INDICE
Contenido
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Introducción
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Presentación
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Objeto del Concurso
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Verso a “Mercedes La Bembona”
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Canción: Alimento, medicina y gasolina
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El Rap del lairén
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Cuento de la Cigüeña Pilin
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Cuento: Como un celaje
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Cuento Soy Merogotin
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Casa de Harry Ganteaum
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Turmero y la ley del bravucón
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La Casa de Trina Romero
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El Carretón de Turmero
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Cuento: Mi primo “Maestría”
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¡Guá! ¡Wao! y ¡Perroo! En Turmero y mas allá
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Me hicieron quiquiriguiki
jugando metras en el solar de la casa en Turmero
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Recordando
mi infancia en Turmero
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Mi semblanza de Turmero
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Poema a “La Negra Nicolasa"
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La Negra Nicolasa, rezandera, sanadora, solidaria
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Andando en la calle
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Narrando hechos de mi escuela Revenga (1925-2020)
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Donaciones patriotas recolectadas en Turmero y Pedro Arévalo Aponte
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“Pepemí” tenía nombre
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Andrés Pacheco Miranda, el caribe Turmereño
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Verso a “La Pavita”
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Claudio y Sebastian
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La maestra Elisa y la quinta Parroquia
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Algunas anécdotas de la
Pachequera
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Alfredo Pacheco Miranda. El capitán veneno
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El bravo pueblo de Turmero
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Confusiones frecuentes en la historia de Turmero
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¿Quién mato al comendador? y todas a una Fuenteovejuna señor”
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…Y en Turmero nos pusieron presos
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Para su conocimiento
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Ejemplo de cómo citar los trabajos
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Derechos de autor
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INTRODUCCIONCon motivo de cumplirse los 400 años de la ciudad de Turmero (1620-2020) publicamos el Libro Extraordinario N° 126, “Turmero nace de la Fe” en homenaje al excronista y amigo fallecido recientemente José Rafael Torres y promovido por El Grupo de Facebook de las Memorias Históricas Digitalizadas de Turmero. Este material recoge una serie de trabajos recibidos entre los meses de Julio, Agosto y septiembre en el marco del Concurso cuyo objeto residió en captar una imagen de Turmero, un cuento, una canción, una poesía, anécdota, artículo de opinión, una página de Facebook, web, Blogs y cualquier otra forma creativa de divulgación asociada a Turmero y sus alrededores que sea de significancia histórica-cultural-geográfica-paisajística u otras relacionadas con el contexto del Cuatricentenario. La veintena de trabajos presentados fueron de alta calidad y merecían todos los premios, los materiales recibirán su reconocimiento y se expresaran en el presente libro digital. Fue una ardua labor para los jurados que después de revisar cada material llegaron a sus conclusiones. Los materiales recibidos expresaban la cotidianidad del pueblo, sus costumbres, tradiciones y vivencias tenidas durante muchos años. Resulta un gran aporte para el conocimiento de la ciudad y quedan recogidos en letras vivas e imágenes de distintos momentos de la ciudad. Resulta un orgullo ofrecer este libro de la Colección Memorias históricas Digitalizadas de Turmero que durante en mas de 5 años se ha dedicado recopilar el acervo histórico, geográfico y cultural de la ciudad. Como turmereño siento gran orgullo en legar a las generaciones futuras y a todos los hacedores de la historia y la cultura de Turmero estos trabajos. Este es el mejor regalo que le podemos ofrecer a Turmero en sus Cuatrocientos años, recíbanlo con los brazos abiertos, divúlguenlo, compártanlo y descarguen de manera gratuita para que su colección de libros sobre Turmero se enriquezca.
Dr./Prof. Efrén Rodríguez
PROLOGO
Con motivo del Cuatricentenario de
Turmero hemos promovido este concurso de fotos de Turmero, cuentos, canciones,
poesías, artículos de opinión, página de Facebook, web, Blogs y todo lo que sea
imaginativo y creativo alusivo a Turmero, que hoy presentamos en libro. Les refiero que teníamos otras ideas,
lamentablemente la situación de la pandemia nos orientó
a lo que podíamos hacer por online.
En estos 400 años ha sucedido de todo
en diferentes áreas. Los aborígenes han existido desde tiempos inmemoriales y los
Meregotos (que quiere decir guerreros) recorrieron estas tierras desde las
montañas de Brazen y Las Trojas hasta las riberas del lago de Los Tacariguas y
Punta Capino, Sobrevivieron en sus conucos de manera
sedentaria. Estos indígenas convivieron en los Valles de Turmero, Paya y de
Guayabita, entre los ríos Guayabita, Pedregal y Paya, cultivaban estas tierras,
destacando un tubérculo llamado Turma (Papa o batata) y de allí viene el nombre
de Turmero por ser ellos sus cultivadores. Los encomenderos le hicieron la vida
imposible, hasta que llegó el Teniente General Pedro Gutiérrez de Lugo, nombrado
por el Gobernador La Hoz Berrios como el juez poblador, en representación del
Rey Felipe III, Según se sabe era
prudente, experimentado y maduro. Vino acompañado por el presbítero
Gabriel de Mendoza, en representación de la Iglesia católica por intermedio del
Obispo fray Gonzalo de Angulo, quienes fundaron al pueblo de Turmero, con el
compromiso de los encomenderos a pesar de su negativa, tuvieron que respetar el
mandato de construir la iglesia, la sacristía, cementerio y la casa del Cura, lo hicieron a medias
después de muchos años, los encomenderos sabían que al fundar el pueblo de
doctrina se protegía a los indígenas con ciertos privilegios.
Nuestros indígenas hicieron siempre resistencia
a los españoles, pero la supremacía los
venció aunque nunca callaron sus voces de protesta e indignación, luchando
incluso hasta en los propios tribunales de justicia porque si algo bueno
sucedió es que muchos indígenas se prepararon con los misioneros. Queda para la
historia la protesta de los indios pidiendo justicia y respeto a sus derechos sociales. Rendimos
pues reconocimiento a su último Jefe quien fue el Cacique Guaracarima.
En estas tierras se han cultivado a
través del tiempo: Café, añil, caña de azúcar, tabaco, algodón y tantos tubérculos, vegetales y frutas. Es una
tierra bendita por Dios.
Turmero vivió los males del vomito
negro, de la lepra y tantas enfermedades como la fiebre amarilla. Pero también
en Turmero se vivió con intensidad la gesta independentistas donde los indios turmereños participaron, así como
valientes hombres como Pedro Arévalo Aponte para solo nombrar uno. También en
las luchas por la Federación fueron muchos los que participaron resaltando el
más insigne de los paridos en esta tierra de gracia, Francisco Linares
Alcántara, quien llegó a la Presidencia de la República.
En lo cultural se recuerda a la pléyade de músicos, compositores y poetas. Nombraré
al Rossini de América, Federico Sarco Villena y Baldomero Guzmán, entre otros. Los
escritores han sido muchos, destaco a Andrés Pacheco Miranda, Nerio Manuel
López, Félix Acosta, Pedro Modesto Bolívar y Francisco “Pancho” Rodríguez.
Las tierras en Turmero han sido muy
apetecidas y han tenido dueños insignes, de los Valles de Paya recordamos
a Luis de Bolívar, abuelo del
Libertador, también a Manuel Felipe de Tovar, quien entre 1859 hasta 1861
ejerció la Presidencia de Venezuela. Del Valle de Guyabita fueron propietarios
Antonio Guzman Blanco y luego Juan Vicente Gómez. Hasta que dichas tierras
fueron confiscadas a la muerte del benemérito y pasaron al Instituto Agrario
Nacional, esto gracias a la propuesta en el entonces Congreso Nacional, del Turmereño
Alfredo Pacheco Miranda. No obstante ello la lucha por los ejidos fue una
constante.
Turmero ha sido famoso por ser un
pueblo alegre y hospitalario, sus fiestas patronales eran consideradas las
mejores de la región. Sus festividades carnestolendas también, la semana santa
muy concurrida y las misas de aguinaldo son inolvidables.
El Municipio Santiago Mariño fue
creado en 1891 hace 129 años, cuya capital es Turmero. Y lleva el nombre del
prócer porque el General Mariño estableció en la localidad el Cuartel General
de Turmero. Ya 10 años antes habían colocado su busto en la antigua plaza de La
Alameda. Esta plaza es emblemática porque tiene la llamada Factoría (Mercado
Municipal), la sede del Concejo Municipal y la Iglesia.
Los cronistas han jugado papel
importante en la reconstrucción histórica de Turmero, recordemos a Carlos Blanco Galeno, primer cronista, Ciro
Guzmán Morillo y José Torres, fallecidos.
El icono más importante de Turmero es
el Samán de Güere, cuya desaparición es inminente, ha sido testigo de los
aconteceres. Las ruinas de la Casona de Villegas donde vivía el principal
encomendero ya ni existen. Tenemos la Casona de Paya y la de Guzmán Blanco aún de
recuerdo; así como algunas viviendas en el casco histórico, ya abandonadas con
tendencias a su destrucción. Dentro de estas está la antigua Escuela Revenga,
la Casa de los Martínez Rui, la Casona de San Pablo y tantas otras.
Las familias del Turmero de ayer
están vigentes en el quehacer diario y en nuestra memoria, a pesar del crecimiento poblacional
de habitantes venidos de otros lugares del país. Atrás quedan los recuerdos del
pasado, el Paramaribo de la Guedezexcer, la Casa de Arcos y el recordado
Cotoperiz en la Plaza, El río Turmero, el estadio del Matadero, los bares, los
cines, los mitos y las leyendas.
Finalmente, en estos 400 años hemos
tenido alrededor de 76 párrocos en la iglesia Nuestra Señora de Candelaria. El
primero en 1620 se llamó Lope Luis de León. Los últimos han sido Trino de
Jesús, Antonio E. Acuña, Pedro Moreno, Miguel Usan, Venancio Azpiros, José
Manuel Pan Lago, Bernardo Ramírez y José Gregorio Bracamonte.
A todos ellos le agradecemos su labor
para mantener la fe en este pueblo cuya Patrona es la Virgen de Candelaria.
NESTOR GERMAN RODRIGUEZ
OBJETO DEL CONCURSO
Relanzamos y ampliamos el concurso de
fotos de Turmero y agregamos: cuentos, canciones, poesías, artículos de
opinión, página de Facebook, web, Blogs y todo lo que sea imaginativo y
creativo alusivo a Turmero, reiteramos la invitación:
El Grupo de Facebook de las Memorias
Históricas Digitalizadas de Turmero invita al Concurso de Fotos libres en el
marco del Cuatricentenario de Turmero, este concurso lo ampliaremos a :
Canciones, poesías, cuento, artículo de opinión, una página de Facebook, web,
Blogs y cualquier otra forma creativa de divulgación.
Objeto
Captar una imagen de Turmero, un
cuento, una canción, una poesía, artículo de opinión, una página de Facebook,
web, Blogs y cualquier otra forma creativa de divulgación asociada a Turmero y
sus alrededores, de significancia histórica-cultural-geográfica-paisajística u
otras relacionadas
Algunas consideraciones:
1. Se designará un jurado para que
seleccione las 10 mejores imágenes ,cuento, canción, poesía, artículo de
opinión, página de Facebook, web, Blogs, que serán publicadas en el Grupo de Facebook
Memorias Históricas Digitalizadas de Turmero con su respectiva autoría, además
de su divulgación por todas las redes sociales personales
2. Todos los participantes obtendrán
una Credencial Digital que se les hará llegar por su correo acreditada por las
Memorias Históricas Digitalizadas de Turmero
3. Cada foto tomada o cuento,
canción, poesía, artículo de opinión, página de Facebook, web, Blogs, debe
identificar el lugar con la mayor precisión, e identificarla con su nombre, un
correo electrónico o número de wasap, además de unas palabras claves
identificatorias del motivo. Pueden enviar un máximo de tres (3) fotografías o
trabajos al Wasap 04142957123 y 04143454869
4. Las fotos se pueden tomar con
cámaras sencillas e incluso de teléfonos celulares comunes.
5. La fecha de culminación de la toma
de imágenes y su envió será hasta el 20 de Octubre
6. El premio que se obtendrá será la
satisfacción de participar en un concurso de trascendencia histórica-cultural
para Turmero en sus 400 años
7. No se permiten montajes con
photoshop
8. Pueden ser fotos u imágenes o
cuento, canción, poesía, artículo de opinión, página de Facebook, web, Blogs,
hechas con anterioridad , pero que sean originales de la persona
9. Los ganadores serán notificados
por su correo electrónico identificatorio
10. El Jurado está conformado por Dr. Efrén Barazarte (Coordinador), Lic. Carlos Sarcolira, y el Lic.,
Edicson Cubillan
CONTENIDO:
Verso a “Mercedes La bembona”
Un personaje popular del Turmero de ayer
Jose Manuel Guevara Diaz
Mercedes Tovar, su nombre
lo supe cuando murió y
cómo era tan popular
pequeño a ella quedo,
Turmero, donde vivió.
¿Su saludo habitual?
algo que no se olvida
lanzaba el brazo al “lugar”
y apretar sin molestar
al caballero de enfrente
que se reía por eso
y decía amablemente,
¡Hola Mercedes que tal!
Tal como el número 1,
el 4, u otro mas
estaba en todos los actos
no podía ella faltar.
De tamaño, era mediana,
pelo negro y abundante,
de avispados ojos grandes y
caminar desafiante.
Como pajarito en grama,
como buscando y buscando
lo que nunca había tenido,
lo que nunca había perdido,
movía ella su cabeza.
Sus labios gruesos tenia
de negra nuestra Aragüeña
no de afro artificial,
mostraban sus blancos dientes
al sonreír o cantar.
Cada día era normal
por la Mariño seguía
y hasta el boulevard llegaba
y en aquel bar de la esquina
Capitolio, una docena
o Victoria,
sí aquel cigarrillo no había.
De Mercedes tan real
nunca se podrá olvidar
aquel saludo habitual,
de lanzar el brazo al “lugar”
del caballero de enfrente
que se reía por eso
y contestaba amablemente,
¡Hola Mercedes que tal!
Canción para el
Concurso del Cuatricentenario: Alimento, medicina y gasolina
(Letra: JMGD, con música de rap)
José Manuel Guevara Díaz
Alimento, medicina y gasolina,
en Turmero, ni en la esquina.
los busco por aquí, los busco por allá
No hay pa’ mí, ni pa’ papá
Los sigo buscando y na ni na.
Los que mandan no los buscan
a su casa llegaran,
y problema no tendrán
¡A su casa llegaran!
Las colas tan largas son,
no me dejan descansar
una pa’ gasolina, otra,
pa’ la comida y otra
pa’ medicina.
Ya no aguanto más mis pie
tampoco la pantorrilla
y menos el peroné.
En Turmero no era así
la gente comía bien,
sus huevos fritos baratos
sus caraoticas friticas
con las arepas redonditas
de la bella “negra” Inesita,
y si quedaba un güequito,
con lairenes y dulcitos
que las dulceras vendían
terminaba de llenar
ese apetito vendito.
Esto nunca va a acabar
si siguen en el gobierno
bichos brutos y malnacidos
que robaron la comida,
medicina y gasolina.
El Rap del lairén
Letra: JMG D
(con música de rap) José Manuel Guevara Díaz
Por yemas, se reproduce como la papa,
o por hijuelos de la planta.
Es hierba perenne de las Maranthaceas
¡Quién diga lo contrario mete la pata!
