Germán Fleitas Nuñez, Francisco "Pancho" Rodríguez y Américo Fernández
INDICE
1 PRESENTACION
2. DOS NOMBRES Y UNOS CAÑONAZOS - GERMAN FLEITAS NUÑEZ
3. EL RETRATO DE UN BENEMÉRITO - FRANCISCO (PANCHO) RODRIGUEZ
4. GOBERNADOR FRANCISCO LINARES ALCÁNTARA 1907-1910. Por AMERICO FERNANDEZ
5. MEMORIAS HISTORICAS DIGITALIZADAS DE TURMERO.
6. PARA SU CONOCIMIENTO
7. DERECHO DE AUTOR
PRESENTACION
Desde La Victoria, ciudad donde
vivió, ejerció la primera magistratura del Estado Aragua y participó en la
épica batalla de La Victoria, el Cronista de la ciudad Germán Fleitas Núnez,
quien lo conoció y pudo conversar con Panchito Alcántara, nos relata con su
conocimiento histórico anécdotas y referencias de mucho valor. Por otra parte
Francisco “Pancho” Rodríguez, cronista oficioso de Turmero, como es reconocido por
sus investigaciones plasmadas en decenas de escritos como este que publicamos,
nos narra la faceta de guerrero y recuerda algunas obras realizadas en el
pueblo de su padre. Y Américo Fernández nos cuenta la realidad del gobierno de
F.L. Alcántara en el Estado Bolívar, los momentos de su regreso a Caracas y su
fallecimiento.
Estas tres visiones sirven para
conocer un poco más a Panchito Alcántara, aquel hombre generoso, agradecido,
benefactor, que dejó huellas en sus amores, en sus amigos de las galleras que
solía frecuentar, en sus compañeros de tripulación y aventuras, así como en los
diversos cargos que ejerció.
Recibió algunas distinciones que premiaron
en cierta forma su dilatada trayectoria, como el Busto del Libertador (segunda
clase), la Orden del Libertador, la Medalla Nacional de Instrucción Pública y
Medalla Especial al Mérito concedida por la Asamblea Legislativa del Edo.
Aragua, la de Comendador de la Orden de Ayacucho, de la Gran Cruz de las
Fuerzas Armadas de Cooperación, de la
Orden de las Cinco Águilas Blancas, etc.
Ello no compensará nunca el
servicio a la patria ni los años de exilio ni los deseos de libertad de aquel
hombre de quien Cipriano Castro llegó a decir: “Cuando yo resuelva si es que lo
decido, dejar el poder, Pancho es como si fuera mi hijo, será el más llamado a
sustituirme”.
Veamos la versión de los
cronistas.
NESTOR GERMAN RODRIGUEZ.
DOS NOMBRES Y UNOS CAÑONAZOS. Por GERMAN
FLEITAS NUÑEZ, CRONISTA DE LA VICTORIA - ESTADO ARAGUA
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GERMAN FLEITAS NUÑEZ |
El general se llamó
durante mucho tiempo FRANCISCO LINARES por ser hijo de doña TRINIDAD LINARES,
trujillana nativa del pueblo de San Lázaro, avecindada en Turmero, unida por el
amor al general FRANCISCO DE PAULA ALCÁNTARA, prócer de la independencia y héroe
de la Batalla de Carabobo. Cuando su padre decidió reconocerlo y darle su
apellido, FRANCISCO aceptó y prometió hacerle honor y llevarlo hasta los más altos
sitiales pero puso como condición que seguiría usando de primero el apellido de
su madre y de segundo el de su padre. Así se hizo y ese nombre figura en las acciones de la guerra federal, como
último presidente de la Provincia de Aragua y primero del Estado Aragua y como
presidente de la República, cargo que ejerció hasta su muerte ocurrida el 30 de
noviembre de 1879 y que trajo como consecuencia la tercera batalla de La
Victoria.
El gran Demócrata
Francisco había casado con doña Belén Estéves, de familia victoriana y tuvieron
un hijo a quien el general quería ponerle el mismo nombre que él había llevado
con tanta dignidad, pero con el inconveniente de que el apellido de su hijo
debía ser ALCÁNTARA, verdadero apellido de su padre y no LINARES que era el de
su abuela. Ni el general ni sus asesores legales encontraban la solución y como
suele pasar, doña BELÉN quien era más inteligente que su marido, encontró la
solución. “Pancho, nuestro hijo no se llamará FRANCISCO ALCÁNTARA ESTEVES como
le corresponde, sino que llevará el mismo nombre tuyo; vamos a ponerle de
primer nombre FRANCISCO; de segundo nombre LINARES (No como apellido sino como
segundo nombre), luego tu apellido ALCÁNTARA y en lugar de ponerle mi apellido
ESTEVES, que firme “hijo” y así se llamará
FRANCISCO LINARES ALCÁNTARA HIJO, que es como tú quieres”.
