jueves, 27 de febrero de 2020

FRANCISCO LINARES ALCANTARA HIJO - VISTO POR TRES CRONISTAS

FRANCISCO LINARES ALCANTARA HIJO - VISTO POR TRES CRONISTAS
Germán Fleitas Nuñez, Francisco "Pancho" Rodríguez y Américo Fernández



INDICE

1  PRESENTACION

2. DOS NOMBRES Y UNOS CAÑONAZOS - GERMAN FLEITAS NUÑEZ
3. EL RETRATO DE UN BENEMÉRITO -  FRANCISCO (PANCHO) RODRIGUEZ
4. GOBERNADOR FRANCISCO LINARES ALCÁNTARA 1907-1910. Por AMERICO        FERNANDEZ
5. MEMORIAS HISTORICAS DIGITALIZADAS DE TURMERO.
6. PARA SU CONOCIMIENTO
7. DERECHO DE AUTOR


PRESENTACION


Desde La Victoria, ciudad donde vivió, ejerció la primera magistratura del Estado Aragua y participó en la épica batalla de La Victoria, el Cronista de la ciudad Germán Fleitas Núnez, quien lo conoció y pudo conversar con Panchito Alcántara, nos relata con su conocimiento histórico anécdotas y referencias de mucho valor. Por otra parte Francisco “Pancho” Rodríguez, cronista oficioso de Turmero, como es reconocido por sus investigaciones plasmadas en decenas de escritos como este que publicamos, nos narra la faceta de guerrero y recuerda algunas obras realizadas en el pueblo de su padre. Y Américo Fernández nos cuenta la realidad del gobierno de F.L. Alcántara en el Estado Bolívar, los momentos de su regreso a Caracas y su fallecimiento.
Estas tres visiones sirven para conocer un poco más a Panchito Alcántara, aquel hombre generoso, agradecido, benefactor, que dejó huellas en sus amores, en sus amigos de las galleras que solía frecuentar, en sus compañeros de tripulación y aventuras, así como en los diversos cargos que ejerció.
Recibió algunas distinciones que premiaron en cierta forma su dilatada trayectoria, como el Busto del Libertador (segunda clase), la Orden del Libertador, la Medalla Nacional de Instrucción Pública y Medalla Especial al Mérito concedida por la Asamblea Legislativa del Edo. Aragua, la de Comendador de la Orden de Ayacucho, de la Gran Cruz de las Fuerzas Armadas de Cooperación,  de la Orden de las Cinco Águilas Blancas, etc.
Ello no compensará nunca el servicio a la patria ni los años de exilio ni los deseos de libertad de aquel hombre de quien Cipriano Castro llegó a decir: “Cuando yo resuelva si es que lo decido, dejar el poder, Pancho es como si fuera mi hijo, será el más llamado a sustituirme”.
Veamos la versión de los cronistas.

NESTOR GERMAN RODRIGUEZ.


DOS NOMBRES Y UNOS CAÑONAZOS. Por GERMAN FLEITAS NUÑEZ, CRONISTA DE LA VICTORIA - ESTADO ARAGUA
GERMAN FLEITAS NUÑEZ
El general se llamó durante mucho tiempo FRANCISCO LINARES por ser hijo de doña TRINIDAD LINARES, trujillana nativa del pueblo de San Lázaro, avecindada en Turmero, unida por el amor al general FRANCISCO DE PAULA ALCÁNTARA, prócer de la independencia y héroe de la Batalla de Carabobo. Cuando su padre decidió reconocerlo y darle su apellido, FRANCISCO aceptó y prometió hacerle honor y llevarlo hasta los más altos sitiales pero puso como condición que seguiría usando de primero el apellido de su madre y de segundo el de su padre. Así se hizo y ese nombre figura  en las acciones de la guerra federal, como último presidente de la Provincia de Aragua y primero del Estado Aragua y como presidente de la República, cargo que ejerció hasta su muerte ocurrida el 30 de noviembre de 1879 y que trajo como consecuencia la tercera batalla de La Victoria.
El gran Demócrata Francisco había casado con doña Belén Estéves, de familia victoriana y tuvieron un hijo a quien el general quería ponerle el mismo nombre que él había llevado con tanta dignidad, pero con el inconveniente de que el apellido de su hijo debía ser ALCÁNTARA, verdadero apellido de su padre y no LINARES que era el de su abuela. Ni el general ni sus asesores legales encontraban la solución y como suele pasar, doña BELÉN quien era más inteligente que su marido, encontró la solución. “Pancho, nuestro hijo no se llamará FRANCISCO ALCÁNTARA ESTEVES como le corresponde, sino que llevará el mismo nombre tuyo; vamos a ponerle de primer nombre FRANCISCO; de segundo nombre LINARES (No como apellido sino como segundo nombre), luego tu apellido ALCÁNTARA y en lugar de ponerle mi apellido ESTEVES, que firme “hijo”  y así se llamará FRANCISCO LINARES ALCÁNTARA HIJO, que es como tú quieres”.