Ningún fruto es como él,
Ninguno crujiente como el lairén.
Su tallo es subterráneo,
un rizoma, es su tallo.
es tubérculo, redondo o alargado,
No es bulbo como la cebolla,
y la planta, crece como macolla
Ningún fruto es como él,
Ninguno crujiente como el lairén
Turmero es el lugar
sí lo quieres saborear
febrero en Candelaria,
¡Es candela! ¡Es Candelaria!
Rio Caribe, Irapa, El Guasimal
Carúpano y Caripito
también producen lairén,
pero, allá lo llaman ‘llairén’
.Somos lairén, jalea de mango,
tortas e’ casabe, chicha de arroz,
Samán de Güere,
Picacho,
río Polvorín
como lo dice Carlos Bellorín
Ese lairén maravilloso
lo compras en la plaza
o donde doña Isabel,
en el 19 de Abril
allá, en su propia casa
Ningún fruto es como él,
Ninguno crujiente como el lairén
En las fiestas patronales,
de los pueblos aragüeños,
“El pelón”, Ramon Guevara
Lairenes, dulces y dulceras
el mismo transportaba
Mientras Brea
sus cotufas expendía
a su lado, Petra María
el azafate de lairenes ponía
y sin competencia alguna,
allí mismo los vendía
Por yemas, se reproduce como la papa,
o de hijuelos de la planta.
Es hierba perenne de las Maranthaceas
¡Quién diga lo contrario mete la pata!
Cuento de la
Cigüeña Pilin
La Cigüeña, Natalia y el Árbol de Mamon
Efrén Rodríguez
El día del nacimiento de Mariela
Herminia, después de oír los gritos de un niño, porque esperamos con ansias el
nacimiento de una hermanita, la Señora Natalia, un personaje del pueblo muy
católico y creyente, nos sacó al solar, donde estaba el árbol de Mamon, para
decirnos ¡¡¡Miren, miren la cigüeña donde va, ella trajo la niña y partió, allá
va volando!! Todos los que estábamos ahí le creímos…ja..ja, qué inocencia tan
grande, pero era la costumbre. Por eso es que la historia de la cigüeña es muy
antigua, simboliza protección a los niños, además que simboliza el personaje
perfecto para “traer hijos” a las familias deseosas de tener hijos, este hecho
explica la concepción, pero hoy en día los padres recurren a la realidad para
afrontar de forma natural y directa temas de sexualidad con sus hijos. Pero, lo
que no sabíamos, porque Natalia no los contó, que esa cigüeña se aventuró a
emprender un largo viaje y cumplir con su primera tarea, llevar a una preciosa
niña a los brazos de su mamá. Preparó todo para tan atrevida aventura, y una
mañana empezó un largo camino desde las estepas de Asia, la Cigüeña vivió toda
clase de aventuras, le sorprendieron tormentas, nieves e incluso un feroz
ataque de un águila que, confundida, no llegó a comprender la hermosa labor que
había comenzado la joven cigüeña. Pese a todo, y ya malherida y tiritando de
frío, puso a la niña en los dulces brazos de la mama, sería un cálido lugar
donde mecerla y dejarla a su cuidado. Tras un breve descanso, y sintiéndose en
una tierra extraña, emprendió el largo viaje de vuelta hacia su hogar, una
antigua torre donde en un hermoso nido le esperaba su familia, la que se
sentiría orgullosa de a pesas de su tierna juventud, haber terminado con éxito
la bella labor para que las cigüeñas habían sido creadas.
Así, repetidamente, cumpliría con
otros viajes hacia alejadas partes del mundo, donde madres y padres esperaban
la deseada llegada de sus bebés. Se sentía orgullosa con la tarea que la
naturaleza le había concedido
FIN
Cuento: Como un celaje
Jose M Guevara D
No se sabía de donde venia, ni para
donde iba. Sí que no era blanca, que tampoco era negra, era como la cobriza
piel de la princesa india Marcela Parica del valle del Tocupio, aquella que
impacto tanto a PEMBOL que sobre ella una novela escribió. Largo su pelo y
silencioso en su andar atravesaba la plaza por su eje principal. ¿Porque seguía
del sureste al noroeste? tenia que saber que la distancia mas corta entre dos
puntos es la recta que los une. sabía que la plaza Marino en ese tiempo era más
corta de esa manera que caminando por su tramo oriental y luego por su tramo
norte, para pasar por la farmacia de los Matute. El grupo de jóvenes sentados
en los bancos sin espaldares, frente a frente, si como los parados, no se
percataban del paso de la joven, tampoco el otro grupo, cerca del callado
prócer. Estaban muy ocupados en discutir sobre lo que paso en el Liceo Codazzi,
en los detalles del juego de beisbol en la próximas subida al picacho,
planificando la salida para bañarse al pozo del Indio o estaban pendientes de
jugar futbolito o billar en el bar de Pedro Modesto en la Bolívar, donde el
mejor jugador era un italiano de los recién llegados que huía de la tremenda
crisis europea. Uno solo, solo uno de los muchachos se dio cuenta que la joven
de piel de princesa de india, hacia el mismo recorrido y a la misma hora, antes
de las siete de la noche, pero, desaparecía en la esquina de los Matute. ¿Dónde
se metía? ¡No podía comprar remedios, ni ponerse inyecciones todas las noche!
Al siguiente día, paso lo mismo, ¡desapareció al llegar a esa esquina!
Ella, si no se metía en una casa o
negocio, solo tenía dos vías: seguir por la calle Petion o por la Bolívar. ¡Ah!
Pero alguien la podía estar esperando en un carro y desaparecer. No había
forma, había que dejar el grupo y seguir a la misteriosa joven de las siete de
la noche.
Así fue. Todo planificado para el
gran día, seguirla a distancia con sus pasos cortos pero apurados, no con
tacones altos, sino medianos. Lo estratégico era adelantársele y esperar en la
esquina de las desapariciones, la esquina de los Matute. Pero había un problema
¿Como justificar estar allí y no con el grupo? ¡Ah Caramba! Se complico el
asunto. La solución apareció de inmediato, quedarse cerca del bar de Víctor
Vargas y tomarse uno o dos guarapos de piña para justificar la presencia allí y
la ausencia allá. Así fue, ese miércoles, a la misma hora y a la misma esquina,
llego. Nadie la esperaba, no entro a ninguna casa o local comercial. Siguió por
la Bolívar y cruzo por las calles con acera e iluminación. No veía para atrás,
solo continuaba, avanzaba. La distancia se hacia larga y ella seguía, nadie la
seguía. ¡Peligro! está entrando a Pueblo Nuevo, allí dice Evelio Diaz, que
Vivian los negros de Turmero, también lo dice Panchito, Jose Pérez y otro que
llaman Efrén. El joven entra en pánico y a la plaza regresa, agitado y
tembloroso, mas pálido que un enfermo de hospital. Esa noche, solo pensaba en
la joven entrando al peligroso barrio, y como terminaría lo que se convirtió en
una obsesión. ¡Ella era un celaje! un presagio, un anuncio de lo que se espera
o desea. El siguiente día era sábado y los sábados y domingos, no había
futbolito, plaza, ni bingo.
De nuevo el lunes. No había animo
para un seguimiento, pero la joven paso como siempre, como un celaje. Esa noche
con una pañueleta que le cubría el cuello, seguramente por el frio o más bien
como otra coquetería. El curioso joven al verla pasar, viéndola sin saludar, solo
pensó, ¿será que solo yo la veo, que no es real? Al tiempo que resonaban en sus
oídos las voces de Evelio Diaz en Orticario, que lo hace despertar: “Joselito
Borges era un zambito esminirriado de Pueblo Nuevo, aquel escuálido hombrecillo
era muy capaz de abrir un canal de un solo navajazo al más pintado”…
Cuento Soy Merogotin
Néstor
German Rodríguez
Hola!!
Soy Meregotín, un indiecito del Valle de los Turmeros, de catorce años, nacido
y criado en las riberas del río Paya, no entiendo porque vinieron unos personas
en nombre del Rey y de la iglesia y dicen que fundaron este pueblito, cuando
mis antepasados ya habitaban en este lugar desde hace mucho tiempo. ¡Umm, ese
cuento no lo creo!. Gracias a Dios he recibido alguna preparación de los
misioneros y además de fomentar nuestra fe católica nos han preparado en la
lectura y escritura. Es verdad así como estamos hoy viviendo a orillas del río
a poca distancia de lo que será la plaza, según dicen; de igual manera mis
padres han vivido cerca del cerro que llamamos de la Virgen allá en el valle de
Guayabita o por acá en el norte, en la quebrada Rajuñao. Hemos sido
esclavizados toda la vida, nos entusiasma que nos digan ahora que nos tratarán
diferente cuando esté construida la iglesia, “Aleluya” eso sí nos gusta. Ojala
los amos, como les decimos, entiendan que somos seres humanos igual que ellos,
que padecemos las inclemencias del tiempo, que nos enfermamos igual que ellos,
que comemos y vestimos. Yo, quisiera poder jugar con esos niños blancos, que
nos miran de lejos como seres extraños. Mis padres ya mayores han sufrido mucho
por nuestras carencias, pero nos han cobijado a mis hermanitos Capinito y
Guacarima, nos han enseñado a vivir en la pobreza, pero queremos vivir mejor.
La esperanza la tenemos con esta iniciativa de la fundación del pueblo, nos
dicen que vendrán mejores tiempos, tenemos dudas porque sabemos de la avaricia
de los amos, quienes solo les importan las cosechas de nuestros campos
cultivados con las manos del sacrificio y recibir las prebendas para medio
vivir. Nos salvamos porque vivimos de lo que sembramos y de los animales que
criamos. Nos dicen que estamos en el año mil seiscientos veinte, de esto
sabemos poco, lo que sí sabemos es el amanecer y atardecer de cada día.
Nosotros no tenemos ni fecha de nacimiento ni otra, recién he recibido mi
bautizo del monje llamado Pablo y me dio un papelito que dice que fue el
dieciséis de marzo de mil seiscientos diecinueve y allí dice que tenía once
años. Seguiré bajo la protección de la misión y de mis padres. Amén.
Casa de Harry Ganteaum
Hilda Palencia
Joya, emblemática de las estructuras coloniales, correspondiente a los
siglos XVIII y XIX, perteneció al aborigen Pablo Ramos, por resguardo indígena
de tierras 1838, pasó luego al General Pedro Etanislao Ramos, Militar que
estuvo apoyando a Ezequiel Zamora en la Batalla Santa Inés 10-12-1859. En la
actualidad se niega a morir y victima de la más vil decidía de los dueños
actuales, queda en la calle Rivas, salida de Turmero.
Reflexiones de una mujer
sobreviviente
Turmero y la ley del bravucón
José Manuel Guevara Díaz
Cuando era niña escuchaba
frecuentemente que en Turmero se vivía con tranquilidad. Era aún un valle con
calles de tierra, donde los vecinos se organizaban para construir templetes y
ver el 2 de febrero, en el marco de las fiestas de La Candelaria (sí, como se
decía cuando era chiquita, sin que ningún religioso impusiera otro uso del
lenguaje) un espectáculo con toros y lazos, a donde iban los jóvenes a
enamorarse con música de The Beatles o La Billo’s. En ese pueblo nadie le
robaba nada a nadie. Se dormía con las puertas de las casas abiertas, es decir,
sin pasar ninguna llave, y todo el mundo lo sabía, pero era incapaz de meterse
con la propiedad (sí, eso valía) de otra persona. Era algo ajeno. Caca… y todo
el mundo lo respetaba.
El Turmero que tengo en mente siempre
recurre a la memoria. En las fiestas patronales las señoras que vendían
dulcería criolla, encantadoras, amables, como eran siempre, se colocaban en la
plaza de un pueblo lleno de otras golosinas como algodón de azúcar, carne
asada, perros calientes y de algo muy divertido: los eternos carritos chocones
que competían con desafiantes montañas rusas. Ah…lo que se oía…Es más, lo que
estaba escrito en los programas de la fiesta patronales era increíble…Venían
Gilberto Correo y las bailarinas del elenco de su De Fiesta con Venevisión…
llegaba el propio Billo Frómeta en persona con la competencia de Los Melódicos,
Renato Capriles…Nos visitarían la gata Herminia Martínez y otras cantantes…y…
¿saben qué? Llegaban. Todos los artistas lo hacían y los grandes dirigentes
políticos también (desde Renny Ottolina, hasta el orejón Luis Beltrán Prieto
Figueroa) porque Turmero prometía ser un pueblo pujante, donde un hombre como
mi papá, con su oficio de dibujante técnico y su esposa maestra, podían
levantarse desde abajo, poco a poco, sin que a nadie le sorprendiera que su
trabajo diera frutos con empeño y tesón.
Pero eso se acabó. En el Turmero de
ahora sólo veo frecuentemente competencias por quién grita más para dominar a
otros, quién alberga más resentimiento social, quién ejerce más poder por
administrar bolsas de comida, quién es más grande o más pequeño, fuerte y
peleón para expropiar con eficiencia a quienes creen más débiles o pendejos
(sobre todo si imaginan equivocadamente que son personas solitarias )…Hay también
quiénes pueden juzgar con más facilidad a otros y maltratar, acosar,
extorsionar a las personas con una excusa: las órdenes que vienen de arriba.
(¡Ah!, cuánto me hacen recordar algunas instituciones burocráticas donde
trabajé en este país! Sé muy bien cómo son esas órdenes que vienen de un
extraño más allá … Y miren que he estado en el Teatro Teresa Carreño, FUNDEF,
luego Centro de la Diversidad, y lo que lamentablemente ahora es ahora UNEARTE,
antes IUDEM… Nadie ni nada es perfecto). Esto también me recuerda aquellas
ideas desarrolladas por Michel Foucault y Pierre Bourdieu sobre la violencia
simbólica.
El caso de un amigo ya fallecido,
hijo de una quería maestra con quien trabajó mi mamá, es poco recordado en el
pueblo (cuando no negado, borrado, olvidado o, como más convenga, que es la
otra nueva mala moda en la población: mostrar sólo interés por lo que no te
afecte en forma directa; es decir, hacerte el loco, porque supuestamente no
sabes nada). No mencionaré su nombre, por respeto a su memoria, pero sí voy a
recordar algunas cosas, para aquella gente a quien sólo le gusta referir, de
forma lastimosa, lo solitario que estaba ese caballero y su muerte terrible. Él
recibía frecuentes visitas de miembros de una religión y de factores políticos,
quienes lo abandonaron, cuando más desesperado estaba…Y él sólo buscaba salir
del círculo vicioso en que lo sumergía la vida. (De hecho, ya meses atrás había
hablado con mi familia, para irse a nuestra casa, ante el acoso de quienes lo
obligaban a ir a juro a cuanta reunión había por bolsas de comida y otras
situaciones políticas similares, bajo el cuento de que al estar solo podían
quitarle la mencionada bolsa y su casa. Por su puesto que le habíamos dicho que
sí, pero él lo seguía pensando).
Claro, si pasas de los cincuenta años
y estás sólo en Turmero hay mucha gente que piensa (equivocadamente, según mi
punto de vista), que no puedes fundar una familia, ni criar hijos, ni nada más.