Así se hizo y el
vástago, a quien siempre llamaron PANCHITO ALCÁNTARA también llegó a ser
general y fue el primer venezolano graduado en West Point donde solo podían
ingresar norteamericanos o hijos de jefes de estado. Allí se graduó de
artillero y cultivó la amistad de los futuros generales Douglas Mac Arthur y George Smith Patton.
Ejerció los cargos de Canciller y Presidente
del Estado Aragua. Fue un buen vecino de
La Victoria donde además de muchos amigos
tenía su casa en la calle Libertador, al lado de la cancha, donde se encuentra hoy la entrada del
Multijardín. Conocimos a don Panchito en
la ciudad y en su casa de Los Chorros en Caracas. Acumuló un valioso archivo
personal y oficial que es un reservorio de la vida política de principios de
siglo XX. Fue un gran conversador y vivía rodeado de amigos. Cada una de sus conversaciones era una
lección de historia contada con la pasión propia de los protagonistas.
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ACÁ VIVIO F.L. ALCANTARA |
Era presidente del
estado Aragua cuando se produjo la
cuarta gran batalla de La Victoria y solía referir muchas historias y anécdotas
de esa época. Contaba que en 1902 en la casa de corredor de pilares
situada al final de la calle Candelaria (donde actualmente está el automercado
“Los Criollitos”) estaban reunidos los
jefes del gobierno esperando el ataque de la llamada “Revolución
Libertadora” que comandaba el banquero y
general Manuel Antonio Matos y que atacó a la martirizada ciudad en busca de la
primera derrota infringida al imperialismo en Latinoamérica. Habían instalado allí el Comando del gobierno
Restaurador para estar cerca del ferrocarril.
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CIPRIANO CASTRO, J.V. GOMEZ Y F.L. ALCANTARA |
En el corredor interno
de la casa, sentados sobre un muro que lo separaba del patio, estaban sentados
el general Cipriano Castro presidente de la República, el general Juan Vicente
Gómez vicepresidente y en una poltrona situada en el corredor, el general
Francisco “Panchito” Linares Alcántara, afeitándose. Lo rasuraba el célebre
fígaro Escalona, barbero de los viejos victorianos. De pronto vino a
interrumpir la conversación un intenso cañoneo disparado desde la hacienda “El
Recreo” hacia la ciudad. El presidente general Castro comentó: “Empezó la
fiesta “Pancho”, vámonos porque a mí en estos casos me gusta ver, oír y tocar”.
Los tres generales fogueados en la guerra continuaron conversando sin
inmutarse, pero quien se volvió como loco, fue el barbero. Comenzó por recoger la ponchera, las
brochas, los jabones y las navajas y cuando ya le quitaba el paño que le servía
de babero a don “Panchito”, éste le dijo: “Termíname de afeitar Escalona no me
vayas a dejar trasquilado”. El aterrorizado peluquero le contestó: “Pero
general ¿Usted no está escuchando los cañonazos”? En ese momento, el general
Gómez quien había permanecido callado sin mover un solo músculo, para
tranquilizarlo le dijo: “Escalona, deje los nervios y termine de afeitar a
Pancho porque si no, va a quedar muy feo y por los cañonazos no se preocupe, no
les haga caso, porque esos cañonazos no son con Usted; esos son con nosotros.
EL RETRATO DE UN BENEMÉRITO. Por
FRANCISCO (PANCHO) RODRIGUEZ, CRONISTA OFICIOSO DE TURMERO
Un personaje muy ligado
a nuestra historia regional, en este larguísimo siglo que está en su despedida,
es el general Francisco Linares Alcántara (Estéves), hijo único varón habido en
el matrimonio del Gran Demócrata Francisco Linares Alcántara y Belén Estéves.
