INDICE |
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No. |
Contenido |
1 |
Presentación |
2 |
A
manera de prologo |
3 |
Fiel
servidor |
4 |
Bibliografía |
5 |
Derechos
de Autor |
1.
Presentación
Néstor Germán Rodríguez |
En
el Centenario (100) del Nacimiento de nuestro Cardenal Rosalio Castillo Lara,
Memorias de Aragua le rinde homenaje a este insigne araguëño que brilló con luz
propia en su larga carrera al servicio de la iglesia católica. Desde niño
recibió en su hogar la orientación hacia la vida espiritual. La devoción por la
Virgen María Auxiliadora es herencia de sus abuelos, siendo Rosalio fiel
servidor y competente colaborador como se lo señalo el Papa Juan Pablo II.
Salesiano de Don Bosco (SDB) para toda la vida. La Virgen lo acompaño siempre
en sus propósitos.
En
este primer trabajo hemos enfocado con preferencia su trayectoria eclesiástica.
Nos hemos basado totalmente de su “Autobiografía - Memorias desde el ocaso” donde narramos muchos hechos en tercera persona. El libro escrito por el Cardenal Castillo Lara de unas 150 páginas lo hemos
condensado en unas 20 páginas, destacando los aspectos más resaltantes a
nuestro criterio. Un segundo libro digital que pronto editaremos, contendrá los anexos, tales como
Correspondencias, Homilías, Artículos de opinión y otros.
Siempre
quiso regresar y hacer su servicio en Venezuela; pero los estudios y los
requerimientos lo alejaron de su terruño. Su llegada al Vaticano y su
sapiencia, lo hicieron cada vez más necesario.
Rosalio Castillo Lara cumplió su misión en todas las responsabilidades
que asumió.
Recibe
el Título de Cardenal Diácono, el 25 de mayo de 1985; recibiendo la birreta roja y la Diaconía de la iglesia de
Nuestra Señora de Coromoto en San Juan de Dios - Roma, el 25 de mayo de 1985.
Esperamos
que este ajustado resumen sea de su agrado.
NESTOR
GERMAN RODRIGUEZ
2. A manera de prologo
Raúl Biord Castillo |
El
Cardenal Castillo fue un hombre extraordinario. Llenó a Venezuela de honor y de
gloria. No ha habido nadie nacido en el continente americano que haya alcanzado
responsabilidades tan altas en la Iglesia Católica. Llamado al Vaticano por el
Papa Pablo VI, sostuvo una gran amistad con los Papas Juan Pablo II y Benedicto
XVI, quienes lo honraron con altos cargos eclesiásticos en la Curia Romana,
pero sobre todo con su confianza y amistad.
Ahora,
de su puño y letra, aparecen publicadas sus propias memorias. Esta
Autobiografía tiene un significado imponderable. En 1997 el Cardenal Castillo
dejó la Ciudad del Vaticano para regresar a Venezuela, cambió la cúpula de San
Pedro por la del Santuario de María Auxiliadora de Güiripa. Dios le regaló 10
años en su patria chica. Cuando en 1992 escribió al Papa Juan Pablo II pidiendo
el anhelado regreso a Venezuela, pensaba dedicarse por entero a la atención
pastoral del pueblo de Güiripa, a la capacitación laboral de los jóvenes, al
Santuario de María Auxiliadora. Lo que tal vez no podía imaginar el Cardenal
Castillo, era que la fuerza divina que lo animaba a volver al país, no era sólo
el llamado al apostolado en la pequeña aldea natía, sino que Dios lo destinaba
a convertirse en Pastor para todo el pueblo venezolano. Poco a poco, y sin
buscarlo, su alta figura moral fue emergiendo en medio de los tiempos difíciles
de la patria. Llegó a ser consejero, vigía y atalaya. Con sabiduría,
vislumbraba los problemas en el horizonte, y prodigaba su palabra sencilla y
profunda, como un padre preocupado por sus hijos. Pudimos apreciar la riqueza
interior de un hombre que por algo había llegado tan alto en la Iglesia
Universal. Yo estoy con el Cardenal, rezaba un afiche que llevaba su rostro.
Más que una consigna, se trataba de la identificación de un pueblo que
reconocía en el Cardenal Castillo la voz de los sin voz, un profeta valiente que
decía lo que debía decir. Ofreció su vida por la patria que siempre llevó en su
corazón. A su muerte un amigo suyo afirmó: Estoy seguro que, hasta en el cielo,
el Cardenal Castillo sentirá nostalgia por Venezuela. El Cardenal Castillo Lara
regresó de Roma al hogar que lo vio nacer, crecer, madurar y partir. En el
hogar de María Auxiliadora, su primero en Venezuela, descansa en la paz del
Señor en la esperanza de la resurrección.
P. Raúl Biord Castillo, S.D.B. 16 de Octubre de 2008
3.
Fiel servidor
Casa de Cobalongo |
Rosalio
Castillo Lara, nació el 4 de septiembre de 1922 en Cobalongo, una hacienda de
sus padres en el Valle de Güiripa. Sus padres fueron Rosalio Castillo Hernández
oriundo de Güiripa y su madre Guillermina Lara Peña, nacida en San Sebastián de
los Reyes. Sus hermanos mayores eran Manuel y Lucas Guillermo. Rosalio era el
tercero de la dinastía, luego vinieron los morochos José Rafael y José Antonio.
