domingo, 9 de agosto de 2015

OPOSICION AL REGIMEN - PANCHITO ALCANTARA, ARAGUEÑO DE CORAZON, DE NESTOR GERMAN RODRIGUEZ.


OPOSICION AL REGIMEN  -  PANCHITO ALCANTARA  - ARAGÜEÑO DE CORAZON


CONTENIDO




Nota: En el desarrollo de la Obra usaremos indistintos nombres para referirnos al personaje, tales como: Alcántara, F.L. Alcántara, Panchito, Francisco Alcántara y algún otro. Lo importante es no confundir con su Padre FRANCISCO LINARES ALCANTARA ex Presidente de la República.

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NEXOS FAMILIARES  DE NESTOR GERMAN RODRIGUEZ Y LOS ALCÁNTARA

Néstor Germán Rodríguez es descendiente de los Alcántara por ser nieto de José Ángel Rodríguez quien fuese hijo natural de Francisco Linares Alcántara (El Presidente). F.L.Alcántara Estévez (Panchito) era hermano de José Ángel Rodríguez, único civil de los hermanos -aunque algunas veces se le menciona como General-, entre estos dos hermanos hubo una relación de amistad y confianza notable. Panchito buscó y se rodeo siempre de sus familiares cuando ocupó los cargos públicos de principios de siglo. Siempre confió en su familia.
El apellido Alcántara ha tenido gran peso dentro de la descendencia, tanto que Francisco de Paula Alcántara, “el Viejo Alcántara” le pidió a Linares Alcántara (El Presidente) que llevara el apellido. Luego, Linares Alcántara  se lo colocó como primer apellido a su hijo legítimo Panchito. Néstor Germán Rodríguez,  como Diputado a la Asamblea Legislativa del Estado Aragua, propuso y logró, después de una campaña de concienciación, la creación del Municipio Francisco Linares Alcántara. Ahora rinde homenaje a “Panchito” Alcántara, un héroe “olvidado” por los historiadores, que entregó su vida por la libertad y acogió al Estado Aragua  como su lugar de nacimiento. 


SEMBLANZA DE NESTOR GERMAN RODRIGUEZ

Néstor Germán Rodríguez, nace el 18 de abril de 1948 en Turmero - Estado Aragua, su primaria la estudio en la  Escuela Nacional José Rafael Revenga de Turmero y se gradúa de bachiller en el Liceo Agustín Codazzi de Maracay. Egresa como Licenciado en Administración en la Universidad de Carabobo. Después de prestar servicios a la empresa privada  y ser instructor universitario, se especializa en administración pública desempeñando cargos de importancia e incursiona en la política llegando a ser miembro de la Asamblea Legislativa del Estado Aragua donde promueve  la creación del Municipio Francisco Linares Alcántara (Nombre propuesto por el Cronista de Turmero), la creación de las parroquias de Maracay y otras en Aragua. Se destacó como Diputado del Ambiente. Posteriormente es electo Diputado ante el Congreso Nacional. Durante muchos años fue columnista de opinión en diarios regionales y orador de orden en municipios de Aragua. Dedicado a la actividad privada de índole comercial, y a escritor, se destacan las siguientes obras: “El inmigrante (desde la isla bonita)”, “Bienvenidos a la Casa de Dios (San Benito Abad)”, “El soberbio dragón (conversaciones imaginarias con Francisco de Paula Alcántara)”, “Encuentro en la casa amarilla (conversaciones imaginarias entre Francisco Linares Alcántara y José Ángel Rodríguez)”, “Mi diario, de José Ángel Rodríguez”, “Crónica estudiantil (entrevista a John F. Kennedy)”, “Luis Rodríguez, un pelotero de respeto”, y ahora, “Oposición al régimen: “Panchito” Alcántara, aragüeño de corazón”.

ACLARATORIA:

Cuando se indaga la historia de manera imparcial y objetiva nos encontramos que muchos de quienes la escriben, casi siempre resaltan el lado positivo de sus afectos e ignoran y hasta descalifican a los adversarios de aquellos. Francisco Linares Alcántara Estévez (Panchito) es uno de esos casos, con una trayectoria digna, sacrificada y heroica, no ha sido valorado en su justa dimensión. Militar preparado y probado en contiendas, y siendo el que más veces, (5), ha ocupado la Presidencia del Estado Aragua o Gobernación del Estado Aragua, como ahora se denomina. Un hombre que dada su lealtad al Presidente Cipriano Castro, no fue  Presidente de la República. Ni tampoco aprovechó para usufructuar, como lo hicieron hasta intelectuales que se conectaron  al Presidente J.V. Gómez durante su férreo mando. Por el contrario, F.L. Alcántara se alejó del poder hegemónico por convicciones propias, y durante 23 años estuvo en el exilio haciendo oposición permanente a la dictadura Gomecista; participando activamente en la transición democrática, caracterizándose por ser un Ciudadano Ejemplar, cuya trayectoria visualizamos en esta crónica para el conocimiento de los lectores.

EL AUTOR 


RESUMEN
El contenido de este libro se ha dividido para mejor comprensión en las etapas de la vida de F.L. Alcántara. Primero se aborda su nacimiento, es muy importante porque se aclara que nació en Caracas, en la Parroquia Altagracia, y no en Altagracia de Orituco, como se ha señalado en diversos trabajos. Luego se relatan hechos de su estadía en New York y se hace referencia a sus estudios en la Academia Militar de West Point.  A su regreso al país, se describen los acontecimientos militares y políticos de principios de siglo XX en el gobierno de Cipriano Castro, hasta adentrarnos en los inicios de la dictadura gomecista. La etapa más dura sucede en los 23 años de exilio de Panchito Alcántara. Su persistente actividad y la travesía y heroicidad del desembarco del “Falke”, donde Alcántara fue protagonista de primera línea. Es una lectura necesaria para conocer la historia. Luego, presentamos sus experiencias en la transición democrática hasta las reflexiones finales de su vida al servicio de una causa: VENEZUELA. 


PROLOGO

Tengo el honor de escribir el prólogo de una investigación documental de mi apreciado amigo Néstor Germán Rodríguez, sobre la figura del insigne antepasado Francisco Linares Alcántara Estévez (Panchito).
Néstor Germán Rodríguez hace una acuciosa revisión  de la vida y obra de su pariente, dejando constancia del relieve político y personal del personaje; así como de la época histórica que le correspondió vivir.
En efecto, Francisco Linares Alcántara Estévez, no sólo es el hijo de Presidente Linares Alcántara y nieto del prócer de la independencia Francisco de Paula Alcántara, sino también un hombre que participo en la etapa final del liberalismo amarillo, el trascurrir del periodo de Cipriano Castro y la dictadura de Juan Vicente Gómez, así como la transición a la democracia e incluso el final de la dictadura de Pérez Jiménez.
En ese largo periodo de 82 años, Panchito Alcántara se desenvolvió como el militar, el político, el servidor público y sobre todo, el ciudadano esclarecido y culto que siempre fue.
Néstor Germán Rodríguez narra de una manera amena y concisa la trayectoria del protagonista que constituye para el país y para el Estado Aragua, una referencia obligada del mundo político y un modelo de comportamiento ciudadano.
Néstor Germán Rodríguez está llenando, sin duda alguna, un vacío que la historiografía tradicional tiene con la región aragüeña y toda Venezuela.
Esta obra es de singular importancia ya que le está dando difusión a la vida de un personaje que constituye una referencia obligada de nuestra historia contemporánea.

Dr. Fernando Taborda

Turmero, 24 de julio, 2014


CAPITULO I
EL HIJO DEL PRESIDENTE

1.     EL NACIMIENTO

Cuando el General Francisco Linares Alcántara ejercía en 1873 el cargo de primer designado en el gobierno de Antonio Guzmán Blanco, y encargado del Poder Ejecutivo, siendo además Presidente del Gran Estado Guzmán Blanco (Aragua), nace en Caracas un varón de su matrimonio con Belén Esteves Yánez.
Doña Belén había tenido cinco niñas hasta ese momento, Belén, Teresa, Trinidad (Trina), Luisa y Vicenta. El Presidente Linares Alcántara también tenía otros hijos  naturales, nacidos antes del matrimonio,  llamados Francisco Navas Alcántara, José Ángel Rodríguez, Francisco Manama y Ramón Dorta.
Linares Alcántara en ese momento iniciaba la campaña política que lo llevaría a la Presidencia de la República.
En el Libro de Registro Civil de Nacimientos, correspondiente al año 1876, que reposa en la Jefatura Civil de la Parroquia Altagracia de Caracas, dice:
“Joaquín Tinoco Hernández, Primera Autoridad Civil del Municipio de Altagracia, hago constar que  hoy nueve de junio de mil ochocientos setenta y seis, me ha sido presentado un niño por el General Francisco Linares Alcántara, quien dice ser su padre y manifestó: que el niño cuya presentación hace, nació en este municipio el día diez y ocho de marzo del presente año, a las 7am, que tiene por nombre FRANCISCO DE PAULA, hijo legítimo del General Francisco Linares Alcántara, Presidente del Estado Guzmán Blanco y residente de este Municipio, y de Belén Esteves, de profesión las propias de su sexo y vecina de este Municipio…”


Sobre los  nombres y apellidos existen versiones, una de ellas es que Doña Belén le dijo al Presidente Linares Alcántara: - “Pancho, yo se que tu quisieras que  Panchito lleve el apellido Alcántara, busca la forma legal para que tu deseo se cumpla”.  Existe una versión que decidió cambiar el nombre, colocándole FRANCISCO LINARES como primer y segundo nombre, y ALCANTARA ESTEVEZ como apellidos. No obstante, no se tiene  a la mano documento para corroborarlo. Lo cierto es que así se le menciono desde niño, y el mismo sucesor  lo usó publica y jurídicamente.  Los Alcántara Esteves vivían en Caracas. Su residencia colonial era un caserón, ubicado entre las esquinas de Carmelitas y Altagracia No. 15-25, al frente  de la Iglesia Nuestra Señora de Las Mercedes de Altagracia. Así mismo tenían otra vivienda en La Victoria donde se conocieron y contrajeron matrimonio el 25 de agosto de 1864.
Los Padrinos de bautizo del niño, fueron  el Ilustre Americano, Antonio Guzmán Blanco, Presidente de Venezuela,  y su esposa Doña Teresa Ibarra de Guzmán Blanco. Su educación la recibió en Caracas;  al principio en la escuelita de la Señorita Teresa Eduardo; posteriormente  ingresa al Colegio Franco-Inglés regentado por el Doctor Fernando Vizcarrondo Rojas; así como al Colegio Venezuela  del Doctor Adolfo Frydenbergs,  y en la Santa María del Doctor Agustín Aveledo, y finalmente en La Verdad regentado por Pedro Manrique. 




"Panchito" Alcántara cuando estudió en la Santa María

De niño Panchito, como cariñosamente lo llamaban, fue un niño inteligente y muy tremendo que jugaba en aquellas calles tranquilas de la Caracas de entonces. Su casa siempre  fue un centro  de reuniones políticas, ya que su madre fue una mujer de influencia y de relaciones políticas. Ella tenía planes con su hijo, se propone prepararlo para altas responsabilidades futuras.  De esta manera decide enviarlo a los Estados Unidos  de Norteamérica cuando apenas tenía 15 años. Antes tuvo una preparación previa del idioma.
Doña Belén Estévez Yánez, después de la inesperada muerte de su esposo el Presidente Francisco Linares Alcántara, contrae al tiempo nuevas  nupcias con Francisco Yepez, y Panchito amplió el número de hermanos con Cristina, María Teresa y Ramón Yepez.
Doña Belén fue una mujer de influencias, se conoce del esfuerzo que hizo por Raimundo Andueza Palacios, su cuñado, para que obtuviese la Presidencia.

2.     LA FORMACION MILITAR

Doña Belén confía en la Agencia Hispano Americana de T. Paredes, para que le sirva de tutor de su hijo en Nueva York y se encargue de su educación. Estando  en New York al llegar en mayo de 1891, es enviado  a Brickchurch,   una especie de pensión, siendo alojado en la casa de la Señora Wasshburn donde la hermana será la profesora del idioma,  durante este periodo, antes del inicio del año escolar. Para acompañarlo en estos primeros días sus hermanas Luisa, Vicenta y Teresa viajaron con Manuel Aizpurúa Huizi, su cuñado. Nicanor Bolet Peraza quien cumplía funciones como Agente Confidencial del Gobierno en Nueva York, Se pone a la orden de Doña Belén. Luego Panchito es enviado a Castskill, a cuatro horas de Nueva York, para aislarlo de toda conversación en español.


Francisco, asume su papel como el hombre de la casa, le da sugerencias a su madre sobre las relaciones amorosas de sus hermanas  y además reclama que no le contestan las cartas, incluso a su propia madre. En sus cartas siempre está pendiente de sus hermanas y de su mamá Calixta (Abuela), también de amistades. Siempre chistoso y simpático, le dice a su madre lo siguiente: “Te mando estos dos retratos (de él) para que te recríes, es un americano buenmozo; ponlos en la sala”. Hace contacto en Nueva York con Levy León un amigo de la casa. Panchito le reclama a su Madre unos dulces que no le han llegado y le pide que venga a Nueva York. La nostalgia va y viene. Panchito le confiesa a su mamá que tiene una yerna gringuita que sale con él. Sus cartas revelan que le gustaba estar en los círculos del poder. Le consulta  a su Madre  sobre su deseo de ingresar a la carrera militar en la Academia West Point. Han pasado tres meses de su llegada al norte  y F.L. Alcántara  demuestra en sus cartas ser un joven de gran corazón. 
Para ingresar a West Point se deben dar varios pasos según lo sugerido por Bolet Peraza, entre ellos que el Presidente Andueza Palacio debe solicitar al Congreso de Venezuela que apruebe una solicitud, una especie de recomendación para el Congreso Norteamericano, y éstos, autorizar el ingreso. Esto se tramita debidamente y se consigue el cupo. La carta poder, para formalizar la solicitud ante el Congreso Americano le es enviado a Bolet Peraza en noviembre de 1891.
Antes debería hablar a la perfección el idioma.