Recién egresado de la Academia de West Point (Estados Unidos), inicia su
carrera militar en el Ejército venezolano, siendo hombre de confianza del
presidente Cipriano Castro; en su administración desempeña la Presidencia del
estado Aragua en cuatro oportunidades: por decreto del 17 de octubre de 1900
(período provisional), lapso constitucional 1902-1904, mandato interrumpido por
el estallido de la Revolución Libertadora, pacificado el país es reinstalado en
su cargo por decreto del 1ro de marzo de 1904, siendo ese mismo año elegido
para el período legítimo 1905-1907.
En los años de la
Guerra Libertadora, El Restaurador Cipriano Castro hubo de enfrentar un
ejército de 18.000 hombres, comandados por el mantuano caraqueño Manuel Antonio
Matos. Las hazañas guerreras de Panchito Linares Alcántara, en ese
convulsionado tiempo, son loadas en un discurso pronunciado por el coronel Andrés
Pacheco Miranda el 5 de julio de 1904 en El Sombrero, entonces capital del
distrito Bruzual, hoy esa población llanera del estado Guárico es cabecera del
municipio Mellado, fragmentos de ese panegírico fue editado en la imprenta de
Anselmo Sojo en Cagua, pieza épica rescatada del insolente olvido por el
investigador histórico José Rafael Torres Pérez, reproducida con orgullo en
estas páginas.
«Ilustre Municipalidad
del distrito Bruzual:
Vosotros que
decretasteis la colocación del retrato del Benemérito general Francisco Linares
Alcántara, en el salón donde celebráis vuestras sesiones, merecéis las
congratulaciones del digno pueblo que representáis, pues habéis interpretado
fielmente los sentimientos de esos ciudadanos tas sufridos como heroicos.
El Gral. Alcántara,
señores, Magistrado pulcro y correcto, militar aguerrido y valiente, se ha
hecho acreedor a la confianza de sus gobernados por sus servicios
desinteresados e importantes, prestados con lealtad a la Patria y a la causa
Liberal.
El campo inmortal de La
Victoria fue teñido con la sangre del bravo general aragüeño, y su espada
victoriosa abrió paso a la falange Restauradora en las filas revolucionarias
que resistieron en Camatagua.
Al empuje irresistible
de su pecho las fuerzas pseudo libertadoras, atrincheradas en Guárico y Apure,
se declararon en derrota y el pendón de Falcón y de Zamora lo flameó triunfante
en el Palacio de Gobierno de San Fernando. Regresó al estado Miranda a tambor
batiente y banderas desplegadas. En Bachaquero un cuerpo enemigo pretendió
obstaculizarle la marcha y con sólo las primeras cargas de la vanguardia de su
ejército, lo dejaron dueño del campo de batalla.
Bombardeó las
inexpugnables posiciones de El Bautismo y El Rodeo y siguió al Guapo, donde su
espada siempre victoriosa hizo surcos de luz al lado de su jefe el valiente
Gral. Juan Vicente Gómez. Yo me siento orgulloso al contarme en el número de
los soldados que combatieron en aquella sangrienta batalla, al lado del bizarro
Gral. Gómez y del invicto Presidente de Aragua. El Cnel. Francisco E. Rangel
hijo, se encuentra satisfecho, al ver a la ciudadanía de Bruzual, dando
notaciones de adhesión hacia el progresista teniente del héroe de La Victoria y
San Mateo».
En relación a la
oratoria de Andrés Pacheco Miranda, debo una aclaratoria: Panchito Alcántara
nació en Caracas, en la Parroquia Altagracia, afirmación que hizo ante mí su
adepto Nerio Manuel López. En 1908, cuando Castro ya no podía zafarse de la
maraña gomecista, nombra a Linares Alcántara presidente del estado Bolívar, en
diciembre de ese mismo año, el destino de Venezuela era la suerte de Juan
Vicente Gómez y el nuevo mandamás le designa Ministro de Relaciones Interiores,
cargo que desempeña hasta el 29 de abril de 1912, siendo sustituido por el
doctor César Zumeta. Permanece luego por 23 años en el exilio, estando cinco
meses en un campo de concentración holandés. El 11 de agosto de 1929, en la
aventura del Falke, desembarca en Cumaná como Jefe del Estado Mayor de la
Revolución, acosado por las tropas de Gómez, anduvo cuatro meses en las
montañas de Chiguana. En 1936 retorna al país.