Posteriormente las hembras: Ana Teresa y Ana Lola.
De
niño era muy tranquilo, su padre una vez le dijo que parecía un tolete (madero)
por su quietud; por ello le llamaron cariñosamente Tole.
Asistió
a la escuelita de las Señoritas Iztillarte al principio; pero, fue su mamá que le
enseñó a leer, a escribir, a sacar cuentas y también nociones de historia y
geografía; pero además le enseñaba el catecismo. El 17 de marzo de 1928, recibió
la primera comunión de manos de su tío, el sacerdote Lucas Guillermo Castillo
Hernández.
Los
años de su infancia en Güiripa fueron inolvidables. Además de jugar en la calle
recibió el calor familiar. Rezaba el Rosario. Aprendió a montar caballo porque
era el único medio de transporte. Jugaba con los pájaros. Tenía buena puntería
con el flowers, hasta iba de cacería.
Colegio Don Bosco |
En
una ocasión participó en un certamen de catecismo para proclamar El Emperador,
o sea aquel alumno que hubiese salido vencedor. El certamen versaba sobre todo
el catecismo que había que aprenderlo de memoria, se hacía primero la selección
de los dos primeros de cada colegio. Luego irían todos a Caracas para el final.
Participaban los alumnos de 4º, 5º y 6º grados. Rosalio se estudió el
catecismo. Al final ganó.
Luego
ingresa Colegio San José de Los Teques adquirido por los salesianos. Se gradúa
de bachiller en 1940.
No
se le olvida una excursión que hizo desde Los Teques a Güiripa en 1936, pasando
cerca del río Tuy. Cruzaron cerros hasta llegar al destino.
Fue
Preparador de matemáticas. Manejaba muy bien la aritmética.
De
igual manera participaba en las prácticas de piedad, los Sacramentos de la
Penitencia y de la Santísima Eucaristía. Tuvo amistades fieles y nunca
enemigos.
A
Rosalio no le entusiasmaba al principio el sacerdocio, pero si las letras y las
leyes. Tuvo tres razones para justificar
su poco interés por el sacerdocio: No le gustaba obedecer; consideraba no tener
la virtud necesaria y porque quería figurar en la vida, ser alguien.
Pero
comenzó a reflexionar y sintió el
llamado de Dios. Lo mantuvo en secreto. Al terminar el 3º Año, se fue a
Colombia.
El
obispo Lucas Guillermo le dijo: Si quieres ser sacerdote secular te quedas
conmigo, te mandaré a estudiar a la Universidad Gregoriana y serás mi
secretario. Rosalio le contesto: Tío, te lo agradezco con toda el alma, pero no
creo poder servir como Sacerdote
secular, yo, o soy salesiano o no soy nada. Se despidió de María Auxiliadora de
Güiripa donde se había bautizado, hecho la primera comunión, y testigo de sus
luchas.
Colegio León XIII |
Emprendió el viaje hacia Colombia. Llegó a Bogotá al colegio León XIII, que era el colegio salesiano principal. Su residencia era en Mosquera a unos 20 km. de Bogotá, donde los Salesianos tenían el aspirantado (periodo de discernimiento).
La nostalgia por Venezuela y la añoranza de la familia fue cediendo. Hizo el noviciado donde se cultivaba la música.
Por
primera vez se puso la sotana. Llegó diciembre y las navidades y le tocó
atender a los nuevos novicios que hicieron sus ejercicios espirituales. La Primera
Profesión de fe la hizo el 17 de enero de 1942. Le entregó totalmente la vida a
Dios para servirlo siempre hasta que Él les llame. Entendió que su vida le
pertenecía a Dios de modo especial y debía hacerla rendir siempre para su
gloria. Hizo el Filosofado. Dio clases de trigonometría, aritmética y de
castellano, fue el inicio de sus labores educativas que le gustaba mucho.
Después
de seis años desde que había dejado Venezuela y la familia, vino a Venezuela en
vacaciones de diciembre. El encuentro en Caracas con sus padres y los seis
hermanos fue algo muy conmovedor, lloró de alegría, recuerdos y nostalgia que abrumaban
su mente. Fue a ver al tío, el Arzobispo de Caracas, Mons. Lucas Guillermo
Castillo, visitó la casa salesiana de Sarría y el querido Liceo san José. Hasta que por fin salió para Güiripa. El encuentro
con el terruño fue emocionante. Regresaba vestido con sotana, todo un padrecito
y la primera visita fue naturalmente para la capilla de María Auxiliadora.
Estuvo largo rato ante el Santísimo y María Auxiliadora recordando aquellas
visitas que hacía cuando pedía ayuda para decidir rectamente lo concerniente a su
vocación. En la casa solariega de Güiripa se encontró con sus recuerdos. Eran
tantos que lo abrumaban.
En
la segunda semana de enero regresa a Colombia y comenzó los estudios de Teología,
a finales de enero de 1946.
Lucas Guillermo Castillo Hernández |
Monseñor
lo invitó para el Congreso Eucarístico Bolivariano de Cali, en enero del
próximo año. De regreso a Bogotá espero la visita del Monseñor y lo acompaño a
Calí. Por primera vez vio a un Cardenal. De regreso a Bogotá, a petición del
Monseñor, fue ordenado Diácono y comienza el trabajo pastoral. Vivió una
experiencia muy significativa, fue enviado a prestar servicios pastorales en el pueblo de Funza,
cerca de Bogotá. Allí predicó las 7 palabras y realizó bautizos.