Tienes que morirte o esperar la muerte sentado en algún rincón, irte, con preferencia,
a un anciano, dejarlo todo como si ya no pudieras pensar. Ese es el tipo de
imaginario pueblerino que alimentan los acosadores, es decir, a los abusadores…
gente que no sabe vivir bien, que son de esos que nunca han pagado alquileres o
lo hacen mal o maltratan a otros…gente que sabe gritar alto, mientras muestra
un rostro hipócrita de víctima frente a aquellos a quienes odian. Esa gente que
sólo sabe alimentar el resentimiento social. Algunos, incluso, son tontos
útiles, con altos títulos universitarios… Por cierto, hablando de sabiondos y
santos vienen ahora a mi mente unas mujeres que eran supuestamente muy
religiosas. Ellas llegaron a vivir en mi casa, aunque no fueron alquiladas
oficialmente por mi familia. Se metieron allí por vías irregulares y jamás
pagaron bien, ni a tiempo. Pelearon con casi todo la gente que vivió a su
alrededor y finalmente dejaron el lugar donde se quedaban en un estado tan
deplorable que aún hoy, más de quince años después que se marcharon, no nos ha
alcanzado el dinero para arreglar tanto desafuero. El espacio quedó totalmente
inhabitable y forma parte de algunas de las historias de terror sobre la cual
hablaré en el futuro.
En fin o, en todo caso, quiero
resaltar cómo se somete ahora la subjetividad de los turmereños: Con órdenes
caprichosas y absurdas, sacadas del sombrero de algún miembro de una Junta de
cualquier tipo que apela siempre a poderes superiores (no necesariamente
religiosos) para amedrentan, independientemente de su género, a otros, sólo con
sus ganas de mandar, de pisotear y transformar la forma de pensar del turmereño
medio. Ya no se vive con tranquilidad en el pueblo – yo, por ejemplo, ya no
puedo hacerlo -, sino con miedo, bajo acoso, bajo temblor y temor, porque
imagino que esos poderosos quieren y creen que hay que dar el ejemplo de
maltratar, de golpear y golpear a alguna gente, para poder borrar las historias
familiares y personales que han hecho la vida del pueblo o mejor dicho, de eso
que llaman el terruño.
Así llega Turmero a sus cuatrocientos
años…ajeno así mismo, frecuentemente anclado en una historia acrítica, con la
cual se disimula una violencia simbólica, vigente y muy real.
La casa de Trina Romero
Hilda Palencia
“Casa construida al principio del siglo XIX,
1912, perteneció a los abuelos de Trina Romero, gloria deportiva en Turmero,
108 años tiene la construcción, ubicada en la calle negro primero al lado de
Res. Laguna Plaza”.
El
carretón de Turmero
Efrén Rodríguez
En Turmero cuentan una leyenda fantasmal, con la cual
muchos todavía amenazan a los niños desobedientes y a personas que se
encuentran vagando sin camino. Durante las noches más oscuras, recorría las
principales calles de la ciudad de Turmero el Carretón, que sonaba una
“perolera” al pasar y luego se alejaba hacia lugares desconocidos. El origen de
esta historia es de la época colonial surgió, quizás, por las
tantas muertes que dejó la peste negra, llamada Cólera Morbus o vomito
negro, la cual se inició en Europa y llego a estos lares, algo así, como una
especie de COVID19. Cuentan que era tal la desolación de las calles, donde habían
tantos muertos, que no había tiempo de cargar los cadáveres, por lo que
se abrían grandes fosas colectivas, allí eran arrojados por una carreta. Se
dice en los corrillos del pueblo que los
muertos por la peste eran llevados al Cementerio viejo, en la prolongación de
la Carreño, donde hoy se encuentra la Cancha de Volibol “Pancho Pepe Croquer”
El sonido de la carreta
se fue grabando en las mentes de los habitantes. El ruido de sus ruedas representaba
a la muerte. Esto, naturalmente fue creando la leyenda del carretón, del
extraño sonido buscando los próximos a morir. El carretón fantasma era una
especie de carreta grande o carruaje en llamas, tirado por cuatro briosos
caballos que relinchan y corcovean aterradoramente. Se decía que el carretero
era el mismo diablo que se llevaba a los que vivían en el pecado y la maldad.
Se trata de un carruaje que aparece haciendo ruido con los cascos de los
caballos y las ruedas que arrastran largas cadenas y es guiada por un cochero
vestido de negro y ojos rojos que produce estridentes gritos, la gente se asoma
a verla desaparece, y su presencia es asociada a acontecimientos trágicos que
están por ocurrir, como por ejemplo la muerte de alguna persona conocida.
Volvemos a repetir, la carreta es tirada por
caballos y conducida por un cochero sin cabeza. Hace mucho tiempo que no
se le ve por dichos lugares, quizás por el modernismo, pero el ruido que
produce al pasar resulta característico, pueden tener la seguridad que mas de
una vez oí pasar el carretón, frente a mi casa en la Calle Mariño
Los que se perdían en la Plaza Mariño de Turmero
Efrén Rodríguez
Cuenta
la leyenda que en la Plaza Mariño de Turmero había un encantamiento,
dicen los pueblerinos, que quien
transitaba solo o en compañía a altas
horas de la noche por la Alameda, sobre todo al pasar por el frente de la Estatua de
Santiago Mariño, perdía la noción del tiempo y la orientación, la persona caía
en un letargo profundo, dando cientos de vueltas alrededor de un laberinto
insalvable, horas más tarde, terminado el hechizo, se encontraba en el mismo
punto de partida cansado, sudoroso, asustado o también podría ser que
apareciera en la Plaza Villacastin o en Pueblo Nuevo. Pienso, que esto se debía
a un exceso etílico que tenía la persona. Aunque los turmereños viejos o no tan viejos respetan esta historia,
porque casi todos la vivieron, cuando la narran lo hacen con cierto temor. Yo
lo viví, no me lo tienen que contar, esa noche se me fue el mundo y aparecí en
Villacastin, la verdad que pase un gran susto
Mi primo “Maestría”
, (Un cuento corto cortico)
José Manuel Guevara
Diaz
Hay una famosa obra
llamada “La importancia de llamarse Ernesto” que aquí, de ella nada se
contara, pero si del apellido Guevara combinado, que significa algo más.
Resulta que en la
esquina de El Rebote, donde la aristocrática y calle Real
Mariño, se encuentra con la humilde y callada Camilo Torres, donde los
Sarcolira se encuentran y mandan, además, vivía hace algún tiempo misia
Jacinta, una de mis tías paternas, casada por civil y por la Iglesia con un chofer y comerciante de pulpería de
simple apellido Herrera. Eran ambos honorables, pero con recursos económicos
modesto y nunca suficiente para donar, obsequiar o regalar.
Por consiguiente,
mi primo Daniel, quien, era alto, bien parecido, siempre bien presentado, perfumado y por su fama con
las féminas, recibió el título de sus amigos
de “Maestría”.
Pues, mi primo Daniel sabiéndolo y sin
saberlo, era nada menos, que un Guevara
Herrera, apellido de mucha figuración, fama
y riqueza de la Caracas de antes y también la de ahora. Reinaldo Herrera Guevara, por ejemplo, posee título de El quinto Marques de
Torre Casa, y con Carolina Herrera Guevara, se casa. Ella hoy día es una de las grandes
diseñadoras en New York y que por estilo
y calidad, tiene el récord de haber vestido a las artistas más destacadas de
Hollywood y como a Jacqueline Kennedy, a
Laura Bush, Michelle Obama y no sé si la
de Trump, ¡todas primeras damas de Los Estados Unidos de América!
Mi primo Daniel, hijo de mi tía Jacinta, dijimos, con esa atractiva
presencia, pero más limpio que talón
de lavandera, se dio cuenta que cuando iba a una institución comercial o
bancaria, al decir los dos apellidos juntos, Guevara Herrera, la
reacción era distinta que cuando decía simplemente “Daniel Herrera”. Así que
estando en Carcas, vestido con liquiliqui y un sombrero texano, se fue al banco
más cercano y al decirle a la promotora:
-buenos días
señorita, “Soy Daniel Guevara Herrera” y por teléfono llame sobre una tarjera
de crédito que a su vez pueda usarse también en dólares en el extranjero”.
El primo se sorprendió, la repuesta no
esperaba, la joven le respondió:
-“lo estábamos
esperando, su tarjeta ya está lista,
firme aquí por recibida”.
Y sin exigirle recaudos que le piden a todo el mundo, el
monto mínimo usual, paso al “máximo máximum” con la promesa que el
crédito subirá dos ves y mucho más. En cambio, yo en Banesco, ni con 25.000 de
crédito cuento.
Para completar la prueba, donde Maestría,
la tarjeta usaba, lo trataban como un Guevara Herrera real, siendo el
limpio de siempre que no tenía ni pa’ contar.
Esto nos hace recordar que los apellidos, como que siguen siendo importantes, aunque a
muchos no les guste y empiecen a protestar.
¡Guá! ¡Wao! y ¡Perroo! En
Turmero y mas allá
Jose Manuel Guevara Diaz
¡Guá! Es
una interjección muy común venezolana y muy especialmente fuerte en el Centro y
más aún, en los valles de Aragua. Doña Noé en Turmero, la mama de la Enit y
abuela de la coqueta Elivet, la emplea tanto como puede y ella puede bastante.
Ante una
pegunta como: ¿Por qué no fuiste?
Es normal responder en forma de interrogante con el gua: ¡Gua! Y que
voy a ser yo por allá?
Esta
respuesta, le da un tono muy venezolano y turmereño, ya que permite que la
conversación se haga fluida y el otro agregue una posibilidad, como, hubieras visto el ganado o hubieras
montado en mula.
Martha y
Daniel, en Toronto, la disfrutan con gran ganas, mientras, a otros le
molesta, no sé si es porque con solo
tres letras es mucho lo que manifiesta. O es porque le disgusta el gua de las
guacharacas, como le pasa a Alba Marlene allá lejos, por Caracas.
En sus
"Buenas y Malas Palabras, el famoso Rosenblat, el siguiente diálogo
nos dejó, donde el ¡Guá! queda bien
representado y merece ser usado:
¿Qué
tienes ahí?
¡Guá! ¡Cara!
¿y que tienes en la cara?
¡Guá, Arena!
¡Te voy a tirar una pedrada!
¡Guá! ¡Tire!
El ¡Wao! americano, (que se pronuncia uao) en
ocasiones se parece al ¡Guá! Turmereño, pero definitivamente en otras, no.
Recuerdo una ocasión cuando la bella, inquieta y tremenda
Valeria, entró a un pequeño local
completamente lleno de bombones de todos los colores y formas, pero eran
tantos, tantos, que su natural e inevitable expresión fue ¡WAOOO! Mientras compradores muy serios y en fila, no les quedó más remedio que reír a carcajada
porque a ese sabroso ¡WAOOO! No están tan acostumbrados. Ahí no cabía el
¡Gua! y Valeria muy bien lo sabía, aunque el porqué, tampoco ella sabía.
Creo que ¡Perro! Una expresión que aprendí de
Juaquico, Katy o Belén que con más letras compite con el ¡WAO! y el ¡GUA! Y que a Martha, Salom Olmeta, le gusta más.
Pero, ¡Perro! solo se usa, no al principio como el
¡GUA!, sino al final, después de escuchar hablar. Recuerdo cuando, Mike dijo: ¡A Trump lo agarro el virus y seguirá
en la Casa Blanca mandando! Y la Ingrid que escuchaba, de seguida exclamo ¡Perrooo!
¡Si al mas fuerte del mundo le da el virus, que queda pa’ los demás! Y en
seguida, Martha, que también escuchaba, un comentario expreso: Definidamente,
con el virus to’ el mundo se morirá, menos la Reina de Inglaterra, Lila
Morillo y Jose Vicente Rangel.
Me
hicieron quiquiriguiki jugando metras en
el solar de la casa en Turmero
Efrén Rodríguez
La última vez que jugué
metras en el solar de la casa de mi primo
Oscar, casa ubicada entrando por la Calle Ribas de Turmero, a mano
derecha, Cesar Antonio, su hermano mayor, nos hizo quiquiriguiky, lo hacía cada
vez que estaba perdiendo o quedaba rucho, es decir ya había perdido todas las
metras y la única manera de recuperarse
era agarrar las metras del Rayo y salir corriendo, aunque siempre estábamos,
pendiente eso solía ocurrir, muchas veces salíamos detrás del hasta alcanzarlo
y lograr su devolución. El Rayo es un triángulo dentro del cual depositábamos
las metras, las partidas variaban, eran de tres o cuatro, o cinco metras y
hasta mas por jugada. Las metras que estaban en el rayo teníamos que chocarla
con nuestra metra, en este caso con la “juga” o meta preferida que tenía cada
uno, y todas aquellas que salían de su perímetro nos correspondían. Había un
cierto orden para jugar, siempre hacíamos una línea recta a unos 4 o 5 metros
del rayo, lanzábamos nuestra metra o “juga” y el orden del juego se daba por la
cercanía a la raya y así lo iniciábamos. La idea era acercarnos lo mas próximo
al rayo, para tener la oportunidad de chocar las metras y obtenerlas. Uno solía
tener un compañero de juego con quien compartía, el mío era Carlucho, mi primo
y amigo de infancia, entre ambos
teníamos una lata de leche Klim full de metras, enterrada en el suelo a
cierta distancia de la superficie, obtenidas de las ganancias de los juegos. Un
día cuando las buscábamos para el juego del día, no había nada, se las habían
llevado, averiguando, logramos saber que había sido otra vez Cesar Antonio.
Claro, lo trompeamos entre los dos y
casi nos fuimos a las manos, al final recuperamos las metras que se había
llevado. Así transcurrió, parte de la infancia
jugando metras, trompó, gurrufio, pirinola, ladrón librado, el loco,
fusilado, el avión, la semana, hoyito, pelotica de goma, chapita, entre muchas
distracciones del momento. Que buenos tiempos. Hoy en día, no me dejo hacer
quiquiriguiki.
Recordando
mi infancia en Turmero
Efrén Rodríguez
Me
recuerdo cuando estaba carajito se jugaba en la calle con los amigos, la
pandillita, como se decía para aquel momento o simplemente el grupo de
muchachos de la cuadra. Nuestros juegos contemplaban pirinola, metras,
escondido, ladrón librado, fusilado, gurrufio, la semana, el avión, hoyito,
pelotica de goma, papagayo, chapita, el loco, entre muchas distracciones del
momento. Una vez reunidos, a cualquiera se le salía "vamos a jugar, tal o
cual juego" y casi de inmediato era aceptada la oferta, generalmente estos
juegos duraban casi toda la tarde y muchas veces, hasta los adultos se
integraban a los juegos. Yo vi a German, a Jacinto, a José Manuel y a Omar
hacerlo.
A las 6 de la tarde
todo el mundo se recogía en su casa para bañarse, merendar, si había, ver la
televisión un rato y después nos reuníamos en la esquina de la Plaza Mariño, para echar
cuentos de muertos y sobre para ver pasar a las
muchachas para ver quien salía con las tuercas en la cabeza. A todas
estas, los adultos se reunían en otra esquina para las conversaciones propias
de los adultos, pero cuando escuchábamos muchas risas, toditos corríamos para
donde estaban los adultos, porque eran chistes lo que contaban, claro que
cambiaban la categoría de color rojo a chistes o cuentos para todos, para todos
los gustos y colores.