El gusanillo de la política ya había surgido en la mente del joven Alcántara. Se comenzaba a preocupar, opinar y dar consejos. Además se percata internamente que podría ser alguien importante en la vida.
En varias oportunidades reclama sus dulces que no le llegan. Le pide a su madre que le envíe el velocípedo (igual a bicicleta). Le pide que le envíen fotos de todos para tener su familia completa. Añora todo de Caracas, su dormitorio, de cuando compartían la mesa, le llega a decir que sufre. El frío se hace sentir, no cesa de echar chistes, le dice que Andueza le tapó la boca con una mordaza de West Point para que no hablara de política en las cartas. Igual le aconseja Pnchito a su madre.  A quien dice: “En política Doña Belén, ¡Cállese!”.
Antes de ingresar a la Academia se especializa en Teneduría Pública Contable en Brisckchurch (1891).
En diciembre exige sus hallacas y dulce de lechosa, cuestión esta donde es reiterativo. Le dice a su madre: “Hallacas, hallacas...”. Las navidades no fueron las más deseadas, y le dice: “Cuando oigas las doce no dejes de echarme la bendición”.
En el libro de Oficiales y Cadetes de junio de 1894 de la U.S Academia de West Point NY aparece el nombre de FRANCISCO ALCANTARA, de 17 años y 5 meses de edad, admitido el 1ro de septiembre de 1893, en una nota se traduce que esta “Recibiendo instrucción en virtud de disposiciones de una resolución conjunta del Congreso, aprobada, diciembre 22,1892”.
En efecto, después de haber hecho el curso preparatorio, ingresa  a la Academia Militar más importante del mundo, comienza su aprendizaje, recibe aparte de la disciplina castrense, desde el primer año, clases de  matemáticas, geometría, trigonometría y dibujo topográfico, además de francés, el pensum incluía leyes, historia, artillería, filosofía, química, física, mineralogía y otras asignaturas, comenzaba así la preparación de un hombre para el servicio a la Patria. Perteneció al equipo de natación de la Academia, se graduó con honores en 1897.  De West Point decía el graduado lo siguiente: "En West Point cumplir con el deber no significaba nada. Los instructores militares siempre nos decían: “No olviden que han escogido una carrera en la cual la vida nada significa. La muerte moral es peor que la muerte física”.
Regresa a Venezuela.


Francisco L Alcántara Estevez de Cadete


CAPITULO II
EN BUSQUEDA DEL PODER

3.           ACTUACION MILITAR

A su regreso a Venezuela, es nombrado Jefe del Cuerpo Auxiliar de Artillería de la Guardia de Honor por el presidente Ignacio Andrade (1898). En 1899, siendo Coronel, es escogido como Fiscal Militar en el juicio que se le sigue a General Rafael Adrián por su conducta militar. Es seleccionado  para formar parte del equipo que estudia el Reglamento de Infantería del Ejército. Sobre Alcántara cae la responsabilidad de ser el Jefe Expedicionario del Distrito Perijá de Maracaibo.
El periódico El Diablo de Caracas hace la siguiente reseña:

Francisco Alcántara

Aunque muy conocido  este joven venezolano por  su distinguido talento y educación, hijo del Presidente mas demócrata que ha tenido Venezuela, aquel que con tanto acierto gobernó la República, puesto que jamás serán olvidados  sus liberales procederes, su amor a la Patria, al progreso y al bienestar de los suyos,  téngase en cuenta que su hijo heredo aquellos sentimientos y que habiendo sido premiado en Estados Unidos, supo honrar  su apellido y a su patria en aquel torneo de la inteligencia.
Dados los conocimientos que de la ciencia militar posee, prestará importantes servicios al Ejercito de la República que necesita disciplina fundamental, y a los gobiernos (…) por el engrandecimiento de la Patria,  como creemos sea el actual que preside el general Ignacio Andrade.
Es de absoluta necesidad introducir un sistema europeo en nuestro ejército (…). Francisco Alcántara prestará útiles e inestimables servicios a los gobiernos; por lo demás ya se sabe cuál es su filiación política, y basta para el que dude, que nuestro compatriota exclame: “Yo soy hijo de Alcántara”. Lo suficiente para ser querido de sus contemporáneos.

Se sucedieron en esa época hechos importantes como la insurrección del “Mocho” Hernández, luego la muerte del General Joaquín Crespo, caudillo de la época. Las dificultades económicas y la desconfianza reinante dieron al traste con el gobierno de Ignacio Andrade. Muy  a pesar de las recomendaciones de Doña Belén Esteves quien le propuso a Andrade un entendimiento con el General Cipriano Castro.




Francisco Linares Alcántara Estevez, Coronel de Artillería

Alcántara, siendo militar institucional, participa en la batalla de Tocuyito librada contra las tropas de la Revolución Restauradora (14/9/1899). Las fuerzas del Presidente Andrade estaban dirigidos por el ministro de Guerra y Marina, el general Diego Bautista Ferrer, secundado por el general Antonio Fernández. Estos cayeron en contradicciones y Cipriano Castro los venció a pesar de tener menor  cantidad de hombres. Los escritores enemigos de Alcántara le hacen señalamientos burlones a través de su vida, buscando en sus comentarios el desprestigio. 
Al respecto el mismo Alcántara expresó luego de muchos años lo siguiente:"Yo acababa de llegar recién graduado de cadete en la academia militar de West Point y lo primero que hacen es nombrarme Coronel. "Señores pero si yo no puedo ser Coronel (les decía) ¿Qué van a decir mis condiscípulos que ahora deben estar de Sub-Tenientes?" Pero no me hicieron caso y de Coronel pasé a Comandante de Artillería, para luego no mantenerme enterado de nada durante la batalla. Cuando le pedí ordenes al General Ferrer lo que me dijo fue: "¡Péguese que ya estamos pegados!". Y cuando trataba de imponer mis modernas tácticas de militar de escuela, lo que hacían era reírse y llamarme "El Musiu". Ellos no actuaban sino como viejos militares de tratado, y por la antiquísima táctica del Marqués del Duero. Por lo menos (le dije después a los jefes) a un Comandante de Artillería se le debe tener al corriente de los planes! Aquello fue una verdadera confusión, las fuerzas del Gobierno se hacían fuego entre ellas mismas. ¡Una traición! Un viejo militar ignorante que me llamaba "El Coronel educado en las Europas", tuvo la osadía de decirme: "Usted tiene un santo bueno porque yo lo apunté quince veces y no le pegué". ... Sin embargo, aquellos militares empíricos eran valientes, abnegados, intuitivos; justicia es decirlo".
 

Finalmente, Andrade fue derrocado el 19 de octubre de 1899 por Castro y la Revolución Liberal Restauradora, produciéndose negociaciones. Alcántara se incorpora al ejército vencedor de Cipriano Castro quien posteriormente seria reconocido como Presidente de la República. Debe señalarse que las relaciones personales de los Alcántara Esteves y Cipriano Castro fueron excelentes, al extremo que Castro siendo Diputado se alojó en la casona solariega de Doña Belén. Cuando Castro se fue para el Táchira para iniciar su marcha triunfadora, le dejó a Doña Belén sus retratos, ella los colocó en una sala con ventanal hacia la calle y la gente iba a conocer  quién era aquel hombre  que decían sería  el Presidente de Venezuela. Una vez Presidente, Doña Belén  le obsequia el bastón de Mando que perteneció a su esposo Ex-Presidente.
Se le notifica a Francisco Alcántara en abril de 1900 que ha sido designado como Jefe de Estado Mayor de la División Caracas. Cipriano Castro lo nombra después como Jefe del Estado Mayor del Ejército en el Estado Carabobo. El 17 de octubre de 1900, Francisco L. Alcántara es nombrado Presidente Provisional del Estado Aragua.


4.     DESDE SU SEGUNDO TERRUÑO

Alcántara ejerce su cargo de Presidente provisional del Estado Aragua (Hoy día Gobernación) desde La Victoria, la ciudad donde sus Padres se conocieron, se casarón,  vivieron y tenían querencias e inversiones en inmuebles familiares.  Siendo apenas un joven de 24 años inicia así su carrera política en paralelo con sus responsabilidades militares.   A su amigo Segundo Mendoza le señala algo muy importante: “De fijo, amigo Mendoza que, para asegurar ampliamente  mi gobierno en este Estado, donde hoy cosecho las simpatías que dejara mi Padre(…), como magistrado y como ciudadano, necesito(…) rodearme de buenos elementos que traigan a mi administración, luz, honradez y pulcritud.”


Por ello resaltamos el hecho que como Tesorero del Estado se nombrara a José Ángel Rodríguez, su hermano natural y oriundo de Turmero, quien fue un hombre honesto en su vida pública y privada.
Luego Alcántara es confirmado en el cargo de Presidente Estadal en 1901. En diciembre de ese año  comienzan los problemas de siempre, estalla la revolución con los  alzamientos del General Luciano Mendoza y de Antonio Fernández en tierras de Aragua. Es también el comienzo de la carrera militar de Juan Vicente Gómez, que por  vez primera comanda los ejércitos. Francisco Alcántara es leal al  gobierno del Presidente Castro, como reitera en correspondencias como esta:

EL PRESIDENTE  CONSTITUCIONAL DEL ESTADO ARAGUA
PARTICULAR
La Victoria: 29 de marzo de 1902
Señor General Cipriano Castro
Caracas.
Querido Jefe y amigo:
Cumple a mi deber de amigo leal y decidido de Ud; y de partidario ferviente de la Causa Liberal Restauradora darle algunas noticias sobre la situación en que se encuentra el Estado de mi mando.
En primer lugar debo significarle que juzgué conveniente y oportuno levantar un pie de ejército de cerca de setecientos hombres, fuera del Batallón “Victoria” que se encuentra acantonado en esta plaza. Las fuerzas de que le hablo están situadas de tal modo que impiden toda invasión en Aragua, ya provenga del Guárico, o nos amanece de la costa de Carabobo donde Ud. sabe que existen algunas pequeñas partidas revolucionarias.
También me ha permitido la organización de estas tropas auxiliar al Coronel Pedro Pablo Montenegro con una columna constante de ciento veinte hombres, que al mando del General Antero Delgado Esteves marchan hacia Ortiz a ponerse a las órdenes del ya citado Coronel y Presidente en Campaña. El mantenimiento de esas fuerzas me ha obligado, como Ud. supondrá, a hacer ciertos sacrificios entre otros el de retrasar el pago del presupuesto en la 1ª quincena de marzo; sacrificios que hago gustoso porque tengo el íntimo convencimiento de que nuestro primer deber es asegurar a todo trance la paz de la cual se derivan todos los otros beneficios.
Por telegrama anterior sabe Ud; que me entendí perfectamente con Olaizola, y que he tomado las medidas que el caso requiere para conseguir satisfactorio resultado en el asunto que de parte de Ud. me comunicó aquel amigo.
Acaso hayan llegado hasta Ud. rumores de que por “Las Tejerías” se han cometido atropellos de parte de las fuerzas del Gobierno de Aragua. Lo que hay de cierto es que por aquellos lugares ocultan individuos que se alzaron cuando Mendoza, y otros visiblemente desafectos al orden de cosas existente; y que para evitar en lo sucesivo este procedimiento di orden de que en la finca donde se encontrara un fugitivo se prendiera al dueño o al encargado de ella.
Juzgo que en la jurisdicción de mi mando no habrá persona de significación que ose ponerse en armas contra las autoridades constituidas; y si no fuera porque los Estados limítrofes se encuentran algo revueltos podría asegurarle que aquí es inalterable el orden público y que estábamos en capacidades de retirar las fuerzas supernumerarias para dedicar el dinero que en ellas se gasta al pago regular del presupuesto y al fomento de obras de utilidad y ornato reclamadas imperiosamente como medio eficaz para aminorar la miseria que por causas conocidas sufre el pueblo, cuya situación económica es por todos conceptos lamentable.
Ya noticié a Ud. que el Coronel Pedro Pablo Montenegro me pidió cápsulas de Winchester y de máuser; de estas últimas le envié tres mil con escolta de las fuerzas del Estado,

F. L. Alcántara

Del 12 de octubre al 4 de noviembre de 1902 se libra  la batalla de La Victoria. El General Manuel Antonio Matos es escogido como Jefe del movimiento revolucionario. Las fuerzas rebeldes eran superiores en tropa, Alcántara había resultado herido en el combate. Su sangre impregnó la tierra de José Félix Ribas y de los valientes  estudiantes. Luego se atrincheran. Castro se apersona y se pone al frente de su ejército oficial. Panchito  Alcántara fungía como asesor junto con Gómez, los tres hombres visualizaban con binoculares los sucesos y daban las instrucciones. Cuenta la historia popular que estando estos tres jefes observando los acontecimientos por binocular, el Presidente Castro le pregunta a Alcántara que quien era aquel joven que valientemente enfrentaba a  los revolucionarios, y este le dijo: Se llama Andrés Pacheco Miranda, a lo que Castro respondió: -Bueno a ese joven me lo ascienden a Teniente. Alcántara le dice: -Mi General, el problema es que es menor de edad. Y Cipriano Castro le respondió: -Entonces me le aumentan la edad también. Otra anécdota es esta: Alcántara estaba siendo afeitado por un soldado de apellido Escalona, en ese momento se produjo un ataque de  cañones que hizo que Escalona recogiera sus utensilios. A lo que Castro le dice:- Tranquilo Escalona, que esos cañonazos son contra nosotros, no contra Ti.