El hombre que por
muchos años gravita en la política aragüeña, es designado por el presidente
López Contreras, el 11 de noviembre de 1938, para ejercer por quinta vez la
Primera Magistratura del estado, manteniéndose en el cargo hasta el mes de mayo
de 1941. Su administración dejó huellas en Turmero, en el arreglo del Mercado
Público, la construcción del Comedor Escolar y el Dispensario Buznego Martínez,
rebautizado en el gobierno de Pérez Jiménez como Puesto de Salud Josefina
Martínez Rui de Díaz González. La obra del gobierno alcantarísta fue defendida
por Nerio Manuel López, en folleto editado en 1944, bajo el título de
«Admoniciones al viento». Fallece en Caracas el 28 de abril de 1958,
sobreviviéndole su esposa María Azpúrua Alcántara de Alcántara. De él escribió
su hijo Francisco Segundo Alcántara: «Tengo la seguridad de que Dios no lo ha
de condenar ni por desleal, ni por ladrón, ni por cobarde».
GOBERNADOR FRANCISCO LINARES ALCÁNTARA
1907-1910. Por AMERICO FERNANDEZ - Cronista oficial de Ciudad Bolívar.
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AMERICO FERNANDEZ |
El general Francisco
Linares Alcántara fue electo presidente del estado Bolívar para el trienio
constitucional 1907-1910, pero gobernó exactamente un año, pues, Juan Vicente
Gómez, al destronar a Cipriano Castro, lo absorbió como su Ministro de
Relaciones Interiores.
Francisco Linares
Alcántara, político y militar egresado de la Academia de West Point, era nativo
de Altagracia de Orituco (Guarico /18.3.1876) Para diferenciarse de su padre
homólogo, quién fue Presidente de la República (1877-1878) aceptaba el apodo de
“Panchito”.
Durante su gestión, el
Estado Bolívar y todo el sur sufrió un crudo y prolongado verano que afectó la
navegación hacia arriba y empobreció la cosecha de sarrapia. Entonces también comenzaron
materializarse las dificultades para la explotación del balatá, pues destruidos
los árboles de las zonas más próximas, se tenía que ir muy lejos a buscar la
savia, precisamente cuando el mercado internacional estaba saturado y habían
mermado los precios.
Vino a sumarse a tales
males la epidemia de peste bubónica en la Guaira y el decreto del gobierno de Trinidad
cerrando los puertos de aquella Isla a los Barcos Venezolanos, con el
consecuencial perjuicio para el Comercio y la Economía General del Estado
y del resto de la región Sur. Incluyendo
Amazonas (Río Negro), donde entonces
gobernaba Horacio Luzardo, reemplazado a mitad de año por el General. Manamá.
Sin embargo, los
ajustes presupuestarios no impidieron que se decretara y comenzaran los
trabajos de construcción de las aceras y cañerías de desagüe de las casas de la
Ciudad; la instalación completa de un equipo de alumbrado de gas acetileno en
la Biblioteca del colegio de varones; una alcantarilla de concreto en el canal
de desagüe de la laguna; de refacción
del salón de la jefatura Civil y del cuartel de policía que entonces quedaba en
una sección de la cárcel vieja; adquisición de mobiliario para el Palacio Episcopal;
trabajos de relleno en la Avenida El Porvenir y Plaza Farreras; reparación de
la calle Santa Ana al Cementerio; ejecución de los retratos al óleo de los próceres de la Independencia,
General Pedro León Torres, Fernando Peñalver, Eusebio Afanador y Juan Vicente
Cardozo para ser colocados en la casa del Congreso de Angostura.
Creación de una
estación de policía en los Morichales (así se llamaban diversos caseríos
alrededor de la Ciudad), a cargo del Coronel Eleazar Carrillo. Se la dotó de
bestias para el recorrido, toda vez que el único medio de transporte rural
rodante de entonces eran los carros de dos ruedas tirados por bueyes,
popularmente conocidos como ruletos. En la ciudad el transporte rodante era
relativamente más avanzado. Coches tirados por caballos: el Famosos Victoria y
el Fheatón sin capacete. Había incluso
un Ómnibus que por falta de vías
adecuadas, se limitaba a llevar pasajeros desde el Oasis, en la calle Orinoco
donde también quedaba la cantina la
Isla, de J. Ramón Núñez, hasta el
hipódromo y ofrecer paseos de
seis a cuatro de la tarde. Su dueño o
administrador, Francisco Piraldi, inauguró posteriormente una ruta nueva
hasta Morichal el Prado.
