SEMBLANZA DE JOSE RAFAEL PEREZ RAMOS:
Nació en Turmero el 6 de
octubre de 1924, hijo de los esposos Benito Pérez Blanco y Lourdes Ramos, desde
siempre tuvo inclinaciones a la poesía que combinó con sus otras actividades,
incluyendo la política; siendo concejal en el Distrito Mariño y luego Diputado
en el Asamblea Legislativa del Estado Aragua. Prematuramente nos deja el 24 de agosto de 1959.
Su nombre es epónimo del
estadio de béisbol de Turmero. Consideramos como muy poca la distinción a un
Hombre inmortalizado por su creación literaria que en su mayoría quedó en el
anonimato de los borradores, y por su vocación de servicio público.
En homenaje a este coterráneo ejemplar, editamos en versión digital un folleto publicado en ocasión de un merecido homenaje que le rindiesen sus amigos a un año de su desaparición física. Podrán leer alguno de sus sus poemas, en especial “Los Ángeles de mi pueblo”. Disfrútenlo.
A LOS LECTORES
El Comité Organizador de
este homenaje póstumo al poeta José Pérez Ramos, ha querido perennizar el
recuerdo que se merece este ciudadano turmereño. Y para ello no sólo ha contado
con el respaldo de todos los núcleos representativos de la colectividad
aragüeña, a la que estuvo decorosamente vinculado Pérez Ramos, sino así mismo
con el valioso y desinteresado aporte de personas e instituciones democráticas
que se suman gustosamente al homenaje. En este último renglón debe incluirse al
Concejo Municipal del Distrito Federal, por cuya gestión se ha hecho posible la
publicación de este breve poemario en los talleres de la Imprenta Nacional.
Igualmente quiere el Comité Organizador de este homenaje póstumo dejar constancia de su gratitud a los distinguidos familiares del poeta fallecido, quienes accedieron gentilmente a suministrar el material inédito que informa el contenido de esta publicación. Pecaríamos de injustos si no admitiésemos públicamente que gracias a la dinámica gestión de la Municipalidad del Distrito Mariño, logróse el concurso de todas las organizaciones que se adhieren a este homenaje cuyo alcance popular se completa con la celebración del acto público programado en el Teatro Capítol de Turmero, cedido espontáneamente por sus propietarios.
Caracas: septiembre de
1960.
Dr. Luis Torrealba Narváez, Dr. Alfredo Lozano Villegas, Sr. Augusto Trujillo Ledezma. Sr, Balbino Blanco Sánchez, Sr. Rafael Erasmo Trujillo Ledezma, Sr. Rafael Michelena Plasencia.
PROGRAMA GENERAL:
1. En el Cementerio
Público de Turmero.
11 am Ofrendas florales ante la tumba de
José Pérez Ramos,
por las siguientes representaciones:
a) Concejo Municipal del Distrito Mariño.
b) Prefectura del Distrito Mariño.
c) Ejecutivo del Estado Aragua.
d) Asamblea Legislativa del Estado Aragua.
e) Concejo Municipal del Distrito Girardot.
f) Junta Comunal del Municipio Palo Negro.
g) Concejo Municipal del Distrito Sucre.
h) Escuela Federal José Rafael Revenga.
i) Partido Unión Republicana Democrática.
j) Partido Acción Democrática.
k) Partido Social Cristiano COPEL
l) Partido Comunista de Venezuela.
m) Comité Organizador Homenaje Póstumo a José Pérez Ramos.
n) Oración Fúnebre a cargo del Sr. Rafael Michelena Plasencia.
2. En la Iglesia de Turmero.
12 y 30 p. rn.- Misa por el eterno
descanso de su alma.
3. En el Salón de sesiones
del Concejo Municipal del Distrito
Mariño.
3 p. m.- Sesión
extraordinaria con motivo del homenaje:
a) Apertura del acto.
b) Descubrimiento de un retrato en el Salón de sesiones del
Concejo Municipal, a cargo del Presidente del Cuerpo.
c) Palabras alusivas al acto por el Dr. Ciro Guzmán Morillo,
Primer Vice Presidente del Concejo Municipal.
d) Clausura del acto por el Profesor Pedro Reyes Rodríguez.
4. -En el Teatro Capítol.
a) 5 p. m.-Apertura del acto y presentación del poemario de José
Pérez Ramos, por el Dr. Luis Torrealba Narváez, Síndico Procurador de la
Municipalidad del Distrito Fe¬deral.
b) Palabras por el ciudadano Presidente de la Asamblea Legislativa
del Estado Aragua
c) Recital de poesías de José Pérez Ramos, por el Sr. Balbino
Blanco Sánchez.
d) Clausura del acto por el Profesor Benito Pérez Ramos.
Turmero, 4 de septiembre
de 1960
POEMAS:
LOS ÁNGELES DE MI PUEBLO
Voy a hacerla de pintor
para sembrar tu contento,
pintando una virgen blanca
con siete angelitos
negros,
nacidos como tú quieres:
de Morón a Barlovento.
Sobre un manto de azul
cielo
siete estrellas se
reflejan,
patentes como las noches
de tropicales inviernos,
guardando en estuche rojo
siete sonrisas de perlas.
Codeándose con los blancos
irán angelitos negros
dibujados de carbón
y peluca de pimienta,
introduciendo la mina
en los palacios del cielo.
Negrito: vete poniendo
tus alpargaticas nuevas,
para hacer un largo viaje
a lomos de mi acuarela,
y si a tí te despreciare
la aristocracia del cielo,
dile que tú vas conmigo,
que tú vas en mi poema
saltando miles caminos
para llegar hasta ellos;
que tú vas representando
los ángeles de mi pueblo,
negros de las costaneras
regiones de Venezuela.