Esta batalla fue la más larga en el tiempo y la más importante de las batallas ocurridas después de la independencia. Participaron hombres de todas las provincias  del país. Duró 21 días. El 28 de octubre, se daba por descontado la derrota de Castro. La llegada de los refuerzos fue la salvación, El día 2 de noviembre, el General Manuel Antonio Matos ordenó el retiro. Dos mil soldados quedaron tendidos en el campo de batalla. El Presidente Castro calificó la batalla de La Victoria como la más reñida de las guerras civiles.
Para aquella época, en diciembre de 1902, la situación financiera en que se sumía Venezuela, ocasionó el bloqueo de los puertos venezolanos por parte de los buques de Inglaterra, Alemania e Italia.  Bajo este ambiente bélico y desenfrenado, fueron bombardeados los puertos de La Guaira y Puerto Cabello y atacado el Castillo de San Carlos con la intención de ocupar a Maracaibo.  En estas condiciones, fueron tomados algunos pequeños buques de guerra de Venezuela que luego fueron hundidos.

El 7 de enero de 1903 el Presidente Castro se vio obligado a pedirle al Ministro Plenipotenciario de Estados Unidos Herbert Bowen, que iniciara las negociaciones en nombre de Venezuela, ya que nuestro país había aceptado las condiciones exigidas por las potencias europeas, Inglaterra, Alemania y demás agresores. Estas diligencias debían realizarse en Washington, donde tendría lugar el arbitraje. Bowen introdujo la propuesta venezolana de dividir las reclamaciones en dos partes: aquellas anteriores al gobierno castrista y las relativas a su propia gestión gubernamental. 

En 8 de abril de 1903, Castro designó a Juan Vicente Gómez como Jefe del Ejército, acompañado de Alcántara  desembarcan en Higuerote con 1.500 hombres para la batalla de El Guapo y combatir a Nicolás Rolando en los valles del Tuy. Juan Vicente Gómez y Francisco Linares Alcántara logran vencer a las fuerzas revolucionarias. Esta fue otra batalla dura y sangrienta que se desarrolló durante la Revolución Libertadora.  La batalla comenzó el 11 de abril cuando las fuerzas de Gómez atacan a los insurrectos en dicho pueblo por el norte, mientras que Francisco Linares Alcántara atacó por el sur. El fuerte combate duró todo el día 11 hasta el 14 de abril cuando los insurrectos abandonan la zona por falta de municiones. 
Alcántara relata años después sobre la batalla del Guapo: "La batalla del Guapo si no se perdió fue por mi. Eran dos ejércitos: uno al mando de Gómez, por el mar, que atacaba el pueblo; otro a mi mando quee atacaba por Cerro Grande. Cuando le quitamos el parque a Ortega Martínez, yo le mandé a decir a Gómez con uno de mis oficiales: ¡que provoque, que provoque para que el enemigo gaste municiones! Pero Gómez no provocó, me dejó solo y ya rendido y vencido quiso que retirara mis fuerzas. Allí si empleé mi táctica de militar de escuela y le canté duro: ¡Dígale a Gómez que esta es pelea de galleros y que el gallo contrario tiene una morcillera que está llenando!". Cuando me vio ocupar luego el pueblo del Guapo, después de declararse perdido, no hacía sino exclamar :"Y cómo le parece, quien iba a creer que esta la íbamos a ganar?!!"
El 25 de mayo de 1903, Alcántara recibe del Presidente Castro la condecoración el “Busto del Libertador, en la Segunda Clase” en honra a sus servicios prestados. Posteriormente en 1905 recibiría la Orden del Libertador, la más importante de todas. Se le concede también la “Medalla de Instrucción Pública.”
Panchito Alcántara participa en 1903 en las batallas de San Fernando y Camatagua y también asesora desde el inicio, la organización de la nueva Academia Militar que decreta Cipriano Castro en 1904. Sus estudios en el extranjero y su experiencia militar sirven para dar valiosos aportes y ser uno de los miembros fundadores. Fue nombrado Presidente de la Junta Inspectora en octubre de 1910.

5.           DURANTE  SU GOBIERNO ESTADAL

Francisco Alcántara solicita al Concejo Municipal del Distrito Ricaurte, con sede en La Victoria, llamada la ciudad Santa de la Restauración, que le conceda la condición de Aragüeño, tal como lo estipulaba la Constitución del Estado Aragua sancionada en 1901 y el Código Civil de la República. Este fue el escrito:

Ciudadano
Presidente del Concejo Municipal del Distrito Ricaurte
Presente

En mi calidad  de hijo del General Francisco Linares Alcántara, de quien es notorio que nació en Turmero, cabecera del Distrito Mariño, y para los fines del primer aparte del Artículo 12  de la Constitución del Estado vengo, por el autorizado conducto de Usted a poner en conocimiento de esa honorable Corporación, mi voluntad de ser tenido como aragüeño por nacimiento, con todos los deberes y derechos  anexos a esta condición especial de Ciudadanía.
Igualmente pido se haga constar también, que he resuelto fijar en esta ciudad el asiento principal de mis intereses y negocios, y que por tanto, debe considerárseme como domiciliado en este Distrito Ricaurte, al tenor de lo dispuesto en el Artículo 21 del Código Civil.

F.L. ALCÁNTARA

El artículo 12 de la Constitución del Estado Aragua rezaba: Son Aragüenos por nacimiento. a) Los nacidos en el territorio del Estado cualquiera sea la nacionalidad de sus padres. b) Los hijos de padre o madre aragüeños por nacimiento que nazcan fuera del territorio del Estado, siempre que al venir a él, declaren ante la autoridad competente su voluntad de serlo. Alcántara se considera “aragüeño de corazón”.

Durante su gestión se construye El Palacio Castro, una edificación civil que fue construida a principios del 1903 como residencia privada del General Cipriano Castro. Durante mucho tiempo el edificio y la plaza del frente fueron conocidos como Palacio y Plaza Castro.



El 21 de Junio de 1904 el General Cipriano Castro decreta la Construcción de un cuartel y el 5 de Julio se coloca la primera piedra.
La Asamblea Legislativa del Estado Aragua le concede a Francisco L Alcántara la “Medalla de Oro”, esto fue el 28 de diciembre de 1904, por sus eximios servicios, su lealtad y probidad.
Debe significarse que en 1904  para  la reelección del Presidente Alcántara, los pueblos de Aragua por unanimidad y en comunicados públicos, aclamaron a Pancho Alcántara   para el cargo que ejercía.

El 28 de marzo de 1905, el Gobierno de Aragua abre un concurso literario para seleccionar la letra que debía llevar el Himno del estado al que concurre como participante, entre otros, el poeta Ramón Francisco Bastidas, domiciliado en Turmero.  Al año siguiente, la obra presentada por Bastidas es formalmente adoptada como el himno del estado y decretado como tal, debemos destacar la siguiente estrofa figurativa a Cipriano Castro:

                    VI
Cuando el brillo triunfal de su acero
al fuego templado del patrio calor,
nos dio paz el heroico guerrero
titan de los Andes, glorioso cóndor.

El 1 de agosto de 1904 Francisco Linares Alcántara le envía un telegrama a Cipriano Castro donde le informa que acaba de poner el “cúmplase” al decreto por el cual la asamblea constituyente del Estado creo el municipio “Castro” hoy “Municipio Santos Michelena”.
Francisco Alcántara  convivió mucho tiempo con los victorianos. Su familia  tenía vivienda en la ciudad y eran propietarios de otros inmuebles. Construyó a título personal el Mercado de Paraguas que fue luego el Mercado Municipal. Vivió en casas aledañas a la Plaza Ribas, una de ellas la conocida como Casa de la Azotea.

6.     SU VIDA PRIVADA

Alcántara tuvo  algunas relaciones sentimentales en su vida. Estando en La Victoria mantuvo relación estrecha con Amelia María Hidalgo Jordán, con quien concibió tres hijos: Francisco Segundo, Marcos y Amanda. Posteriormente y a lo largo de su vida, tuvo otros amores. De su unión con Manuela Sotomayor  nació Berta. De Carmen Ofelia Urquia tuvo a Carmen Ofelia. De Petra Hernández tuvo un hijo. También se sabe de una hija con Carmen Torres. De una ecuatoriana nace Francisco Alcántara que fue criado y educado en Curazao  por Trina y Vicenta (Hermanas de Panchito). De Josefina Ascanio nació José Francisco Alcántara. Otra de sus intimas en La Victoria fue Mercedes Silva. Rosa Antúnez y Aurora R. González en Caracas. Se recuerda a Regina Gómez, hermana de Juan Vicente Gómez, como su novia oficial. No se descarta la relación que tuvo con su prima Paula, que vivía en Turmero. De su matrimonio oficial con su sobrina María Azpurúa Alcántara nace Beatriz Alcántara Azpurúa.
  

CAPITULO III
LAS LUCHAS INTERNAS

7.           LA  ACLAMACION

El Presidente Castro decide dejar encargado de la Presidencia a su compadre y amigo Juan Vicente Gómez. Eso causa escozor en algunos de sus aliados. Esta situación crea  tensión en el propio gabinete. Cipriano Castro se va a La Victoria a guardar su reposo. La figura de Alcántara juega un papel importante porque Castro le tenía gran aprecio. Era su hombre de confianza. Panchito Alcántara hubo de enfrentar a editores de periódicos y tratar de poner orden. La propuesta era que los gobiernos locales solicitaran  a Castro reasumir el poder, a esto lo llamaban Aclamación.  Las relaciones de Alcántara con Gómez eran buenas relativamente. Castro se va con Alcántara a Caracas. Toman el tren en La Victoria y se encuentran con la sorpresa que le habían retirado la custodia y cuido de su casa en Villa Zoila. Francisco fue a la casa familiar donde su mamá le informó que Gómez lo había estado llamando. De esto le informó a su vez a Castro que lo autorizó a la conversación. Ya en la Casa de Gobierno observó las intrigas existentes. Frente  a frente, los dos hombres fuertes, Gómez y Alcántara, se sentaron solos en un sofá. No había dudas, dos hombres que habían luchado juntos y que tenían en sus manos, por destino de la historia, gobernar este país, tenían la responsabilidad de buscar soluciones para la gobernabilidad. Alcántara era el enlace entre Castro y Gómez, éste  le plantea la situación de la Aclamación y las insinuaciones en su contra. Alcántara le explica que eso no está en la agenda y que Castro estaba molesto porque le quitaron la vigilancia policial en Villa Zoila. Alcántara le recomendó se trasladara donde Castro y aclarara todo amistosamente. En principio Gómez no aceptó por honor. Panchito le aclaró que no lo acompañaría; por el contrario, él estaría al lado de Castro esperándolo. Aún no había Alcántara informado a Castro de la reunión, cuando se escuchó la voz de Gómez entrando en Villa Zoila. Francisco Alcántara estuvo un rato en la conversación y se retiró para regresar a La Victoria.



La luna de miel duró poco. El 23 de mayo de 1906 Castro regresa a La Victoria, y lanza una proclama que denomina “Ofrenda a mi Patria”, que dice, entre otros conceptos: “La fatiga necesaria y hasta el hastío, si así se me permite decirlo, me obligaron a separarme transitoriamente del Poder, única y exclusivamente con el objeto de adquirir un reposo indispensable a mis fuerzas y ánimo un tanto decaídos” (pero la gratitud de los pueblos) no se hizo esperar en el sentido de excitarme a volver lo más presto posible a regir los destinos de la república”. Luego se producen discursos que piden regrese a su puesto, que se siga sacrificando por la patria. Dos días después Gómez invita a Castro a un almuerzo en Los Teques para arreglar las cosas. Castro ni siquiera le contesta y Gómez va a La Victoria acompañado sólo con su edecán. Allí se decidio que Castro regresará a la presidencia luego de que se lo “hayan rogado” las Asambleas Legislativas y los Ayuntamientos, amén de centenares y miles de particulares. Y hasta el presidente encargado, su compadre Juan Vicente Gómez debería apoyar ese clamor.


Alcántara se ve obligado por las circunstancias a ponerse al frente de dicho movimiento. A esos efectos se dirige a los demás mandatarios regionales a sumarse al movimiento, le exigen acuerdos de las municipalidades y actos  de voluntad popular en toda la República. Alcántara organiza unos actos apoteósicos en La Victoria, reacondiciona la ciudad, y la iglesia, se consigue albergue para las damas, todo   concluyó con la Gran Asamblea Plebiscitaria, donde habló Panchito Alcántara y en un emotivo discurso señala “…aquí vibró el coraje épico de José Félix Ribas…aquí se reunió la Convención que dio tregua al recio batallar de cinco años…y aquí la espada fulgurante del Gran Caudillo de Los Andes cerró la era de las revueltas intestinas para abrir a la República un ciclo de paz, de prosperidad y progreso”. Después de ello, Cipriano Castro promete regresar a la Presidencia. Alcántara había consolidado un liderazgo nacional. El reconocimiento era general. La frase que dijo se quedó en el subconsciente: “Mi consigna es Castro, Castro y Castro, a él le debo cuanto tengo y cuanto valgo”. 