Ya
en Bogotá recibe una infausta noticia, la muerte de su padre en accidente
automovilístico, fueron momentos de tristeza máxima. Dentro de su consciencia
estas fueron sus palabras: “Oh papá, mi querido papá, mi viejo adorado! No te
vayas! No me dejes solo aquí en esta tierra donde se sufre tanto, vámonos
juntos a la eternal morada. Pero por qué no esperas un poco? Pronto diré mi
primera Misa, y, ya convertido en sacerdote verás estas manos ungidas, que tú
tanto cuidaste cuando niño, alzar la hostia inmaculada o trazar una cruz
redentora sobre el pecador arrepentido. Espera un poquito y verás tu vida
entera de sacrificio coronada plenamente con la bendición de tener un hijo
sacerdote! Al menos espera que te dé la última Comunión, que te ponga en las
alforjas de peregrino el Pan de Eucaristía para el largo camino! Oh, muerte
cruel! No te lo lleves todavía, espera!”.
Luego
fue seleccionado para estudiar en el
Ateneo Salesiano de Turín. Pero prefirió servir al Señor en Venezuela.
Ateneo Salesiano de Turin |
Fue
una ceremonia solemne y sencilla, ayudaba al Arzobispo su tío Mons. Lucas
Guillermo Castillo.
La
primera Misa, la celebró en la capilla privada del Arzobispado, como acólito
estuvo el Mons. Lucas Guillermo Castillo. Asistieron su mamá, hermanos y
algunos parientes. Fue en sufragio de su papá,. Luego fue a Güiripa donde
celebró misa en la Capilla de María Auxiliadora. Posteriormente fue al Liceo
San José para estrenarse como Consejero Escolar. Dio clases de matemáticas,
literatura y psicología.
Inicia
una nueva etapa, acepta invitación para ir a Turín. El 12 de octubre de 1950 llega
a Roma, después de alojarse fue al Vaticano a la Iglesia de San Pedro. Al día
siguiente se fue a Turín. El Pontificio Ateneo Salesiano que era su destino,
era la expresión más alta de estudios de Filosofía, Teología, Derecho Canónico
y Pedagogía de la Congregación Salesiana.
Don Bosco y María Auxiliadora |
Inspirado
en la Virgen Maria Auxiliadora comienza los estudios de Derecho Canónico donde
la mayoría de las clases eran en latín.
El
1º de noviembre de 1950 fue proclamado el Dogma de La Asunción de la Santísima
Virgen María al cielo. Viajo a Roma ya que su tío Mons. Lucas Guillermo
Castillo Hernández, Arzobispo de Caracas vino para asistir a la solemne
ceremonia. Vino también su tío materno Pedro José Lara Peña y su esposa.
En
vacaciones viaja a Londres para mejorar su inglés. Pasa por Paris, allí oficio
una misa en la catedral de Nôtre Dame, estuvo en los Campos Elíseos, el Arco
del Triunfo y se emocionó mucho cuando leyó el nombre de Francisco de Miranda
entre los héroes allí reseñados. Fue a ver la tumba de Napoleón, a la Plaza de
la Bastilla y la Torre de Eiffel. Durante cuatro semanas estudió inglés en
Londres.
A
finales de mayo su tío Monseñor Lucas Guillermo Castillo lo invitó para ir al
Líbano y a Tierra Santa, tuvo que anticipar los exámenes, obtuvo la máxima calificación: Summa cum
Laude.
Basilica de la Natividad |
También
fue a Alemania a aprender el idioma. Al regresar a Turín tuvo que enfrentar el
reto de aprobar el doctorado en derecho canónico.
Los
superiores en Turín tenían otros planes, habían decidido dejarlo como profesor
en la Facultad de Derecho Canónico, después que recibiera el doctorado. Eso lo
perturbo porque su ilusión era trabajar en Venezuela, trato de calmarse y les
dijo: “Tengo que poner el corazón en paz. Que sea lo que Dios quiera”. Presentó
su tesis y en los primeros días de octubre de 1953 fue el acto sencillo de la
graduación. Le dieron: Summa cum Laude.
Regresó
a Venezuela convencido de la necesidad de sacerdotes en nuestros países. El P.
Jorge Serié, Miembro del Consejo Superior, le dijo: “Tú eres un ave tropical.
Harás más el bien en tu tierra. Aquí estarás como enjaulado. Vete a Venezuela.
Yo hablaré con el Rector Mayor. Y le dio el dinero para el viaje. Te vas a
Zurich y de allí te vas en avión a Venezuela”.
Llegó
a Venezuela el 14 de octubre de 1953, lleno de alegría y de esperanzas. Lo
enviaron a la nueva casa en Altamira con los jóvenes salesianos que estudiaban
Filosofía. Lo nombraron Presidente de la Asociación Venezolana de Educación
Católica (AVEC). En aquella fecha rechazó ser obispo de Barcelona alegando su
inexperiencia.