Muchas veces cuando había una pelea,
y era muy desigual, los apartábamos y
los obligábamos a ser amigos, dándose un abrazo. Y si la
pelea estaba pareja, se hacía un círculo y que nadie se metiera a desapartar
hasta que alguno de los peleadores se viera mal, al final, a darse la mano, abrazo y besito, era toda una
jodedera compartida entre niños adolescentes y adultos. También las fiestas,
cuando las había, eran todo un
acontecimiento sabático o dominical, ya que en ellas cada quien demostraba sus
habilidades y destrezas con los ritmos del momento y si tenía una linda novia,
esta era respetada por los demás chamos y libre Dios que alguien se propasará
echándole piropos a la novia de otro, el reto era infranqueable y al terminar
la fiesta a pelear se ha dicho y el perdedor sabía que eso se respetaba. Muchas
veces nos tocó ir al Grupo Miranda, Villacastin, al Rebote o Pueblo nuevo para
echar los “piecitos” o dar una bailadita en casa de una amistad.
En las noches de los sábado,
cuando no salían fiesta, eran para ver la lucha libre en la televisión blanco y
negro, sin control, con antena área o de bigote, esto era partir de las 6 de la
tarde aproximadamente, los favoritos eran: el Dragón chino, Darg Búfalo, El gran
lotario, Basil Bata, la
Sombra, Chapulin Colorado y el Chavo y
otros que no recuerdo. Los días de
semana nuestras mamás se ponían a escuchar las radios novelas. Martin Valiente,
Frijolito y Robustiana, la perfecta ama de casa, Yo quiero a Lucy, Tamacun el
vengador errante, La dueña, La Trepadora, , entre otras. Fueron muchísimas las
radio novelas que ponían a rabiar o llorar a nuestras lindas viejitas con
nuestras hermanas y amigas que a fin de cuentas igualitas agarraban el
sentimentalismo criollo y buaaaa buaaaaa buaaaaaa y esto lo hacían a moco
suelto, y hasta discutían de la infidelidad de siempre de las cachifas con el
dueño de la casita o mansión, (La
inocencia de la época). El Observador Creole (noticiero de RCTV), no se lo
pelaban por nada, ya que por este medio se enteraban de los artículos nuevos de
belleza o las ofertas de productos, así como el programa de Amador Bendayan y
de Renny Otolina, las tardes eran de los mas chamitos para ver las comiquitas
de Merry Melody, los Pica Piedra, el Pato Donald,Porky, ,Marcos,Corre Camino,
Tom y Jerry,. Fue una época donde se podía jugar, echar cuentos o
simplemente escuchar los cuentos del día o novedad del cuartel como le decían
algunos.
Las chicas eran una
fantasía para todo muchacho, ya que cada
quien buscaba enamorar a la más bonita y coqueta de la cuadra, siempre había
una sana disputa, una vez la tuve con “Nene” por Miriam…je..je… lugar, se le
brindaba refresco, se le regalaban caramelos, o cualquier cosa que a uno se le
ocurriera que les gustaban e incluso hasta un gajo de mamon. También recuerdo
de mi infancia cuando en mi Turmero
llovía y salía a bañarme bajo el
torrencial aguacero, así como lanzar barquitos de papel en el brocal de
la calle, todo eso me divertía.
Mi
semblanza de Turmero
Efrén Rodríguez
Mi bello pueblo esta
asentado en un Valle de origen aluvial, que esta drenado por una Cuenca
Hidrográfica compuesta por el rio Paya, Guayabita y Pedregal, que al unirse, a
la altura de La Aduana, conforman el rio
Turmero, que desemboca en el legendario lago de los Tacariguas o Valencia.
Posee unos suelos que proporcionan todo
tipo de cultivos como el maíz, las hortalizas, legumbres, frutales y hasta el
lairén, pasando por el café y el cacao, aparte de industrias importantes como
la Remavenca, Indelma , contamos con
hermosas playas como la de Tuja, Cepe, Chuao y Valle Seco en pleno Mar Caribe,
donde se pescan diversas especies que alimentan muchos hogares venezolanos.
Turmero es un encanto, quien toma su agua, aquí se queda y se casa, dicen por ahí.
Cuenta con hermosas Casas Coloniales, con amplios corredores, grandes
ventanales, techos rojos a dos aguas, hay
una vía de comunicación muy importante, como es la Avenida intercomunal,
que atraviesa mas de 210 comunidades y sectores. Tiene una Iglesia, de rasgos
arquitectónicos propio del neoclásico, que es Monumento Histórico Nacional, hay
mas de 6 Parroquias Eclesiásticas y 5 parroquias Políticas Administrativas, que
albergan sobre los 300 mil habitantes. Aparte del Monumento Samán de Guere,
lugar donde acampo Bolívar con sus tropas. Tenemos a la Universidad
Bicentenaria de Aragua, La Universidad Pedagógica “El Macaro” y el Tecnológico
“Carlos Soublette”, aparte de infinidades de escuelas donde se ha formado miles
de turmereños, entre ellos mi persona. Existe una tradición cultural-religiosa
y de gente con sabor a pueblo de trascendencia histórica, son inolvidables sus
Fiestas Patronales, las procesiones de Semana Santa, las Misas de Aguinaldo,
cuenta con una gran gastronomía y dulcería criolla única. Contamos en nuestro
territorio con una gran parte del Parque
Henri Pittier , con su diversidad de
vegetación y fauna. Mi amado Turmero tiene su Cerro el Picacho, todos lo hemos
escalado, desde ahí visualizamos casi toda la Cuenca del Lago de Valencia, convirtiéndose
en un gran mirador natural. Mi bello
Turmero esta compuesto por gente afable, cariñosa, amorosa, llena de
tradición y amor por su terruño. En Turmero tenemos todo. En este pueblo nací,
crecí, me forme y amo con toda mi alma. Sin embargo, tengo que decir que el
Turmero de hoy, no es el mismo al de antes, tenemos que luchar mucho para
preservar nuestros valores y reencontrarnos como paisanos.
Poema
a “La Negra Nicolasa"
(Personaje
turmereño
José
Manuel Guevara Díaz
Como
el petróleo, su piel
Ensortijado, su pelo.
Sus facciones tan perfectas
perfectas, como una miss.
Esa nariz perfilada,
sus ojos tan expresivos,
y carácter combativo,
como fuerte su templanza.
Conocida y servicial,
Nicolasa es recordada
desde la plaza al Picacho
desde la Aduana a su casa
Al llegar los italianos
cuando mandaba PJ
de uno se enamoró
y el fruto de los dos
fue un bebe requeté blanco
tan blanco como alemán
que contraste inusual
¡Aquella Negra Nicolasa!
con un catire en su casa!
Al sonreír bajo el Sol candente
del boulevard turmereño
mostraba el brillo de sus perlas
y con su suaves manos
sostenía
al hijo blanco
de rizos de oro.
La misma Nicolasa
que con sus fuertes manos,
quitaba el dolor
como Juan Deus
hacía,
bajo
la sombra
de aquel
viejo mamonero.
Si a la negra Nicolasa,
le quitaran lo de " negra" y
le
pusieran la "afro Nicolasa”,
le quitarían el alma,
y la dejarían perdida
en su propia cercanía.
La Negra Nicolasa, rezandera, sanadora, solidaria
Efrén
Rodríguez
Cómo
olvidar a la Negra Nicolasa, como solía decírsele en el pueblo, recuerdo
claramente cuando chico me llevaron a su casa para “sobarme” o componerme un
pies que me había aporreado en una patinata de las misas de aguinaldo, y
realmente me recupere porque Nicolasa tenía un Don para las aporreaduras hechas
en travesura, contaba con una manos mágicas, e igualmente cuando salíamos de su
casa de la Calle Camilo Torres con Sucre había gente esperando porque tenían lo
que se llamaba “culebrilla” o afección de la piel, ella les hacia una oración y
a los pocos días ya sanaban. Nicolasa Núñez es todo un personaje del pueblo de
Turmero, mujer amigable, de raíces sembradas en este terruño que merece nuestro
reconocimiento,por cierto católica y devota de Jesús de Nazaret. Saludos
cordiales a su hijo Luis Albert Nuñez y demás familiares que habitan esta
tierra histórica aragueña Recuerdo de la Negra Nicolasa, dice José Manuel
Guevara Díaz, aquella que mostraba el brillo de sus perlas al sonreír, bajo el
Sol candente del boulevard turmereño. Aquella que con su suaves manos sostenía
su hijo blanco de rizos de oro. La misma Nicolasa que con sus fuertes manos,
quitaba el dolor compitiendo con el grande de Juan Deus, bajo la fresca sombra
de aquel árbol de dulce mamones. Si aquella Nicolasa, le quitaran lo de
"la negra" y le pusieran la "afro Nicolasa", como quisieran
los insensatos conocidos, le quitarían su alma, y la dejarían perdida en su
propia cercanía. También recuerdo a La Negra Nicolasa y la llevó grabada en mi
mente cómo un ser humilde pero de carácter a cumplir con principios y valores,
y sobre todo llena de Amor. No he conocido a nadie igual, era extraordinaria,
fue un ser de Luz.
Fue una
mujer con un corazón lleno de nobleza y bondad siempre dispuesta para ayudar al
prójimo. Sus maravillosas manos junto a un talento extraordinario fueron la
combinación perfecta para aliviar a quien acudiera en su ayuda. Querida tía
ojalá pudiera abrazarte. Cuanto te quiero y cuanto te extraño
Agrega
Ingrid Josefina Rodriguez Medina y la viuda de Moisés Hernández Domínguez, y me
identifico así pues mi comentario va en nombre de los dos aunque mi Moisés ya
esté con Nicolasa junto Papá Dios.
Nuestra
historia con Nicolasa es muy bella. Nos escogió para bautizar a Lucesita y
desde entonces estuvimos cerca de ella y su familia. Fue como mi mamá negra,
aprendí mucho de ella pero sobre todo le doy gracias a Dios por regalarme la
dicha de haber sido parte importante en nuestras vidas.
No sólo
fue una madre para mí, vi como en su casa refugiaba a todo aquel que lo
necesitara por la circunstancia que fuere. Siempre me maravillé en ver que
aquella persona de pocos recursos le alcanzara para compartir siempre algo de
comer a todo el que la visitaba. Tenía la sabiduría de la vida, pero aprendió
de la fisiología del cuerpo y también fue partera. Pero lo que más sabía
arreglar era corazones rotos.
Siempre
con palabras de cariño, paciencia, esperanza y optimismo y con muy buena
educación y respeto como pocos tienen ahora.
Habiendo
llegado a mi vida a mis 21 años, guardo para ella un lugar muy especial en mi
corazón junto a mi madre.
También
dice, Susana Pacheco Cedeño Nicolasa la mujer guerrera, fuerte que vimos
siempre en casa. Amaba a los niños. Recuerdo que quiso muchísimo a mi hermana
Finita quien se fue muy temprano, a los 16 años, en un accidente de tránsito.
Nicolasa llego a la iglesia de Turmero y lloró amargamente sobre su féretro.
Era madre de todos. También recuerdo cuando un amigo de lo ajeno entro a su
casa a robar y ella con un garrote lo inmovilizó hasta que llegó la policía.
Nicolasa te llevo en mis recuerdos. Pase años sin verte y ya poco antes de irte
fuimos a visitarte mi hermano Alfredo y yo. Enseguida supiste quienes éramos.
Compartimos contigo un largo rato. La lucidez de tu mente superaba con creces a
tu cuerpo negado a caminar. Tu risa siempre la mantuviste. Por otra parte, Elsa
Perdomo , señala que su hija Luz actualmente Abogada,. Preparaba la Sra.
Nicolasa un arroz con huevo revuelto que era una exquisitez.. y si, rezandera
de pueblo fue y en recuerdos de otrora una doña se una voz fuerte. Así mismo,
Luis Lorca, expresa que la Sra Nicolasa se alegraba cuando le llevaba manteca
para cocinar, y se reía cuando sobaba los pies diciendo muchacho tan grande y
tan cobarde. Sin dudas un icono de Turmero, de esas muchas mujeres
emprendedoras y resteadas. . Siempre vi en ella esa sencillez y humildad, que
de alguna manera transmitió a sus seres queridos entre ellos mi gran amiga Luz
Marie Vegas Carrillo (Lucecita). Sigue diciendo Yorbeth Molina, que fue una
mujer guerrera baluarte de nuestro pueblo!! De lo poco hizo mucho! Crio a sus
hijos con valores ya se ven sus frutos. Donde este debe estar orgullosa de
ellos! Luz María Vegas Luis Albert Núñez, Andrés y todos aquellos que pasaron
por sus cuidados. Ejemplo a seguir. Ángel Tania, testimonia que siempre
recuerdo a la señora Nicolasa, mi mama me llevo un día para que me sobara un
brazo ,producto de una caída, pero tenía fractura y nos recomendó visitar al
traumatólogo. Vivíamos para ese entonces cerca de ella por la calle Páez. Fue
muy famosa en el pueblo de Turmero.
Cesar
Andrés Núñez Ramírez Soy Andrés hijo de Nicolasa, (hijo de Luis ) mi “yaya”
como solía llamarla mujer ejemplar de muchos valores. Siempre nos demostró y
enseño que debemos de ayudar al prójimo. Ella era capaz de dejar de comer para
darle a otro, darle su propio plato de comida. Solo decía yo como mas tarde
quien sabe cuánto tiempo tendrá esa persona sin comer.y no solo comida abrigo
techo. Gerry Fonseca: Hablar y pensar en nuestra querida Negra Nicolasa es
simplemente hablar y pensar de un icono popular de una época dorada de nuestro
Turmero. Ella era puro amor, sonrisa, humildad, sanación, y muchos otros buenos
calificativos. Yo la recuerdo con el mejor de los recuerdos! Dios la tenga en
su divina gloria.!!Aayy mi negra Nicolasa.!! Gracias por haber sido parte de la
historia de mi vida.!!
Miguel
Ángel Fonseca Fariña expresa sobre la negra Nicolasa ...Que Turmereño no paso
por sus manos ...Buen yo me también me doble el dedo pulgar de la mano derecha
y se montó el tendón, tenía 12 años ..Me acuerdo que mi mamá me dijo en el
momento hijo vaya a casa de Nicolasa y fui con un tubo de Yode y un real
...Llego a su casa en la calle Camilo Torres, y me recibe ... Que le paso niño
y le dije Negra me doble el dedo...Traiga paka la mano y no vea en un pispas
con un poco de dolor me llevo el tendón a su sitio....Manos mágica la de la
Negra Nicolasa ..
Sharon
Massiel Báez Rodríguez, dice: Inolvidable mi querida Nicolasa...cuantos
recuerdos lindos de mi niñez, cuantas cosas que agradecer. Una mujer admirable
a la que siempre llevamos en nuestros corazones los que tuvimos la dicha de
conocerla y compartir día a día junto a ella. Estoy segura que está en un lugar
hermoso junto a Dios, porque se lo ganó! Donde quiera que estés Nicolasa,
gracias por tanto.