8.           LA  CONJURA


En 1906, Castro enferma y el grupo de políticos adverso a Gómez, organiza una conjura para desconocer al Vicepresidente en caso de fallecimiento de Castro y proclamar Presidente al General José Antonio Velutini, a quien luego reemplazan por la opción de Francisco Alcántara. La lucha por el poder continúa. La confrontación estaba casada, Gómez versus Alcántara. Castro seguía resentido de sus dolencias. Alcántara sabía que el poder lo tendrían los Presidentes de todos los Estados ante cualquier eventualidad nefasta. Las maniobras estaban a la vista. Había que parar a Alcántara. A pesar de las cizañas, Castro confía en Alcántara y fortalece su posición militar y política. No olvidemos que Gómez está instalado en Maracay. La opción de  J.V. Gómez fue captarse a Doña Zoila, y lo hace. No puede negarse, la lucha por el poder fue entre los Andinos y los Centrales. En el Alcántarismo se juntaron los propios simpatizantes de Alcántara y hasta los derrotados de las guerras; por lo tanto la diversidad de opiniones era manifiesta, desde desaparecer a Castro hasta guerrear entre bandos. Lo cierto es que Alcántara le fue siempre leal a Castro, fue un militar institucionalista, y no se prestó para nada de estas malas consejas. Mucha gente apoyaba a Alcántara, no solo sus hermanos y primos, sino militares y políticos. De Caracas y de la provincia. Las colaboraciones eran de todo tipo. El objetivo era salvar a Venezuela de Gómez. Muchos le pedían que uniera a los Castristas. Alcántara nadaba en dos aguas. El espionaje y lo cargos  de confianza en Aragua se redoblaron. Todos eran sospechosos. El Alcantarismo tuvo que infiltrar personas en instituciones y oficinas. También se revisaba con lupa los escritos de los periódicos para estar bien informado. La guerra comunicacional era evidente.Una frase de Alcántara para la historia: ¡A Castro le doy la vida si fuere necesario!Otra frase: ¡a Castro le debo cuanto soy y cuanto valgo, ese es mi credo! Afirmó en La Victoria el 9 de marzo de 1907.

Alcántara para disuadir a sus rivales, hizo una manifestación pública para aclarar las calumnias, intrigas y habladurías,  en los siguientes términos:

“La Victoria, 28 de junio de 1907
Señor Director de “El Industrial”
Presente
Permítame usted valerme de su discreto periódico para hacer pública manifestación de la extrañeza, rayana en asombro, con que veo el hecho de que, todavía hoy, cuando ya el restablecimiento de la salud del General Castro devuelve la confianza a los ánimos y tranquilidad del país, se hable por ahí maliciosamente de supuestos planes que hubieran de tener por móvil desconocer la alta e indiscutible autoridad del Restaurador de Venezuela; y sube de punto mi asombro al convencerme de que se persiste en el empeño, cuya calificación me reservo, de arrojar sombras contra mi nombre…”.
Affo. Amigo.
F.L Alcántara

La amistad con Román Delgado Chalbaud se pone de manifiesto  cuando Doña Belén y Panchito Alcántara son los padrinos de su boda el 22 de octubre de 1907.

El  Presidente Cipriano Castro, en la intimidad, le recomendaba a Alcántara que  tuviese su revólver engrasado y que cuidara su vida; esto ante la tensa situación reinante. Doña Zoila estaba comprometida con Gómez por razones diversas, sobretodo, económicas. En los corrillos se inventaba cualquier cosa que involucrara  a Alcántara junto a Román Delgado Chalbaud y Eliseo Sarmiento en lo que se llamó la Conjura. Esto a pesar de acciones que tomara Alcántara para salvaguardar al gobierno de Castro quien estaba envuelto por sus allegados andinos que cobraban los resultados de la Aclamación. Los liderados por Alcántara se sienten protegidos. Los Gomecistas señalaban a Alcántara como el verdadero jefe de la Conjura. El Presidente Castro trato de evitar las comunicaciones y desactivó los contactos telefónicos. Las “bolas” iban y venían; hasta se corrió la voz del asesinato a  Alcántara. Develan un plan para su liquidación física como una muerte anunciada. La campaña en los medios de comunicación para culparlo de la conjura, era toda una campaña orquestada. Los aliados de Alcántara pedían un golpe o el asalto al poder. En medio de todo esto Panchito nombra al Gral. Elías Rodríguez Aizpurúa como su apoderado como medida de precaución en cuanto a sus bienes.
No obstante la reiterada lealtad de Alcántara a Castro, incomprendida para muchos, los rumores de su destitución como Presidente de Aragua, se hacen realidad y es sustituido y enviado a la Presidencia del Estado Bolívar convenciéndolo como forma de calmar los ánimos. La gente de Aragua lo despide con simpatía y cariño. “El Adiós” fue una muestra de respeto y agradecimiento por el servicio prestado a su pueblo. Alcántara en su mensaje de despedida a la Asamblea Legislativa de Aragua expresa su sentimiento de gratitud por facilitarle el desempeño del cargo y reitera su fidelidad al Restaurador de Venezuela. Para Aragua se nombró a Simón Bello, identificado con Alcántara quien al visitar los pueblos de la entidad, brindaba por el joven militar. Las buenas relaciones con Castro continuaron al extremo de nombrar a Francisco Manama, hermano paterno de Alcántara, como Gobernador del Alto Amazonas. El nuevo Presidente de Aragua, su amigo Simón Bello, reconoce su liderazgo y adhesión. En Turmero lo reciben Francisco Navas Alcántara  y José Ángel Rodríguez, hermanos de Panchito, entre otros.



En vez de aminorar la influencia de Alcántara, ésta aumento al penetrar otras regiones y conquistar más adeptos. Mucha gente de Aragua se fue a Ciudad Bolívar a colaborar, incluyendo sus hermanos, Dorta, Manama y Navas Alcántara, así como su hermana Cristina Yepez y su cuñado Manuel Azpurua Hiuzi. Sus familiares eran de gran ayuda, pero a su vez algunos de gran carga. Su influencia sobre el gobierno de Aragua continúo. 
En su estadía por Ciudad Bolívar enfoca su atención hacia negocios con la  Sarrapia (Semilla  aromática), y la navegación fluvial, esto pensando en su futuro. También participa en Las Minas de Piaroa en Delta Amacuro. Se conoció que Víctor V. Maldonado fue el guardián de los asuntos privados y negocios de Alcántara.
Se recuerda que durante su mandato se levantó el mapa del Estado Bolívar, el empedrado de la calle Orinoco y el decreto de construcción de la Plaza Farrera.
Los aliados de la Conjura, Delgado y Sarmiento, reclaman a Panchito su silencio y alejamiento, se entrevistan con Gómez. Alcántara prefirió esperar a que Gómez lo llamara, como en efecto sucedió el 4 de diciembre de 1908 en telegrama enviado:

Casa Amarilla, el 4 de diciembre de 1908
Para  Gral F.L Alcántara
Mucho me agradaría verlo en esta. Prepare su viaje, organice todo bien y avíseme antes de salir, por si acaso se presenta algún inconveniente…Le saluda, su amigo.
J.V. Gómez

9.           LA  REACCION

Gómez de Presidente encargado, manejaba las piezas hacia el logro de sus objetivos. Alcántara, acatando las instrucciones de J.V. Gómez, llega a Caracas en los primeros días de diciembre de  1908. Se reunieron en Palacio, luego visitaron La Rotunda y  los Cuarteles. Gómez quería dar una sensación de fuerza haciéndose acompañar con el General Alcántara. Gómez aprovecho la ocasión y lo invitó a  formar parte de un gobierno que desconocería al Presidente Castro, quien había viajado   Europa como consecuencia de su enfermedad. Alcántara se negó al principio.  Por un lado, a Alcántara no se le olvidaba que Castro lo había confinado al Estado Bolívar para sacarlo del juego político.  Por otra parte, las naciones extranjeras preferían  a Gómez por su pragmatismo. Los conjurados Delgado, Sarmiento y otros estaban con Gómez. A otros aliados de Castro los habían puesto preso.



A pesar que la lealtad de Alcántara a Castro fue evidente, al extremo de haber afirmado que estaría a su lado en todas las circunstancias, incluso si tenía que escoger entre su Padre y Castro, escogería a Castro; pero las circunstancias habían cambiado. Ya Castro no estaba presente, y las nuevas realidades tenían variantes que analizar. Alcántara se reúne entonces con Román Delgado Chalbaud y Eliseo Sarmiento en el Club Paraíso de Caracas y después de un análisis y revisión de las distintas alternativas,  la conclusión fue que “no había más nada que hacer”. Había que unirse  a Gómez para ingresar al círculo del Poder y avanzar hacia otros objetivos.
El 19 de diciembre de 1908 al llegar Alcántara a  La Casa Amarilla, a donde  había sido llamado otra vez por el Presidente encargado, éste lo recibió con un sobre donde estaba su nombramiento como Ministro de Relaciones Interiores. Desde ese momento comienza una nueva etapa en la vida de Francisco Alcántara. Era el hombre de más poder después de Gómez. Este hacia una alianza con todos sus adversarios, algunos la llamaron una alianza de caudillos. Era una mezcla de representantes difíciles de manejar, aunque todos tenían un interés común, la toma del poder. Su influencia comienza a notarse, veamos este Telegrama:
Telegrama-circular del ministro de Relaciones Interiores de Gómez, explicativo de la orientación del nuevo régimen (21 de diciembre de 1908).
Telegrama del ministro de Relaciones Interiores a los presidentes de los Estados y gobernadores del Distrito Federal y de los Territorios Federales

BOLETÍN OFICIAL
Conciudadanos:
Hoy ha celebrado su primera reunión el nuevo gabinete, bajo la suprema dirección del ciudadano general J. V. Gómez, encargado de la Presidencia de la República.
Previa y francamente orientados por éste en sus rumbos políticos y en su pensamiento administrativo, los hombres llamados esta vez a colaborar en las funciones del Ejecutivo Federal asumen con plena conciencia la responsabilidad individual y colectiva de sus deberes con el país y de sus compromisos con el Jefe actual de la nación.
El gobierno así constituido conceptúa solamente críticas las presentes circunstancias capitales de la vida nacional: él conoce la honda postración que afecta a la mayor suma de grandes intereses públicos: él está bien advertido de las necesidades generales que piden justamente pronto y eficaz remedio; él comprende, en síntesis, los acerbos dolores que aceleran el alma de las clases proletarias y trabajadoras –esas de cuya sangre magnánima y heroica deriva la patria su subsistencia– y los medios positivos de cultura y de progreso. Y porque está bien al tanto de tales conflictivos accidentes, atribuye una importancia excepcional al presente momento histórico; de suerte que, con tan graves motivos de carácter y trascendencia nacionales, acumula en primer término todas sus condiciones esenciales de mandatario de un pueblo soberano y libre, para sentirse digno de que éste le abra los brazos y se le
asocie esforzadamente en el empeño de salvación común a que nos llaman de consumo la honra de la patria y el porvenir de la República.
Ahora o nunca ya puede y debe Venezuela comprobar que posee, como toda sociedad humana de tradiciones viriles, la virtud intrínseca de gobernarse bien por  sí misma y mejorar indefinidamente.
El supremo magistrado de la nación, y su actual Consejo de Ministros, se ufanan de que estas apreciaciones de simple buen sentido son las mismas en que abunda el sano criterio de la gran mayoría del país. Basta, pues, aplicar sencillamente este criterio al estado de cosas evidente, caracterizado por necesidades imperiosas y vehementes aspiraciones legítimas, para decidir enseguida cómo y de que manera ha de propenderse a la justa satisfacción gradual de unas y de otras. Hay circunstancias fatales en que las voluntades más firmes y bien intencionadas se ven constreñidas a no proceder de acuerdo con la opinión pública: cuestión de sagrados compromisos irremisibles en un momento dado, que hasta en sus condiciones de preexistencia comportan fueros de linaje superior a toda exigencia en contrario. Pero afortunadamente, ni este eventual embarazo se presenta hoy, porque el gobierno, con profundo
examen de conciencia, cree firmemente que todos sus deberes y obligaciones son con la suerte de la sociedad venezolana. Por tanto, ésta y los sabios preceptos de la Constitución y de las leyes serán de ahora en adelante las constantes normas únicas de la iniciativa oficial.
En consecuencia, hoy mismo han sido libertados, de orden del primer magistrado,  todos los ciudadanos detenidos por causas políticas. Y para complementar este acto de justicia necesaria, se hace un encarecido llamamiento a cuantos venezolanos permanecen ausentes del país por las mismas causas. Tenemos en pie el conflicto internacional que ya conoce el país, por reciente información del gobierno, y el cual exige imperiosamente a los venezolanos el deber de la unión, para mostrarnos dignos y fuertes en resguardo del honor de nuestra bandera. Los compatriotas proscritos pueden, además, venir seguros de que no es éste un llamamiento de añeja táctica política, sino invocación de patriotismo ferviente en nombre de los sacrificios –venerado legado de gloria– a que debe su ilustre personería el hogar amado denuestros padres y de nuestros hijos.
De acuerdo con lo preceptuado en el pacto de unión se reivindicará para los Estados el concepto fundamental de su derecho a la renta propia que ellos mismos se asignaron. Lo que se les ha venido distribuyendo será elevado a la íntegra proporción del respectivo canon constitucional, con los saldos favorables que arrojen las liquidaciones semestrales de los correspondientes ingresos; saldos que, conforme a la anterior práctica consuetudinaria, aplicarán directamente los gobiernos seccionales al fomento local, sin más restricciones que las que ellos mismos estimen ajustadas a principios de equidad o a positivas conveniencias generales.
Las municipalidades recuperarán cuantos recursos y prerrogativas les corresponden a fin de que, dueñas así de los medios y atributos inherentes a la alta razón de su existencia, puedan constituir libre, holgada y poderosamente, la piedra angular del edificio de la República.
El gobierno, como ya lo ha insinuado en su notable alocución de ayer el ciudadano Encargado de la Presidencia de la República, estudiará con especial interés todos los asuntos económicos afectados por privilegios ilegales, para ir resolviendo con prudencia y justicia cuanto sea de arbitrio en obsequio del trabajo libre y de las abatidas industrias nacionales. A este estudio capital asociará otro no menos importante y de inmediata urgencia, cual es el de procurar a nuestras industrias madres –la agricultura y la cría– fuentes de recursos fáciles y cómodos, propicios a su desenvolvimiento productor.
Nuestro crédito en punto de contratos de interés público debe ser y será restablecido sobre la base de una constante y recíproca buena fe. El país sabe a qué se debe en gran parte el malestar que sienten la mayoría de los gremios y la totalidad de las clases trabajadoras; y el gobierno, al consignar sin rebozo en este documento tan abrumadora verdad, lo hace justamente para que se aprecie como testimonio adelantado del deliberado y firme propósito de hacer a este respecto debidas e indispensables rectificaciones. Corresponderá a este orden de cosas el honor bien simple en verdad, pues antes que materia de rectitud loable, el asunto apenas sí principia y concluye en una elemental reflexión sobre conveniencias nacionales de crédito,  fundado en la regularidad administrativa.
Esta labor económica tendrá el necesario auxilio eficaz de la mayor circunspección en nuestras relaciones diplomáticas y comerciales que a conservarlas y fomentarlas, dentro de los justos términos del decoro, todo será conducente, menos la obcecación  reacia (sic) so color del patriotismo. Venezuela necesita y desea una franca y continua  amistad con todos los pueblos cultos de la tierra y, por tanto, debemos propender a este fin, con cuantos medios aconsejen las necesidades de la nación, en
consulta con su dignidad y sus inalienables derechos.
Gobernar es servir y trabajar. Imbuidos en este concepto, el austero Jefe del poder ejecutivo y su gabinete, no se darán treguas en el múltiple esfuerzo de hacer amable la paz, fecundo el orden y fructífera, también, en toda suerte de bienes, la alianza del poder con la opinión pública.
El gobierno, conforme al sencillo plan ligeramente expuesto aquí, será el abanderado de la saludable transformación que anhela el país. Lo que más pide a los ciudadanos es prudencia y cordura, y a sus agentes constitucionales la mayor consagración al cumplimiento del deber.
Sírvase dar inmediata y extensa circulación a este oficio en los pueblos de su mando.
Caracas, 21 de diciembre de 1908.
Dios y Federación.
F. L. Alcántara