Así se hizo y el vástago, a quien siempre llamaron PANCHITO ALCÁNTARA también llegó a ser general y fue el primer venezolano graduado en West Point donde solo podían ingresar norteamericanos o hijos de jefes de estado. Allí se graduó de artillero y cultivó la amistad de los futuros generales  Douglas Mac Arthur y George Smith Patton. Ejerció los cargos de Canciller y  Presidente del Estado Aragua.  Fue un buen vecino de La Victoria donde además de muchos amigos  tenía su casa en la calle Libertador, al lado de la cancha,  donde se encuentra hoy la entrada del Multijardín.  Conocimos a don Panchito en la ciudad y en su casa de Los Chorros en Caracas. Acumuló un valioso archivo personal y oficial que es un reservorio de la vida política de principios de siglo XX. Fue un gran conversador y vivía rodeado de amigos.  Cada una de sus conversaciones era una lección de historia contada con la pasión propia de los protagonistas. 


ACÁ VIVIO F.L. ALCANTARA
Era presidente del estado Aragua  cuando se produjo la cuarta gran batalla de La Victoria y solía referir   muchas historias y  anécdotas  de esa época. Contaba que en 1902 en la casa de corredor de pilares situada al final de la calle Candelaria (donde actualmente está el automercado “Los Criollitos”)  estaban reunidos los jefes del gobierno esperando el ataque de la llamada “Revolución Libertadora”  que comandaba el banquero y general Manuel Antonio Matos y que atacó a la martirizada ciudad en busca de la primera derrota infringida al imperialismo en Latinoamérica.  Habían instalado allí el Comando del gobierno Restaurador para estar cerca del ferrocarril. 


CIPRIANO CASTRO, J.V. GOMEZ Y F.L. ALCANTARA
En el corredor interno de la casa, sentados sobre un muro que lo separaba del patio, estaban sentados el general Cipriano Castro presidente de la República, el general Juan Vicente Gómez vicepresidente y en una poltrona situada en el corredor, el general Francisco “Panchito” Linares Alcántara, afeitándose. Lo rasuraba el célebre fígaro Escalona, barbero de los viejos victorianos. De pronto vino a interrumpir la conversación un intenso cañoneo disparado desde la hacienda “El Recreo” hacia la ciudad. El presidente general Castro comentó: “Empezó la fiesta “Pancho”, vámonos porque a mí en estos casos me gusta ver, oír y tocar”. Los tres generales fogueados en la guerra continuaron conversando sin inmutarse, pero quien se volvió como loco, fue el barbero.   Comenzó por recoger la ponchera, las brochas, los jabones y las navajas y cuando ya le quitaba el paño que le servía de babero a don “Panchito”, éste le dijo: “Termíname de afeitar Escalona no me vayas a dejar trasquilado”. El aterrorizado peluquero le contestó: “Pero general ¿Usted no está escuchando los cañonazos”? En ese momento, el general Gómez quien había permanecido callado sin mover un solo músculo, para tranquilizarlo le dijo: “Escalona, deje los nervios y termine de afeitar a Pancho porque si no, va a quedar muy feo y por los cañonazos no se preocupe, no les haga caso, porque esos cañonazos no son con Usted; esos son con nosotros.