Andando en la calle
Efrén Rodríguez
Me forme jugando
volibol en la calle, eran unas caimaneras emocionantes, la calle era nuestra cancha, bastaba una pelota plástica
para compartir entre la muchachada, jugábamos y nos formábamos. La calle
Mariño, frente al Boulevard, fue la Calle predilecta porque ahí vivíamos, se
pasaba gran parte del día, sobre todo las tardes, los sábados y domingos. Era
un contacto con la gente, con el pueblo, era el nacimiento del apego y el amor
por el lugar
La calle una escuela de
vida
En la calle, obviamente
principalmente el hogar, fue el escenario de gran parte de nuestra formación,
siempre ha sido un lugar de encuentro de amigos para compartir una amena
conversación. La calle lo era todo, apenas llegábamos de la escuela, hacíamos
las tareas y para la calle, ahí nos encontrábamos todo. Ahí crecí, en la calle
Mariño, en la Plaza Mariño, subiendo el Picacho, la calle fue el complemento de
mi formación ciudadana, de la vida
La calle un encuentro
con la gente
En la calle
compartíamos con la gente, con los pueblerinos. Era frecuente decir “Ahí viene
Amalia, Buenos días Natalia, acaba de pasar la Sra. Matute, allá va la Maestra
Nieves regresando de la escuela Revenga, por ahí paso el Señor de los caratos
en su Bicicleta, esta por llegar el
carro de raspado de JJ, en el Altozano esta el Padre Moreno”. Bueno, era gente
de la cotidianidad del pueblo, los que dinamizaban la vida de la gente, las
personas común y corriente
La calle es pueblo
Compartir sanamente en
la calle, toparse con los vecinos, los amigos, saludar, pararse un rato y
conversar con el amigo, el ciudadano, compartir con el comerciante, comprar en
los comercios, hacer los mandados, preguntar por un medicamento en la farmacia,
es decir, vivir la cotidianidad de la calle, el día a día
La
calle es una escuela de Ciudadanía
La calle es una manera
de convivir con la gente, relacionarte con los demás, vivir las realidades, oír
lo que dice el pueblo,
compartir las mismas realidades, formar parte de la calle nos hace mas
ciudadano, es un manar de formación. La gente de la calle ofrece todos los días
enseñanza, permite valorar, diferenciar el bien del mal. La calle se convierte
todos los días en un reto
La calle fue propicia para jugar el loco, ladrón librado,
fusilado, el escondido, la candelita, metra, la ere, la semana, el avión,
hoyito, rallo, baraja, bingo, monopolio, todo de manera sana. Era común que en
las noches las familias se sentaran al frente de las casas a conversar
amenamente, mientras nosotros jugábamos carrito, perinola, yoyo, damachina o
simplemente charlábamos.
Nunca he dejado la calle
Siempre camino por las calle de mi pueblo, me doy un baño
de amor, respeto y reconocimiento de la gente. Todo el mundo me saluda amablemente, Hola, cómo estás,ahí
va mi tehacher, me sienten como uno mas del pueblo, que nunca me he ido,
siempre al lado de la gente. Me ven haciendo las colas para adquirir alimentos,
buscando los mejores precios, comprando un dulce, o pan salado en la Nueva
Francesa. Me siento orgulloso de mi gente, de su amor y respeto. Desde el mas
humilde, al mas preparado reconoce mi condición de hombre apegado a las
tradiciones y costumbres de la ciudad. Siempre voy los domingo a Misa y
comparto con la feligresía la palabra de Dios, el abrazo en familia, la
bendición del Sacerdote
El Boulevard nuestro barrio, la plaza, el cine, la iglesia
era el patio de nuestra casa, sin contar cuando fuimos monaguillos.las limosna
daban para todo cine, dulces y Pepsi Cola jajaja
Narrando
hechos de mi escuela Revenga (1925-2020)
Efrén Rodríguez
Uno
de los hechos que mas ha influido en mi vida es haber estudiado la educación
primaria en mi escuela “José Rafael Revenga”, de Turmero. Ahí me encontré con
la vida, transcurrí la niñez y me sensibilice con lo cotidiano, con el hecho
social. tengo muy claro las imágenes cuando jugué mi primer partido de voleibol
en un enfrentamiento con el Grupo Miranda, sana rivalidad, todos los
estudiantes salieron a la baranda de su respectivo salón y los de abajo estaban
sentados en la acera o pasillo para vitorear a su equipo, sonaba estruendoso el
JRR, la adrenalina subía y la emoción se desbordada, ese hecho nos inculco el
camino del deporte y la actividad física, nos alejo del ocio y me permito
desarrollar nuestra personalidad al transitar senderos de solidaridad y amor
por lo nuestro en todos los espacios de Venezuela. también resultaba
emocionante cuando se realizaban aquellos majestuosos actos culturales en el
escenario de la escuela donde se destacaba el baile del joropo, mare mare, el
sebucan y los participantes lucían hermosos y coloridos trajes.siempre quise
formar parte del coro de mi escuela, fui a los ensayos pero no fue posible,mi
inclinación no era la música, pero lo intente, contábamos con una gran maestro
,el coro lucia acoplado y se entonaba el himno nacional con un gran rigor y
estilo musical único, agradaba oír el himno al árbol y del estado Aragua, pero
el de la escuela resultaba sonoro ,clásico y de un ritmo único que solo lo
podía lograr el maestro de música Blas Silva, para él mi mayor homenaje en la
tierra de grandes músicos como Baldomero guzman, amador guzmán y José Vicente
Mendoza. Nunca olvido que siempre llegaba a la escuela temprano, portaba un
guarda polvo blanco impecable que mi madre se esmeraba en arreglar todos los
días, hacíamos una formación ordenada y se le rendían honores a la bandera y se
cantaba el himno nacional con clara e inteligible voz que retumbaba hasta el
picacho y luego nos movilizábamos a nuestros salones guiados por el maestro. en
el aula no faltaba la tiza, el borrador, el cuaderno mixto y de una raya,los
colores prismacolor y el lápiz mongol con un zacapunta con envase,prácticamente
en cada salón había un mapa de venezuela que el maestro utilizaba con mucho
destreza cuando explicaba las materias de ciencias sociales.el pupitre
resultaba como una mesita y siempre estábamos pendiente cuando sonaba el timbre
para ir a la cantina de la escuela y jugar con los amigos y amigas,pero sobre
todo el primer timbre de salida que anunciaba que tocaba el comedor. los
exámenes eran fuertes, había que estudiar mucho para sobresalir, la educación
era de calidad con mucha disciplina, sino descarrilábamos citaban a nuestro
representante e infringían castigos, esto lo evitábamos y siempre cumplíamos
con la tarea escolar. mis maestros eran muy preparados, el nivel de exigencia
resultaba alto, de verdad que recibí una excelente educación.en las aulas de la revenga
se han formado grandes hombres y mujeres que le han dado muchas satisfacciones
al país en el orden profesional, gente que ha ocupado en el municipio, estado y
país responsabilidades importantes de orden científico, profesional, cultural,
político y deportivo.para mi es un honor
haber estudiado en la escuela “jose rafael revenga” de turmero, pero mi mayor
satisfacción es haber sido maestro-profesor de esta insigne escuela turmereña,
continuemos con la tradición
Donaciones patriotas
recolectadas en Turmero y Pedro Arévalo Aponte
Dos fotos del busto de Pedro Arevalo Aponte. Ya es hora que al héroe, se le dignifique con una estatua más representativa de aportación histórica al país.
En la Gazeta
de Caracas, del 16 agosto 1811 se publican los Donativos recolectados
en Turmero, para sostener parte de los gastos del ejército patriota en esa
acción militar.
Los nombres de esos turmereños
y sus aportaciones, en pesos, como un reconocimiento de su apoyo a la causa de
la libertad son:
El Factor
Administrador Gabriel García Castro, 50 pesos; el Comandante de Armas, Juan J
Lovera, 20; el Sr. Cura Álvarez de Lugo, 10; Juan B Echenagucia,10; Tomas
Calzadilla,10; Administrador de Correos, Vicente Gonzlez,10; Fco. del
Castillo,25; Fco. I Cuello, 25;Salvador González, 30; Antonio Quintero,
25; Luis Quintero, 10; Antonio González, 10; Fco. Guzmán, 10; José
Frías, 10; Ana Joaquina Lugo, 10; Juan C Pérez, 8; José León, 8; Vicente
González 6; Pedro Vargas, 5; Ramón Roquera, 10; Pedro L Pérez, 4; Manuel
Rodríguez 4; Benanzio Pérez, 3; Joaquín Quezare, 5; Juan A Pérez, 4; Juan
Padrón,3; Sebastián Rodríguez; 3; Sebastián González 2; María de
Jesús González, 1; Luis L Esqueda, 2; Pedro V Pérez, 1; José A
Romero,1; Isidoro Arroyo, 2; José A Orta,1; Nicolás Pereyra, 1; Manuel
Hernández, 5; Ignacio Corro, 3; Simón Bustamante, 4 y Antonio Pereyra, 1.
Dos mujeres, ambas de
apellido González, aparecen, con diez y con un pesos, respectivamente. En total
fueron recolectados 400 pesos. Nótese que el apellido más frecuente de los
donantes es el de Pereyra. Por cierto. Era Pereira, el apellido del alumno más
brillante cuando curse 4º, 5º y sexto grado. Era humilde, callado, observador y
reía sin estridencia. Sus alpargatas de goma eran más usadas que las de suela,
y debió ser porque también era el alumno que vivía más lejos de la
Revenga.
Pero, ¿Que tiene que
ver todo esto con Pedro Arévalo Aponte y Paya?
Que en la misma Gazeta de Caracas del 16 agosto 1811, se registra que el
primero de agosto, el General Francisco de Miranda da el parte de guerra sobre
el sitio de Valencia en el Combate dirigido por el propio Miranda contra
la ciudad de Valencia, la cual se revela contra la decisión de la
declaración de la independencia. Lamentablemente, era inevitable esa
acción militar para salvar el movimiento independentista que se
gestaba. Entre los jefes militares participa Simón Bolívar, como
coronel y el turmereño Pedro Arévalo, como Capitán de la
Compañía de Granaderos del Batallón de Pardos de Aragua. Por su actuación en
el sitio de Valencia, Miranda lo eleva al grado de Coronel, el cual para
entonces, no podía ser alcanzado por ningún militar de la casta de los pardos
donde socialmente estaba ubicado. Lo anterior, nos revela que Arévalo
Aponte, no era un simple capitán ascendido a Coronel, sino mucho más, estaba
igualado al mismo grado militar que Simón Bolívar y con mayor experiencia
militar que este. Además, Arévalo estaba familiarizado con Bolívar y los
líderes que iniciaron el proceso de independencia, siendo la conexión entre la
clase dirigente de mantuanos y la clase de los pardos. Eso era nuestro
Pedro Arévalo Aponte.
Su padre también
fue Capitán de las milicias de pardos y se desconoce si nació en Turmero o
solo vivió allí por razones propias de su oficio de militar, pero refleja
que la influencia paterna tuvo que ser decisiva en su profesión militar.
Por cierto, que
solamente en el artículo de Pancho Rodríguez, (2015), fue donde ubique su
segundo apellido, Aponte, cuando menciona los nombres de sus padres: José Buenaventura
Arévalo y María Magdalena Aponte. ¿Dónde encontraría Pancho Rodríguez el
segundo apellido del patriota turmereño? Lamentablemente no lo dice, pero sería
hurgando en los papeles de la vieja Iglesia de la Candelaria, porque en el
trabajo del gran historiador de los valles de Aragua, Lucas Guillermo Castillo
(1993) no lo dice, ni tampoco su fecha de nacimiento, pero nos recuerdas
que también hay otros héroes olvidados de Turmero como: Fernando Antonio
Tremarías, Luis Urra, Pablo Castillo, José Palma, Andrés Pérez y
José Montezuma, sobre los cuales también se refiere en su obra.
Tampoco lo sabía
Caballero Boris (2011) que ven en Arévalo Aponte como un héroe en su lucha
por la igualdad. Este trabajo resalta un aspecto poco tocado, como fue su
contribución ciudadana, social, puesto que Arévalo Aponte, siendo
militar, fue miembro del primer Congreso Nacional y allí, es donde se norma el
país y se logran que las discriminaciones por color, descendencia familiar o
condición económica, sean eliminadas de las costumbres de los pueblos. Allí,
hay una obra de Arévalo Aponte, no vista por muchos, al ser opacada por lo
militar, cuando una es tan importante como la otra o quizás la primera mayor
que la segunda. ¿De qué vale pelear y morir en una contienda, si las
condiciones sociales van a continuar igual de injustas como antes?
Todas las anteriores
razones explican la escogencia de su nombre, Pedro Arévalo Aponte, como
el nombre de una parroquia del Municipio Mariño del Estado Aragua, con su
capital El Rosario de Paya. Esa parroquia es la segunda más extensa del
municipio y está integrada por tres zonas de nombres inseparables de la
geohistoria de Turmero, como centro urbano rector: Paya, Payita y
Guayabita.
La única nota
discordante y que se debe corregir, es lo inaceptable del busto del héroe
colocado en Paya donde un simple tubo sostiene al busto con ojos más de un
muñeco que de una persona. No importa quién lo hizo ni con el amor con que lo
hizo, el héroe turmereño merece una adecuada representación y por ello se debe
empezar a trabajar.
Referencias
Caballero Escorcia, Boris.(03/04/2011). Un héroe
revolucionario en lucha por la igualdad. Pedro Arévalo. Disponible en https://www.aporrea.org/ideologia/a120818.html
Castillo Lara, Lucas Guillermo.(1993). Los
Olvidados Próceres de Aragua, Fuentes para la Historia Republicana de
Venezuela. Academia Nacional de la Historia. Caracas.
Rodríguez, Pancho. (2015).Turmero,
Temas locales. Paya. En su blog. Paya: Memoria y Genesis. [Publicado
por Néstor German Rodríguez]
“Pepemí” tenía nombre
José Manuel Guevara Diaz
(Versos de JMGD para concurso Cuatricentenario)
Con
cara de buena gente
que gagueaba pe - pe-pe -mí
al casi gigante y barbudo,
le decían “Pepemí”
Nunca le supe su nombre,
pero, siempre lo tuvo consigo
Pedro José,
y Pérez de apellido
el popular “Pepemí”
Hacía pequeños trabajos,
casi siempre, eran “mandados”
y tenía una manía
que
mostraba al que quería
su larga “organometría”,
a veces, lo cual hacía,
con gracias y simpatía.
Pero también piedras lanzaba
de esas que están en las calles
contra los que le decían
“Pepemí, Pepemí, tú no tienes pipi”
Dice
Martha Carolina Guevara
que
“Pepemí” se molestaba
cuando
mocho le gritaban
y
sus pantalones bajaba
para
mostrar, que de mocho ¡nada!
Su
voz, de fuerte asustaba
y
a más de una mujer sacaba
el
grosero “deo” del medio,
y
sonriendo se alejaba
Como estaba en todas partes
de Turmero, su lugar,
se hizo tan popular
que cuando no lo veían,
lo iban hasta buscar.
ANDRÉS PACHECO MIRANDA,
EL CARIBE TURMEREÑO
Susana
Pacheco
Eran los días de 1885,
José Pacheco Lugo y Marta Miranda Cabeza de Vaca, de familia originaria del
pueblo llamado Icod de los Vinos, ubicado
en Tenerife, España, cuyos naturales eran
inclinados a la navegación y comercio de las Indias, lo cual asoma a la imaginación
que quizás así llegaron a nuestro país estos dos provincianos, instalándose en
Turmero, donde formaron una respetable familia, que para el 13 de
febrero se vio ampliada con la
llegada de su primogénito que fue bautizado Andrés, quien al correr del tiempo
recibió su instrucción de Maestros de la talla de José Ángel Rodríguez, Rafael
Hernández León y Rafael Montamayor
señalado por el propio Pacheco Miranda como su “sexto y último guiador mental” que junto a otros estudiantes era
apadrinado “a la sombra de los árboles frondosos del Parque Mariño”; todos
ellos sembraron en él el amor a la lectura y los estudios que lo hicieron un
ilustre autodidacta.