10.  LAS  CONSPIRACIONES

Uno de los artífices de la maniobra para entronizar en el poder a J.V. Gómez fue el Ministro del Interior F. L. Alcántara quien aprovechó  una  solicitud  que  en  forma  unánime  habían  hecho  desde  1908  las municipalidades de todo el país al Congreso Nacional para establecer el periodo de cuatro años y serián contados a partir del 1910. Trabajaba conjuntamente con el General Leopoldo Baptista, Secretario de la Presidencia.
La jugada política de Alcántara y Gómez evitaba que los caudillos recién llegados al país y que habían estado preparando revoluciones contra Cipriano Castro, así como también el ahora derrocado Castro, deseoso de  reconquistar al poder perdido recientemente, tuvieran tiempo  de  encender  la  mecha  de  la  guerra  civil  o  se  organizaran  mejor  para  enfrentar políticamente al régimen aún débil.
Alcántara se molestó al saber que Eustoquio Gómez, preso por asesinato,  había sido liberado  y nombrado carcelero del Castillo de San Carlos en Caracas, cuestión ésta que tuvo resonancia en los medios de comunicación.
Por otra parte se le cerró el paso a cualquier pretensión para el regreso de  Cipriano Castro, el propio Alcántara al dirigirse al Ministro de Relaciones Exteriores le señala el 20 de febrero de 1909, de su puño y letra, lo siguiente:

Caracas, 20 de febrero de 1909
 No. 322
Ciudadano
Ministro de Relaciones Exteriores
En comunicación fecha de ayer, y número 550, trasmite a este despacho el ciudadano Presidente de la Corte Federal y Casación, el auto dictado por dicha Corte relativa a la acusación incoada por el Procurador General de la Nación contra el General Cipriano Castro y cuya parte dispositiva es la siguiente: “De las pruebas analizadas  resultan, en concepto de esta Corte, existen fundados indicios de que el Ciudadano General Cipriano Castro se ha hecho responsable de instigación a delinquir, delito definido y penado  por el artículo 248 del Código Penal. En consecuencia, administrando justicia en nombre de los Estado Unidos de Venezuela y por autoridad de la ley, se declara que hay lugar a formación de causa contra el Ciudadano General Cipriano Castro, quien queda de hecho, por ministerio del artículo 3ro de la Ley de Responsabilidad de Funcionarios Públicos, suspenso en sus funciones como Presidente Constitucional e inhabilitado para el desempeño de cualquier otro cargo durante el tiempo del proceso. Comuníquese esta determinación al Ciudadano General Juan Vicente Gómez, Primer Vicepresidente Encargado de la Presidencia de la República a los fines de Ley, y remítase el expediente al Juez de Primera Instancia en lo Criminal de la Sección Accidental del Distrito Federal para la secuela de la causa.”
Regístrese y Publíquese.
Lo que tengo la honra de  transcribir a Ud. para lo fines consiguientes.
Dios y Federación.
F.L. ALCÁNTARA



El  Congreso  de  los  Estados  Unidos  de  Venezuela,  convocado  en  1909  extraordinariamente, hizo la reforma, sancionó la nueva Constitución Nacional, pedida por las  Legislaturas  de  los  Estados;  estableció  en  su  Artículo  150º,  que  los  períodos constitucionales del Poder Federal durarían  cuatro  años  y  serían  contados desde  el 19 de abril de 1910; nombró presidente para el primer período al General Juan Vicente Gómez y creó el Consejo de Gobierno.  Los partidarios de Alcántara se multiplican. Éste se enfoca hacia la conquista del poder total, alejándole de sus afectos. En la carrera presidencial Panchito no estaba solo. Castro era una amenaza si regresaba y José Manuel Hernández amenazaba con tomar el poder. Lo difícil era manejar las ambiciones entre sus propios seguidores. El peor enemigo era la anarquía. El primer paso era llegar a la Vicepresidencia. Gómez aspira la Presidencia. La situación es tan tensa que se crean claves para las comunicaciones. La vida de F.L Alcántara está bajo amenaza. La actividad conspirativa de Panchito Alcántara era bien conocida por Gómez, y no cesaba. El liberalismo tenía centrada su esperanza en Alcántara.



Al momento de morir su hermano mayor Francisco Navas Alcántara, el obituario del 19 de febrero de 1910 habla por sí solo, la invitación la encabezaba F.L. Alcántara y seguían todos sus hermanos naturales, Francisco Manama, José Ángel Rodríguez y Ramón Dorta; así como primos y demás familiares.
Alcántara gozaba de gran popularidad dentro de las poblaciones del país y en especial de Aragua, de manera permanente era propuesto para participar en Fiestas de Carnavales, Patronales, Ferias, eventos deportivos y de toda índole. Por ejemplo el  el 5 de enero de 1910 fue miembro honorario de las Fiestas Patronales de Turmero.
Transcurre el 1910 con la amenaza de un atentado contra el Presidente J.V. Gómez, Zoila, la esposa de Castro encabeza la conspiración de mujeres. También se atribuía un magnicidio a Castro desde el exilio involucrando siempre a Alcántara. Predomina el discurso antiimperialista y los documentos son más que evidentes. Los rumores sobre la destitución de  Alcántara es vox populi, por lo que decide renunciar al cargo como prueba de su inocencia. El oficio dice así:

Caracas, 22 de mayo de 1911
Sr. General
J.V. Gómez
Presidente de la República
Miraflores
Muy respetado Jefe y amigo:
La reiterada manifestación de usted en la sesión del Gabinete de esta tarde, sobre la proposición…para hacer el servicio de alumbrado eléctrico de Caracas…y creo en consecuencia, que cumple a mi decoro y a mi lealtad de amigo suyo separarme voluntariamente del Ministerio de Relaciones Interiores, para que pueda usted con entera libertad ofrecer esa cartera a otro servidor mas afortunado que yo. Preséntole, pues, muy respetuosamente formal renuncia a dicho cargo…

Su adicto servidor y amigo
F.L. Alcántara


Francisco Linares Alcántara, Ministro

La  renuncia no es aceptada y Alcántara sigue en el cargo. Posteriormente el 26 de julio de 1911, los Ministros presentan una renuncia colectiva. Alcántara es ratificado de nuevo en el cargo.
El Ministro de Relaciones Interiores cuenta con buena información sobre el movimiento de los Castristas en el extranjero y también de los sublevados dentro del territorio nacional, hace esfuerzos para recobrar la confianza perdida del Presidente Gómez. Consigue que  personas de confianza de Gómez como J. Abdón Vivas, Presidente de la Corte, interceda  por él de una manera directa. Pero Gómez ya sabía que Alcántara tenía muchas virtudes y eso más bien era peligroso para los planes hegemónicos.
A raíz de la visita del Secretario de Estado Norteamericano quien expresara ante su gobierno las probidades de Alcántara,  señalando que constituía una esperanza para el porvenir de la Patria, se levantó con ello las barreras del Presidente y demás seguidores contra Alcántara.
Según muchos entendido, el joven militar tenía cualidades para ejercer la primera magistratura.
La situación política era delicada. El espionaje a que había sido sometido era intenso. Panchito Alcántara es víctima de  un atentado en el ferrocarril La Guaira-Caracas. Hubo de redoblar su protección personal.
En medio de estas difíciles situaciones, Panchito incursiona en el negocio de las empresas cocheras, una ubicada en Altamira-Caracas,  y otra en La Victoria.
El 29 de abril de  1912 el gabinete en pleno es obligado a poner la renuncia. Gómez ni siquiera recibe a Alcántara a pesar de solicitud escrita de audiencia. Alcántara no estaba de acuerdo con las aspiraciones reeleccionistas de Gómez. Sin embargo, Gómez le da cierta consideración. Se habló de asilo en la embajada norteamericana, de  huida y hasta de combate armado. La orden de Alcántara fue el resguardo de sus seguidores para evitar la cárcel. Alcántara presentaba problemas económicos y ello significaba que su actuación pública no fuese como la de otros colaboradores que  amasaron fortunas. Muchos pensaron que preparaba el camino para el destierro. Llegó a pedirle al Presidente le ayudese con el remate de la renta de licores del estado Aragua, que luego le concedió. Siempre tuvo interés en ese ramo.
Un hecho triste enlutó el hogar de los Alcántara Estévez, Doña Belén Estévez Yanes que había nacido en Tinaco, estado Cojedes el 24 de enero de 1850, muere  de un síncope cardíaco el 18 de septiembre de 1912 en Caracas. Doña Belén era la guía política y espiritual de Panchito. Fue su mejor asesora y su mejor consejera. Desde joven esta mujer se caracterizo por su vocación caritativa. Su ayuda a los menesterosos la consagró como una Primera Dama de gran sensibilidad social. Doña Belén administró la herencia de su esposo en representación de sus hijos. Era reconocida su labor de prestamista. Tuvo una vida activa de gran significancia. Su casa fue el centro de las reuniones y enlace del liberalismo. Amiga de los Presidentes, de gran ascendencia en la oposición. Templada y perspicaz, prudente, delicada y fraterna, cristiana, bondadosa y humanitaria, de gran personalidad y popularidad entre la gente, hábil e intelectual. Protectora y defensora de los derechos humanos, conciliadora y visionaria. Por encima de todo una madre ejemplar, dedicada a sus hijos, haber criado a nueve es algo digno de reconocimiento. Su enorme prestigio se vio compensado  con las muestras de amor y solidaridad al momento de su muerte. Su relación con Panchito y con todos fue afectuosa, hizo el papel de padre y madre a la vez.



Doña Belén fue pieza clave en el movimiento llamado La Conjura, no contra Cipriano Castro, su amigo personal, sino contra las apetencias de Gómez. Su casa era el centro de las informaciones y decisiones.
Muchas condolencias recibió Panchito Alcántara por la muerte de su Madre, desde J.V.Gómez hasta sus amigos y coterráneos. El gobierno nacional asume los gastos funerarios de Doña Belén.
En 1913 ante la aspiración de  Gómez de continuar con las riendas del poder, comienza una nueva conspiración. Algunos promovían hasta el asesinato del Presidente.   Lo cierto es que todo indicaba que Cipriano Castro tenía las manos metidas en ello. El cabecilla principal fue el General Román Delgado Chalbaud y toda una nomina de importantes personalidades donde se incluía al General Francisco Alcántara, aunque  jugando un bajo perfil que algunos consideraron el fin de  su carrera política por la debilidad en sus decisiones de enfrentar a Gómez. 