Los
superiores insistían para que lo nombraran Profesor en el Pontificio Ateneo
Salesiana de Turín.No tuvo más que obedecer. Y preparó su viaje después de
pasar unos días en Güiripa. Ya en Roma se dedica a publicar su tesis con el título de Coacción Eclesiástica y
Sacro Romano Imperio.
Se
quedó unos días en Madrid y recibe la triste noticia del fallecimiento de su
tío el Monseñor Castillo Hernández. Ya en la Pontificia Ateneo salesiana se
dedica al profesorado. Edita el primer volumen de la colección: Studia et
textus Historiae Iuris Canonici.
Recibió
la visita de la mamá y de su hermana Ana Lola. La menor de sus hermanas,
Consuelo, muy piadosa, entró en el Monasterio de Las Carmelitas de Pontoise en
Francia.
En Roma |
Obtuvo
una beca de la Alexander von Humboldt Stiftung para hacer una investigación
sobre la reforma del Código Penal en Alemania. Fue a Bonn y pasó un año.
Estando en Bonn tuvo un conato de agotamiento y le autorizaron a tomar unos días de descanso en Venezuela. El calor familiar, sobre todo el amor materno, lo curó en 15 días. Regresó a Roma y el 30 de julio de 1963 fue elegido el Papa Paulo VI. Obtuvo una beca de estudios en la Fundación Alexander Von Humboldt de Bonn para realizar una investigación sobre la reforma del Derecho Penal alemán. Después de varias ofertas en Roma, Regresa a Venezuela en 1965 con el recuerdo de la Bienaventuranza que dice así: “Bienaventurados los que tienen nostalgia porque regresan a casa”.
Nuevamente lo llaman de Roma para encargarse de la cátedra de Derecho Procesal. Regresó a Roma, pero de nuevo a Venezuela a pasar la Navidad de 1965 en Güiripa con su mamá y algunos hermanos. De regreso a Caracas el 2 de enero de 1966 le informan que sería nombrado Inspector de los salesianos de Venezuela. Organizó una visita a las Misiones del Alto Orinoco. Allí pudo apreciar el arduo trabajo de los heroicos misioneros y misioneras. Estimuló la construcción del Instituto Universitario Salesiano Padre Ojeda. También el internado para estudiar agricultura y ganadería. Así como se terminó el Aspirantado Santa María en Los Teques, se construyó el colegio Don Bosco y el Templo de Don Bosco en Altamira, el templo de María Auxiliadora en Valencia, el Colegio de Puerto La Cruz, el Estudiantado Filosófico, el Noviciado, el Colegio de Carrasquero y la casa de Ejercicios Espirituales en La Macarena y otros durante su gestión. Castillo Lara tenía la obligación de viajar, estuvo por Italia, fue a Estados Unidos a Don Bosco Technical Institute, en Los Ángeles. El terremoto de Caracas lo sorprendió acá.
Casa de Gúiripa |
Se
convoca el Capítulo General Especial de los Salesianos para iniciar sus
trabajos el 10 de junio de 1971. Participaron 202 Salesianos entre Miembros del
Consejo Superior, Inspectores y Delegados y, además, 12 Observadores y cuatro
Expertos. Este Capítulo General tenía una gran importancia y se despertaban en
todos grandes expectativas para ver cómo la Congregación de Don Bosco respondía
a los grandes desafíos que había abierto el Concilio Vaticano II. Se debería realizar un trabajo arduo.
Examinar la vida, la actuación, la organización de los salesianos y de la
Congregación en general, confrontándolos con las enseñanzas, recomendaciones y
prescripciones del Concilio Vaticano II.
A
Rosalio Castillo Lara le señalaban como progresista. Fueron aseveraciones sin
fundamento, calumnias para causar daño.
Dos
puntos eran importantes para él: la Misión y la Consagración. Es decir, el
trabajo pastoral que los Salesianos debían realizar entre los jóvenes, en las parroquias
o misiones, y la vida espiritual del salesiano que se ha entregado a Dios en un
camino de santidad siguiendo las huellas de Don Bosco. Allí lo eligieron como
Consejero General para la Pastoral Juvenil. Tuvo que aceptar por la presión de
sus compañeros. Se inclinaba más por regresar a Venezuela.
Pablo VI |
El 20 de diciembre de 1971 participa en una Audiencia Privada con el Santo Padre Paulo VI.
Para
la Navidad acepto la invitación de un gran amigo, del Dr. Adán Celis González,
compañero del Liceo San José, para acompañarlo a Austria. Ofició una misa en
alemán y luego comieron las hayacas que habían llevado.
Se
enfocó en su nuevo trabajo. Hasta que recibió una llamada de la Secretaría de
Estado del Vaticano. El Monseñor Agostino Cassaroli, Secretario de la Segunda
Sección, quería hablarle. Fue al día siguiente y le comunicaron que el Papa lo
quería nombrar Obispo Coadjutor de Trujillo en Venezuela con el título honorifico
de Obispo in partibus de Præcausa en Venezuela, es decir, ejerce funciones
episcopales que constituyen un servicio a la Iglesia, sin estar al frente de
una diócesis. A los días después de consultar, aceptó el cargo. Recibió muchas
llamadas de la familia y de otros amigos de Venezuela. Se dedicó en ese lapso
de tiempo a organizarse, adquirió las sotanas blancas, negra y fucsia, la cruz
pectoral se la regaló la librería Leoniana. Escogió un anillo muy sencillo y le
colocó una medallita de María Auxiliadora. Hizo una semana completa de
ejercicios espirituales y las Hermanas Hijas de María Auxiliadora le ofrecieron
la casita que tienen en Castel Gandolfo con su hermosa capillita, la
tranquilidad y el clima.