De manera que, primero
que el automóvil, llego a Ciudad Bolívar el Ómnibus, gracias al auge económico dado no solo por la sarrapia y el caucho,
sino también por la explotación de los
yacimientos auríferos de el Callao. Ciudad Bolívar estaba
en buena tónica comercial, cultural y gremial. El Teatro Bolívar se abarrotaba
con la puesta en escena dentro de una programación llamada Martes Elegantes, de
las obras La Tosca, La Esposa del Vengador,
Las Campanas de Carrión, El loco, Dios y el Drama de Fedora, todas
interpretadas por Emilia Montes, primera actriz de la empresa teatral de
Teófilo Leal que andaba en gira por las principales ciudades de Venezuela.
De ese tiempo es la
“Sociedad Cooperativa de Ahorros “, pionera del sistema de ahorros bancarios en
Venezuela, fundada por connotados señores como Bracho Albornoz , Guillermo
Lange , Tomás Carrasco , J. E Sánchez Afanador
y Arístides Rengel.
Del tiempo de Linares
Alcántara es también la plaza Farreras
de Ciudad Bolívar. El General ordenó su construcción en forma de abanico. Se
necesitaron tres mil carros de tierra
para la explanación del lugar. Las aceras fueron hechas con cemento romano,
medio metro por encima del nivel de la
calle, pero no tuvo el tiempo suficiente en la Presidencia del Estado para concluirla e inaugurarla,
porque otro destino mayor lo aguardaban.
El 23 de noviembre de
ese año, el Presidente de la República Cipriano Castro se vio obligado a pedir
permiso para viajar a Europa, específicamente Alemania, donde debía tratarse una afección renal aguda, Su
compadre y compañero de lucha en el camino de la restauración, General Juan
Vicente Gómez, primer Vicepresidente, fue llamado para sustituirlo y ya sentado
en la silla de Miraflores, para beneplácito de las potencias que nada
querían con el Presidente enfermo,
decidió cambiar las cosas sin tener porqué darle cuenta a su antecesor.
El pretexto fue una
conjura contra la vida del Presidente encargado, Juan Vicente Gómez, cuyo
principal indicio estaba en un supuesto telegrama enviado por Castro al
Gobernador de Caracas, Pedro María Cárdenas, con el siguiente mensaje: “La
Culebra se mata por la cabeza”
El 20 de Diciembre, el
General Gómez, se dirige a la nación
anunciando su decisión de cambiar el gabinete tras debelarse una conjura fraguada contra su vida
y porque “algunos pocos ciudadanos que
llamándose íntimos amigos de Cipriano
Castro han obstaculizado el cumplimiento
de mis deberes”. Justificado de esta manera el golpe, Venezuela tenía nuevo
mandatario. Unos salieron y otros
llegaron o fueron ascendidos como el
General Francisco Linares Alcántara, Presidente del estado Bolívar.
Linares Alcántara dejo al Estado Bolívar el 7 de Diciembre
luego de embarcarse en el vapor
manzanares con destino a la Guaira. Por corto tiempo informaría al diario El Luchador, pero se quedó como integrante en
el nuevo Gabinete en el Ministerio de
Relaciones Interiores. Su lugar fue ocupado por el Dr. Antonio María
Delgado, primer Vicepresidente del estado, quien ratifico al Gral. J. Campbell
Acosta, como Secretario General del Gobierno.
Los otros miembros del
Gabinete fueron: Dr. Francisco Gonzáles
Guinán, Ministro de Relaciones Exteriores: Gral. Régulo L. Olivares,
Ministro de Guerra y Marina: Gral. Rafael Carabaño, Ministro de Fomento: Dr.
Roberto Vargas, Ministro de Obras Públicas: y Samuel Maldonado, Ministro de
Instrucción Pública.
El golpe de Gómez
contra Castro en ausencia, ocurrió cuando las aguas territoriales de Venezuela
estaban asediadas por cruceros de la
Marina Real Holandesa, los cuales ya habían
entrado a algunos puertos y ejecutado actos de registro a mano armada en
naves mercantes, con propósitos deliberadamente hostiles.
El cambio gatopardeano
del poder acabó contra la agresión de países europeos con los cuales
Venezuela estaba en deuda. Gómez
prometió cancelar hasta el último centavo y no fue promesa
vana. Seguramente su Gobierno estuvo
respaldado por las potencias extranjeras. Cinco días después del golpe, fondeó en el
Puerto de la Guaira, el Delphin, buque
de guerra americano, enarbolando el pabellón de Venezuela y saludando con
disparos de ordenanza. Ese mismo día. Thomas Washington, capitán del buque,
subió con toda su oficialidad a saludar a Gómez en
Miraflores.