Mientras Delgado Chalbaud va directo a La Rotunda, se dice que Pancho Alcántara es advertido por su novia Regina Gómez,  hermana del Presidente, con quien se había comprometido oficialmente el 6 de junio de 1910. Linares Alcántara se enteró del riesgo de ir a los calabozo a través de ella, quien le dijo: - Es mejor que salgas del país por un tiempo Panchito, mientras las cosas se arreglan. Alcántara le hizo caso a su novia, pero dudó mientras preparaba su salida: ¿Será verdad que su futuro cuñado lo quiere detener? Y ante la incertidumbre, decidió llamar por teléfono al Presidente y al responderle se produce el siguiente diálogo en lenguaje característico del andino:
-Ala, Alcántara, ¿qué noticias me tiene?  A lo que contesta: -Nada, mi general, quería saber si todo estaba bien. ¿Cómo van las cosas?  Y Gómez le expresa: -Pues, nada, amigo Alcántara. Es que como los mangos están bajitos, estoy meniando la mata pa’ que se caigan. 
Tan pronto escuchó esas palabras no lo dudó más y como conocía muy bien a Gómez sabía que su vida estaba en peligro. Por tanto, esa misma noche cabalgó a toda marcha hacia Puerto Cabello, donde tenía un bote esperando para conducirlo a Curazao en un exilio voluntario para protegerse. Es posible que el dictador deseara dejarlo escapar por petición de Regina, pero el futuro yerno prefirió no quedarse a esperar la decisión. Muchos afirmaron que Gómez mas bien lo premió, aunque aquél no confiaba nada.
Haciendo un pausa para reemprender acciones se ve obligado al exilio.  Atrás quedaba aquel hombre osado, de riesgos, culto e inteligente, formado y amigo de los amigos, buen conversador,  eje familiar y buen hermano, generoso y agradecido, prudente y respetuoso, luchador y persistente, estudioso y reflexivo, astuto y leal, hombre de una sola línea, honorable. Cariñosamente le decían “El cabezón de Aragua”, “Panchito”, Alcantarita”, Pancho, F.L. Alcántara, como quisieran decirle. Alcántara fue  miembro de la Logia Masónica Victoria No. 9 con discreta participación.  Contribuyó desde sus cargos con numerosas instituciones religiosas, sociales y filantrópicas. Familiares, amigos e instituciones le solicitaban colaboraciones diversas como de salud, vivienda, empleo, económicas, fúnebres, y de todo tipo. El Hospital Santo Domingo de Maracay; las Hermanitas de los Pobres,  de Maiquetía; la propia Madre María de San José, de Maracay; Pedro N Pedroza, de Caracas; F.J Arvelo P,  de Caracas; Petra Romero, Zuata y muchas otras acciones de filantropía de Alcántara quedaron en el recuerdo. Obvio, a todas no pudo satisfacer, pero fueron más que las menos.


CAPITULO IV
EL EXILIO

11.  EL EXILIO VOLUNTARIO

Lo  primero que hace al llegar a Curazao es un Manifiesto fechado el 20 de enero de 1814 donde se expresa con claridad, veamos este documento memorable que deja constancia de quien era F.L. Alcántara:

PROTESTA:
Lanzado ya el Señor General Juan Vicente Gómez, de manera franca y definitiva, en el plan siniestro de usurpación del Poder Público que ha venido desde hace tiempo preparando, creo que ha llegado el momento de asumir la resuelta y patriótica actitud de protesta que se impone indeclinablemente a todo buen ciudadano.
Es vano el empeño de querer explicar y aun excusar tan grave delito con mentiras y pretextos que a nadie engañan, y que , desde luego, en nada amenguan la inmensa responsabilidad que corresponde a sus autores por haber roto injustificadamente el hilo constitucional, conculcado el derecho de sufragio y amenazado de modo atentatorio la paz de la República.
Se adujo en un principio, como razón para violar la ley, el simulacro de movimiento armado que motivo la suspensión de las garantías constitucionales, en agosto de 1913, y que, juzgado con sano criterio por personas del país y aún por la prensa extranjera que se ocupa de nuestros asuntos internos, no han bastado como motivo aceptable para justificar ni medianamente la actitud arbitraria y audaz del actual dictador de Venezuela. Y ahora se expone como nuevo motivo para prolongar ese estado anormal, y consumar a título de  necesidad la intentada usurpación, la circunstancia de que “continúan en el extranjero, en actitud hostil y fomentado la prolongación de la guerra, enemigo del orden público”, entre los cuales me nombra, especialmente el Ministro de Relacione Interiores, en reciente Circular a los Presidentes de los Estados; motivo este  aun mas falso que el primero, desde luego  que los mismos gobierno regionales se encargan de desvirtuarlo, apenas recibida la Circular del Ministro, convocando los pueblos a unas elecciones ah hoc que resultarían irritas y que darán mayor gravedad al escandaloso atentado por el cual queda rota la Ley Fundamental de la Republica y desatendida y desdeñada la ingénita altivez del pueblo venezolano.
Hace más de dos años que el Señor General Juan Vicente Gómez sabe muy bien que no podía contar conmigo como instrumento propicio para el plan que desgraciadamente está tratando de llevar a cabo. Mi ideas a este respecto, expuestas en privado, pero de una manera honrada y categórica., originaron in duda alguna mi separación del Ministerio de Relaciones Interiores, en abril de 1912, y mas luego la persecución de  mis amigos y la situación angustiosa de espionaje y asechanzas, con lo cual se me obligó a fin a abandonar clandestinamente el país en resguardo de mi seguridad personal.  En la Circular aludida; pero previendo, eso sí, que al consumarse el crimen tendría necesariamente que ir a ocupar mi puesto entre los ciudadanos que tienen plena conciencia de sus derechos. Más, una vez en el exilio, mi actitud hasta hoy había sido de prudente expectativa, muy al contrario de lo que se afirma en la Circular aludida; pero previendo, eso si que al consumarse el crimen tendría necesariamente que ir a ocupar mi puesto entre los ciudadanos que tienen plena conciencia de su derechos.
No ha habido consideración ni respeto alguno  que haya detenido al Señor General Gómez en su descabellado propósito. Un periodista aprisionado y un ciudadano perseguido, mucho antes del Decreto sobre suspensión de garantías, tan solo  porque aquel presentara la candidatura de éste para la Presidencia de la Republica; las cárceles repletas  de ciudadanos dignos, a quienes no se puede imputar otra causa que la de  suponérseles decisión y valor que servirían  de estorbo para la consumación del delito; numero crecido de ciudadano exilados, que han tenido la suerte de escapar milagrosamente de la persecución de  que fueron objeto; gente timorata y pusilánime a quienes hace arrodillar el horror a la crueldad en las prisiones; he  aquí los primeros frutos de ese plan funesto, cuyas tremendas consecuencias aún no pueden ser debidamente apreciadas.
El pueblo venezolano, apercibido de u derechos, sabrá en momento oportuno llamar a su augusto tribunal a los que desafiando sus iras, han interrumpido con ese plan revolucionario, injustificado y  criminal, la marcha legal del País. Y a mí, como parte de ese pueblo, como liberal y como soldado de la República no me toca otra conducta honrosa que la de acogerse desde este momento a la sombra de la bandera de la CONSTITUCIONALIDAD ofreciendo al servicio de ella mis esfuerzos, mi actividad y hasta el sacrificio de la vida, si fuere necesario.
Curacao, 29 de enero de 1914.

F.L. ALCANTARA



Los informes del espionaje indican no obstante,  que Alcántara estuvo tramando alguna aventura desde Curazao.
El boom petrolero se inicia en Venezuela. Su vida transcurriría entre Trinidad, Curazao, Colombia, Estados Unidos, Europa, Santo Domingo, Costa Rica y Holanda. Participa activamente en las organizaciones que se formaron en el exterior con miras al derrocamiento de la dictadura. 
La sangrienta dictadura comenzaba a hacer estragos. La Rotunda, Los Castillos de Puerto Cabello y Maracaibo, y todas las otras cárceles estuvieron repletas de prisioneros políticos. El abuso del poder se prestaba para todo y fundamentalmente para enriquecerse. El 21 de junio de 1917 el General Juan Vicente Gómez propone el traslado de la capitalidad del Estado Aragua con sede en La Victoria a Maracay.
Se sabe que  Alcántara estaba por Nueva York por el año 1919. Las desavenencias entre los dirigentes no dejan accionar a la oposición. Para ese año  se conoce del movimiento cívico militar que fue abortado por delación, muchos complotados fueron llevados a La Rotunda y colgados por los testículos. Otros pudieron escapar al exilio. Estábamos en presencia de un régimen sanguinario.
"En 1920, mientras esperaba noticias sobre la expedición  del barco Odim,comandada por el General J. M. Ortega Martínez, y que debía zarpar del puerto de Kiel, uno de los complotados, el General Francisco Linares Alcántara, fue detenido. Humillado, vestido con una franela de rayas como un prisionero común y con la cabeza rapada, salió de la prisión por mera casualidad. Linares fue reconocido,según cuenta Cecilia Pimmentel, porque uno de los carceleros llevaba una sortija similar a la que él portaba, y que permitía identificar a los oficiales egresados de la academia de West Point". Esto lo cuenta el periodista Manuel Felipe Sierra en la Biografía de Gustavo Machado.
En 1921 se organiza una conspiración por parte de los generales liberales Francisco Linares Alcántara y J.M. Ortega Martínez, la cual tenía por objeto comprar un buque en Europa. Embarcar un lote importante de armas y pertrechos e invadir la costa venezolana. Los altibajos de la frustrada conspiración nos lo relata Juan Bautista Fuenmayor en los siguientes términos:
“En 1921, el doctor José Ignacio Cárdenas, para entonces agente diplomático de Gómez en el exterior, descubre una conspiración que se tramaba en los países europeos por los generales Francisco Linares Alcántara (Panchito Alcántara) y J.M. Ortega Martínez. Estos conocidos caudillos venezolanos, habían logrado comprar un barco, el Odin  para invadir a Venezuela con el consiguiente cargamento de armas; luego, fracasada esta operación, intentaron otra mediante la proyectada adquisición de un buque inglés conocido como, el Harrier, que también fracasa a merced de la actividad, intriga y espionaje que desplegó el famoso agente diplomático, doblado de espía, José Ignacio Cárdenas, quien disponía de suficiente dinero, conexiones personales, y otros recursos para interponerse en los planes invasionistas forjados en Europa contra el gobierno tiránico de Gómez.”
El régimen amolda la Constitución a sus conveniencias. El Comandante en Jefe del Ejército es el mandamás de la República.
En 1922, los espías del régimen saben de la precaria situación económica de Alcántara. La sobrevivencia se sustentaba en la solidaridad y una finca en Santo Domingo y otra en Costa Rica, así como una empresa maderera en Trinidad.
En 1923 declara que “Por ahora no se puede hacer nada”. Según informe del Consulado se alberga en el Hotel La India y es sospechoso de organizar invasiones a Venezuela., señalan que compra más armas. Panchito hace contactos con lo copartidarios en Venezuela y obtiene cierto apoyo de agentes ingleses.
En 1923 se sabe que saldría para Barranquilla. Se mencionan los colaboradores dentro de Venezuela, sobretodo en Aragua, se habla de su hermano Ramón Dorta (alias pica y huye) , José de Jesús Sosa, Ramón Olivares y Guillermo Ruz. La posibilidad de invadir sigue en pie.
En 1924 Panchito Alcántara y otros líderes de la oposición en el exilio, están al tanto de las luchas que internamente lleva a cabo  el General Arévalo Cedeño y otros sublevados.
 En 1926 es expulsado de las colonias inglesas por sus actividades conspirativas y presiones del gobierno de Venezuela.
Muchos estudiantes venezolanos se suman al exilio después de los acontecimientos del año 28, otros van a parar a las cárceles y otros actúan en la clandestinidad.
El 5 de julio de 1929, en Ginebra, se crea la Junta Suprema de Liberación de Venezuela, Alcántara forma parte de ella. Se habla de una nueva invasión. El 7 de julio se realiza la Asamblea General del Comité de Liberación de Venezuela, donde Alcántara estuvo presente.

12.  EL FALKE

Bajo el mando del  General Román Delgado Chalbaud se organiza la expedición del Falke, barco alemán arrendado para emprender un movimiento interno y derrocar al régimen de J.V. Gómez. Delgado comprometió todo su patrimonio en esta gesta. Habían llegado a Paris, venezolanos de todas partes, está presente la representación estudiantil, Panchito les convence que Delgado Chalbaud había cambiado tras los años en la Rotunda y que les unía el objetivo y la estrategia por encima de las ideologías, que luego había tiempo para discutir sobre el tema político . El reencuentro en Paris  fue de   hombres que tenían años sin verse, eso sí, aquejados por el peso de los años, pero intactos en su entusiasmo. Alcántara un poco sordo y hablar bajo, fue el Jefe del Estado Mayor del desembarco más grande habido en Venezuela. Dos mil fusiles máuseres, cuatro ametralladoras, 25 carabinas, 25  revólveres, 25 sables, 1.000 cartucheras y 20.000 capsulas de municiones. El 14 de julio de 1929, salieron de Fontainebleau en Francia hasta Dantzig en Polonia. 