Iglesia Don Bosco |
Lo
primero que hizo después fue irse a Güiripa el 27 de mayo de 1973 para una Misa
de Acción de Gracias en el Santuario de María Auxiliadora, y dar gracias a la
Virgen de Güiripa. Se reunió con su mamá y todos los hermanos, parientes y
amigos.
La
toma de posesión se fijó para el día 9 de junio. Fue sencilla y de buena
concurrencia. Dos días después regresa a Caracas y se somete a la operación de
un ojo. Después del reposo regresa a Trujillo e iniciar su trabajo. Visitó
todas las parroquias. Se compraron una máquina usada Heidelberg de medio pliego
en muy buen estado y editaron El Avance, donde escribía con el seudónimo de
Julio Turris.
Asistió
por primera vez a la Asamblea de la Conferencia Episcopal Venezolana. En
octubre de 1974 se reuniría en el Vaticano el Sínodo Episcopal, cuyo tema era
La Evangelización del mundo Contemporáneo, le encomendaron preparar el
documento. Venezuela podía enviar dos Delegados al Sínodo. Fue uno de los
escogidos. El 4 de septiembre de 1974 se cumplían 25 años de su Ordenación
Sacerdotal. Aborda el avión para asistir al Sínodo de los Obispos en Roma. Se
encontraba pues entre Cardenales y Obispos de todo el mundo. El Papa Paulo VI
asistía también.
Cardenal Karol Woyjtila |
El
7 de enero asistió a la Asamblea de la Conferencia Episcopal. Se realizó en
Guanare. Recibió una llamada de la Nunciatura Apostólica. Fue a Acarigua y tomó
un avión. Cuando llegó a la Nunciatura el Nuncio le dijo que el Santo Padre lo
nombró Secretario de la Pontificia Comisión para la Revisión del Código de
Derecho Canónico. Esto implicaba abandonar nuevamente a Venezuela. Hizo lo
posible por no irse pero su nombramiento se publicó en el Osservatore Romano. A
su madre le afectaría por la distancia entre nuestro país e Italia. Fue a
Güiripa con ella, pero comenzó a sentirse mal, una grave enfermedad le
afectaba. Pudo darle la absolución y la bendición. Se despidió de Trujillo mediante
una eucaristía. Viaja a Roma y lo primero que hace es presentarse al Vaticano.
Su primera visita fue a la Comisión para la Revisión del Derecho Canónico. Su
primera preocupación fue examinar archivos y documentos para ver el trabajo
hecho, ver lo que faltaba y organizar el plan de trabajo. Se dedicó al trabajo
del Código. Realizo una consulta a los obispos. Se hizo un buen trabajo que no
dejó a todos contentos. Fue muy estricto en la revisión. No fue fácil que sus
colegas lo aceptaran. En una audiencia le planteó al Santo Padre Paulo VI sobre
las imposiciones de los superiores.
Las
consultas sobre los cambios en el Código de manera democrática las elevaba a
todas las Conferencias Episcopales, Universidades Eclesiásticas y Dicasterios
de la Curia Romana. (Dicasterio es la denominación que se utiliza para
referirse a los organismos especializados)
Firma Código Derecho Canónico |
Le
propuso al Santo Padre que se ampliara el grupo de Consultores, invitando a
algunos Obispos. El Papa aceptó gustoso. Allí se aprobó el trabajo hecho. Solo
faltará la aprobación del Papa.
Castillo
Lara con la verdad siempre por delante explicaba sus criterios que eran
aceptados. Su vida en Roma está llena de anécdotas y sucesos. Recuerda un
accidente automovilístico donde casi pierde la vida, fue operado de la pelvis.
Estuvo dos meses de reposo.
Después
de la muerte del Cardenal Felici el Santo Padre, Juan Pablo II, lo nombra
Pro-Presidente de la Pontificia Comisión para la Revisión del Código de Derecho
Canónico. Apenas le quitaron el yeso fue invitado a almorzar con el Papa quien le
informó sobre la revisión que él sentía ese deber personal de conocerlo mejor
para poder promulgarlo a conciencia cierta. A esos efectos nombró unos peritos.
Las observaciones fueron revisadas por el Santo Padre y pasadas a una Comisión dentro
de los estaba el Cardenal Ratzinger que luego sería el Papa Benedicto XVI. Solo faltaría el decreto del 25 de enero de
1983.
Castillo Lara agrego al documento lo siguiente: “Guardando la
equidad canónica y teniendo presente la salvación de las almas, que debe ser
siempre la ley suprema de la Iglesia”.
Cardenal Ratzinger |
El Papa lo designa Pro-Presidente de la Comisión para la
revisión del Código de Derecho Canónico, y lo promueve Arzobispo el día 26 de mayo de 1982. Pro-presidente
de la Pontificia Comisión para la Interpretación Auténtica del Código de
Derecho Canónico, el 18 de enero de 1984.