EL RETRATO DE UN BENEMÉRITO. Por FRANCISCO (PANCHO) RODRIGUEZ, CRONISTA OFICIOSO DE TURMERO


FRANCISCO "PANCHO" RODRIGUEZ
Un personaje muy ligado a nuestra historia regional, en este larguísimo siglo que está en su despedida, es el general Francisco Linares Alcántara (Estéves), hijo único varón habido en el matrimonio del Gran Demócrata Francisco Linares Alcántara y Belén Estéves. Recién egresado de la Academia de West Point (Estados Unidos), inicia su carrera militar en el Ejército venezolano, siendo hombre de confianza del presidente Cipriano Castro; en su administración desempeña la Presidencia del estado Aragua en cuatro oportunidades: por decreto del 17 de octubre de 1900 (período provisional), lapso constitucional 1902-1904, mandato interrumpido por el estallido de la Revolución Libertadora, pacificado el país es reinstalado en su cargo por decreto del 1ro de marzo de 1904, siendo ese mismo año elegido para el período legítimo 1905-1907.

En los años de la Guerra Libertadora, El Restaurador Cipriano Castro hubo de enfrentar un ejército de 18.000 hombres, comandados por el mantuano caraqueño Manuel Antonio Matos. Las hazañas guerreras de Panchito Linares Alcántara, en ese convulsionado tiempo, son loadas en un discurso pronunciado por el coronel Andrés Pacheco Miranda el 5 de julio de 1904 en El Sombrero, entonces capital del distrito Bruzual, hoy esa población llanera del estado Guárico es cabecera del municipio Mellado, fragmentos de ese panegírico fue editado en la imprenta de Anselmo Sojo en Cagua, pieza épica rescatada del insolente olvido por el investigador histórico José Rafael Torres Pérez, reproducida con orgullo en estas páginas.

«Ilustre Municipalidad del distrito Bruzual:
Vosotros que decretasteis la colocación del retrato del Benemérito general Francisco Linares Alcántara, en el salón donde celebráis vuestras sesiones, merecéis las congratulaciones del digno pueblo que representáis, pues habéis interpretado fielmente los sentimientos de esos ciudadanos tas sufridos como heroicos.
El Gral. Alcántara, señores, Magistrado pulcro y correcto, militar aguerrido y valiente, se ha hecho acreedor a la confianza de sus gobernados por sus servicios desinteresados e importantes, prestados con lealtad a la Patria y a la causa Liberal.

El campo inmortal de La Victoria fue teñido con la sangre del bravo general aragüeño, y su espada victoriosa abrió paso a la falange Restauradora en las filas revolucionarias que resistieron en Camatagua.
Al empuje irresistible de su pecho las fuerzas pseudo libertadoras, atrincheradas en Guárico y Apure, se declararon en derrota y el pendón de Falcón y de Zamora lo flameó triunfante en el Palacio de Gobierno de San Fernando. Regresó al estado Miranda a tambor batiente y banderas desplegadas. En Bachaquero un cuerpo enemigo pretendió obstaculizarle la marcha y con sólo las primeras cargas de la vanguardia de su ejército, lo dejaron dueño del campo de batalla.

Bombardeó las inexpugnables posiciones de El Bautismo y El Rodeo y siguió al Guapo, donde su espada siempre victoriosa hizo surcos de luz al lado de su jefe el valiente Gral. Juan Vicente Gómez. Yo me siento orgulloso al contarme en el número de los soldados que combatieron en aquella sangrienta batalla, al lado del bizarro Gral. Gómez y del invicto Presidente de Aragua. El Cnel. Francisco E. Rangel hijo, se encuentra satisfecho, al ver a la ciudadanía de Bruzual, dando notaciones de adhesión hacia el progresista teniente del héroe de La Victoria y San Mateo».

En relación a la oratoria de Andrés Pacheco Miranda, debo una aclaratoria: Panchito Alcántara nació en Caracas, en la Parroquia Altagracia, afirmación que hizo ante mí su adepto Nerio Manuel López. En 1908, cuando Castro ya no podía zafarse de la maraña gomecista, nombra a Linares Alcántara presidente del estado Bolívar, en diciembre de ese mismo año, el destino de Venezuela era la suerte de Juan Vicente Gómez y el nuevo mandamás le designa Ministro de Relaciones Interiores, cargo que desempeña hasta el 29 de abril de 1912, siendo sustituido por el doctor César Zumeta. Permanece luego por 23 años en el exilio, estando cinco meses en un campo de concentración holandés. El 11 de agosto de 1929, en la aventura del Falke, desembarca en Cumaná como Jefe del Estado Mayor de la Revolución, acosado por las tropas de Gómez, anduvo cuatro meses en las montañas de Chiguana. En 1936 retorna al país.