Con el tiempo,
exactamente para 1900, Andrés Pacheco Miranda de apenas 15 años de edad, entra
al cuerpo de Artillería que comandaba el coronel José Rafel Seijas, siendo
trasladado a otro batallón en julio de 1901 donde con otros 1.500 hombres y
bajo el mando del General José Antonio Dávila, se disponen a invadir a Colombia
por el lugar conocido como “Carazúa”, desiertos guajiros, como respuesta del
presidente Cipriano Castro a una invasión sucedida en el Táchira dos meses
atrás, liderada por el venezolano Carlos Rangel Garbiras y apoyada por el
gobierno de Bogotá. La idea era tomar a Ríohacha, lugar donde se libra la
batalla el 13 de septiembre y son
derrotados los venezolanos por las experimentadas tropas colombianas. Siendo
partícipe de esta guerra Andrés
Pacheco Miranda testificó que “lo
ocurrido en Carazúa fue que no había un jefe de cierta personalidad, sino
individuos que se meten a eso sin conocerlo”, se refería al general Dávila considerado incompetente
militarmente pero uno de los más leales partidarios del Presidente Castro.
Ya se desarrollaba 1902, Pacheco Miranda se encuentra
en La Victoria compartiendo el enfrentamiento contra los 14.000 rebeldes que
acaudillados por el banquero Manuel Antonio Matos, luchaban por derrocar a
Cipriano Castro. En ese campo sangriento refería Pacheco Miranda “aquello fue una carnicería, me hirieron en el
brazo izquierdo de un tiro… me tiraron con un Remington, con balas de acero… yo
tenía como 250 hombres a mi mando…”.
Es en esta batalla de La Victoria, cuando el Presidente
Cipriano Castro, junto a Francisco Linares Alcántara Estévez (hijo), Presidente
del Estado Aragua y los edecanes observaron por binoculares a un valiente
soldado que se enfrentaba a los insurgentes, de manera temeraria, osada,
aventurera y sin el más mínimo ápice de miedo. Preguntó el Presidente Castro
quien era y le informaron se llamaba Andrés
Pacheco Miranda, dando la orden que de inmediato fuera ascendido a lo que
le respondieron que eso no podía hacerse porque era menor de edad, a lo que
Castro respondió “entonces también le
aumentan la edad”, es así como asciende a Coronel a tan corta edad lo cual
se hace constar en un Diploma otorgado en diciembre de ese año y firmado por
Francisco Linares Alcántara, Presidente Constitucional de los EE UU de
Venezuela y Comandante en Jefe del Ejército del Estado que dice que el
ciudadano Andrés Pacheco Miranda “… ha militado en el Ejército de Aragua
durante la revolución acaudillada por el General M.A. Matos y al prestar sus
importantes servicios se ha conducido con lealtad, valor y disciplina,
haciéndose acreedor al reconocimiento del Gobierno Liberal Restaurador”
A Andrés Pacheco Miranda lo apodaban sus amistades
“Caribe”, atendiendo a su fortaleza de carácter, reconocido también como “el
último caudillo” por haber sido el último oficial de la causa liberal
restauradora en morir, hecho que ocurrió a sus 103 años, el 10 de abril de
1988. En su dilatada trayectoria se dedicó al periodismo atendiendo a su
afición por las letras. Fue fundador junto con el poeta Andrés Mata del Diario
“El Universal”, trabajó en “La Religión” hasta los 94 años. Realmente su
vinculación con el periodismo duró un poco más de 70 años. Es difícil condensar
la fructífera existencia de Don Andrés, no solo por su larga vida sino por
haber llevado una existencia versátil, se le definió como un duro Samán de los
Valles de Aragua con su carga de historias y anécdotas, el último caudillo de
las acciones militares de principios de siglo y a quien hoy quiero rendir este
humilde homenaje, destacando una de sus más temerarias anécdotas, su
participación en dichas acciones que lo llevaron a ser nombrado Coronel a sus
apenas 16 años. Honor a quien honor merece.
Verso a “La Pavita”
José Manuel Guevara Diaz
Era ya mayorcita,
como una vela, flaquita
y le decían “La Pavita”.
No porque pavosa fuese,
no por discriminación
era por ella misma
que al pararse en una esquina
entonaba aquel sonido
que llamaba la atención
¡Paví, paví, paví!
al tempo que murmuraba
¿Qué raro?
¡Qué no me dicen Pavita!
¿Qué raro?
¡Qué nadie grita Pavita!
Los muchachos la escuchaban
y el sonido repetían,
mientras la señora sin nombre
furiosa le contestaba y peñazos les
lanzaba
y ellos lo disfrutaban.
Así pasaba buen rato
hasta que por cansancio
la “Pavita”, se marchaba
para regresar de nuevo
a la hora menos pensada
Claudio y Sebastian
José Manuel Guevara Diaz
Dicen que eran hermanos
pero en nada parecidos.
Uno, era trigueño y ovalado
y Sebastián, blanco y cara redondeada,
Pasaba primero Claudio
y el otro, rato después,
ambos con ropa desajustada
eran “chibas” regaladas.
Silenciosos, los dos si eran,
y con nadie se metían.
Entonces, ¿cuál era su manía?
Joussef lo dijo muy bien
Sebastián “prendía” el carro
en su rara imaginación
y no se detenía el auto
hasta la
próxima estación,
que era quien le hiciera
de nuevo, la misma petición.
Claudio,
tenía un truco,
que llamaba la atención
Le decían: “echa cinco” por un real
y cinco “peos’ echaba
complacido y a carcajadas.
Podía echar muchos más,
pero más había que dar.
¿Qué cómo Claudio lo hacía?
Que antes de salir, comía
una lata
de “pepepán”
y dos Coca colas se metía,
como me dijo una tía.
Un día Turmero se movió
al desconocer donde estaban,
hasta que se descubrió
que un prefecto gordo y feo
con cara de coronel retirado
los había recogido
y del pueblo exilado.
La búsqueda tuvo éxito,
caminando y caminando
por Guacara habían llegado
y como héroes recibidos
Claudio y Sebastián
dos loquitos muy queridos.
La
maestra Elisa y la quinta parroquia
José
Manuel Guevara Diaz
-
Hola soy Elisa, y vivo exactamente a la misma distancia entre La Plaza y la
Pata del cerro. Trabajo en la Escuela Revenga
de Turmero. Mi sueldo son varios millones de bolívares, pero, en
dólares, llegan a unos tres. Para la harina Pan, unos platanitos, comprarme una
“cotonita, unos huevos, y hasta para la
sal. Si no fuera por mi hermano Renan, con quien tengo un “SAN” y las divisas
que de afuera me mandan, no podría ni zapatos estrenar.
Esta es la maestra que termina su clase de
Geografía y les asigna a sus 30 alumnos que busquen los nombres de las
parroquias del Municipio Mariño y sus respectivas capitales, con indicación de
las fuentes consultadas. Lucia tan sencilla, que uno de los chicos, murmuro:
¡Eso es fácil! “Es pan comido”, dijo otro.
-La tarea es para el próximo lunes, tienen toda la semana. Es muy
sencilla, acudan a la ley de Política Territorial del estado
Aragua y allí encontraran la respuesta y en internet hay mucha información.
Traten de hacerlo al llegar a sus casas, recuerden que hay tanto apagones como
gente con hambre.
La maestra ya les había explicado que
según la constitución
del Estado Aragua de 2002, las parroquias son las divisiones de cada municipio,
creadas para descentralizar la administración municipal, promover la
participación ciudadana y la mejor prestación de los servicios públicos; que su
territorio y denominación son establecidos por esa ley y que
en 1999 se reformo la Ley de Política Territorial
del estado Aragua, que tiene ahora 33 parroquias.
El lunes siguiente, los diligentes alumnos informaron que tal
ley se busca y se busca y no se logra encontrar, pero en Internet y otras fuentes encontraron las respuestas:
La maestra con las 30
respuestas encontró, que 26 consultaron
la misma bibliografía (Ministerio de la Cultura. Catálogo del Patrimonio
Cultural Venezolano 2004-2006.) y por supuesto, coincidían
en las respuestas en los nombre y sus capitales:
Las parroquia del municipio Santiago Mariño y sus respectivas (capitales) son:
Samán de Güere (19 de Abril); Chuao (Chuao); Pedro
Arévalo Aponte (Rosario de Paya);
Alfredo Pacheco Miranda (San Joaquín)
Ella estaba segura de que eran cinco pero en la respuesta de los alumnos
no aparecía el nombre de la quinta parroquia. Revisa la fuente utilizada y
coincide con los alumnos.
En las repuestas de
los 4 alumnos restantes, cada uno consulto fuentes diferentes que coincidía con
la anterior y además, si aparecía la quinta parroquia, pero con cuatro nombres
diferente:
Parroquia Casco Central Turmero, capital Turmero.
Parroquia Turmero, capital Turmero
Parroquia Capital, capital Turmero
Parroquia Santiago Mariño, capital Turmero
-¡Perro!
Dice Elisa ¿Cuatro nombres diferentes para la misma parroquia de la cual
Turmero es la capital? ¡Eso no puede
ser! ¡Esto no lo esperaba!
La maestra había consultado la Ley de división territorial
correspondiente, pero detalles, no se acordaba. No podía precisar.
- ¿Y ahora qué hago? Ellos cumplieron la
tarea, pero no se puede diferenciar el nombre correcto de la quinta
parroquia, ni puedo poner como
correcto lo que no es. Tampoco puedo mandar a buscar nuevas fuentes porque me saldría
del nivel de exigencia. Considerare la tarea como cumplida y tan pronto pueda,
explicare la discrepancia existente en las distintas fuente e indicare la
respuesta correcta en una clase adicional, tan pronto obtenga la dicha “Gaceta Oficial”.
En su reflexiones y búsquedas, en camino a su casa, mira un cartel en
la remodelación de la plaza
Mariño, donde destaca que la obra es de la: “Parroquia Casco Capital”
y más allá, ve un anuncio del
servicio de reparto de agua, mediante cisterna, donde se anuncia servicio a
tres parroquias una de ellas la
“Parroquia Casco de Turmero”.
No lo podía creer, ¡En que lioy me he metido con
esta parroquializacion! ¡Hay
nombres a montón!
Por otra parte pensaba: ¿“Parroquia casco
de Turmero”? Ese nombre no puede ser de
una parroquia, es anti geográfico, ya que se refiere solo al casco de Turmero,
y el resto de la parroquia quedaría fuera, ya que no pertenece al “casco”.
¡Esto es una locura, que nunca pensé encontrar!
-Y ¡Que
extraño, en ninguna de las fuentes tampoco aparece parroquia con ese nombre
solo en las publicidades de la Alcaldía!
Me gustaría hablar con Joana, pero, dicen que es una mujer “de ganas”. Me
recomendaron a Pedro Modesto y a un tal PEMBOL, sé que el primero falleció,
y el segundo, donde diablo lo encuentro. Y acabo de averiguar que el
COVID, pero sobre todo por negligencia gubernamental, el cronista, ya no está.
Me nombraron un Néstor German, que tiene un programa de historia, pero me da
mucha pena, el se ve tan bravucón. Además dicen que es tataranieto del general
Alcántara y biznieto del único presidente aragüeno, Linares Alcántara. ¡Qué va,
ese tipo está muy ocupado, allá no voy!
Buscando en internet se encuentra un documento firmado por el Síndico Procurador del Municipio
Mariño, Adolfo Biso del 27 de agosto de 2010, sobre un litigio de un terrero
cercano al estadio Jose Pérez Colmenares donde escribe que dicho terreno “está
ubicado en la parroquia Capital”.
O sea,
que una autoridad del municipio, como el Síndico, deja ver que el nombre de la
quinta parroquia es “parroquia
Capital”. La maestra grita ¡Bingo! Aquí está la respuesta.
Problema resuelto ya que el Síndico tiene que emplear el nombre legal y Capital
tiene que ser el nombre de la “Quinta”.
Pero, hay un pero, “Capital”, es el nombre que
usa EL CENSO para las parroquias sin nombres y lo del Procurador tampoco debe
ser oficial.
La
maestra confundida, se da cuenta de que las fuentes consultadas y los avisos de
la Alcaldía presentaban fallas y contradicciones con respecto al nombre de una
quinta parroquia la cual aparece denominada de cinco maneras: Santiago
Mariño, Turmero, Capital, Casco Central y Casco de Turmero. Se convence
que todos estos nombres tienen que ser inventados, no cree que sean establecidos por ley
estatal, por una sencilla razón, ¡la ley crea un solo nombre no cinco!
Ya cansada y agotada, llega a la siguiente conclusión:
-Las parroquias del Municipio
Mariño y
sus respectivas
(cabeceras) son:
Samán de Güere (19 de abril); Chuao (Chuao); Pedro
Arévalo Aponte (Rosario de Paya) y Alfredo Pacheco Miranda (San Joaquín) y el área
no ocupada por las cuatro parroquias seria la quinta parroquia, hasta ahora
sin nombre, y donde Turmero es su capital.
A este territorio de la quinta
parroquia, se le ha asignado nombres diversos: “Parroquia Capital”, Parroquia
Turmero”, “Parroquia Capital Turmero” “Parroquia Santiago Mariño”, “Parroquia Casco Central y Parroquia Casco de Turmero”, pero ninguno
es legal.
Su nombre oficial y
definitivo se resolverá con comunicación del Consejo Municipal del Municipio
Santiago Marino a la Comisión Legislativa del Estado Aragua (CLEBA) y que esta
lo apruebe y publique en su Gaceta Oficial.
Mientras tanto, el caos de nombres seguirá, porque parece que tampoco es
prioridad. Y Elisa, la maestra de la Revenga, sigue
caminando en busca de un banco y una sombra para disfrutar del sabroso mango
que le regalara una alumna de la parroquia de Mariño, con muchos nombres, como
aquello niños nacidos en la Colonia.
ALGUNAS ANÉCDOTAS DE LA PACHEQUERA
Susana Pacheco
El Diccionario
define a las anécdotas como un relato breve de un acontecimiento extraño,
curioso o divertido, generalmente ocurrido a la persona que lo cuenta aunque yo
añadiría que se convierte en el tema central de las reuniones familiares,
cuando la acción es osada, importante, con repercusiones en la vida de otras
personas. En esta ocasión, ya sea por testimonio escrito u oral, les traigo
varias de las anécdotas vividas por adultos de la familia Pacheco y que en
algunos casos se convirtieron en leyenda o testimonio histórico.
El 1° de marzo
de 1933, el chofer Alfredo Pacheco hijo, hijo del Diputado ante el Congreso
Nacional Alfredo Pacheco Miranda y ahijado de Juan Vicente Gómez, provocó un
accidente de tránsito entre Turmero y Maracay donde resultó un herido de
gravedad, razón por la cual fue suspendido por un año sin que lo eximieran por
la relación familiar señalada. Es
oportuno resaltar que para el momento la nómina de choferes de Turmero era de
apenas 18 caballeros.