El Cardenal Castillo Lara fue honrado por la amistad y
confianza de los últimos grandes Papas: Pablo VI, quien lo nombró Obispo y
llevó a la Curia Romana, Juan Pablo II, quien lo nombró Cardenal y le confió
altas responsabilidades, y Benedicto XVI, con quien compartió largos años en la
Curia Vaticana.
Además de estos trabajos, había otro como la presentación del
Nuevo Código. Comenzó con una presentación para el personal de la Curia Romana.
Se realizó en el Aula del Sínodo, en tres tardes, y fue muy concurrido y
apreciado. El presentar el Nuevo Código, explicando a grandes rasgos e
estimular a su estudio, lo consideró un deber y le dedicó todo el tiempo
posible.
Promulgado el Código, cesó la Comisión; pero el Papa Juan
Pablo II creó la Pontificia Comisión para la Interpretación de los Textos
Legislativos, y lo nombró Pro-Presidente, el 18 de enero de 1984.
Estos acontecimientos conspiraban a sus deseos de la vuelta a
la patria, tan añorada. Pidió al Santo Padre una audiencia privada, para
agradecerle su interés y pedirle perdón por ser algunas veces poco respetuoso.
El Santo Padre le respondió: “Siga así como es. Me es más útil uno que sabe
decir no, que uno que por respeto aprueba todo”.
El Papa Juan Pablo II viene a Venezuela a finales de enero de 1985. Los Obispos de Venezuela, no pudiéndose reparar el Templo de La Virgen de Coromoto en Guanare a tiempo, decidieron excluirla de la visita. Rosalio le escribió al Santo Padre para manifestarle la situación. Fue invitado a acompañar al Papa en el viaje a Venezuela. En el avión, además de los periodistas, iba el Papa en parte reservada. El Santo Padre le hizo saber que deseaba hablar con él y fue inmediatamente. El Santo Padre le dijo que le había impresionado su carta y le preguntó cómo se podría hacer para ir a la Virgen de Coromoto. Santidad, le dijo Castillo Lara, es ya demasiado tarde. Entonces volveré, le respondió. Lo invitó a almorzar con él.
Visita de Juan Pablo II a Venezuela |
Regresó a Venezuela el 25 de julio de 1985 para descansar un
poco, y saludar a amigos y a otros. El encuentro más deseado fue en Güiripa que
era su tierra de siempre.
Algunos meses después lo nombraron Miembro del Secretariado
para la Unión de los Cristianos, Miembro de la Congregación para la Educación
Católica, Miembro de la Congregación para los Obispos, Miembro del Supremo
Tribunal de la Signatura Apostólica y Miembro de la Pontificia Comisión de
Cardenales para el Estado de la Ciudad del Vaticano.
Para
reformar la Reglamentación Regimine Ecclesiae Universae el Papa Juan Pablo II
nombró una Comisión a la que el Cardenal venezolano perteneció. Fue nombrado así
el grupo de los que trabajaban en la Reforma del Reglamento de la Curia Romana.
Cardenal Castillo Lara |
En el año 1988 acompañó al Papa a Turín en los cien años de la muerte de Don Bosco.
En
el mes de julio de 1989 regresa a Venezuela para la ordenación sacerdotal de su
sobrino Raúl Biord Castillo, hijo de su hermana Ana Lola. La ordenación fue en
la Iglesia de San Antonio de los Altos el 15 de julio.
El
primero de diciembre de 1989 fue nombrado Presidente de la Administración del
Patrimonio de la Sede Apostólica que se ocupaba de todo lo relacionado a los
empleados, a los inmuebles pertenecientes a la Santa Sede la manutención y el
alquiler de apartamentos, etc. Y por
otra parte procurar el rendimiento del capital con inversiones de acciones y
obligaciones, etc. Se rodeó de expertos
para cumplir su misión como Presidente.
Creo
la Fundación Centesimus Annus entre empresarios y gente pudiente para ayudar al
Papa en sus obras sociales. Recuerda que
en esa ocasión la esposa de uno de los miembros de la Fundación le dijo
que quería pedirle al Papa la bendición porque le habían detectado un cáncer en
el cerebro, cuando la señora hablaba al Papa y el Santo Padre le puso las manos
en la cabeza, la mantuvo por unos segundos y luego le dio la bendición. Una
semana después, el 28 de junio, lo llamó la señora para decirle que el cáncer
había desaparecido.
Plaza San Pedro |
Regresó
el 26 de junio y el 28 fue invitado a almorzar con el Papa. Iba con una cierta
curiosidad, porque no se imaginaba de qué se trataba; el Santo Padre le
solicitó encargarse también del Estado de la Ciudad del Vaticano lo cual implicaba
tener la Presidencia de tres Organismos Vaticanos, destacando la Administración
del Patrimonio y el Gobierno del Estado de la Ciudad del Vaticano.
Lo
primero que hizo fue estudiar los antecedentes de tan alta responsabilidad. En
una audiencia que le concedió el Santo Padre le preguntó sobre sus
incumbencias. El Papa le respondió: “Usted es el Presidente y tiene todas las
funciones del Presidente”. Comenzó a tomar decisiones. Comenzó por los Museos
Vaticanos. Fortaleció la oficina de ventas y publicaciones y los ingresos. Ante
la carencia de habitaciones para alojamiento presento un proyecto que tenía la
principal finalidad de hospedar Sacerdotes, Obispos o Cardenales que trabajaban
en la Curia Romana y no querían tener un apartamento para ellos. El Santo Padre
lo aprobó. El Santo Padre había mostrado el deseo que hubiese en la Ciudad del
Vaticano un pequeño monasterio de monjas de vida contemplativa, le busco
solución y lo concreto. También se
construyó un garaje subterráneo y una remodelación a la entrada del
Museo Vaticano.