FACTORIA REMODELADA POR ALCANTARA
El hombre que por muchos años gravita en la política aragüeña, es designado por el presidente López Contreras, el 11 de noviembre de 1938, para ejercer por quinta vez la Primera Magistratura del estado, manteniéndose en el cargo hasta el mes de mayo de 1941. Su administración dejó huellas en Turmero, en el arreglo del Mercado Público, la construcción del Comedor Escolar y el Dispensario Buznego Martínez, rebautizado en el gobierno de Pérez Jiménez como Puesto de Salud Josefina Martínez Rui de Díaz González. La obra del gobierno alcantarísta fue defendida por Nerio Manuel López, en folleto editado en 1944, bajo el título de «Admoniciones al viento». Fallece en Caracas el 28 de abril de 1958, sobreviviéndole su esposa María Azpúrua Alcántara de Alcántara. De él escribió su hijo Francisco Segundo Alcántara: «Tengo la seguridad de que Dios no lo ha de condenar ni por desleal, ni por ladrón, ni por cobarde».

GOBERNADOR FRANCISCO LINARES ALCÁNTARA 1907-1910. Por AMERICO FERNANDEZ - Cronista oficial de Ciudad Bolívar.
AMERICO FERNANDEZ
El general Francisco Linares Alcántara fue electo presidente del estado Bolívar para el trienio constitucional 1907-1910, pero gobernó exactamente un año, pues, Juan Vicente Gómez, al destronar a Cipriano Castro, lo absorbió como su Ministro de Relaciones Interiores.

Francisco Linares Alcántara, político y militar egresado de la Academia de West Point, era nativo de Altagracia de Orituco (Guarico /18.3.1876) Para diferenciarse de su padre homólogo, quién fue Presidente de la República (1877-1878) aceptaba el apodo de “Panchito”.

Durante su gestión, el Estado Bolívar y todo el sur sufrió un crudo y prolongado verano que afectó la navegación hacia arriba y empobreció la cosecha de sarrapia. Entonces                 también comenzaron materializarse las dificultades para la explotación del balatá, pues destruidos los árboles de las zonas más próximas, se tenía que ir muy lejos a buscar la savia, precisamente cuando el mercado internacional estaba saturado y habían mermado los precios.        
Vino a sumarse a tales males la epidemia de peste bubónica en la Guaira y el decreto del gobierno de Trinidad cerrando los puertos de aquella Isla a los Barcos Venezolanos, con el consecuencial perjuicio para el Comercio y la Economía General del Estado y  del resto de la región Sur. Incluyendo Amazonas (Río  Negro), donde entonces gobernaba Horacio Luzardo, reemplazado a mitad de año por el General. Manamá.
Sin embargo, los ajustes presupuestarios no impidieron que se decretara y comenzaran los trabajos de construcción de las aceras y cañerías de desagüe de las casas de la Ciudad; la instalación completa de un equipo de alumbrado de gas acetileno en la Biblioteca del colegio de varones; una alcantarilla de concreto en el canal de desagüe de la laguna;  de refacción del salón de la jefatura Civil y del cuartel de policía que entonces quedaba en una sección de la cárcel vieja; adquisición de mobiliario para el Palacio Episcopal; trabajos de relleno en la Avenida El Porvenir y Plaza Farreras; reparación de la calle Santa Ana al Cementerio; ejecución de los retratos  al óleo de los próceres de la Independencia, General Pedro León Torres, Fernando Peñalver, Eusebio Afanador y Juan Vicente Cardozo para ser colocados en la casa del Congreso de Angostura.
Creación de una estación de policía en los Morichales (así se llamaban diversos caseríos alrededor de la Ciudad), a cargo del Coronel Eleazar Carrillo. Se la dotó de bestias para el recorrido, toda vez que el único medio de transporte rural rodante de entonces eran los carros de dos ruedas tirados por bueyes, popularmente conocidos como ruletos. En la ciudad el transporte rodante era relativamente más avanzado. Coches tirados por caballos: el Famosos Victoria y el  Fheatón sin capacete. Había incluso un Ómnibus  que por falta de vías adecuadas,  se limitaba a llevar  pasajeros desde el Oasis, en la calle Orinoco donde también quedaba  la cantina la Isla, de J. Ramón Núñez, hasta el  hipódromo  y ofrecer paseos de seis a  cuatro de la tarde. Su dueño o administrador, Francisco Piraldi, inauguró posteriormente una ruta  nueva  hasta  Morichal el Prado.
De manera que, primero que el automóvil, llego a Ciudad Bolívar el Ómnibus,  gracias al auge económico  dado no solo por la sarrapia y el caucho, sino también  por la explotación de los yacimientos auríferos  de el Callao.                                                                                                                                                                                    Ciudad Bolívar estaba en buena tónica comercial, cultural y gremial. El Teatro Bolívar se abarrotaba con la puesta en escena dentro de una programación llamada Martes Elegantes, de las obras La Tosca, La  Esposa del Vengador, Las Campanas de Carrión, El loco, Dios y el Drama de Fedora, todas interpretadas por Emilia Montes, primera actriz de la empresa teatral de Teófilo Leal que andaba en gira por las principales ciudades de Venezuela.