Cuando Barlovento llora,
cuando se quejan los
negros,
no sienten dolor profundo
los angelitos del cielo,
porque son ángeles
blancos,
porque no hay policromía
de azabache y de canela
en la alta jerarquía
del confín del universo.
Por eso yo te complazco
pintando angelitos negros,
patentes como las noches
de tropicales inviernos.
Aunque la virgen sea
blanca
y los deje morir de miedo,
los ángeles de mi pueblo
también llegarán al cielo.
¡SALVE, CAPITANA!
¡Salve, Capitana!
El Dios de los vientos
me llevó hasta tu azul,
la risa loca de las olas
se metió entre tus rizos
y el náufrago halló norte
en el Ave Marina de tus ojos.
¡Salve, Capitana!
Rimando está mi angustia
y tus dulzura
y mi tristeza.
En tu cuerpo de alba
se arrulla la esperanza
y yo quedo en las noches
soñando, Capitana,
despertar, hecho brisa,
marinero en tu barca.
MADRIGAL
¡Ah! Cómo añoro tu voz de
nácar,
río de cristal llegando a
mis oídos,
musical y sencilla hacia
mi llanto.
La quiero mía, para llenar
con ella
toda mi desolación y mi
desastre,
y se invada de trinos mi
silencio.
Así, bajeles del azul
tendrá mi puerto,
sublime despertar del
algún gran sueño
y nubes de alegría mi
tristeza.
GOTAS DE AJENJO
Para Ella
Presiento que el Destino
y mi suerte de tí me han
apartado,
que lo negro de mi adverso
sino
de nuestro amor lo blanco
haya manchado.
Será en vano luchar?
Si mi estrella en tu cielo
se ha extinguido,
sereno he de esperar
que toque a Puerto la
Barca del Olvido.
Si he de sucumbir
dejaré el corazón para
adorarte,
y de sobrevivir
no sé lo que haré para
olvidarte.
(Turmero 1946)
SUEÑOS AL VIENTO
Yo rimé con tu nombre
la estrofa de mi sueño,
en el momento inútil
que esperé tu presencia.
Seguro del designio
quedé mudo en la espera,
tu inocente blancura
no llegó a mi tiniebla.
En el silencio eterno
que marcó la distancia,
quise seguir ansioso
la ruta de mi anhelo.
Y a fé que es inútil
esperar tu presencia,
te sentiré más alta
ante mi misma sombra.
(Turmero 1947)
POEMA DE TU PRESENCIA EN MI
Prendido de mis sueños
en cruz sobre mi pecho,
tu nombre va horadando
mis vastas soledades.
Echando al viento
mi palomar de angustias,
sometido me encuentro
a la ley de tu orgullo.
Todo lleno de tí,
te contemplo exacta
girando ante mi órbita,
en el silencio mudo
de la piedra y el musgo.
Tengo la luz
de tus claras pupilas.
Mía es la sombra
de tu propia, existencia;
camino con tus pasos
por la senda
que me dará el encuentro
definitivo, irrenunciable,
de tus lirios.
Quisiera ser estrella
para poblar tu noche.
Anhelo ser lucero
para mover tus ojos.
(1949)
DESPEDIDA
Sabía que eras así:
como tan pronto quieres,
como tan pronto olvidas.
En tu vida y mi vida
-trasunto de dos vidas-
esto tenía que ser:
yo me quedé por hombre,
te fuiste por mujer!
Turmero (1945)
MONOLOGO TRISTE
Entre las zarzas de
nuestro amor distante
una ilusión se teje:
la de amarte con pasión bastante
aunque nunca de mi dolor
me queje.
Asido a la más cara
esperanza
mi corazón te nombra
y si mi boca tu boca no la alcanza,
besa su propia sombra.
Lleno de noche, triste y
desolado
busco entre mis manos tus
cabellos,
y el espejo una vez
alcanzado
de tus ojos, para mirarme
en ellos.
Te sentencio a llorar
siquiera un poco
y a sufrir cuanto por tí
he sufrido,
pues a más de quererte con pasión de loco
no llegaré jamás hasta tu
olvido.
COBARDIA
Tu mirada es ardiente,
hiere más cuanto más
se inclina, con su beso
de luz ante mi frente.
Es rayo que fulgura,
relámpago que aturde,
incendio de arreboles,
visión de tempestad.
Y al pensar que pudiera
hacerte mía, siento miedo
de enfrentar mi anhelo
al filoso puñal de tus
ojazos.
ILUSION
Sublime encuentro, de los
dos de ayer:
Ella, presagio de caricia
delicada,
ondeaba al viento su gracia inimitable,
en el campo anchuroso de
los sueños.
Él, la presentía en el
Alba,
en la brisa, en la
doliente
canción de las cigarras.
La esperaba
a la vera de todos los
caminos.
Y, al fin, se sucedió el
encuentro.
Ella, radiante de
esperanza,
le ofreció en un segundo
su risa de mil años.
El, era triste. Ella lo
ignoraba.
Se miraron muy hondo,
profunda,
delicada, tristemente.
Brotó un secreto adiós y.
. . nada más.
(Turmero, 1947).
A LA MADRE INMOVIL
Todos los días del alba
me pierdo entre tu nombre.
Midiendo las distancias
yo rezo a tus cenizas.
Caballero de angustia
en potro de. mi verso
Sabré llegar a tí
camino de la sangre.
Mis ojos ya cansados
de. mirar al vacío
Dejan ver en sombras
mi cortina de lágrimas.
(Turmero, 1949)
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