Su
ilusión era el regreso a la Patria. Se encontraba muy a gusto en el Vaticano,
pero. Al terminar un almuerzo camino hacia la capilla donde el Papa oraba y el
Cardenal Rosalio le acompañaba, le dijo: Santidad cuando yo cumpla los 75 años
me permitirá regresar a Venezuela. El me respondió mientras caminaba: “El que
esté vivo, lo verá”. El Santo Padre le manifestó el 30 de diciembre de 1992
mediante una carta lo siguiente: “Esa petición Señor Cardenal, es reveladora
del celo apostólico que pulsa en su corazón sacerdotal, y eso me toca
profundamente, suscitando en mí un sentimiento de profundo aprecio. Considero,
por lo tanto, oportuno dejar en sus manos cualquier decisión en propósito,
autorizándolo ya desde ahora a disponer lo que considere necesario para ese
futuro paso. Confío en todo caso que Ud. no dejará faltar al Papa y a la Santa
Sede, aunque esté lejano, la ayuda de sus sugerencias y consejos. Me es grata
la circunstancia para significarle, venerado hermano, mi viva gratitud por el
fiel servicio y la competente colaboración de la cual me he servido y continúo
a servirme con aprecio y confianza”.
Santuario de Güiripa |
Preparó la restauración de la casa solariega en Güiripa donde nació y vivió su infancia. No solo se repararía la casa sino el Santuario. El ejecutivo estatal apoyo el trabajo.
El
Papa lo designó Enviado Especial al VI Congreso Mariano que se celebró en
Guanare a finales de mayo de 1992. El Santuario de la Virgen de Coromoto estaba
en construcción.
Para
1995 fue la beatificación de la Madre María de San José. La beatificación fue
fijada para el 7 de mayo de 1995. Se recuerdan sus atenciones a los visitantes
y la celebración eucarística que oficio en la Iglesia de Nuestra Señora de Coromoto
en San Juan de Dios - Roma donde era el Diácono.
El
31 de enero de 1996, se celebraría el Centenario del Santuario de María
Auxiliadora de Güiripa . Se esmeró en
hacer una celebración como ameritaba la fecha. El Santo Padre Juan Pablo II
envió su bendición firmada de su puño y letra en la que decía: “Con ocasión del
Centenario de la primera Iglesia dedicada a María Auxiliadora en Venezuela,
construida en la población de Güiripa, Estado Aragua por Don Manuel Castillo
Arteaga con la ayuda de familiares y vecinos y ampliada en 1955 por su hijo
Lucas Guillermo Castillo, Arzobispo de Caracas, me es grato dirigir un cordial
saludo al Cardenal Rosalio José Castillo Lara, S.D.B., a los Arzobispos y
Obispos, Sacerdotes, Religiosas y Fieles presentes en la solemne concelebración
jubilar, mientras encomiendo a Dios a cuantos en el curso de estos 100 años han
contribuido al mantenimiento y embellecimiento del Santuario, en especial a
quienes han sido llamados a recibir el premio eterno y exhorto a los fieles de
Güiripa a dar testimonio coherente de vida cristiana, santificando los hogares,
practicando la cristiana solidaridad y cultivando una auténtica devoción a María
Auxiliadora. Como prenda de celestiales favores imparto con afecto una especial
bendición apostólica: 31 de enero 1996. Juan Pablo II”.
Basilica de la Virgen de Coromoto |
El
12 de febrero regresó al Vaticano se encontró que el Papa lo enviaba a España
como su Delegado Especial para la celebración del 4º Centenario del nacimiento
de San Juan de Dios.
El
Papa fue a visitar el edificio de Santa Marta en el vaticano, residencia de
obispos y cardenales. Cuando llegó al segundo piso el Santo Padre dice: “Ahora
habrá que decir en el Vaticano: antes del Cardenal Castillo y después del
Cardenal Castillo”. De hecho, los funcionarios bromeaban con las placas de los
automóviles diciendo: “SCV significa que aquí las cosas se hacen Si Castillo
Vuole”, (si Castillo quiere).
En
julio de 1996 va a Japón. Castillo Lara presidía la Delegación Vaticana. Llegó el 1997 cuando cumpliría los 75 años y
podía presentar su renuncia. Le escribe al Santo Padre. Mons. Stanislao, su
Secretario, le dijo: “El Papa mantiene el permiso con mucho dolor y sólo porque
se lo había prometido”.
Va
a Munich donde le concedieron un Doctorado honoris causa.
En
el periodo de vacaciones viaja para descansar a los Países Escandinavos que no
conocía. En julio fue a Paris como enviado del Santo Padre para inaugurar una
pequeña exposición de los Museos Vaticanos. Vino a Caracas para acompañar a su
hermano Lucas Guillermo que fue operado.