De ese tiempo es la “Sociedad Cooperativa de Ahorros “, pionera del sistema de ahorros bancarios en Venezuela, fundada por connotados señores como Bracho Albornoz , Guillermo Lange , Tomás Carrasco , J. E  Sánchez Afanador y Arístides  Rengel.


PLAZA FARRERAS
Del tiempo de Linares Alcántara  es también la plaza Farreras de Ciudad Bolívar. El General ordenó su construcción en forma de abanico. Se necesitaron  tres mil carros de tierra para la explanación del lugar. Las aceras fueron hechas con cemento romano, medio metro por encima del nivel de la  calle, pero no tuvo el tiempo suficiente en la Presidencia  del Estado para concluirla e inaugurarla, porque otro  destino mayor lo aguardaban.

El 23 de noviembre de ese año, el Presidente de la República Cipriano Castro se vio obligado a pedir permiso para viajar a Europa, específicamente Alemania, donde debía   tratarse una afección renal aguda, Su compadre y compañero de lucha en el camino de la restauración, General Juan Vicente Gómez, primer Vicepresidente, fue llamado para sustituirlo y ya sentado en la silla de Miraflores, para beneplácito de las potencias que nada querían  con el Presidente enfermo, decidió cambiar  las cosas  sin tener porqué darle cuenta a su antecesor.

El pretexto fue una conjura contra la vida del Presidente encargado, Juan Vicente Gómez, cuyo principal indicio estaba en un supuesto telegrama enviado por Castro al Gobernador de Caracas, Pedro María Cárdenas, con el siguiente mensaje: “La Culebra se mata por la cabeza”
El 20 de Diciembre, el General  Gómez, se dirige a la nación anunciando su decisión de cambiar el gabinete tras  debelarse una conjura fraguada contra su vida y porque “algunos pocos ciudadanos  que llamándose  íntimos amigos de Cipriano Castro han  obstaculizado el cumplimiento de mis deberes”. Justificado de esta manera el golpe, Venezuela tenía nuevo mandatario. Unos salieron  y otros llegaron  o fueron ascendidos como el General Francisco Linares Alcántara, Presidente del estado Bolívar.

Linares Alcántara  dejo al Estado Bolívar el 7 de Diciembre luego de embarcarse en el  vapor manzanares con destino a la Guaira. Por corto tiempo informaría al diario  El Luchador, pero se quedó como integrante en el nuevo Gabinete en el Ministerio de  Relaciones  Interiores.  Su lugar fue ocupado por el Dr. Antonio María Delgado, primer Vicepresidente del estado, quien ratifico al Gral. J. Campbell Acosta, como Secretario General del Gobierno.

Los otros miembros del Gabinete fueron: Dr. Francisco Gonzáles  Guinán, Ministro de Relaciones Exteriores: Gral. Régulo L. Olivares, Ministro de Guerra y Marina: Gral. Rafael Carabaño, Ministro de Fomento: Dr. Roberto Vargas, Ministro de Obras Públicas: y Samuel Maldonado, Ministro de Instrucción Pública.

El golpe de Gómez contra Castro en ausencia, ocurrió cuando las aguas territoriales de Venezuela estaban asediadas  por cruceros de la Marina Real Holandesa, los cuales ya habían  entrado a algunos puertos y ejecutado actos de registro a mano armada en naves mercantes, con propósitos deliberadamente hostiles.
El cambio gatopardeano del poder acabó contra la agresión de países europeos con los cuales Venezuela  estaba en deuda. Gómez prometió  cancelar  hasta el último centavo y no fue promesa vana. Seguramente su Gobierno estuvo  respaldado por las potencias extranjeras.  Cinco días después del golpe, fondeó en el Puerto de la Guaira, el Delphin,    buque de guerra americano, enarbolando el pabellón de Venezuela y saludando con disparos de ordenanza. Ese mismo día. Thomas Washington, capitán  del buque,  subió con toda su oficialidad a saludar a Gómez  en  Miraflores.