Una bella y
distinguida señora llamada María Teresa Lugo, mi abuela, se convirtió en la
esposa de Alfredo Pacheco Miranda, procreando nueve hijos que en orden
cronológico fueron Alfredito, Dilia,
Mary, Elvia, Yolanda, José Guillermo (mi padre querido), Teresa de
Jesús, Andrés y Alais. Como anécdota es
interesante relatar que en una oportunidad que había una caravana del General
Gómez, esta reconocida dama se atravesó con su carro y el General preguntó ¿qué
quiere la señora? y ella ocupando el espacio por donde avanzaba la caravana
alzó su voz femenina y le pidió que soltara a Alfredito que estaba preso en el
Castillo de Puerto Cabello y Gómez lo liberó al día siguiente. Acto valiente si
consideramos el personaje involucrado.
Alfredo Pacheco Miranda en la sesión del 20 de
Abril de 1936 en el Congreso Nacional, solicitó la confiscación de los bienes
de la sucesión Gómez para que pasasen al patrimonio de la nación y fueren
entregados a los campesinos, dicha proposición fue aprobada. Su intervención
fue calificada de, entre sus palabras destaca esta afirmación “Vengo a cumplir una misión patriótica, la de
exponer la necesidad ingente de mi pueblo y pedir su inmediato y eficaz
remedio…” Yo no dejaré de trabajar aquí hasta que cada labrador de Aragua tenga
su parcela y su conuco, asegurando así el pan de su familia. De tal manera, que
la única posición que hay para salvar a un pueblo que se muere, es que el
patrimonio de Juan Vicente Gómez, pase, como ya he dicho, al poder de la
Nación.
Don Andrés
Pacheco Miranda, hermano mayor de Alfredo, cuando era un joven enamorado tuvo
un accidente violento. Fue en la esquina de la Factoría al noroeste de la plaza
turmereña, donde se libró en un duelo por amor a una bella mujer con lamentable
desenlace. Semanas después el pueblo de Turmero recibe la visita del Presidente
Cipriano Castro; el jefe civil le pide a Andrés Pacheco Miranda que dé el
discurso de bienvenida dada su reconocida grandilocuencia. Es tal de emocionado
y vibrante el discurso que el Presidente Castro ordena su libertad. Debido a la
situación en el pueblo por los sucesos previos, Andrés Pacheco Miranda es
exiliado prácticamente de Turmero. Hoy en día en reconocimiento a su valía
algunas escuelas en Aragua llevan su nombre.
Don Andrés
siempre fue un hombre de gran puntería, lo cual no cambió con la edad. En un
libro de crónicas orales de Los Teques, de Antonio Trujillo, se refiere cómo Don Andrés acostado en su hamaca
en el fondo de la casa le tumbó el sombrero de un tiro a un hombre que lo
importunó en la entrada de la casa. Fue un personaje muy versátil, inquieto, a
quien en unas fiestas patronales de Turmero, una gitana le leyó las manos y le
vaticinó que se iría del pueblo natal, se fue y no volvió. Le predijo que se
iba a casar dos veces y así sucedió. Le pronosticó que sus hijos varones
morirían antes que él, y así sucedió. Le dijo que viviría más de 100 años y
murió a los 103 años, en 1988.
Por otra parte, no quiero dejar de este
pequeño anecdotario a mi padre, José Pacheco Lugo, hombre versado en la
palabra, esa habilidad le valió el reconocimiento de muchas personas vinculadas
al mundo que requerían un buen escritor, a tal punto que muchos abogados
solicitaban su ayuda para la redacción de documentos de diferente índole.
¡Cuántas veces le oí dando un discurso improvisado y quedar ensimismada ante la
hermosura de su verbo! El deleite, el goce me brotaba desde el corazón, mi
padre hombre sencillo, humilde, era poseedor del don de la palabra. Es genial
saber que mi padre, tan erudito, tan poeta, tan declamador, tan versado de las
letras, era conocido como “Pat’e mula” debido a que su fuerza física era fuera
de lo común, sus golpes tumbaban al más experimentado adversario, por ello
alguien una vez dijo que pegaba como una patada de mula, expresión que originó
tan singular apodo. Mis hermanos heredaron el mismo.
En este
sucinto escrito que contagia de añoranza mis pensamientos, la añeja evocación
emplaza a los recuerdos y libera de su naufragio al corazón, quiero dejar estas
anécdotas como una remembranza sempiterna del espíritu guerrero, valiente y a
la vez gentil de mi familia, los Pacheco.
ALFREDO
PACHECO MIRANDA. EL CAPITÁN VENENO
Susana Pacheco
¡Cuán ajena estaba
quien escribe estas líneas, allá en los años de su juventud, cuando era una
habitante más del pueblo donde orgullosamente había nacido, Turmero, que el
linaje, la familia del ilustre mártir de la Libertad, Francisco de Miranda, era originario de la Villa de lcod, Tenerife,
cuna de tantos famosos hidalgos! y que era su estirpe la que continuaría el
crecimiento familiar desde los tiempos previos de Ana Marquesa de la
Concepción, esposa de Gabriel de Miranda, sus abuelos, y el nacimiento de un
hijo de éstos, en el Puerto de la Cruz, el Capitán Don Sebastián, padre de
nuestra histórica figura en matrimonio con Francisca Rodríguez y Espinoza.
¡Era
ignorante de esta ancestralidad! Mi padre, José Pacheco Lugo, turmereño de
rancia cepa, hijo de quien hoy ocupa esta narración, Don Alfredo Pacheco
Miranda, jamás se ufanó de tan especial genética que siempre, sin embargo, se
derramó en ambos hombres, padre e hijo, en su manera de ser y en su
destacada inteligencia. Este hombre, mi
abuelo, Alfredo Pacheco Miranda, a quien no conocí por su tempano
fallecimiento, según Ciro Guzmán Morillo, Cronista de Turmero, en el
libro de Bautismo 1880 al 88, aparece el registro correspondiente a dicho acto
eclesiástico de mi abuelo que señala que su fecha de nacimiento corresponde no
al año 88 como muchos han publicado, sino a 1887, exactamente el 9 de julio,
siendo el menor de los dos hijos de José Pacheco Lugo y
Marta Miranda Cabeza de Vaca.
Mi abuelo, definido como de estilo
vibrante y dicción clara como escritor, hace sentir sus escritos, los cuales
son acogidos con simpatía entre sus amigos así como también en la opinión
general, dentro del ámbito regional. La gente estaba pendiente de sus
producciones que leían con agrado, por ser además de un notable prosista, un
productor de ideas, lo que le permitió lograr gran influencia entre sus
seguidores. En 1905, es un periodista de pluma recia y virulenta. Funda el
semanario “El Jején”, publicación que desborda los moldes literarios de la
época, al enfrentar una variedad de temas relacionados con las necesidades de
los pueblos aragüeños. El nombre del semanario lo dice todo, picante y agudo en
las críticas, con la particularidad de que en sus comentarios, además de
plantear los problemas, planteaba sus sugerencias para resolverlos.
De
acuerdo al turmereño, Néstor Germán Rodríguez, en los escritos en El Universal
o en La Esfera, suscritos por el “Capitán Veneno”, como era conocido, estaba la
sagaz pluma de mi abuelo, mote que por sí solo define las características del
escritor.
Alfredo
Pacheco Miranda de formación autodidacta, dejó toda una obra dispersa en
diarios, semanarios y revistas del país, escribió en 1934 una novela llamada
“El Escarabajo de Esmeralda” y otra llamada “El Triunfo de Silvano” nacida en
1935. Ambas micro-novelas están elaboradas en un exuberante lenguaje,
descriptivo, solemne, romántico, salpicado de hermosas metáforas que llevan al
alma la sublimidad de los sentimientos, conexión ante la emoción humana
provocada por el amor entre dos seres que se amaban.
La
versatilidad de su desempeño como ciudadano se hace clara en la historia de
vida de Alfredo Pacheco Miranda, sus dotes de orador y su marcado patriotismo
lo hicieron destacar, no solo en la provincia, sino también en la capital de la
república, estaba claro de su papel como parlamentario al pedir en la sesión
del 20 de Abril de 1936 la confiscación de los bienes de la sucesión Gómez para
que pasasen al patrimonio de la nación y fueren entregados a los campesinos,
dicha proposición fue aprobada. Es allí cuando nace el Instituto Agrario
Nacional en Venezuela. El acuerdo es protocolizado en la Oficina de Registro
Inmobiliario de los Municipios Mariño, Libertador y Linares Alcántara, bajo el
N° 24, en fecha 14 de diciembre de 1937.
En esa oportunidad,
como era su estilo, mi abuelo habló con el corazón en la mano, como un
auténtico hombre que ama a su tierra, dijo: “Vengo a cumplir una misión patriótica, la de exponer la necesidad
ingente de mi pueblo y pedir su inmediato y eficaz remedio…” y señaló, a mi juicio, lo que es la clave
para ejercer exitosamente una representación popular, es el amor por el
terruño, la identificación con su pueblo. Una de sus frases lo resume todo: “He nacido y vivido en Aragua; y ello me
brinda la ocasión de haber palpado la realidad que confrontamos”
EL BRAVO PUEBLO DE TURMERO
Susana
Pacheco
Amanecía el martes 13 de octubre de 2020, continuaba la
tempestuosa lluvia que se había iniciado en las postrimerías del lunes, desde
las nueve de la noche hasta las cuatro del
siguiente amanecer, lapso en el que se registraron valores históricos
representativos de 15 días para el
período lluvioso de octubre que cayeron furiosas sobre varias poblaciones
venezolanas en tan solo esas siete horas. Aún mucha población dormía, aquellos
que el suelo seco no les permitió enterarse de lo ocurrido sino a la hora del
café. Ya eran muchos los pobladores que estaban desesperados deambulando,
nadando, con solo sus cabezas fuera de las aguas, en los techos, viviendo las
horas de horror que les proporcionaron las intensas lluvias torvas, fieras
airadas que cayeron desde los cielos para negarles la paz de sus hogares.
Fue mi pueblo natal, mi Turmero, una de las
poblaciones perturbadas cuando el río de su mismo nombre, invadió las calles,
las viviendas, los patios, los comercios, con una furia devastadora. La
fuente que coléricamente manaba de los cielos
arrasaba la tierra, los árboles,
gramas y arbustos, las casas, todo…, se hizo el agua más oscura, más
basta, tosca, recordando la erupción del Toba pero con aguas lodosas frías, con
el color del malhumor de la naturaleza,
se desplazaba escabrosamente, invadía los íntimos espacios familiares,
turbando el sueño reparador de sus habitantes que huían despavoridos, con
apenas lo que
cubría
sus cuerpos, en un inhumano afán por retener la vida y la de sus familiares.
El
tupido barro entorpecía el desplazamiento de quienes desdichadamente habitaban
el lecho del río que ahora reclamaba su cauce penetrado por el hombre sin
considerar donde la madre naturaleza había fijado su curso. Necesidad del ser
humano ávido de un lugar donde prender su lumbre y estar con su familia, la
dejadez de sus representantes que hicieron caso omiso de múltiples advertencias
que por las redes sociales, escasos días previos, habían señalado la falta de
mantenimiento de dicho cauce. Como dijera el Gabo “... nunca hubo una muerte
tan anunciada” “…no se cansan de
proclamar sus propósitos por todo el pueblo, como si quisieran evitar el mandato
del destino, pero un cúmulo de casualidades hace que quienes pueden evitar el
crimen no logren intervenir o se decidan demasiado tarde”. En esas siete horas… ya era tarde.
Aquellos
espacios turmereños, fertilísimos en su condición de valles, ocupados en su
oferta de hospedaje para los seres humanos, sufrieron los rigores de la madre
naturaleza que como orgullosa matrona lo
hirió, sin percatarse del sufrimiento de aquellos seres que solo buscaban su
estabilidad en hermosos parajes como los afectados. Tanto dolor hacía que ya apenas se mirase al cielo,
solamente buscaban la señal de que parasen las lluvias, y un hálito frío les
helaba el cuerpo, un soplo de brisa saturada de esencias rústicas, mezcla de
llanto, de hierbas, de tierra, de lodo y de angustia que envolvía aquellos espacios ahora salvajes,
que solo contenían las ruinas de los hogares,
que hacía pensar en Casas Muertas, donde se manosea a un pueblo
deprimido, que se pretende destruirle la vida y la esperanza.
Es mi
pueblo, es tu pueblo, es nuestro pueblo el que está herido, es su dolor el que
nos invade en cada imagen, en cada voz, en cada llanto que refleja el
sufrimiento de una comunidad que va hacia sus 400 años, oigo su grito
desgarrador que rompe el silencio de la noche, que rompe los corazones de
quienes están desamparados en la inopia de la soledad de su seguridad familiar,
la miseria, la penuria, la escasez acentuada invadió su vida, su existencia
pisa los umbrales de la senectud, los débiles destellos juveniles se los
llevaron esas aguas caídas de las alturas. No queda otra... hay que seguir… Gloria al bravo pueblo
Confusiones frecuentes en la historia de Turmero
Jose Manuel Guevara Diaz
Introducción.
Cuando se investiga o se leen documentos o bibliografía sobre la
historia o geografía de Turmero, es frecuente encontrarse con diferentes
aspectos que confunden al lector, entre los cuales seleccionamos los
siguientes:
1) ¿A qué se refieren los documentos sobre la
fundación de Turmero, cuando se habla del Valle de Aragua?
2) ¿Cómo debe escribirse el apellido de los
encomendadores (Juan y Lorenzo) Villegas, Villela, Villela o Vilela?
3) ¿Turmero tiene un fundador o son dos los
fundadores?
4) ¿Como diferenciar entre Alfredo y Andrés Pacheco
Miranda?
5) ¿Quién es la “Otra” en el
documento de la fundación de Turmero?
6) ¿Como diferenciar entre
encomienda y tierra y entre encomendero y encomendador?
La
demostración documental de los tres primeros puntos:
(1) Que la denominación valle de Aragua, se
refería solo hasta San Manteo en su lado oeste.
(2) Que
se escribía igual Villegas, Villela o Vilela.
(3) Que no hay dos
fundadores de Turmero, La victoria, Cagua y San Mateo, sino uno, el Juez Poblador Pedro Gutiérrez de Lugo.
Se encuentran claramente
en el documento “Autos hechos por el Licenciado
Gabriel de Mendoza” publicado por Barroso (1988 pp. 44-60). En el citado
documento, (p.51 de Barroso), se lee (en rojo y en negrillas, agregadas por
mi):
“En la Ciudad de Santiago de León a 7 días
del mes de diciembre de 1620 años, su Merced Gabriel Mendoza, Cura Vicario de
esta dicha Ciudad, Juez y Comisario nombrado por su Señoría Reverendísima Don
Fray Gonzalo de Angulo, Obispo de este Obispado de Venezuela y del Consejo de
Su Majestad, para las erecciones de las Iglesias que en los términos
jurisdicción de esta dicha ciudad se ha de elegir y señalar en los
pueblos de indios que se han de fundar por el Señor Pedro Gutiérrez de Lugo Teniente
General en esta dicha gobernación. El Juez
Poblador de los dichos pueblos dijo: “Que por cuanto en los pueblos
que ha fundado en el valle de Aragua, Turmero y Cagua, su merced ha elegido y
señalado Iglesias en cada uno de ellos a saber en el dicho valle de Aragua, el
pueblo de Nuestra Señora de la Victoria, en donde erigió la Iglesia con la
advocación de Señora Santa Ines … y en el segundo pueblo del Valle de Aragua,
nombrado San Mateo, agregando a este pueblo para Curato y Doctrina, la
encomienda de Tomas Aguirre, Antonio de Bolívar y la de Antonio Sánchez
Borrego, y en el valle de Turmero, donde fundó el pueblo de Nuestra Señora de
Consolación, eligió iglesia con la advocación de Nuestra Señora de la
Candelaria y agregó a este Curato y Doctrina, las encomiendas del Capitán Juan
Martínez Vilela, Doña Mariana Vilela y Regidor Juan Ponte Rebolledo.