El barco estaba en el puerto de Gydimia. Alcántara ingresó un poco aquejado de salud al barco, su deber estaba por encima de cualquier malestar físico. Su constitución física estaba hecha para estos retos, nunca perdió sus ánimos. El barco zarpó el 19 de agosto a las 6 de la mañana. Veinte hombres, gigantes de verdad, buscaban que sus sueños y de miles de compatriotas se hicieran realidad. Alcántara usa uno de los tres camarotes, el practicante Vegas le coloca inyecciones durante el viaje, duerme en el sofá de la cabina. Al ser nombrado  como Jefe del Estado Mayor de la Expedición, quebrantado y todo dijo emocionado jurando ante el General Delgado  Chalbaud y los demás integrantes: - “Este es uno de los días más felices de  mi vida”. La tripulación había sido contratada.  Después de unas peripecias comienza la odisea: El Báltico, el mar del Norte, el Canal de la Mancha. El viejo continente queda atrás; el Atlántico y el Caribe los esperan. Y desde ese momento  se bautiza al Crucero como General Anzoátegui.
El 7 de agosto estaban en la Blanquilla, pasando por graves problemas de combustible. Los generales Delgado y Alcántara, interrogan al celador quien declaró que el último guardacostas del  gobierno le llevó provisiones hacía más de un mes y que tres días antes había visto una goleta dando vueltas, y luego se internó en el mar.
Aprovecharon la estadía para comprar unos chivos y otras provisiones. También se envió  un parque de armas para los aliados en tierra.
De acuerdo al plan previsto el grupo de venezolanos con Rómulo Bethancourt y Raúl Leoni que vendrían de República Dominicana naufragaron por averías del velero. Bethancourt dijo: “La Gisele (nombre de la embarcación) no estaba en condiciones para realizar ese crucero, y se le abrieron vías de agua cuando salió mar afuera. Arribamos fracasados y cariacontecidos, al puerto de Barahona, a un extremo del litoral  dominicano “.
Delgado y Alcántara debieron enfrentar un motín de  los maquinistas que exigían sus prebendas. Así, con tripulación alzada y restricción de combustible, pero con alma, vida y corazón, continuaron hasta Peñas Negras al encuentro con Pedro Elías Aristeguieta, el hombre de confianza en tierra firme. Se le suministro el armamento  a éste y se concreto la táctica del ataque. También se envía armamento a Güiria.
El 11 de agosto a las 4:30 de la mañana se aprestaban las columnas para el desembarco con sus jefes al frente,  Flores, Alcántara y Carabaño; los suplentes de la segunda compañía de Alcántara eran Luis López Méndez y Rafael Vegas mas 20 soldados de tropa; el General Delgado dio la orden de ir a tierra, el barco quedó en custodia de José Rafael Pocaterra. Todos tenían ansias de victoria. Los esperaban las huestes de Gómez y el tiroteo comenzó. Lamentablemente Aristeguieta no llegó a tiempo al sitio según lo acordado. El espionaje del régimen había funcionado. Unos escaparon a los cocotales, otros heridos y algunos muertos. La confrontación duró dos horas y media. La noticia triste llegó al Falke: El General Delgado había muerto. “Qué vaina, carajo”, fueron sus últimas palabras, y cayó muerto sobre la bandera. También cayó Armando Zuloaga Blanco, representante de la generación de estudiantes del 28. Los demás seguían luchando.



Había que tomar la decisión de levar el ancla y se tomó. Para quienes estaban a bordo de la nave, la intentona había fracasado. En tierra quedaron unos bravos guerreros que aun luchaban, y esto les molestó porque no los esperaron. Para algunos fue una huida y una traición el haber  dejado abandonado a sus compañeros en tierra firme. Luego se toma otra decisión controversial, deshacerse del parque de armas, unas 850 cajas de cartucho y  1.200 fusiles se lanzaron al mar cuando se dirigían  a  Saint Georges. No había argumentos  para defender esas decisiones.
La versión de Alcántara se comienza a saber por sus correspondencias, veamos lo que le responde a  José Rafael Pocaterra:

“Por cuatro largos meses estuve vagando  por las selvas de Araya y costas del Golfo de Paria y del Cariaco en espera de los movimientos de los compañeros de occidente, pero como estos juzgaron prudente no arriesgarse, tuve, al fin, muy a mi pesar, que abandonar la Patria y después de  naufragio, etc., llegué de contrabando a esta isla donde tengo que permanecer oculto porque el año 26 fui expulsado de las colonias inglesas.” Mas adelante le señalo: “La persecución que se me hizo en Venezuela fue muy activa, pero gracias al prestigio de la Revolución logré burlarla a pesar de haber sufrido un fuerte ataque de  paludismo y habérseme ulcerado ambos pies debido a las prolongadas marchas por los montes casi descalzo.” Finaliza la correspondencia con estas palabras de Napoleón:  “Hemos perdido un batalla, pero aún hay tiempo para ganar otra”.


En respuesta a otra correspondencia donde  Pocaterra le  pide por escrito la versión de los hechos, Alcántara le responde:

“Al llegar aquí redacté, en mi carácter de jefe de Estado Mayor de la Primera Expedición, el parte oficial de la desgraciada escaramuza de Cumaná para presentárselo a la Junta de París, pero luego supe que  dicha Junta se había disuelto automáticamente quedando  así relevado  yo de cumplir esta desagradable formalidad. ” Puntualmente le señala que: “Este parte o informe está a la orden si es que usted juzga conveniente incorporarlo al trabajo que usted está preparando, pero es mi opinión que la mejor forma de desmentir  a los -PR- y demás guapos  - a larga distancia- es buscar activamente la manera de dar un nuevo arrempujon…”.

Para muchos analistas, si los que quedaron a bordo del Falke, en vez de huir precipitadamente y arrojar al fondo de mar las armas y municiones, hubiesen permanecido en expectativa cerca  de la costa los acontecimientos se hubieran desarrollado de  manera diferente. No obstante, a la muerte de  Delgado Chalbaud, todo no estaba perdido, pues quedaban militares veteranos como Alcántara, Carabaño y Doroteo Flores, capacitados para asumir el mando. Eso, unido al prestigio de Pedro Elías Aristeguieta, enlace en tierra firme.
Alcántara  al quedar abandonado junto con Doroteo Flores, Rafael Vegas, Juan Comenares y otros, emprenden precipitada fuga hacia las montañas. Entre Araya y el Golfo de Paria.  Todos sus amigos ya en tierra firme se preguntaban: ¿Dónde están Alcántara y los demás?  El gobierno sitio la costa oriental, mas de 120 barcos detenidos y se comentaba que Alcántara se encontraban en las montañas del Pilar con 500 hombres con poco armamento. Dice Panchito que sufrió un fuerte ataque de paludismo y de ulceraciones en ambos pies. Gracias al apoyo  de María Josefa Aristeguieta, tratan de llegar en bote hacia una goleta para huir por mar, pero el bote es volteado y a nado logran  abordar, de allí a Granada. Panchito decía que logro llegar gracias a sus habilidades de nadador.
Este es parte del relato de Francisco de Paula Aristeguieta sobre estos sucesos:
“Entonces regresé a unirme de nuevo a Pedro Elías y llegué a Chacopata buscando la orientación del General Ricardo Fuentes, que tenía ocultos a los generales Alcántara y Flores y a Rafael Vegas y Juan Colmenares. Aunque yo podía salvarme solo y estar en mejores condiciones, preferí unirme a ellos para prestarle mi ayuda en regiones en donde tenía grandes amigos”. Continúa Francisco de Paula: “Me tocó dirigir los movimientos del campamento, protegidos por el viejo amor del pueblo campesino, que eran mis viejos amigos. En una noche triste después de haber sido rodeados por las tropas del Gobierno y abandonados por el baqueano, caminamos por orillas de rocas que daban al mar y ellos pedían agua desesperados. Yo les alentaba diciéndoles que llegaríamos pronto a alguna parte para salvarnos; rendidos de cansancio no pudieron seguir la marcha. Alcántara un poco después tampoco resistió. Flores y yo seguimos agotados de cansancio hasta encontrar una pequeña casita en El Corral. Cuando de la planicie del cerro, descubrí la casa, subía un hombre llamado Cosme Salazar, que hoy está de vigilante en mi fábrica, era hijo del General Ricardo Fuentes, corrió a buscarnos agua a Flores y a mí y le llevó a los que habían quedado en el camino sin fuerzas para andar; se unieron con nosotros y a los pocos días teníamos una terrible persecución de Gómez que me obligó a irme días más tarde. Para entonces nos encontrábamos en Ceiba, al cuidado de una hermana de Cosme Salazar, que un día apareció al campamento, con unas alpargatas nuevas a decirnos que el Comisario de La Esmeralda se las había dado y que se preparara porque iba ser la guía de tropas anunciadas por Gómez y que no podría llevarnos comida. Fue entonces cuando resolví pasarme a la nombrada La Historia guiado por Jesús Salazar, nuevo baquiano que nos mandó el gran amigo Ricardo Fuentes. Los otros compañeros resolvieron quedarse; yo les baje hasta un pedazo de cobija, ofreciéndoles volver por ellos si Dios me salva la vida; ellos quedaron en el monte abandonados esperando la protección de Dios. Unas horas después, cuando Jesús Salazar logró encontrar algunos amigos conuqueros, en el sitio de La Historia, envié por ellos a Ceiba, mandándoles una mano de cambures y mangos. En la Historia continuó la horrible persecución, apresaron al baquiano y unos días después a varios amigos; fuimos abandonados de nuevo debajo de árboles y en un pequeño cerro donde nos guarecíamos. En esa situación, como a las dos de la tarde, vi subir a un hombre que al llegar a la cima reconocí que era mi compadre Perucho Suárez, que tenía negocios de madera en Chiguana, traía dos gallinas que había preparado su esposa, mi comadre, estaban podridas porque tenían tres días buscándome en toda la montaña y me dijo: “Aquí estoy compadre, su comadre me dijo que prefiere la muerte antes de abandonarlo”. Sin término de tiempo me trasladé al conuco de Matilde Lizardo. Resolví preparar la salida de Rafael y Juan, a quienes vestidos de campesinos, vestidos comprados con dinero que mandó el noble amigo Don Pablo Guzmán, del muelle de Cariaco, envié con Eustaquio Sánchez, que aún vive y contrató por Bs. 100 a un indio baquiano para llevarlos a manos de mi comadre Natividad Gómez quien los puso al cuidado de Luongo y Pietrini, sus familiares”. “Con el General Alcántara y Doroteo Flores seguí al cuidado de Matilde Lizardo que tenía el recuerdo de que mi hermano Pedro Elías le había enterrado a su padre en Guacarapo. Ella iba en un burro a Chiguana a conseguir cualquier cosa de comida y aún del propio comisario de Gómez”. “ De los montes de Chiguana, después de una insistente y desesperada persecución de las tropas de Gómez durante tres meses, pudimos salir los Generales Alcántara y Flores en un pequeño bote conseguido por mis grandes amigos y colaboradores revolucionarios, Octavio Rafael Nery, Francisco Antonio Gómez y Ramón Sabino, a quienes mi hermana María Josefa comunicó nuestra angustiosa situación”.  “Después de siete días de penalidades, llegamos a Granada gracias a la pericia del Capitán margariteño Chemara Velásquez, quien se acercaba a mí para que le diera aliento a mis compañeros cuando el General Flores se mostraba incrédulo y dudaba de la fe del Capitán”.
Las conclusiones de Alcántara son de optimismo, mas que buscar excusas y razones, habla de reorganizar la  “resistencia en el exterior e intentar una nueva parada”. Alcántara considera que “con papeles no solamente se pasa a la historia ni tampoco es garantía de triunfo frente al tirano que manda en Venezuela.” Esa era su visión.
Para Panchito Alcántara la retirada del barco se debió al exagerado personalismo, porque se creyó que una vez muerto Delgado Chalbaud se acababa todo, también pensó que la presión de la tripulación extranjera pudo haber sido la causa, no entendió la postura de  huir, y menos de arrojar las armas al mar.
Para los analistas el fracaso de esta expedición, estuvo determinada por la conjunción de los siguientes factores: a) Huida precipitada de la embarcación;  b) Retardo del frente comandado por Aristeguieta de llegar a Cumana;  c) Carencia de un sistema efectivo de información; y  d) Falta de apoyo en tierra. Este último el más importante, pues a pesar de haberse estructurado un plan terrestre dirigido por Aristiguieta, mucho pesó el limitado apoyo de la población en Cumaná; sino también en otras poblaciones a las que llegaron en su retirada.
Mientras tanto los alumnos de la Universidad de Caracas, encarcelados, se les traslada con grillos en las piernas a ejecutar trabajos forzados en las carreteras de la tiranía de  Juan Vicente Gómez.
Después de estas intentonas fallidas, se inicio un proceso de fortalecimiento de las organizaciones partidistas con contenido ideológico para debatir ideas y concienciar al pueblo. De igual manera se promueve la organización sindical y la Iglesia se involucra de manera orientadora. Aparecen las organizaciones de tendencia cristiana.



CAPITULO V
EL REGRESO DEL GUERRERO

13.  REENCUENTRO  Y NUEVA ETAPA

El Presidente de Costa Rica Ricardo Álvarez, al despedir en San José de Costa Rica a Francisco Linares Alcántara  el 13 de enero de 1936 dijo “Es el valioso extranjero que acogió la sociedad costarricense”
Después de 23 años en el destierro regresa Panchito Alcántara a su Patria. Recibe un  cálido recibimiento en La Guaira que luego se alargó en la residencia familiar en la Parroquia Santa Rosalía de Caracas. Se reencuentra con su familia y con amigos. En estos primeros meses pierde familiares cercanos, dentro de ellas, a su segunda madre, su hermana Trina. También a José Antonio Zarraga, su cuñado, y a su hermana Teresa. Un poco depresivo le comenta a su amiga Eugenia de Smith en Puerto España que  “Ahora es que realmente me siento huérfano y no encuentro manera de  normalizar mi vida”.
En consuelo recibe muchas palabras de pesar comenzando por las del Gral López Contreras y las de José Rafael Pocaterra, entre otros.
El General Eleazar López Contreras, lo nombra Presidente del Estado Miranda y retoma el ánimo, aparecen familiares y amigos, unos piden favores y otros asumen funciones de gobierno. Alcántara  jura no ser  nepotista en esta nueva etapa, aunque lo cumple a medias porque muchas responsabilidades solo la garantizaban los más comprometidos
Su relación y amor filial fue muy manifiesto siempre. Su hija Berta Sotomayor de Cordobés lo apoya como su costurera privada; su hijo Marcos le aclara sobre su conducta; Amanda “La Negra” le dice que sabe que está muy buenmozo y pide bendiciones para ella y su hijo, le contesta diciéndole que “la política es su único rival para estar con ella”. Su hermana Antonia le pide ayuda porque esta ciega y en un Asilo.
Panchito cultivó mucho la amistad, era el amigo de todos, esto lo labró en el extranjero donde las conservó, y en su país fue  igual. Su gran amigo  fue Andrés  Pacheco Miranda quien le confiesa que su correspondencia le  conforta moralmente. Andrés siempre defendió a Alcántara y dio la cara por su amigo. A pesar de las discrepancias le dice a Antonio Nicolás Briceño que  “El futuro es de Dios”. Dentro de sus amigos de verdad se encuentran: Víctor Vicente Maldonado, Pablo Acosta Ortiz, Oscar Domínguez Rivodó, Atilano Carnevali, Jesús Roman Delgado Chalbaud y tantos otros.
El 21 de febrero de 1936 se declara seguidor de los principios de la Religión Católica y protector de la institución.





