal, de alguna manera es una conexión con la totalidad, con el pensamiento desplazándose por el hilo de Ariadna. Las obras son fragmentos encadenados en una continuidad, los símbolos que la conforman, principios como la circularidad, donde el espacio, el tiempo y lo sagrado se encuentran. Lo decía Fred Hoyle: 'El universo es inteligente, o dirigido por una inteligencia superior'. Conocer a las personas como una unidad y un destino, cada individualidad es un tesoro inigualable, es el motivo central y el más interesante, de tal variedad que su dimensión es infinita, allí se alberga la esencia de todo lo creado, por eso me dedico o trato de aproximarme a esas profundidades de la condición humana”. 

 

7.     ANEXO 2  CARRERA PROFESIONAL - TRAYECTORIA 

DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LAS ARTES VISUALES EN VENEZUELA 

Pizzani, Jorge


N. Acarigua, Edo. Portuguesa, 14.10.1949 

1•VIDA Y OBRA 

Dibujante, pintor y diseñador gráfico. A los 20 años llega a Caracas e inicia estudios de diseño gráfico en el Instituto Neumann, graduándose en 1973.

Fue alumno de Gego, Manuel Espinoza y Abilio Padrón. Entre 1973 y 1975 formó parte del grupo de diseñadores Quadrum, integrado por Leonor Arráiz, Orlando Aponte y Manuel Espinoza.

En 1973 realiza su primera muestra individual de dibujos en el Instituto Neumann. Ese mismo año participa en dos colectivas en la Galería Viva México (Caracas) y en la muestra “Dibujos”, en la Sala Mendoza. 

Entre 1973 y 1979, realizó trabajos de diseño gráfico y dictó algunos cursos de dibujo en el IUPC y en el Instituto Neumann. 

En 1974 exhibe su Serie negra (dibujos a tinta) en la exposición “Dibujos de Pizzani” organizada en la Galería Viva México (Caracas). Durante 1975 participó en el I Salón Nacional de Dibujo, Grabado y Diseño Gráfico (ULA), en “9 dibujantes jóvenes venezolanos” (MBA), en la “Subasta pro defensa de los presos políticos” (Galería Viva México, Caracas) y en “Acuarelas y dibujos” (Sala Mendoza), participación esta última que repite en 1976, 1977, 1978 y 1979. 

En 1976 trabajó como diagramador en la revista Imagen y entre las exposiciones en las que participó destacan: “Arte joven para ver y comentar” en la Galería Ángel Boscán y “Fases de un proceso mínimo” en la USB. Juan Calzadilla escribe en el catálogo de la muestra: “la forma, el signo, o sea lo que llamamos dibujo, se concibe en Pizzani como las fases de un proceso en gestación, como la mancha de un pensamiento que se hace visual y traslúcido a sí mismo” (1976). 

En 1977 figuró en el XXXV Salón Arturo Michelena y en la muestra “Siete dibujantes de la nueva generación”, realizada en la Gobernación del Distrito Federal (Caracas) y organizada por Fundarte. En 1978 repre senta a Venezuela en la Bienal del Cartel en Varsovia (participación que repite en 1980) e instala en la Galería de Arte Universitaria Rafael Monasterios (Ucla) una serie de dibujos realizados entre 1975 y 1978. Tal serie será exhibida posteriormente en la Casa de la Cultura Carlos Gauna de Acarigua-Araure (Edo. Portuguesa). 

En 1979, obtiene dos distinciones: la mención al Mejor Cartel en la Exposición Anual del Cartel, presentada en la BN, y una bolsa de trabajo en el IV Salón Ernesto Avellán, organizado por el MACC. A mediados de ese mismo año se residencia en Barcelona (España) por año y medio. 

En 1980, obtiene el premio de adquisición en el Salón de Jóvenes Artistas (MACC), con la obra Instrucciones para dirigir el rumbo de la náusea, serie de dibujos que desde ese año forman parte de la colección GAN. Asimismo participa en el Salón Joan Miró (Barcelona, España), “Espace Latino-Américain” (París) e “Indagación de la imagen (la figura, el ámbito, el objeto). Venezuela, 1680-1980. Exposición temática. Segunda parte” (GAN, 1981). 

En 1981 se establece en París, en donde residirá hasta 1987. “Pizzani comienza a trabajar sus primeras telas crudas, en intensas sesiones corporales. […] Usando sus manos directamente —práctica que aún conserva— comenzó a intervenir las coordenadas de las telas con extensas nervaduras de tinta que señalan los límites de una geografía desconocida. Luego aplicaba el color, titubeando, probando sus cualidades. En estas primeras obras, creadas con la ciencia de la perspectiva aérea y que formalmente pueden denominarse paisajes, están muy visibles los trazos del dibujo que, como una radiografía, construyen la estructura del territorio señalado” (Duque, 1990). 

En 1982 es invitado por la Embajada de Venezuela en París y participa en la muestra “Acuité visuelle et visión nairechez Jorge Pizzani, Pancho Quilici y Felix Royett”. Ese mismo año, junto a Milton Becerra (artista con el cual comparte jornadas de trabajo en París), es representado en la Galería Durban (Caracas). 