Pero no todo fue color de rosa, el Presidente  de Guárico, Luciano Mendibel,  se alzó contra Gómez en calabozo y luego de asesinar al comandante de armas, se apodero del parque y proclamó a Nicolás  Rolando como jefe de la Revolución. Perseguido  por fuerzas leales, huyo a San Fernando.
Quienes  manifiestamente se opusieron a la actitud de Gómez, fueron perseguidos y detenidos  y para darle sustentación al golpe e inhabilitar a Castro, toda vez que el simple telegrama no constituía prueba fehaciente, fue enjuiciado por la muerte  del conspicuo  general de la revolución federal, Antonio Paredes.
Comenzó para Venezuela un nuevo tiempo dictatorial con un solo caudillo: Juan Vicente Gómez.   El forzoso  heredero del trono sabía dónde le apretaba el zapato que calzaba: 42 anchito.

Venezuela entonces contaba 2.654.000 habitantes y una deuda de 225 millones de bolívares que acreedores como Holanda e Inglaterra no toleraban; pero la explotación petrolera, aunque tímidamente,  había comenzado un año antes.

Muerte de Linares Alcántara. El 28 de abril de 1958, a los 82 años de edad, y en la más absoluta pobreza murió el General Francisco Linares Alcántara, poniendo fin a una generación familiar vinculada a las acciones político – militares de Venezuela republicana.

Era hijo del Presidente de Venezuela “El Gran Demócrata” Linares Alcántara y nieto del prócer de la independencia Francisco de Paula Alcántara.  Fue el primer venezolano en cursar estudios en la famosa academia de West Point, de donde salió graduado de oficial en 1897.

Su figuración política acontece durante los gobiernos de Ignacio Andrade, Cipriano Castro, Juan Vicente Gómez, López Contreras y Medina Angarita.

Fue gobernador de los estados Aragua y Bolívar durante el Gobierno de Cipriano Castro y encabezó, no obstante, un movimiento llamado “La Conjura” para sustituirlo cuando se supo que estaba enfermo.  A requerimiento de Castro la Asamblea Legislativa  lo  nombró  Presidente  Constitucional  del  Estado Bolívar  para  el trienio 1908 – 1910, pero sólo ejerció durante un año porque el General Gómez, una vez consumado el golpe contra Cipriano Castro que se hallaba enfermo en París, lo designó Ministro de Relaciones Interiores.  De esa época data el primer mapa del Estado Bolívar, el empedrado de la calle Orinoco y  el decreto de construcción de la Plaza Farrera.

Linares Alcántara ejerció  la cartera de Interiores hasta 1913 cuando tomó el camino del exilio para regresar en la expedición del “Falke” comandada por Ramón Delgado Chalbaud, en agosto de 1929.  La expedición de Delgado Chalbaud contra la dictadura de Gómez fracasó al ser abaleado éste durante su desembarco por el puerto de Cumaná.

Presidió la comisión que seleccionó el proyecto para lo que es hoy La Planicie, asiento del Ministerio de la Defensa.  Durante los Gobiernos de López Contreras y Medina desempeñó importantes cargos, entre ellos las Gobernaciones de Aragua y Miranda.


MEMORIAS HISTORICAS DIGITALIZADAS DE TURMERO

             https://www.facebook.com/groups/280718592329685/ (Compilación completa)

PARA SU CONOCIMIENTO

Los editores de las Memorias Históricas Digitalizadas de Turmero, agradecen hacer referencia a su edición cuando cite algunas de sus partes en los trabajos de investigación de acuerdo a las normas establecidas para estos fines, manteniendo siempre el espíritu y contenido expresado en su texto.

              EJEMPLO DE CÓMO CITAR LOS TRABAJOS DE LAS MHDT
Rodríguez, Efrén (2018). Notas Geográficas de Turmero. En: E. Rodríguez y NG. Rodríguez. Colección Memorias Históricas Digitalizadas de Turmero, N° 60. Turmero, Estado Aragua (Venezuela): Edición Propia. Disponible en: https://www.facebook.com/groups/280718592329685/482452345489641/.

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