Lamentablemente  debe abandonar el cargo de Gobernador de Miranda por razones de salud. Cuando le escribe al Presidente López Contreras le dice:

Los Teques, 26 de febrero de 1936
Señor General
Eleazar López Contreras
Miraflores
Mi estimado General y amigo:
“ Lo saludo atentamente con ocasión de expresar a usted que mi estado de salud se ha resentido demasiado en esto últimos días, debido en parte a la altura en que está situada esta ciudad, siéndome imposible prestarle un concurso al gobierno que usted dirige, con el entusiasmo y la eficacia que deseo. La prescripción médica es categórica y me ordena reposo absoluto y otro clima. Y es mi deber  hacérselo ver a usted, porque el mayor anhelo de mi espíritu es secundar ampliamente la finalidad patriótica de usted en el brillante programa de gobierno…”

F.L. Alcántara

El 10 de marzo presenta su cuenta al Presidente, en esa misma fecha es nombrado Administrador de  la Aduana de La Guaira donde dura solo tres meses. Posteriormente el 8 de septiembre de 1936 es nombrado  como Administrador de la Aduana de  Maracaibo con dos propósitos: Adecentar  la institución y luchar contra el contrabando. Toma la decisión de separar de los cargos del reguardo de la mercancía a los oriundos de la zona, decisión algo criticada por lo que tuvo que suavizarla. Allí duraría hasta comienzos del año 1937.
El 24 de abril de 1936, Francisco Alcántara había contraído  matrimonio con su sobrina María Azpúrua Alcántara, hija de su hermana Teresa.



 María Azpúrua Alcántara

De su matrimonio oficial nace su hija legítima Beatriz Alcántara Azpurua, 


BEATRIZ ALCÁNTARA AZPURUA

Luego, en abril de 1937 es nombrado Ministro Plenipotenciario y Embajador en Perú y Bolivia. Fue recibido como quien era, un hombre de  prestigio. Al año hubo de regresar por enfermedad de su esposa.
Para algunos podría ser un gesto de adulancia el congraciarse con los superiores, pero más bien es un gesto de agradecimiento y consideración. Alcántara le trae obsequios al Presidente y da un trato cortés a su esposa y otras personalidades.



Con funcionarios de la embajada


Con Presidente del Perú

Isaías Medina Angarita señala el 26 de junio de 1937 en relación a Francisco Alcántara lo siguiente: “No hay patria segura sin generales capaces que la defiendan”.
Luego el 7 de noviembre de 1938, Panchito es nombrado Presidente o Gobernador del Estado Aragua. Por quinta vez ejercería ese cargo. Los deseos de prestar un buen servicio se acrecientan por ser la tierra donde sus antepasados Francisco de Paula Alcántara, héroe de la independencia, y Francisco Linares Alcántara, ex Presidente de la República, dieron ejemplo de sus luchas.
Al principio del mandato se produce un desastre natural por las inundaciones, lo cual amerita medidas de emergencia. Su programa de acción  daba prioridad a la agricultura, el comercio, a la industria y a los trabajadores del campo. Su Secretario Privado era su gran amigo, el turmereño Andrés Pacheco Miranda, conocido por su seudónimo de “El Caribe”.



Una persona que lo felicitó  fue la Madre María de San José. Alcántara apoyo las obras de caridad cristiana y fue un protector de la iglesia.
Su gobierno se destaca por la honradez, la igualdad y la tolerancia. Se esmero en darles una mejoría económica a los trabajadores del campo. Ejecutó un programa  de apoyo a los agricultores. Acondicionó   1683 hectáreas. Le prestó gran atención a la educación, construyó una casa cuna, varios comedores escolares, dispensarios, hospitales, acueductos, templos religiosos y atendió la vialidad y mantenimiento de calles y avenidas. Protegió la infancia desvalida.
Se comenta que venía a Turmero a visitar a sus parientes Paulita y a Pepita Hernández Valera que vivían diagonal a la Plaza Mariño.
Algunos familiares ejercieron cargos públicos como Jefes Civiles y cargos menores. 
Una de las razones que arguyeron para removerlo del cargo fue la asignación de unas pensiones a dos de sus hermanas y a un compañero de luchas. Cuestión ésta, insignificante dentro del informe voluminoso de auditoría entregado al Presidente que no podía ocultar su obra de gobierno al servicio del soberano.
Ejerció el cargo hasta el 17 de mayo de 1941. El 24 de mayo es nombrado Administrador de la Aduana de Puerto Cabello y posteriormente es enviado a la Aduana de La Guaira. Ya el Presidente era Isaías Medina Angarita. Ejerce hasta abril de 1943.
Panchito también es apreciado por sus amigos y mas que adulación es el respeto a este insigne servidor que ayudó a cuántos pudo y contagió a muchos del amor por las causas nobles. El tráfico de  influencia como se denomina a las recomendaciones, eran muy usadas para pedir los favores y esto fue normal en las comunicaciones emitidas o remitidas, no sólo por Panchito Alcántara, sino por todos, incluyendo las esposas de los Presidentes. No hay dudas que fue benévolo con sus hermanos y familiares. Mucho de ellos ocuparon cargos gracias  a la solicitud e influencia de F.L Alcántara, pero hay que reconocer que fueron todos leales y agradecidos, dispuestos a todo por su pariente.
Panchito Alcántara se retira de la actividad pública en 1945. Antes dejo para la historia estas palabras: “Hay que borrar de la faz de Venezuela la  odiosa tiranía de Gómez.


CAPITULO VI
DESDE LOS DOS CAMINOS

14.  EN LA INTIMIDAD DE SU HOGAR

En el año 1950, ya en el ocaso de su vida, con 74 años a cuestas, estuvo dedicado  a recabar sus documentos para escribir un libro que nunca pudo concretar. Entre leer y observar los acontecimientos  de la Venezuela de entonces, la cual había pasado por una transición; luego una junta cívico militar, el gobierno de un civil como fue  el de Rómulo Gallegos, y luego las juntas de gobierno militaristas, ahora con Marcos Pérez Jiménez al frente, fueron su distracción.
EL General Francisco Alcántara, desde su residencia  en la Calle El Carmen No. 18 de Los Dos Caminos, reclama con justicia, su pensión por los servicios prestados a la Patria, y le es concedida por 800 Bs. mensuales
Acompañado de su esposa María, mujer noble y abnegada, y de los hijos que siempre estuvieron  pendientes de él; así como amigos que lo visitaban, le dice al escritor Antonio Reyes: “Apenas veo y siento que se acerca la que no perdona. Naturalmente que esta me está tratando como a un viejo soldado y no me entra de frente, sino que me va “roleando”, poco a poco. Pero me queda una mente lúcida, y muy buena memoria retrospectiva”.  

Junto a su abnegada esposa



Cuando visitó a Turmero 1978

La desaparición física se produce  el 28 de abril de 1958
El último adiós  de sus amigos de  West Point  se refleja en correspondencia a su esposa, luego de su muerte:

20 Mayo, 1958
Señora María  Azpurúa de Alcántara
Calle El Carmén No. 18
Los Dos Caminos, Estado Miranda
Venezuela
Querida Señora Alcántara:
La Junta Directiva y los Miembros de  la Asociación de Graduados  de la Academia Militar de los Estados Unidos se unen a usted en el dolor y sincero pesar que tan profundamente usted siente por la irreparable pérdida de su querido e inolvidable esposo….,y respetadísimo miembro de  la “larga fila gris”.
Al escribir estas líneas estamos seguros que interpretamos el deseo de todos para confortar a usted de alguna manera  y lamentamos al mismo tiempo no encontrar palabras adecuadas para expresar nuestro sentimiento en esta ocasión para debidamente consolar a usted.
Entre las gratas memorias que todos tenemos de  su esposo…no olvidaremos nunca que los que han pasado a mejor vida después de haberlo consagrado a los eternos principios que se derivan del “Honor, del deber y de la Patria” han quedado eternamente vinculados a nosotros encabezando y honrando nuestras listas.
Quiera Dios que esta consideración le conforte a usted en la medida de nuestro deseo. Muy sinceramente le acompañamos en su sentimiento.
Sinceramente

N.B. WILSON
Colonel, Artille


15.                     REFLEXION FINAL

Francisco Linares Alcántara Estévez, fue un hombre preparado, culto, políglota, valiente y audaz. Fue un gran ser humano, de buen corazón. Eso sí, le gustaban los juegos, los bailes, los dulces, las hallacas y las fiestas; pero también asiduo a la  lectura. Fue un hombre amoroso con su madre, hermanas y sus aventuras afectivas. Siempre rindió culto a la amistad. Dio todo por la libertad y entrego su vida por la Patria, renunciando a las mieles del Poder.
Del régimen oprobioso de J.V. Gómez  podrán decir que construyó ciertas obras o impulso algún desarrollo económico para justificar su larga estadía en el poder; lo que no podrán negar es que sumió a Venezuela en el atraso educativo y cultural. Los grillos, las cárceles, los vejámenes, la corrupción  y la crueldad del Tirano no la podrán ocultar, Venezuela estuvo presa de Gómez y las cadenas la llevan en el espíritu. Olvidar  aquella barra, las dos argollas y la espiga de los grillos, colocadas en los pies de los presos no puede hacerse olvidar  con escritos interesados de sus seguidores, quienes ignoraron a los verdaderos héroes por congraciarse con el inquilino de Maracay. Hombres dignos fueron aquellos que durante más de veinte años llevaron esos grillos en sus pies o como FRANCISCO LINARES ALCANTARA ESTEVEZ  quien estuvo más de veinte años en el exilio, sin su familia,  buscando la forma de acabar con esa dictadura antihumana. A Panchito Alcántara le decían de  todo,  desde canalla hasta leproso, pero nunca podrán decir que fue un cobarde ni que se arrodilló ante el poder hegemónico de una dictadura brutal. Este Hombre murió con la conciencia del deber cumplido y haber luchado por la libertad, la alternabilidad del poder, la independencia y contra el mando hegemónico.
El periodo Gomecista  fue de corte personalista, para la gran mayoría vil y  cruel, para el pueblo fue empobrecedor y corrupto. Tanto que era propietario de una acaudalada fortuna en toda Venezuela, y que en 1936, por decisión confiscatoria del Congreso, pasó en su totalidad al patrimonio nacional.
Francisco Segundo Alcántara, hijo mayor de Panchito Alcántara, dijo sobre su padre FRANCISCO LINARES ALCANTARA ESTEVEZ al momento de su muerte, lo siguiente: 
“Que Dios lo haya recibido con piedad y le de la paz que no tuvo en este mundo! Por lo menos tengo la seguridad de que Dios no lo ha de condenar ni por desleal, ni por ladrón ni por cobarde.”.
AMÉN.


El adiós de un Hombre Digno


BIBLIOGRAFIA:

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COLECCIÓN FRANCISCO LINARES ALCÁNTARA. Academia Nacional de la Historia. Caracas

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PROMOCIONES DE OFICIALES DEL EJÉRCITO VENEZOLANO GRADUADOS ENTRE  1911 – 2001. ACADEMIA MILITAR DE VENEZUELA.  EVOLUCIÓN HISTÓRICA

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CONSALVI, SIMÓN ALBERTO, La Historia Trágica Del “Falke” 

MARTÍNEZ DORSI, GUSTAVO A. La invasión del “Falke” a Cumaná. Un intento por derrocar la dictadura gomecista

La lucha por el ideal democrático. La Revolución del Falke. Guerra. Noviembre 2002
OFFICIAL REGISTER OF THE OFFICERS AND CADETS OF THE U. S. MILITARY ACADEMY, West Point N.Y JUNE, 1894.

CASANOVA, EDUARDO.  Oficio de difuntos, de Arturo Uslar Pietri2012.

ZARAMA RINCÓN, ROSA ISABEL. Protagonistas  del guzmancismo bajo la mirada de viajeros extranjeros. Universidad Pedagógica Experimental Libertador. 

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LOPEZ, NERIO MANUEL, Admoniciones al Viento, Editorial Crisol CA. Caracas



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3 comentarios:

jose hermoso sierra dijo...

Excelente trabajo.

jose hermoso sierra dijo...

Excelente trabajo.

Unknown dijo...

Excelente trabajo, lo felicito. La única observación que yo podría harcer es que el barco de la fotografia no es "nuestro" Falke. Email: ramon.rivero.blanco@gmail.com