Pero no todo fue color
de rosa, el Presidente de Guárico,
Luciano Mendibel, se alzó contra Gómez
en calabozo y luego de asesinar al comandante de armas, se apodero del parque y
proclamó a Nicolás Rolando como jefe de
la Revolución. Perseguido por fuerzas
leales, huyo a San Fernando.
Quienes manifiestamente se opusieron a la actitud de
Gómez, fueron perseguidos y detenidos y
para darle sustentación al golpe e inhabilitar a Castro, toda vez que el simple
telegrama no constituía prueba fehaciente, fue enjuiciado por la muerte del conspicuo
general de la revolución federal, Antonio Paredes.
Comenzó para Venezuela
un nuevo tiempo dictatorial con un solo caudillo: Juan Vicente Gómez. El forzoso
heredero del trono sabía dónde le apretaba el zapato que calzaba: 42
anchito.
Venezuela entonces
contaba 2.654.000 habitantes y una deuda de 225 millones de bolívares que
acreedores como Holanda e Inglaterra no toleraban; pero la explotación
petrolera, aunque tímidamente, había
comenzado un año antes.
Muerte de Linares
Alcántara. El 28 de abril de 1958, a los 82 años de edad, y en la más absoluta
pobreza murió el General Francisco Linares Alcántara, poniendo fin a una generación familiar
vinculada a las acciones político – militares de Venezuela republicana.
Era hijo del Presidente
de Venezuela “El Gran Demócrata” Linares Alcántara y nieto del prócer de la
independencia Francisco de Paula Alcántara.
Fue el primer venezolano en cursar estudios en la famosa academia de
West Point, de donde salió graduado de oficial en 1897.
Su figuración política
acontece durante los gobiernos de Ignacio Andrade, Cipriano Castro, Juan
Vicente Gómez, López Contreras y Medina Angarita.
Fue gobernador de los
estados Aragua y Bolívar durante el Gobierno de Cipriano Castro y encabezó, no
obstante, un movimiento llamado “La Conjura” para sustituirlo cuando se supo
que estaba enfermo. A requerimiento de
Castro la Asamblea Legislativa lo nombró
Presidente Constitucional del
Estado Bolívar para el trienio 1908 – 1910, pero sólo ejerció
durante un año porque el General Gómez, una vez consumado el golpe contra
Cipriano Castro que se hallaba enfermo en París, lo designó Ministro de
Relaciones Interiores. De esa época data
el primer mapa del Estado Bolívar, el empedrado de la calle Orinoco y el decreto de construcción de la Plaza
Farrera.
Linares Alcántara
ejerció la cartera de Interiores hasta
1913 cuando tomó el camino del exilio para regresar en la expedición del
“Falke” comandada por Ramón Delgado Chalbaud, en agosto de 1929. La expedición de Delgado Chalbaud contra la
dictadura de Gómez fracasó al ser abaleado éste durante su desembarco por el
puerto de Cumaná.
Presidió la comisión
que seleccionó el proyecto para lo que es hoy La Planicie, asiento del
Ministerio de la Defensa. Durante los
Gobiernos de López Contreras y Medina desempeñó importantes cargos, entre ellos
las Gobernaciones de Aragua y Miranda.
MEMORIAS HISTORICAS DIGITALIZADAS DE TURMERO
https://www.facebook.com/groups/280718592329685/ (Compilación completa)
PARA SU CONOCIMIENTO
Los editores de las
Memorias Históricas Digitalizadas de Turmero, agradecen hacer referencia a su
edición cuando cite algunas de sus partes en los trabajos de investigación de
acuerdo a las normas establecidas para estos fines, manteniendo siempre el
espíritu y contenido expresado en su texto.
EJEMPLO DE CÓMO CITAR LOS
TRABAJOS DE LAS MHDT
Rodríguez, Efrén
(2018). Notas Geográficas de Turmero. En: E. Rodríguez y NG. Rodríguez.
Colección Memorias Históricas Digitalizadas de Turmero, N° 60. Turmero, Estado
Aragua (Venezuela): Edición Propia. Disponible en: https://www.facebook.com/groups/280718592329685/482452345489641/.
EDITORES FUNDADORES
EFRÉN RODRÍGUEZ MARTÍNEZ efrenaugusto@gmail.com
EFRÉN RODRÍGUEZ MARTÍNEZ efrenaugusto@gmail.com
NESTOR GERMAN
RODRIGUEZ nestorgrm@gmail.com
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