Cardenal Castillo |
La
noticia de su renuncia causó mucha sorpresa en el Vaticano Algunos periodistas
comenzaron a buscar razones por su renuncia, y no encontrándolas, las
inventaron. Ante esas conjeturas difamatorias, el Santo Padre le escribió una
carta que fue publicada en la prensa, cosa única, explicando las causas de la
renuncia. Esa misma noche, 24 de noviembre, el Santo Padre me invitó a cenar y
me hizo entrega de la carta.
Llego
el momento de hacer maletas. Partió el 29 de noviembre de 1997 rumbo a Caracas.
Adiós Roma! Adiós Vaticano!
Dejó huella indeleble por sus iniciativas destinadas, entre otros objetivos, a sanear las cuentas, recaudar para las iglesias de países necesitados, restaurar la Capilla Sixtina, remozar los museos vaticanos y construir la Casa de Santa Marta, actual residencia del papa Francisco.
En homilia |
No todo había terminado, ahora le tocaba trabajar sus últimos años por la patria que lo vio nacer y que siempre llevó con nostalgia en su corazón.
Acá una muestra de sus homilías alertando al pueblo sobre la realidad de Venezuela, veamos extracto de sus palabras con motivo la fiesta de la Divina Pastora, Barquisimeto, 14 de enero de 2006.
“En esta solemne ocasión deseo proponerles que todos juntos le pidamos fervorosamente a la Divina Pastora que salve a Venezuela. Nos encontramos en una situación de extrema gravedad como muy pocas en nuestra historia. Un gobierno elegido democráticamente, hace siete años, ha perdido su rumbo democrático y presenta visos de dictadura, donde todos los poderes están prácticamente en manos de una sola persona que los ejerce arbitraria y despóticamente; no para procurar el mayor bien de la nación, sino para un torcido y anacrónico proyecto político: el de implantar en Venezuela un régimen desastroso como el que Fidel Castro, a costa de tantas vidas humanas y del progreso de su nación, ha impuesto a Cuba. Los siete años de gobierno ofrecen abundantes muestras de cómo será el futuro de Venezuela si este régimen se perpetúa. Los principios fundamentales de la democracia son ignorados o violados. Los derechos humanos se ven frecuentemente menoscabados. La libertad de expresión es restringida y amenazada con disposiciones legales para lograr la autocensura. La disidencia, apenas tolerada, es, en muchos casos, perseguida. Los tribunales sentencian injusticias en nombre de la ley; hay varias decenas de prisioneros políticos, mientras la delincuencia común aumenta y ofrece un trágico saldo de más de diez mil homicidios por año. La corrupción que se había propuesto eliminar radicalmente, se multiplica ante el silencio y la inactividad complaciente del Contralor General de la República hasta producir varios miles de nuevos ricos millonarios. Al mismo tiempo crece la pobreza, abunda el desempleo, trágica situación que las llamadas Misiones logran apenas disimular. El odio sembrado, tenaz e irresponsablemente, amenaza hacer de los venezolanos, entre sí, irreconciliables enemigos y lleva la división y enfrentamiento hasta en el seno mismo de las familias. Para colmo, el Consejo Nacional Electoral, espurio en su origen y fraudulento en su actuación, ha quitado a casi la totalidad de los venezolanos toda confianza en votos y elecciones. Por otra parte, el altísimo precio del petróleo que permitiría solucionar muchos problemas está siendo utilizado a través de ultra millonarios regalos para obtener de otras naciones una incierta fidelidad política, mientras en Venezuela se siente, dolorosamente, la falta de intervenciones y trabajos para acondicionar los hospitales desprovistos de lo necesario, de reparar las vías de comunicación, las calles de las ciudades, la construcción de viviendas y centros educativos, etc... Estas breves pinceladas no tienen la intención de ofrecer una exhaustiva información que no encontraría aquí su lugar ni el momento apropiado, sino la de ayudar a tomar conciencia de una gravísima situación que bien puede compararse con la epidemia de peste que hace 150 años motivó la intervención milagrosa de la Divina Pastora. Ante la triste situación que vivimos y ante el peligro de que, si el pueblo venezolano no toma conciencia de su gravedad y no se pronuncia categóricamente a favor de la democracia y la libertad, nos encontraremos sometidos a una dictadura de tipo marxista, vamos a pedirle, todos unidos, a la Divina Pastora: Virgen Santísima, que en nuestra historia has manifestado muchas veces tu benevolencia y cariño por este pueblo, te pedimos que no nos abandones en este momento!. Nuestro Señor Jesucristo ha querido, quizás, darnos una dura lección por nuestras infidelidades, por no haber sabido aprovechar los dones que nos dio de una naturaleza tan fértil y rica, de una población inteligente, trabajadora y generosa, y por no haber ayudado debidamente a los más necesitados y no haber vivido limpiamente nuestra fe cristiana. Apóyanos, dulce Divina Pastora, a aprender la lección y danos a todos la claridad de la mente para conocer y evitar el peligro, y la fuerza para superar democráticamente este momento difícil. Consíguenos el don de la paz, de la reconciliación, de la conversión y danos la alegría de la recuperada libertad. Así sea”.
4. Bibliografía:
AUTOBIOGRAFÍA Memorias desde el ocaso. Fundación María Auxiliadora de Güiripa Caracas 2008 Edición Fundación María Auxiliadora de Güiripa. Qta. María Auxiliadora, Calle principal, Güiripa. Edo. Aragua.
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5.
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