Y en el valle de
Cagua donde fundó el pueblo del Señor San José, erigió la Iglesia con la advocación del Señor
San José. Agregó a esta Doctrina Curato las encomiendas del Maese de Campo
Garcigonzález de Silva y Sargento Mayor Baltazar de Silva..,”
En el documento de venta de tierra en Paya en 1659, 39 años después de
fundado Turmero, se hace ante la autoridad que es el “Teniente de Justicia
Mayor de los valles de Aragua y Turmero”, es decir, para los efectos
legales siguen siendo dos sectores diferente y ambos dependientes de Valencia.
Véase documento de 1659 en el Portal Turmero: historia, huellas y
testimonios de Nelly Guilarte, autora del texto escolar de “Efemérides
Patrias para niño niñas y adolescente.”
Posteriormente, el termino valles de Aragua toma otra connotación
espacial, por ejemplo, por 1800 Humboldt, Depons, Andrés Bello en esos mismos años. En plena Guerra de
Independencia, consideran a Turmero,
Cagua, Maracay y Guacara, situados en los Valles de Aragua, tal como es hoy en
día.
El término “valle de Turmero”
actual, pasa a otro plano, mucho mas reducido y dentro del concepto de “Valles de Aragua”, pero
no “ valle del rio Aragua”.
4)
¿Cómo diferenciar entre Alfredo y
Andrés Pacheco Miranda?
Los nombres de estos intelectuales turmereños se
confunden, no es fácil diferenciar sobre sus actuaciones. Son hermanos,
turmereños, nacieron con el dominio del lenguaje y la oratoria, fueron
periodistas, políticos liberales, seguidores del general Cipriano Castro, de
Gómez, escritores, articulistas ¿Qué lo
diferencia en sus trayectorias?
Don Andrés: se inició como militar y alcanzó el
grado de coronel. Tuvo actuación en la batalla de La Victoria junto al general
Francisco Linares Esteves Alcántara
(hijo del “Gran Demócrata” general Francisco Linares Alcántara), contra
las tropas del General Manuel Matos. Como escritor, fue cuentista, y hasta
cierto punto, uno de los creadores del mito de Pedro Villacastín como fundador
de Turmero, tal como se evidencia en Glosas de mis memorias, en Turmero tierra mía (1978, 2013).
Este es un aspecto que no lo he visto discutido en
la bibliografía local. En este mismo trabajo, es suya la “maldición” que
recae sobre Turmero por la ofensa dada al general José Antonio Páez cuando
el mismísimo Ezequiel Zamora, por orden del presidente José Tadeo Monagas,
desde Valencia a Caracas, montado en burro y con grillos, pasó por Turmero donde algunos jóvenes le lanzaron tomates y “uno
arrojó un salivazo sobre su cara, pero
cayó sobre el pescuezo del jumenco que montaba el héroe.” Páez fue encerrado en un calabozo de
Turmero durante una noche. [Sobre este detalle, no estoy seguro de que sea
cierto o que sea parte de su inventiva literaria].
Agrega don Andrés, que si no se le construye una
escultura a Páez en uno de los parques de la ciudad, la maldición por el
comportamiento contra Páez,
“seguirá
siempre bajo las alas grises de la tristeza y melancolía”.
Esto es lo que yo he llamado “la maldición de
Don Andrés”.
Don Andrés quien fue militar, y tenía buena
puntería, tuvo un problema de faldas y en el encuentro, quedo muerto el
contrincante, saliendo exilado de Turmero, de allí que su actuación intelectual
fue más en Caracas y en Los Teques, donde muere a más de 100 de edad.
Mientras Don
Alfredo, siendo también autodidacta,
poseía los grandes dotes de la oratoria y se le recuerda, por muchos hechos,
pero con los siguientes dos, son suficiente.
El primero, cuando el día l9 de diciembre de 1924, en la inauguración
del nuevo busto y respectiva placa del general Santiago Mariño, en la plaza del
pueblo, pronuncia el discurso de orden en
relación con el centenario de la batalla de Ayacucho, el cual termina en loas al General Juan Vicente Gómez,
cuando dice: ¡Bendigamos, pues, una y mil veces, el Gobierno de la Rehabilitación
Nacional, cuyo único director es el Benemérito General Juan Vicente Gómez, a
quien Dios, en cambio de haber dado a Venezuela el tesoro de una paz estable y
fuerte, le otorgó la envidiable gloria de presidir los grandes Centenarios de
la República! Doce años más tarde, siendo diputado al
Congreso Nacional, por el Estado Aragua, fue quien plantea valientemente la expropiación de todos los bienes de Gómez,
y así fue aprobado, rescatando la nación los miles de millones que el dictador
había acumulado en sus largos años de tiranía. Solamente en Turmero, Gómez
poseía 89 casas, según el inventario realizado de sus bienes, así como
propietarios de Guayabita y de la mayoría de las haciendas circundantes y de la
famosa hacienda cacaotera de Chuao, la cual adquirido de los hijos de Guzmán
Blanco por 1.500.000 bolívares.
En el trato personal, gustaba de las reuniones
populares como sancochos en el Polvorín y en Pedregal y nunca fallaba en las
visitas a bodegas y bares por las típicas bebidas espirituales y quizás, por
ello era llamado “Alfredito”, y conocido también por ser empresario dueño del
único cine de la Ciudad, El Capitol, frente a la plaza, y el cual al cerrarse,
nunca más hubo cine en Turmero, por lo menos, hasta 2020. Una parroquia del
municipio Mariño del estado Aragua
lleva su nombre en reconocimientos a sus méritos, a proposición del Ciro
Guzmán, quien era el cronista de la ciudad de Turmero.
5.) La “Otra” en el documento de la fundación de Turmero
“La otra” en la Venezuela actual
tiene una connotación muy clara y se refiere a
una amante o novia que tiene un
hombre casado. Cuando es soltero, se podría escuchar la expresión, pero de
parte de una de las enamoradas, no del hombre
ni de la comunidad donde se desenvuelve. Inclusive, hay una obra muy
conocida con ese nombre, “La Otra”. En
el documento que vamos a discutir, no hay tal problema porque falta el artículo
determinado, “la”. Tal documento, es
donde consta la fundación legal y eclesiástica del pueblo de indios de Turmero
y en el cual aparece la palabra que confunde a cualquier lector. Veamos dicho
documento en Alfaro, Manuel (1988, p.50) y recordemos además, que nos dirigimos
a un público que no tiene las herramientas ni del lingüista ni del historiador
profesional:
“Y en veintisiete de dicho mes de noviembre y año de seiscientos veinte,
el dicho Juez Comisario eligió y fundó otra Iglesia
en el pueblo que llaman Turmero, nombrado Nuestra Señora de Consolación, con
advocación y nombre de Nuestra Señora de Candelaria, y agregó a este Curato y
Doctrina las encomiendas del Capitán Juan Martínez de Villela, doña Mariana
Villela, viuda de Bartolomé de Emasabel y del Regidor Juan Ponte Rebolledo,
entre los cuales hizo repartición de ornamentos, de aquellos conque cada uno
había de acudir y mandó que dentro de un mes acudiesen con ellos al dicho
Comisario, lo cual se notificó en el dicho veintisiete de noviembre al dicho
Juan de Ponte y al dicho Capitán Juan Martínez, a Juan de la Raya, su mayordomo
y por dicha Mariana Villela, a Pedro de Néstor, y asimismo que dentro de los
dos meses que corrieren desde dicho día veintisiete, hiciesen dicha Iglesia,
sacristía, cementerio y casa del Cura Doctrinero, y lo uno y lo otro con la
dicha pena y censura. [pero
pasaron muchos meses y nada habían hecho, fue en agosto de 1622 que los
encomenderos entregaron la iglesia, una
hoza de bahareque y paja, no como la elegante de ahora]
Una simple lectura al documento anterior, donde aparece: “el dicho Juez Comisario eligió y fundó otra
Iglesia en el pueblo que llaman Turmero” da cabida a dos interpretaciones:
a) Que ese mismo día, o en días anteriores, ya se había elegido y
fundada una primera iglesia, y está “otra”, por supuesto, sería la segunda
iglesia fundada en el mismo pueblo.
b) Que muchos años antes, se había fundado una iglesia en el poblado y
la “otra”, se refería a la segunda
iglesia en la historia del pueblo.
¿Dónde está el problema?
El problema reside en que el documento leído es parte de las fundaciones
de cuatro pueblos y sus iglesias respectivas en el lapso de 13 días de
noviembre de 1620: La Victoria, (el 18); Turmero, (el 27); Cagua, (el 29) y San
Mateo, (el 30). ¿Por qué esa secuencia?
Un misterio., aunque PEMBOL (2019) da una versión, no documental que resulta
lógica e interesante.
Al leer lo correspondiente a la fundación de Turmero, sin relación con
el resto del documento, la “otra” complica la comprensión, y es cuando surge la
confusión. La investigadora turmereña Rosario
Magallanes, ha sido la única que ha reaccionado ante la “Otra” al agregarle un
entre paréntesis quedado así: “… y fundo otra iglesia (de las ya antes fundadas en los otros
pueblos vecinos) en el pueblo de Turmero.”
La confusión con la “otra”
igualmente aparecerá cuando se lee lo referente a San Mateo: “Y en 30 días de dicho mes
de noviembre y año, el dicho Juez Comisario eligió y fundó otra Iglesia en
dicho valle de Aragua, 12 leguas de esta ciudad en el pueblo fundado de San
Mateo”. Aquí, valle de Aragua en esos años, se refería toda el área desde
la actual Tejerías hasta el río Aragua en su margen izquierda, no incluía a
Turmero, Cagua ni Maracay, pero como fundaron iglesia en La Victoria, dentro
del valle de Aragua, el “Otra” tendría más sentido en el caso de San Mateo, ya
que si correspondía a otra iglesia en dicho valle.
6.) Encomienda y encomendero. La encomienda de los valles de Turmero era la más
grandes de la época y estaba constituida por indios en su mayoría Meregotos a
cargo de la familia española de los Martinez. Quien posee la encomienda le
daban la denominación de “encomendero”, la cual es muy diferente a
“encomendador” que es una orden jerárquica utilizada en España. En la obra de Lope de Vega una poblada del Fuente
Ovejuna mata el comendador mayor de la Orden de Calatrava.
Dicen que por los abusos que había cometido sobre la población, de allí
que se asocia a Fuenteovejuna con justica popular:
¿Quién mato al comendador? y
todas a una Fuenteovejuna señor”
Yolanda Freire
La palabra encomienda también es confundida usualmente con las tierras
donde se encontraban dichos indios agrupados.
El encomendero de la encomienda de los valles de Turmero no era el
propietario de la tierra, sino los indios, por solicitud hecha al Cabildo de
Carcas en 1593 por su encomendero y aprobada por dicho Cabildo y luego
ratificada por el gobernador y capitán General de Venezuela, aunque en la
practica, el encomendero era el “señor de los cielos” .El encomendero, para esa
fecha era el capital Lorenzo Martinez Madrid, que por alguna razón no utilizaba
el apellido Martinez. Algunos autores lo confunden con Lorenzo Martinez de
Villegas, lo cual es incorrecto.
Referencias
Barroso Alfaro,
Manuel.(1982). Turmero en los Documentos inéditos. Caracas
Edit. Libris
Bolívar,
Pedro Modesto (Pembol). Teniente General
Don Pedro Gabriel de Lugo, fundador de La Victoria, Turmero, Cagua y San Mateo. Colección PEMBOL No. 4. Publicada en Colección
Memorias Históricas Digitalizadas de Turmero, No.80. Turmero, 2019.
Disponible en:
https://www.facebook.com/groups/280718592329685/482452345489641/
Guilarte
Nelly (2010), en http://turmerohistoriahuellasytestimonio.blogspot.com/2010/
Magallanes, M Rosario. (2019). Un relicto, una realidad.
Colección Memorias Históricas Digitalizadas de Turmero. No. 94. Del original
publicado la Colección Turmero en el Tiempo, editado por la Alcaldía del
Municipio Santiago Mariño.
Venta
de unas Tierras del valle de Paya a
favor de Luis de Bolívar. En Archivo del Registro Principal de Caracas, Sec.
Tierras 1659 B.
…Y en Turmero nos pusieron presos
José Manuel Guevara Díaz
El sitio: lado Oeste de la plaza Mariño de
Turmero.
La hora: 7 a 8 pm.
El día: viernes.
El año: Un año
terrible de la dictadura perezjimenista
Los hechos: Un grupo de
estudiantes universitarios y de la Academia militar en vacaciones, así como
algunos bachilleres, egresados del Codazzi, la dieron sencillamente en decirles cosas, a los pocos carros que
pasaban por el lugar, gritarles y
después reírse, esperando el próximo carro. Se contaron nueve autos y ningún chofer reacciono sobre
lo que le gritaban. Al carro número 10, se le hizo la misma recepción, pero, no
hizo lo que los otros hicieron, que oyeron, no le pararon y siguieron. Este conductor dio una segunda vuelta y una segunda
acción recibió del grupito en cuestión.
Al segundo, estaba
ante nosotros, el tipo del auto No. 10 con cara del que mato a Juan
Charrasqueado, y con tres policías armados:
- ¡Estos fueron los que la burla
me hicieron!
¡Acompañemos, señores, están
presos por jodedores! -dijo el policía mayor-
Y en línea, a la
policía, la casa “tétrica de los
nueve pilares” nos llevaron.
Acusación:
Acciones violentas
contra las buenas costumbres, perturbación del orden público y reunión masiva
para delinquir.
Leído los cargos,
se fue el denunciante, que era un espía
de la dictadura, como también los hay ahora con el nombre de “patriota colaborante”.
A los 30 minutos,
viene el Señor Comandante de la policía, un señor alto y barrigón, pero con
buena intención, que por suerte me conocía y era amigo de papa:
No vio sonrió y
dijo: ¡Ah! ¡Estos son los muchachos
del escándalo! De la plaza!
Bueno, ya tuvieron media hora, sino quieren
seguir aquí, váyanse pa’ sus casas
y no está bien eso de gritar en la plaza.
No
hagan eso otra vez, hay muchos
esbirros que oyen tras la pared.
¿Quiénes eran los
jóvenes presos? El comandante de la policía había escrito los nombre en un
papel separado, y no en el Diario de Actos, y al final lo boto. Así que del acto, ningún expediente quedo y los
nombres de aquel hecho no podrán ser revelados.
Para
su conocimiento
Los editores de las
Memorias Históricas Digitalizadas de Turmero, agradecen hacer referencia a su
edición cuando cite algunas de sus partes en los trabajos de investigación de
acuerdo a las normas establecidas para estos fines, manteniendo siempre el
espíritu y contenido expresado en su texto.
Ejemplo
de cómo citar los trabajos
Rodríguez, Efrén
(2018). Notas Geográficas de Turmero. En: E. Rodríguez y NG. Rodríguez.
Colección Memorias Históricas Digitalizadas de Turmero, N° 60. Turmero, Estado
Aragua (Venezuela): Edición Propia. Disponible en:
https://www.facebook.com/groups/280718592329685/482452345489641/.
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