En 1983 participó en numerosas colectivas entre las que cabe mencionar: el Salón Nacional de Jóvenes Artistas, la II Bienal de Artes Visuales en el MACC, “Materia y espacio” en la Sala CANTV y la muestra itinerante internacional “Sechs Junge Kunstier aus Ve nezuela” (Berlín, Bruselas y París, entre otras) junto a Milton Becerra. 

En 1984 expone en Sala Mendoza una selección de ocho obras a gran formato realizadas en sus primeros años en París, e instala una obra in situ a partir de tres bocetos previos de 2,6 x 22 m. Este mismo año participa en la acción colectiva Intervención en Venecia que integraban, entre otros, Leonor Arráiz, Luis Ángel Duque, Rafael Barrios y Milton Becerra a partir de la instalación de un peñero y la recreación de atmósferas marinas en una sala museística. Esta actividad fue realizada en el MACC. 

En 1985 viaja a Brasil con la representación venezolana a la XVIII Bienal de São Paulo. Ruth Auerbach, en una entrevista al artista, escribe: “el proyecto definitivo de Pizzani se tradujo en una pintura semicircular (utilizando la arquitectura de Oscar Niemeyer como soporte) de 24 x 3,2 m, trabaja con técnicas mixtas (acrílicos, tintas, carboncillos, pigmentos, tizas, pasteles y la incorporación de ramas de árboles), realizada una semana antes de la apertura de la Bienal a manera de performance y a la vista de críticos de arte y periodistas” (1986, p. 3). 

Durante 1986, instala en la Galería Sotavento (Caracas) “Anamorfosis”, 11 obras y una instalación.

Ese mismo año obtiene el Premio Picasso en Pintura de Niza (Francia). Participa en la muestra itinerante “40 años, 40 artistas, 40 pinturas” en la sede de la UNESCO (París). 

Después de seis años en Europa regresa a Venezuela en mayo de 1987 y presenta en la Galería Sotavento (Caracas) una muestra individual en la cual sus nuevas figuraciones se exhiben como especies de diarios pictóricos. Este mismo año, de nuevo junto a Leonor Arráiz, Rafael Barrios, Luis Ángel Duque y Milton Becerra, realiza La conquista del espacio, instalación proyectada en el Halle K-18 de Kassel (Alemania), participación que se inscribe en el marco de la Documenta 8. Como afirmó el grupo en la sinopsis presentada a propósito de dicha obra “esta intervención es nuestra versión de uno de los más fuertes iconos de la América Virgen y su entorno simbólico”. 

En 1988, en los espacios del MACC, presenta la propuesta colectiva “Casa bonita”. La exposición consta de tres ambientaciones a gran escala que simbolizan los espacios comunes de una casa. El salón es desarrolla do por Rafael Barrios, el patio por Marcos Salazar y el bar por Pizzani. 

En 1989 se dedica al estudio profundo de las nuevas teorías científicas sobre la configuración del universo y las integra a su obra pictórica. 

En 1990, la GAN organiza “Horizontes circulares”. En noviembre de este año, su obra es representada en “Los 80. Panorama de las artes visuales en Venezuela” (GAN). 

En 1991, de nuevo en los espacios de la GAN, es incluido en la muestra “Venezuela. Nuevas cartografías y cosmogonías”. Participa en “Venezuelan Next Generation”, evento organizado por la Fundación Calara. 

En 1992, una de las obras de Pizzani, perteneciente a la colección GAN, forma parte de la muestra venezolana titulada “Treinta años de arte contemporáneo (1960- 1990)” exhibida en el Pabellón de las Artes en Expo Sevilla 92 (España). 

Durante 1993, Pizzani incursiona con los metales, específicamente con el hierro y sus diferentes transformaciones en el proceso de oxidación y los introduce en sus nuevas obras. La Sala Mendoza selecciona parte de esta experiencia y monta “Obras recientes”. 

En mayo de 1995, su obra Orinoko Nuevo Mundo figura en la muestra “Una visión del arte contemporáneo: colección Ignacio y Valentina Oberto” en el MACCSI. 

En 1996, su serie de dibujos autobiográficos, Instrucciones para dirigir el rumbo de la náusea, fue exhibida en la muestra “El Dibujo del siglo XX”, organizada por la GAN. De igual manera es incluido en “El mirar de la mirada” en la GAN y en la muestra “La intimidad del artista” en los Espacios Unión (Caracas). En noviembre de este año, con la producción del MAAA y con el patrocinio del BIV se publica el libro biográfico Jorge Pizzani, demiurgo de lo orgánico, con textos de Enrique Viloria. “Pizzani con su propuesta plástica desprejuiciada enfrenta una lógica de lo humano, una concepción de lo viviente, signada por la simetría y la diferencia que divide al mundo en reinos, en extractos, en sectas biológicas, en castas genéticas que individualizan y distinguen, excluyen y clasifican” (Viloria, 1996, p. 12). 

2• EXPOSICIONES INDIVIDUALES 

1973 • Instituto Neumann

1974 • “Dibujos de Pizzani, serie negra”, Galería Viva México, Caracas

1976 • “30 dibujos de Jorge Pizzani dedicados a los poetas”, Galería Viva México, Caracas / “Fase de un proceso mínimo”, Galería de Arte, USB

1977 • Galería La Casa de Vecindad, Caracas

1978 • Casa de la Cultura Carlos Gauna, Acarigua-Araure, Edo. Portuguesa / Centro Venezolano de Cultura, Embajada de Venezuela, Bogotá / Centro de Cultura Carlos Emilio Muñoz Oraá, Guanare

1984 • Sala Mendoza

1986 • “Anamorfis”, Galería Sotavento, Caracas

1987 • Galería Sotavento, Caracas

1988 • “Serie de pintura. Pizzani”, Galería Clave, Caracas / Casa de la Cultura Carlos Gauna, Acarigua-Araure, Edo. Portuguesa

1990 • “Horizontes circulares”, GAN

1993 • “Hot vision”, Galería Vía, Caracas / “El gesto y la circularidad”, Sala Mendoza

1995 • “Obras recientes”, Sala Mendoza

1999 • “Con cabilla”, Sala Múltiple, Fundación Shell, Caracas

2000 • Galería Durban, Caracas

2002 • “Entre el sentimiento y lo simbólico”, Galería 39, El Hatillo, Edo. Miranda

2003 • De Stéfano Café Lounge, Caracas 

3• PREMIOS 

1977 • Primer premio de dibujo, Salón StudioFecha, Caracas

1979 • Mención mejor cartel, “Primera exposición anual del cartel”, BN / Premio Rontarca, Salón IV Premio Ernesto Avellán, MACC

1981 • Premio de adquisición, Salón Nacional de Jóvenes Artistas, MACC

1986 • Premio Picasso, Niza, Francia 

4•COLECCIONES 

Banco Mercantil, Caracas / Fundación Noa Noa, Caracas / Galería Municipal de Arte, Puerto La Cruz / GAN / MACCSI / MBA 

5• FUENTES 

- AUERBACH, RUTH. “Jorge Pizzani”. En: Crítica Arte. Caracas, enero de 1996.

- CALZADILLA, JUAN. Fases de un proceso mínimo (catálogo de exposición). Sartenejas: USB, 1976. - Cinap, P 46.

- DUQUE, LUIS ÁNGEL. Horizontes circulares (catálogo de exposición). Caracas: GAN, 1990.

- VILORIA, ENRIQUE. Jorge Pizzani, demiurgo de lo orgánico. Acarigua-Araure: MAAA, 1996.

DE WIKIPEDIA, LA ENCICLOPEDIA LIBRE

Tomamos estos datos complementarios 

1990 - 2000



Se incluyen dos solos en la Sala Mendoza y Museo de Arte Contemporáneo de Caracas, y participación en la primera Bienal del Mercosur, en Porto Alegre, Brasil en 1997, comisariada por Federico Morais. 

A comienzos del siglo XXI trajo muchas exposiciones individuales para Pizzani, como “Tejido vivo” en la Galería de Arte Nacional Galería Nacional de Arte (Caracas), “Demencia Local” y “La noche escura” en la Galería Fernando Zubillaga, Caracas y "Kannibal Nature" en Löwenpalais, Berlín . Un gran número de exposiciones individuales importantes incluyen Colección Mercantil, Caracas, Galería Solar, Nueva York y Galería D´Museo, Caracas. 

En los últimos años, tuvo una exposición individual de obras recientes titulada “Corte Masivo” en 2016 en la sala TAC, Caracas  y “Materia Radical” en Spazio Zero en Caracas, 2019.

 

8.     ANEXO 3 GALERIA (Solo una selección)

 

CON SUS MADRES: GLADYS Y NOHEMI

CON  SUS HIJOS: LUCIA, JUAN ANDRES Y EZEQUIEL

CON PARTE DE SUS CUADROS

EN LAS EXPOSICIONES

CON SUS MANOS

EN PLENA ACCIÓN ANTE EL PUBLICO

CONCENTRADO EN SUS OBRAS

CON LA PASION QUE LO CARACTERIZA

MOMENTOS DE RELAX

INCANSABLE

9.     BIBLIOGRAFÍA

FRANCISCO RODRIGUEZ, Periferias de mi terruño- Memorias Históricas Digitalizadas de Turmero.

INSTITUTO TECNICO DE INMIGRACION Y COLONIZACION, Ministerio de Agricultura y Cría.17 de Diciembre de 1942


10.                        DERECHOS DE AUTOR 

Esta obra se reserva el derecho de autor prescrito en la página http://sapi.gob.ve/?page_id=116 Este derecho nace con el acto de creación y no por el registro de la obra. Es el derecho que posee el autor sobre sus creaciones sean estas obras literarias, musicales, teatrales, artísticas, científicas o audiovisuales. Se considera Autor a la persona natural (persona física) que crea alguna obra literaria, artística o científica. Se agradece a todos los lectores ceñirse a esta disposición